La salud también se entrena con Juan Ramón Lucas

Episodio 272

¿Te gustaría entrenar tu salud para vivir mejor cada día?

Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde aprenderás cómo practicar el inmunofitness vivir mejor, es decir más sano, más despierto, más en armonía, más atento y, sobre todo, más feliz con Juan Ramón Lucas.

Juan Ramón es un reconocido periodista, presentador de televisión y escritor.

Ha sido presentador y director de programas de gran éxito, como «La Brújula» en Onda Cero, «En días como hoy» en Radio Nacional de España o Informativos Telecinco entre otros. Su estilo cercano y su capacidad para analizar y comentar la actualidad le han valido el reconocimiento y el respeto del público y de sus colegas.

Además de su destacada carrera en los medios, Juan Ramón ha recibido varios premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, incluyendo el Premio Ondas al Mejor Presentador de Radio. También ha participado en numerosos proyectos solidarios y sociales, demostrando su compromiso con causas importantes.

Recientemente, Juan Ramón ha publicado el libro «Inmunofitness: La salud también se entrena», donde aborda la importancia de cuidar y fortalecer nuestro sistema inmunológico a través de la alimentación, el ejercicio físico y el equilibrio emocional.

 

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Índice de la entrevista

  • (04:35) Cómo llegó al mundo de la inmunofitness

  • (10:08) De la ciudad a la naturaleza

  • (14:13) Compromiso en buscar la esencia

  • (17:40) Cómo desarrollar la escucha activa

  • (22:23) Escuchar los mensajes del cuerpo

  • (26:06) Entrena tus defensas

  • (31:48) Una sociedad demasiada cómoda

  • (36:16) Cómo dormir con calidad

  • (42:42) Comenzar el día con agua fría

  • (50:41) Encaminando hacia el propósito

  • (58:27) El mejor hábito productivo

  • (1:01:11) Si tuvieras que cambiar una única decisión en tu vida, ¿cuál sería?

  • (1:03:08) Cuestionario KENSO

  • (1:08:32) Resumen y despedidas

 
«Vide aprendiendo.» —José Ramón Lucas
 
 
  • Quique: ¿Te gustaría entrenar tu salud para vivir mejor cada día?

    Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde aprenderás cómo practicar el inmunofitness vivir mejor, es decir más sano, más despierto, más en armonía, más atento y, sobre todo, más feliz con Juan Ramón Lucas.

    Jeroen: Juan Ramón es un reconocido periodista, presentador de televisión y escritor. Ha sido presentador y director de programas de gran éxito, como «La Brújula» en Onda Cero, «En días como hoy» en Radio Nacional de España o Informativos Telecinco entre otros. Su estilo cercano y su capacidad para analizar y comentar la actualidad le han valido el reconocimiento y el respeto del público y de sus colegas.

    Además de su destacada carrera en los medios, Juan Ramón ha recibido varios premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, incluyendo el Premio Ondas al Mejor Presentador de Radio. También ha participado en numerosos proyectos solidarios y sociales, demostrando su compromiso con causas importantes.

    Recientemente, Juan Ramón ha publicado el libro «Inmunofitness: La salud también se entrena», donde aborda la importancia de cuidar y fortalecer nuestro sistema inmunológico a través de la alimentación, el ejercicio físico y el equilibrio emocional.

    Bienvenidos an nuevo episodio de KENSO, el podcast donde descubrirás cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Yo soy Jeroen Sangers, aprendiz en escuchar en mi cuerpo.

    Quique: Y yo soy Quique Gonzalo, aprendiz en cuidarme un poco mejor cada día. Bienvenido, Juan Ramón.

    Juanra: Hola, buenos días a los dos. Yo soy un poco aprendid de la vida, aprendid de todo. Llevo toda la vida observando, contando y también aprendiendo. Yo me parece una magnífica actitud, vivir aprendiendo, porque así creces hasta que te llegue la hora, que no sé cuándo será, pero crecer siempre, aprender de lo que hay alrededor, es para mí lo que da mucho sentido a la vida, a las cosas que hago, a lo que vivo y por qué vivo.

    Quique: La verdad es que es una maravilla poder tener a alguien tan grande como tú aquí en este podcast, Juan Ramón, por diferentes razones. Desde luego, por este magnífico libro del cual hablaremos, InmunoFitness, también desde luego por una labor periodística durante muchos años, pero por algo que vamos a ir descubriendo durante esta conversación y ha sido tu capacidad de tener unas habilidades, unas habilidades que sobresalen y que yo creo que van a ser fundamentales para este mundo al que nos vamos a dirigir de tanta inteligencia artificial, esas habilidades como la escucha activa o la capacidad de hacer preguntas potentes. Pero la primera pregunta, en este caso, Juan Ramón, ¿cómo te sientes al empezar a estar al otro lado de la mesa siendo ahora tú tantas veces el entrevistado?

    Juanra: Nunca me han gustado las entrevistas, ser entrevistado, nunca. No por ninguna razón especial, no porque prefiera estar al otro lado, que sí, sino porque yo nunca estoy seguro, y lo digo sin falsa modestia, nunca estoy seguro de que lo que yo vaya a decir sea particularmente interesante. Entonces yo ahora vamos a hablar del libro, vamos a hablar de la vida, vamos a hablar de lo que queráis. Y yo me considero gran conversador porque me gusta escuchar y me gusta comentar. Pero la entrevista es un territorio en el que se busca la aportación de alguien que pueda aportar de verdad, que diga cosas interesantes, que nos haga cambiar de punto de vista, incluso es lo mejor, no necesariamente que cuente su película. Entonces yo muchas veces, e insisto, no es falsa modestia, es que me pregunto, ¿tengo yo cosas que contar suficientemente interesantes como para que merezca una entrevista de una hora? Pues no lo sé, pero al mismo tiempo me digo también, bien, si hay gente que lo considera, ¿por qué no va a tener más criterio que yo? ¿Por qué no el equivocado, en este caso, voy a ser yo? Entonces, por eso, bueno, pues estar en este lado de la entrevista, si me lo planteo como una conversación, me siento a gusto. Si me lo planteo como una entrevista en la que tengo que aportar contenidos, me incomoda. Así que vayamos a esta primera parte y tengamos en la medida de la posible y en la medida de lo que vosotros consideréis oportuno, pues una conversación grata sobre temas que nos gustan.

    Cómo llegó al mundo de la inmunofitness

    Quique: Por supuesto que sí. Yo creo que como si fuéramos amigos de toda la vida, una pregunta que te habrán hecho es, Juan Ramón, ¿cómo te metes en un embolao como el inmunofitness? O sea, ¿cómo tú, hablando de este tema, qué ha sucedido en tu vida para decidir que era el momento de escribir, aparte de las novelas que has escrito o los libros acerca de la felicidad, meterte en el mundo del cuerpo humano? ¿Qué te ha pasado?

    Juanra: Pues mira, todo surge… A ver, yo llevo mucho tiempo haciendo deporte. He hecho deporte toda mi vida, prácticamente desde los 16, 15, 16 años. Empecé con el judo y lo último que he hecho en plan serio ha sido el triatlón. El triatlón que lo dejé hace tres o cuatro años porque requiere mucho tiempo para entrenar, pero es una disciplina deportiva muy, muy enriquecedora. Siempre he hecho deporte. Siempre he procurado escuchar mi cuerpo últimamente los últimos 20 años a través de la meditación. Cuando era más joven a través de la atención directamente. Siempre he procurado alimentarme bien. Cuando yo era crío, en casa mi madre nos hacía unas comidas que a nosotros nos parecían extrañas, de colorines, unas ensaladas que eran comida macrobiótica en los años 70, 80 cuando aquello empezaba. Y entonces, bueno, todo eso ha ido creando un pozo, una actitud vital mía. Me gusta mucho la naturaleza. Procuro vivir una reunión con la naturaleza. Me gusta pasear por los bosques. Aquí en Asturias pues tengo muchas oportunidades para eso. Entonces, todo eso forma parte, ha ido acumulando, acumulando rutinas en mi vida que me han ido bien. Yo tengo 64 años. Es verdad que tengo una buena genética. Mi familia son bastante longevos. Mi padre tiene 94 años, está estupendo. Mi abuela murió con 102 años. Pero también es verdad que he procurado cuidarme de una forma lo más ordenada posible dentro de mi propio caos. Entonces, hace dos años, tres años, me llamaron para hacer una especie de spot, una anunció. Me llamaron porque consideran que un tipo de 64 años con mi aspecto podía ser ejemplar en el sentido de que, coño, pues mira qué bien está para la edad que tiene. Bueno, perfecto, me encanta, me alaga. Y entonces ellos estaban manejando un concepto que se llama Inmuno Fitness que yo no había oído nunca y que luego cuando empecé a conocerlo, dije hostia, pues es que esto es lo que yo estoy haciendo. Y entonces, nada, yo participé en ese anuncio. Todavía creo que en su página web, pues hay referencias mías y este concepto, este es un concepto que no tiene nadie registrado. Y entonces esto coincide los elementos fundamentales de alimentación, de vida saludable, de conversación, coinciden básicamente con la vida que yo hago, con la rutina que yo hago. Yo añadí algunos singulares como el agua fría o como otros hábitos que he ido cogiendo con el tiempo. Entonces, bueno, ¿por qué no cojo yo y hago esto? Lo sistematizo, lo organizo y lo cuento para compartir. Y de paso, y eso para mí es muy importante en el libro. Y de paso, hago unas reflexiones en voz alta sobre mi concepto de la salud, que yo he pulido con alguien como Sandra, que es mi compañera, que es mi pareja, que preside una fundación en la que yo colaboro también, que es la Fundación Sandra Ibarra, de solidaridad frente al cáncer, que tiene un concepto de la salud muy holístico, muy naturaleza, muy salud animal y muy salud humana. Entonces, es un poco lo que yo trato de reflejar ahí. Lo importante que es una rutina que yo hago, pero lo importante también es que volvamos a la naturaleza, que atendamos lo que tenemos alrededor y que seamos conscientes de que si lo perdemos, estamos perdiendo nuestro territorio vital. Es un poco esas reflexiones que coloco, si se me permite la expresión, en un libro en el que en la primera parte cuento cómo funciona nuestro sistema inmunológico para vincularlo a la efectividad de lo que yo he hecho siempre. Yo cuando empiezo a escribir este libro es cuando me doy cuenta de por qué lo que yo hago me funciona desde el punto de vista de la salud física y mental. Entonces, cuento lo que es sistema inmunitario, cuento lo que es mi rutina, digamos que siete pasos del método Lucas, y luego cuento mi idea de salud global fundamentada en una serie de consideraciones científicas, internacionales también, porque hay citas a la UN y la UNED, la UNED, pero básicamente centradas en ese concepto de salud vinculada a la naturaleza, a volver a mirar a la naturaleza y vinculada a la salud medioambiental y a la salud animal. Bueno, pues eso es al final lo que hago partiendo de una idea de algo que me sorprendió y que desconocía, pues utilizo la curiosidad periodística, incluso la técnica periodística, para ahondar un poco más, y sale Inmuno Fitness, que Inmuno Fitness es un reportaje grande, amplio, sobre el cuidado de la salud y la forma de afrontarlo por parte de cada uno. O tú puedes utilizar lo que quieras o no, puedes hacer caso o no, yo te doy opciones.

    De la ciudad a la naturaleza

    Quique: Fíjate que me sucedió una cosa, Juan Ramón, y es que la acabas de explicarte muy bien. Yo cuando recibí el libro dije periodismo, InmunoFitness, y mis creencias dije a ver qué me voy a encontrar aquí. Y es un libro que tras leerlo es tan potente, tan natural y sencillo, como basado en la evidencia científica. Y yo creo que eso es algo fundamental para el mundo en el que nos estamos moviendo ahora. Un mundo en el que tú, nos decías, estás ahora mismo en Asturias y parte de tu infancia también se desarrolló en Asturias. ¿Qué has reencontrado al salir de la ciudad y volver otra vez a tu Asturias? ¿Qué te ha hecho reencontrar con esa parte de tu infancia? ¿Qué lugares, qué momentos, qué actitudes?

    Juanra: Yo nunca he perdido la conexión. Siempre ha sido un referente de naturaleza y de conocimiento en ese sentido. La cercanía con los animales, el ganado, el poder pasear por bosques, el tener el mar aquí cerca y disfrutarlo, nunca he desconectado. De hecho, siempre que quería encontrarme bien o desconectar de la vida capitalina o de la rutina urbanita, me he venido aquí. Y casi siempre a la misma zona, al Oriente Asturiano, que es la que conozco y con la que tengo un vínculo afectivo. Oriente Asturiano, occidente de Cantabria, que estamos en zona limítrefe. Yo desde aquí estoy viendo Cantabria también. Claro, ahora, en cuanto he tenido oportunidad, en cuanto se rompe el vínculo de la rutina diaria de ir a la radio y puedo estar aquí más tiempo, pues es lo que estoy haciendo. ¿Por qué estoy más tiempo aquí? Porque me gusta el silencio, porque valoro la cercanía con la naturaleza, porque tengo aquí animales en semilibertad que me permiten una conexión con la naturaleza aún mayor. Una cosa es emboscarte, y eso está muy bien, y otra cosa es sentarte al lado de un caballo que está domado pero que no vive en una cuadra, y percibir la forma que él te conecta con lo más profundo de tu ser natural, de tu ser esencial. Es difícil de explicar, pero yo lo experimento y lo vivo y tengo ese privilegio de poder hacerlo aquí. Entonces, para mí, Asturias implica el origen, que siempre es una cosa que pesa mucho en la vida de las personas, el origen, la infancia, pero sobre todo la reconexión con la naturaleza. Y aquí lo que peleo también es por poder mantener esa naturaleza, porque cuando hay acciones humanas que pueden poner en peligro todo lo que tenemos aquí, pues procuras implicarte. Y entonces, un poco todo eso, para mí Asturias es volver a la infancia, pero sobre todo reconectar con la naturaleza de todas las formas posibles. Yo esta tarde, si puedo, pues me iré a pasear por un bosque y en el momento que pueda, pues estaré también con los caballos, no solamente para subirme encima, sino para comunicarme con ellos, porque son un vínculo poderosísimo con la naturaleza. Igual que los perros, que aquí los perros de ciudad tienen un comportamiento distinto. Son cazadores y son más salvajes, y es muy divertido verlos y compartir con ellos.

    Quique: Doy fe que la semana pasada le pasó a mi labrador a Lua cuando estábamos en las montañas asturianas.

    Juanra: Perdona, ¿tu perra se llama Lua? Sí, no me digas. Se llama Lua, es un bodeguero.

    Quique: Algo más que tenemos de conexión a Juan Ramón. Lua, una labradora color chocolate, era de la once, no pasó las pruebas, entonces ya se ha quedado con nosotros en casa, como un miembro más de la familia, y se viene por lo tanto a Asturias también.

    Juanra: Qué suerte tu.

    Quique: En tu caso, Juan Ramón, vemos todos estos viajes hacia algo que yo creo que es muy profundo, que es la esencia. Para mí algo muy interesante es cómo tú muchas veces estás metido en la capacidad de ahondar en problemas, en situaciones. Comentabas antes, por ejemplo, en la fundación en la que estás junto con Sandra.

    Juanra: Sandra, con mi mujer.

    Quique: ¿Cómo haces para de verdad comprometerte al 100% en buscar la esencia en aquellas cosas que de verdad te interesan?

    Juanra: Joder, no lo sé. Tú concibes una vida sin compromiso, es decir, si tú eres alguien que te interesa, es decir, si tú eres alguien que ama la naturaleza, que crees… A ver, ¿qué sentido tiene? ¿Cuál es el mayor valor que le puedes dar a algo tan efímero y tan frágil y superficial como la popularidad? Utilizarla en beneficio de causas concretas. ¿Por qué me comprometo? Eso por un lado. ¿Por qué me comprometo con la naturaleza? Porque es una opción personal, pero que creo que debería ser una opción colectiva. Si no nos comprometemos con la naturaleza, vamos a perder esto. ¿Por qué me empeño en defender desde una organización de salud, como la organización que preside Sandra y el secretario general, o una organización como SEO Verlife, que es una organización medioambiental, española e internacional, de cuya junta directiva forma parte? ¿Por qué me meto ahí? Porque yo creo que todo lo que yo pueda aportar, individual y colectivo, para preservar este mundo, para luchar por una naturaleza en la que creo, para conocerla mejor, hay que hacerlo. Es decir, yo me comprometo… El compromiso es una cosa complicada que no siempre en la vida puedes alcanzarlo, porque a lo mejor hay otros territorios vitales en los que no me he comprometido lo suficiente. Pero ese tipo de causas y aprovechar la popularidad que tú puedes tener un momento determinado para potenciarlas y defenderlas me parece algo… Sin lo cual, pues yo no podría estar, no podría vivir. Yo creo que la mayoría de los que, desde luego los que estamos aquí, la mayoría de los que está escuchando, hay algo por lo que quiera comprometerse, hay algo que quiera hacer. Y en mi caso, pues es abrazar la salud, abrazar la naturaleza y la difusión de valores que estén vinculados a todo eso. No sé si era eso el sentido de la pregunta, pero yo no podría no hacer ese tipo de cosas, no podría estar sentado en casa viendo cómo los demás hacen algo cuando yo tengo capacidad de hacerlo. Y sobre todo cuando puedo aprovechar una determinada posición social privilegiada precisamente para eso. Yo lo veo muy claro en ese sentido.

    Cómo desarrollar la escucha activa

    Quique: Claro, a eso me refiero, Juan Ramón, a eso me refiero porque hay tantas oportunidades o tantas cosas que la sociedad está demandando que una de las cosas que me parece para alabar en tu caso es que te has concentrado en pocas cosas, pero dar el 110% en cada una de ellas. Y esa es la parte de alabar en esa parte de el compromiso hacia todas aquellas actividades que en lugar de movernos hacia todo, que es algo que nos está llevando la sociedad, tú lo indicabas antes muy bien cómo centras al final para comprometerte en estas actividades que para ti aportan algo y desde las que tú también puedes aportar algo. Te quería preguntar una de tus grandes cualidades, desde luego para mí como periodista todas las veces que te he escuchado, es una capacidad por encima de lo normal de mantener la calma, de aportar una sonrisa y de desarrollar la escucha activa, que ya no es ni siquiera escuchar, va mucho más allá del oír. Tú cómo has hecho para desarrollar esa capacidad y también a su vez escuchar a tu cuerpo.

    Juanra: Es una cuestión de carácter, de visión de la vida. Yo no soy una persona calma y tranquila, no lo soy. Medito todos los días, si queréis luego entramos un poco en la rutina, pero medito todos los días, procuro buscar la calma. Yo tengo delante ahora mismo un paisaje enorme de kilómetros de monte y es todo verde y esto me procura calma. El mar también me procura calma. Un paseo a caballo, si no sucede nada extraordinario que puede suceder, me procura calma. Estar con los caballos, desde luego. Pasear con mi pareja, hablar con mis hijos, cuando no hay broncas, me procura calma. Pero yo no soy una persona calmada. Ahora, ¿qué sucede? En tu profesión, y ahí voy, para mí mi profesión ha sido lo más importante de mi vida durante muchos años. Y ahí es donde he sacado lo mejor de mí mismo, mucho antes de llegar a conciencias sobre compromisos y este tipo de cosas de las que estamos hablando. Yo llevo trabajando, llevo haciendo información, radio, el principio, luego televisión, prensa, no prensa en principio, luego radio, televisión, desde los 18 años. Tengo 64. Entonces, yo empecé muy volcado en mi profesión, trabajando, sacando lo mejor de mí, nunca en calma. Porque trabajar en este oficio en el que yo empecé en los finales de los años 70, principios de 80, no podías tener calma nunca. Y ahora mismo tampoco puedes tener calma. Ahora bien, lo que sí puedes tener es conciencia de lo que haces y una responsabilidad. Y eso requiere, para que el mundo sepa que escuchar para saber, porque para contar tienes que saber, y ser capaz de tener, de dejar que las cosas reposen en la medida de lo posible, repito que es un oficio muy agitado, para contarlas con rigor suficiente. Para que pase el tiempo suficiente, no mucho, pero el tiempo suficiente como para que sepas que eso está ahí, sepas lo que has contado, puedas medir las consecuencias y tengas un seguimiento de lo que pase, que al final es el compromiso del periodismo. Entonces yo he buscado la excelencia y la excelencia requiere escucha activa, requiere atención y a la hora de contar, otra cosa que a mucha gente se le escapa, yo no he tenido ningún miedo y lo he desarrollado siempre como técnica y reconozco como técnica, y es que tú tienes que ponerte en lugar de quien te escucha o quien te lee. Tú eres exactamente igual que cualquiera que te escucha o que te lee con una diferencia, que tú sabes antes lo que ha sucedido y por eso lo cuentas. Pero tú eres un ciudadano sorprendido y esa es la clave cuando la gente dice no es que eres muy cercano, no, yo es que soy como cualquiera que me lee y que me escucha. Yo tengo muchos compañeros que prefieren la moqueta, que prefieren el poder, que prefieren el codeo con el poder para luego de ahí sacar cosas y tener un valor en sí mismo por eso, utilizarlo como elemento de valor. Yo prefiero, yo tengo que tocar al poder, pero yo tengo amigos en todos lados, pero casi nunca he hecho información política, por tanto eso no me ha afectado mucho, pero sobre todo lo que he querido era conocer lo que pasaba para contarlo de la manera más cercana posible. Cuando estaba en la radio, cuando estaba en la tele, siempre he creído que la manera de contar las cosas es mirar a cámara o ponerte ante el micrófono y decirle señores, esto es lo que ha pasado y yo lo sé y me afecta igual que a ti y por eso yo te lo cuento de esta forma. Ahora tienes que saber esto, esto y esto y esto. Luego ya cuando entras en el territorio de la interpretación también tienes que estar seguro de lo que dices, pero tienes que estar seguro de que dejas claro que es una opinión, pero bueno, sin entrar ahí a lo que tú decías. ¿Por qué yo siempre he podido ser y he buscado ser una persona cercana? Porque para mí mi oficio es primero escuchar, efectivamente escucha activa, y segundo contar de manera que llegue, porque si no no tiene sentido lo que haces. Yo nunca he contado para quedar bien, yo he contado para contar, para que la gente supiera, para cumplir con mi compromiso conmigo mismo y con el público de ser de verdad periodista que es el que relata las cosas y las pone en contexto. No sé si eso responde a tu pregunta.

    Escuchar los mensajes del cuerpo

    Quique: Responde perfectamente Juan Ramón. ¿En qué momento escuchas con esa capacidad que tienes de atención a tu cuerpo que te está mandando mensajes?

    Juanra: Solo he aprendido con Sandra, con mi mujer, ella tiene una tremenda capacidad para eso, para escuchar los mensajes. Yo no siempre los escucho, al final es una práctica. Yo creo que cuando tú has hecho deporte siempre eres capaz de entender hasta dónde puedes llegar y precisamente lo bueno del deporte es que sabiendo hasta dónde puedes llegar vas a intentar superarlo, pero por volver a tu pregunta, aprender a escuchar el cuerpo, si haces deporte no es difícil, pero si estás con alguien tan preocupada y tan comprometida con la salud, al final terminas tú aprendiendo porque me pasa muchas veces y a la que te dice, ¿esto qué te pasa? No, no, sí, sí, es verdad. Entonces yo no sé si hay un momento en el que yo digo voy a escuchar mi cuerpo, pero si hay una manera de vivir a la que he llegado después de muchos años en la que procuro atender a mi cuerpo y procuro saber qué es lo que me está diciendo, otra cosa es que le haga caso. Es decir, yo por ejemplo ante una onza de chocolate no escucho a mi cuerpo, soy débil o como ante un determinado queso. Hay cosas que yo sé que no puedo comer más queso del que he comido, pero voy a comer porque quiero probar este, porque quiero probar esto o otro. Es decir, tú escuchas a tu cuerpo, pero no siempre le haces caso. En ese sentido somos imperfectos, yo soy imperfecto como cualquiera, como vosotros o como cualquiera que nos está escuchando. Por mucho que aprendas a escuchar a tu cuerpo hay momentos en que dices, venga, vale, apartate un rato y déjame. Esto de la escucha activa también tiene mucho que ver con hacer buenas preguntas y como ya hemos traducido el tema de escucha activa de la entrevista a la salud, también me interesa saber cuáles son las preguntas que tú haces a tu cuerpo. ¡Qué buena pregunta! Yo creo que la pregunta fundamental es por qué. ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué me duele aquí? ¿Por qué siento esto? ¿Por qué no llego hasta ahí? Cuando se trata de algo sobrevenido o que te sucede de manera inesperada. El resto yo sé perfectamente que puedo correr tranquilamente 7, 8, 10 kilómetros sin despeinarme, pero si paso de los 13, 14 ya empiezo a notar algo, entonces tienes que tener cuidado. ¿Qué quiero decir? Que me pregunto por qué cuando algo sucede y procuro medirme cuando estoy a punto de rebasar algo. Es decir, volviendo al ejemplo del chocolate, yo tengo aquí una onza de chocolate o cuatro piezas de chocolate. Yo sé que si me como tres me va a sentar mal, entonces debería comerme una o debería comerme dos, pero me voy a comer tres. Porque el niño que yo llevo dentro dice ¿y cuándo va a ser la próxima vez que yo tenga este chocolate tan bueno delante? Entonces escucho mi cuerpo, lo que hago es, le pregunto por qué sucede algo y a veces me digo bueno a ver hasta dónde puedes llegar o ahí te vas a pasar porque no estás haciendo bien las cosas.

    Entrena tus defensas

    Jeroen: Antes has hablado también del deporte y yo creo que estamos acostumbrados a entrenarnos para eventos deportivos. Tu has hecho triatlón, seguramente entrenes mucho para después poder correr. También estamos acostumbrados de entrenarnos o de practicar, por ejemplo, para un examen que tenemos que salir. Pero yo creo que también hay que entrenar para mejorar nuestra vida en el día a día y como aquí no sólo estamos hablando de conducción o fuerza física, también del sistema de defensas como tú explicas en tu día a día. ¿Qué pasa cuando no entrenamos nuestras defensas?

    Juanra: Que se debilitan. A ver, esto hay que tener cuidado, no llevemos a engaño al personal. El entrenamiento del sistema inmunitario depende mucho de la situación y de las posibilidades de cada cual. Yo puedo correr y me gusta correr. No lo hago diario, pero cuando me entreno pues corro. Me gusta también montar en bici, me gusta nadar. Dediqué al triatlón unos años porque me gusta nadar, me gusta correr y me gusta la bici. Pero claro, ¿qué sucede cuando no entra el sistema inmunitario? Que se debilita. Pero ¿qué es entrenar el sistema inmunitario? Salir a dar un paseo todos los días es entrenar el sistema inmunitario. Andar por un parque es conectar con la naturaleza. Buscar territorio para el diálogo con los amigos o para la conversación, para el intercambio de opiniones es entrenar el sistema inmunitario. Cosas que podemos y debemos hacer en compañía o cosas que podemos y debemos hacer solos es entrenar el sistema inmunitario. Entrar al sistema inmunitario no es salir a correr. Entrar al sistema inmunitario es utilizar todo lo que tenemos a nuestro alcance para hacer algo que permita que los elementos que componen nuestro ejército, por emplear un término que todos nos entendamos, de defensa estén en estado de revista por seguir con el ejemplo y puedan ser capaces de responder en un momento determinado. Si yo he renunciado a caminar, si yo he renunciado a la conversación, si he vivido una situación que me impide relacionarme con los demás o hacer algo de ejercicio, yo anímicamente voy a estar peor. Y cuando llegue el momento de afrontar alguna situación complicada, ya sea física o mental, porque cuando hablo del sistema inmunitario también me pienso en la salud mental, aunque no esté directamente el sistema nervioso, el sistema cognitivo o sea otro, voy a estar peor preparado para afrontarlo porque mi cuerpo va a reaccionar más lentamente, porque mis glóbulos rojos no se van a mover tan deprisa. Eso es muy importante. Activar la circulación sanguínea como elemento esencial en la defensa ante una agresión por parte del sistema inmunitario es muy importante. Y si no hacemos ejercicio, si no movemos el corazón, si no movemos los músculos, toda esa parte de nosotros mismos que actúa como barrera ante un ataque va a funcionar peor. Una de las cosas que para mí tiene más valor del baño de agua fría, que a la gente le gusta mucho trabajo, pero que es agua helada en invierno también, es precisamente la activación brutal, intensa del sistema circulatorio, de la secreción de hormonas que te equilibran el cuerpo y que al mismo tiempo te obligan a generar otras hormonas que tienen que ver con situaciones, con sensaciones de felicidad. La activación, la forma en que la piel responde a todo eso encogiéndose, ejercitando, es decir, hay muchos elementos que tienen que ver con la activación forzada del sistema inmunitario dentro de ese ejercicio de entrenamiento, que es como cuando ejercitas los músculos cuando haces pesas. ¿Para qué te sirve hacer pesas? Para nada, pero vas a reforzarte tus bíceps, por ejemplo, y aparte de que los tengas muy chulos y puedas presumir de ellos, pues refuerzas también tu propia capacidad de reacción ante algo… estás más fuerte y nadie discute que estar más fuerte es positivo. No sé si me estoy explicando, pero lo que digo es que ejercitar el cuerpo, ejercitar la mente, activar el sistema circulatorio, el sistema linfático, todos los elementos que forman parte de nuestro mecanismo de mantenimiento, supervivencia, permiten que ese mantenimiento sea más eficaz y la supervivencia pueda estar mejor garantizada. O sea, nada te puede… nada te puede… nada te puede librar de un infarto si te da un infarto, nada te puede librar de un ictus, pero con una vida algo menos sedentaria, evitando tabaco y exceso de alcohol, pues es posible que se aleje la posibilidad de que ante una agresión tu sistema inmunitario reaccione de una manera débil.

    Una sociedad demasiada cómoda

    Jeroen: Cuando te escuchaba hablar sobre los baños fríos, pero más que nada, pienso hoy, estés muy incómodo. Y esto me hizo reflexionar un poco sobre, tal vez, el problema que está detrás de todo esto, que estamos intentando desolucionar con este inmunofitness, es que tal vez hemos creado una sociedad donde vivimos de forma demasiado cómodos, que no salimos desde nuestra zona de confort. ¿Es así o hay otros temas más?

    Juanra: Mira, leí no hace mucho… Hay un libro de un ornitólogo científico, Jared… no me acuerdo. Armas, hierro… Estoy hablando de memoria, no me acuerdo en estos momentos el libro. Ahora os daré la referencia en cuanto lo encuentre. Pero hablaba de estudios que demuestran, y además, por otra parte, es obvio, que la capacidad de reacción ante lo que nos resulta incómodo o ante la adversidad de niños educados en el tercer mundo, en una situación de pobreza, que tienen que buscarse la vida, que no están acostumbrados a situaciones confortables, que tienen que crear sus propios juguetes, su capacidad intelectual y su capacidad de enfrentarse a los problemas y a la adversidad superior a los niños occidentales. Eso es una obviedad. Me llamó la atención y seguí buscando datos en torno a eso. Y los hay. No es que nuestras sociedades, que también se hayan acostumbrado, sobre todo en Occidente, a una vida cómoda, es que nos hemos alejado de la naturaleza. Y vuelvo otra vez a esto. Y la naturaleza que procura sentido a lo que somos es un territorio en el que tienes que, por emplear un término, buscarte la vida. Tienes que encontrar tu propio sitio y pelear por encontrar tu propio sitio. El avance de la medicina, el avance de la tecnología, nos permite una vida mejor, más saludable, más longeva. Yo no soy anti vacunas, todo lo contrario. No seré quien critique los avances de la medicina. Pero yo creo que lo que estamos haciendo ha sido esa desconexión con la naturaleza nos debilita humanamente y socialmente. Y esos niños que tienen una capacidad de juego, de equilibrio mental y hasta de luchar contra la adversidad superior a los niños accidentales, también nos indican que hay algo que estamos haciendo mal. Insisto, Occidente ha desterrado el hambre, ha desterrado enfermedades gravísimas, tiene un nivel de vida que es el que provoca, es la gran medida responsable de las grandes movilizaciones migratorias. Pero todo eso, todo eso que tiene una venta en positivo, en el sentido de que nos procura una vida mejor, nos hace, sin embargo, que seamos más vulnerables a ataques de la naturaleza, como el COVID, que lo hemos visto hace muy poquito, a pandemias o epidemias, porque nuestro cuerpo y probablemente nuestra mente están más debilitados de lo que debiera. Cuidado con esto porque también estamos entrando en un terreno complicado. Yo ya digo, no cuestiono ni los avances médicos ni la vacuna y los avances sociales que se han procurado democracias occidentales, pero cuidado con seguir desvinculándonos de la naturaleza porque tenemos mucho más que perder.

    Cómo dormir con calidad

    Quique: Y yo creo que es el fondo de la cuestión. Desde luego, Juan Ramón, porque ahí vemos que con todo lo que nos has contado hay un viaje que cada uno de nosotros podemos hacer y algo que también has compartido de una manera sencilla con lo que tenemos a nuestro alrededor. Así que comencemos a entrenar un buen día y eso supone al final despertarse de un sueño reparador. ¿Cómo haces tú para dormir con calidad?

    Juanra: Jared Diamond, armas, gérmenes y acero. Perdón, ¿eh? La cita era Jared Diamond, armas, gérmenes y acero. Altamente recomendable. El sueño es uno de los grandes olvidados. Bueno, ya dormiremos mañana. Trasnochamos. Empezaré a decir que hay búho si hay alondras. Lo cuento en el libro también. Hay gente que vive mejor o que se encuentra mejor tarde, tarde noche, o gente como yo que está mucho más activo, más creativo y más vivo por las mañanas. Pero el sueño es fundamental en todos y es uno de los grandes olvidados. El sueño, cada animal, cada especie lo vive de una forma, pero los humanos necesitamos nuestras horas para dormir todos los días porque el sueño, del mismo modo que destruye las conexiones neuronáuticas cuando no llega, no es acumulativo. Yo puedo dormir tres horas hoy y mañana nueve. Vale, pues da igual. Las tres horas que no has dormido hoy has desgastado tu cuerpo de una manera tremenda. No siempre podemos dormir, pero el sueño que reconecta las neuronas, que hace que el sistema imunitario descanse y recupere, que física y mentalmente, por tanto, nos lleva a ese mantenimiento, a esa recomposición, a ese descanso que todos los seres vivos necesitamos para seguir afrontando el día a día, es el gran olvidado. ¿Por qué? No lo sé. Sobre todo en las sociedades occidentales frivolizamos mucho con el sueño. Y si uno no duerme es como si uno no come. Lo que pasa es que con la comida se nota más biológicamente, pero con el sueño podemos arrastrar y creemos que vivimos. El sueño es el gran argumento de la naturaleza, el gran elemento que contrapole la naturaleza a la muerte. Si no comes te mueres, pero si no duermes también, si no duermes también y enloqueces. El sueño es fundamental para que todo lo que hagamos durante el día, mental, físico, afectivo, todo, tenga su sitio adecuado y sea capaz de existir en la medida adecuada. Tienes que dormir, tienes que dormir y además tienes que procurar dormir. Y si tienes dificultades para dormir, encontrar el punto en el que eso deba ser clínicamente tratado, que te vea un especialista. Porque de verdad el sueño, y hay libros muy interesantes en ese sentido, el sueño es fundamental y dormir, todos lo notamos cuando dormimos o cuando no dormimos. Cuando estamos mal dormimos peor y cuando dormimos peor seguimos estando mal. A mí me parece que el sueño, que es algo que todavía está por estudiar, que todavía tiene rincones oscuros, es parte fundamental de nuestro equilibrio vital. Por eso procuro respetarlo. No siempre puedo, pero procuro respetarlo y me disciplino para poder dormir adecuadamente.

    Quique: Es interesante por qué en tu libro haces referencia Matthew Walker, decíamos el escritor del libro ¿Por qué dormimos? Al que hace referencia. Y una pregunta que para mí me hago respecto a tu propia vida. Has liderado espacios matutinos de tarde y nocturnos, como tú nos decías antes eres más alondra, es decir, te encuentras mejor por las mañanas. ¿Cómo entrenabas a tu cuerpo para ese cambio biológico cuando pasabas de un momento del día a tener que estar durante un tiempo muy considerable de tu vida trabajando en otro espacio que ya no era lo mejor matutino y que te tocaba justo lo contrario que era la noche?

    Juanra: Bueno, buscando el equilibrio por otro lado. En primer lugar, yo no he sido consciente de todo esto que sistematiza en el libro hasta hace relativamente poco. Entonces cuando yo trabajaba en matinal, en radio nocional, yo me levantaba a las tres de la mañana. Y si te levantas a las tres de la mañana, tienes que buscar horas de sueño a la hora de la siesta o por la noche. Es acostarte a las diez de la noche como mucho o a las ocho y echarte siesta. Tienes que buscar los puntos en los que recuperas el sueño. Hay gente que tiene que trabajar por la noche y tiene dificultades para dormir durante el día porque nuestro organismo, nuestra naturaleza la sometemos a esos ciclos de una manera, la forzamos, pero no está para eso. Tú tienes que dormir de noche y trabajar de día. Cuando no te queda más remedio que trabajar de día, pues entonces disfraza el escenario en lo posible. Duerme con la luz apagada. Duerme con la luz apagada. Y del mismo modo que también cuando llega la hora de dormirte tienes que ir apagando poco a poco. Sería saludable ir apagando poco a poco las luces y como yo digo en el libro también, no utilizar para nada luces blancas o luces azules de los sistemas electrónicos móvil y todas estas cosas que a veces de manera irresponsable nos llevamos a la cama. Entonces, ¿qué es lo que hacía yo? Pues lo que hacía yo era organizarme de esa forma. Que viene alguien ahora a casa. Organizarme de esa forma y al organizarme de esa forma procuraba buscar, insisto, antes de empezar a sistematizar todo esto procuraba buscar las horas de sueño cuando no podía tener todo el sueño que yo creía que necesitaba durante el tiempo que había que hacerlo. Pero siempre buscar horas de sueño.

    Comenzar el día con agua fría

    Jeroen: Y después de despegar llega este ritual que tienes tú por la mañana que ya os he mencionado antes del agua fría. Y es un tema que yo creo que llama mucho la atención. Ya hemos mencionado varias veces. Supongo que ahora aproveches la oportunidad de realizar este hábito en las playas de Asturias. Me gustaría saber, ¿puedes compartir con los oyentes las sensaciones que has tenido cuando haces esto y cómo has evolucionado y los beneficios que has experimentado haciendo esto?

    Juanra: Bueno, el agua fría, yo llegué al agua fría casi por casualidad y he aprendido mucho para escribir este libro. A ver, cuando yo estaba en Radio Nacional, yo me levantaba a las 3 de la mañana, como os he dicho, y bueno, pues yo tengo en casa, teníamos en una casa que tenemos en Madrid, una piscina pequeñita en el jardín y me bañaba todos los días. Y un día en verano, cuando acabó el verano y empezó la temporada, bueno, pues venga, me baño al día siguiente y el día siguiente. Y cuando empezó a llover, al día siguiente y al día siguiente. Y empecé a hacer frío y seguí manteniendolo y al final pues lo hice porque sin ser muy consciente de que eso podía ser un opositivo. ¿Qué me procuraba a mí cuando ya estaba entrado el invierno y yo lo hacía? Pues algo que era evidente y era que salía con la piel roja y la conciencia de que la sangre había estado circulando durante un rato, circulaba y por emplear un término, limpiaba las arterias y las venas. Hablé con una amiga médico, un cóloga, y le dije, oye, ¿y esto? Y yo, yo creo que eso no puede ser bueno, pero voy a preguntarle a un cardiólogo. Y le preguntó a un amigo suyo cardiólogo y el cardiólogo dijo que eso era buenísimo. Porque siempre que yo no tuviera problemas relacionados con la tensión o problemas cardiovasculares, era bueno porque activaba el corazón y te llevaba a ese flujo rápido de la sangre que era muy positivo precisamente para evitar, por ejemplo, trombos. Entonces, bueno, lo seguí haciendo durante un tiempo. De hecho, tengo imágenes, vídeos durante la tormenta filomena que también bañaba, estaba todo lleno de nieve y me metían en agua. Aquí en Asturias también. Aquí en Asturias lo hago en invierno, en verano, todos los días. Voy a la playa que está cerquita y me baño. Ahora está el agua demasiado caliente y no es un juego. Es decir, además mucho más está el agua, como tres o cuatro grados más de lo que debería estar el cantábrico por estas fechas. Entonces, claro, cuando empecé el trabajo este de inmunofítnes, dije, esto del agua fría seguro que afecta. Y entonces empecé a buscar información sobre las consecuencias del agua, el agua fría en el cuerpo. Hablé con gente experta y luego leí cosas. Hay una doctora danesa que cito profusamente en el libro, que ha escrito un libro que es muy interesante que se llama El baño en aguas frías. Estoy buscando aquí. El baño en aguas frías, baños en aguas frías, se llama Susanna Soberg, es una médico danesa. Y entonces ella te explica cómo hay que hacerlo, qué hay que hacer y cuáles son los efectos. Yo descubrí entonces que lo estaba haciendo mal porque yo lo que hacía era, sobre todo en invierno con el agua helada, meterme en el agua y salir rápidamente. Meter la cabeza a todo el cuerpo y salir rápidamente. No, cuando te metes en agua helada no puedes meter la cabeza, no debes meter la cabeza. ¿Por qué? Porque cuando el cuerpo nota la agresión, porque es una agresión del agua fría, casi un 30% del riego sanguíneo de la cabeza va a otras partes del cuerpo. Entonces si metes la cabeza, la encuentras desarmada y efectivamente el efecto es que te duele la cabeza. Si te metes en agua helada la cabeza y a los pocos segundos te duele la cabeza. Entonces si no la metes, si no metes la cabeza, mantienes, pues pues estar tres, cuatro, cinco minutos en agua helada el cuerpo hasta que cuando empiezas a notar algunos síntomas, ya es hora de salir, tampoco tienes por qué estar tanto tiempo. Pero ahí lo que estás haciendo es activar el sistema inmunitario, ponerle a trabajar, entrenarle de verdad. ¿Por qué? Porque nota una agresión, porque la piel en cuanto nota el agua fría se contrae. Las venas superficiales también se contraen, pero manda una señal al corazón que empieza a activar la sangre. Entonces bombea sangre en sentido contrario, empieza a bombear sangre a mucha velocidad. Luego hay una hormona que se llama un neurotransmisor que se llama noradrenalina, que es la que se encarga de equilibrar el cuerpo, de que tu temperatura sea la correcta, 37 grados, y cuando estás a dos grados en el agua, pues eso hay que corregirlo rápidamente, que genera serotonina, genera endorfinas, dopamina, todo eso que contribuye a un equilibrio corporal y a ti te hace sentir bien, y a ti te hace sentir bien. Pero sobre todo lo que has hecho ha sido someter a tu cuerpo a un esfuerzo controlado de recuperación, y ese esfuerzo controlado de recuperación es como cuando, decía antes el ejemplo, te pones a hacer bíceps, tú haces muchas veces así y al final terminas desarrollando unos bíceps, o nadas y terminas desarrollando una técnica para nadar. Todo esto, el agua fría, al final lo que te hace es, independiente que ahora hablamos si queréis de la conexión con la naturaleza, lo que te hace es activar tu sistema inmunitario para que responda de una forma que fortaleza, que fortalezca esas formas de respuesta, esos mecanismos de respuesta, esa secreción de esas determinadas drogas, drogas, perdón, de esas sustancias, drogas pueden ser, no sé por qué, esto es un acto fallido, mi psicoanalista debería explicarme por qué. Quizá porque para mí es un, es un, el meterme en el agua fría todos los días es una especie de estímulo vital del que no puedo prescindir, del que no puedo prescindir y en ese sentido pues sí este enganchado. Pero quiero decir que todas esas sustancias que forman parte del mecanismo defensivo y que se activan en el baño diario de agua fría están ahí entrenadas para que cuando sean necesarios actúen más rápidamente. Eso es una esquema muy simple seguramente y muy simplista pero es con el que con el que yo me manejo y desde luego es lo que lo que siento cuando cuando se activa de esta forma el cuerpo. Para mí es muy agradable meterme a ver es desagradable el momento pero es muy agradable estar un rato en agua fría y sentir todo lo que sientes hasta que llegue a ser un punto en que la doctora Estadanesa habla del el burbujeo del agua helada es verdad y empieza a sentir como pinchacitos como como burbuja recorriendo tu cuerpo que es muy agradable pero a lo mejor es el momento de salir y luego desde luego si empiezas a sentir un agotamiento o frío interior cuando el frío sobrepasa los límites de tu piel y se convierte en una sensación incómoda que te hace sentir mal tienes que salir del agua inmediatamente y luego repito todo esto lo puede hacer cualquiera poco a poco poco a poco y siempre que no tenga problemas de tensión arterial o tenga problemas de corazón yo a la gente lo que le encarró el encarrolamiento es que empiece con duchas de agua fría.

    Encaminando hacia el propósito

    Jeroen: Es interesante porque varias de estas sustancias que has mencionado, estas drogas, se conocen también como los hormonos de la felicidad. Yo creo que son estas sustancias que nos hacen sentir tan bien cuando terminamos y yo creo que también está vinculado directamente con otro libro que tú has escrito porque no solo eres especialista en entrenar la inmunidad pero también eres o te has hecho experto investigando sobre la felicidad con tu libro «hablemos sobre la felicidad» y en este este libro una cosa que me interesa es porque tú comenzamos con las preguntas de felicidad y yo creo que hemos hablado ya de tu rutina física que haces por la mañana pero yo creo que también hay un rutina mental y tiene que mucho que ver con lo que escribes en este libro porque ¿qué preguntas haces cada día para saber si estás encaminando hacia a tu propósito?

    Juanra: Eso ya, bueno casi ni te las haces. Yo cuando medito por las mañanas, que procuro meditar todos los días, noto si estoy bien o no porque meditar es atender a tu cuerpo, atender a tu cuerpo de alguna manera radical porque sólo atiendes a tu cuerpo. Entonces hay miedo si estoy bien o no. Yo creo que fíjate el ejercicio físico, el paseo, el baño de agua fría, requiere un complemento que la meditación es uno de ellos, uno de esos pasos de salud mental, un complemento de salud mental, de entrenamiento mental y hablo de la meditación, me hablo de la lectura, de la conversación, una conversación como esta es saludable por ejemplo. Todo eso tiene que estar también presente, la rutina de entrenamiento del sistema inmunitario pasa también por una rutina de salud mental, de equilibrio mental en la mayor medida posible. Es muy difícil ser una persona equilibrada. Yo además soy bastante caótico como he dicho, pero aspiro. Igual que aspiro a ser feliz, la felicidad no es un estado de ánimo, es un camino. Yo lo aprendí cuando escribí aquello de Hablemos sobre felicidad, que eran conversaciones de Sandra Ibarra con alguien, no recuerdo el nombre ahora, perdonad, a García Aguado, con alguien que miraba la felicidad desde el punto de vista de la filosofía y Sandra lo miraba desde el punto de vista de la salud. Al final la conclusión es que la felicidad es un camino, no es un destino porque los esfuerzos inútiles conducen a la melancolía y ser feliz es algo que se consigue a Rafa Mas. Como dije hace poco también en una entrevista, asorgos. Si alguien es feliz, completamente feliz, yo recuerdo siempre una película en Anihal, en Anihal Woody Allen va por la calle y ve una pareja así de americanos altos, rubios, jóvenes, guapos y le dice, oiga, perdonen, ¿ustedes son felices? Dicen ellos, sí, sí, claro que sí, claro que somos felices. ¿Y por qué? Ah, porque somos superficiales. Ah, vale, vale, perfecto, muchísimas gracias. Entonces es un poco eso, ¿no? La felicidad como parte de un camino vital en el cual vas transitando de la mejor manera que puedes por los sitios que te gustaría, que no siempre se puede. Pero la felicidad es que puede ser que para una persona que lleva una vida tan dura como un refugiado que ha tenido que huir con sus hijos de su país, la felicidad puede ser que su hijo una mañana le sonría porque ha podido comer algo. ¿Ese tío es feliz? Pues en ese momento sí. ¿La felicidad es un estado de ánimo constante? No, y no persigamos la felicidad como estado de ánimo constante porque entonces estamos encaminados a la frustración. Y todo eso lo digo porque el estado de equilibrio mental, hay gente que tiene tanto talento como para ser equilibrada siempre, oye, fantástico, los admiro. Pero la mayoría de los mortales tenemos miedos, tenemos inseguridades, tenemos dudas, afortunadamente tenemos dudas, y pues procuramos hacer las cosas lo mejor que podemos o sabemos para encontrar nuestro camino y que los que están con nosotros estén bien y nosotros estemos bien. Entonces no podemos pedirnos más, no podemos aspirar a más, pero tampoco podemos aspirar a menos. Tampoco podemos dejar de pensar que la conversación es importante, que estar con alguien es importante, que decirle te quiero a alguien es importante, que estar con tus padres, sobre todo cuando son mayores, es importante, que hablar y escuchar a tus hijos es importante, que tener conversaciones creativas, enriquecedoras, aunque sean incómodas o sobre todo si son incómodas, es importante. Que todo eso debemos cultivarlo también porque forma parte de la vida a la que uno aspira, que es la vida en tranquilidad y la vida feliz, que repito, uno vive como parte del camino y al final cuando te mueras harás un balance o no, depende de cómo lo hagas, de cómo te mueras, en el que dirás bueno pues ha habido momentos que he estado bien, he hecho lo que he querido, he hecho lo que he querido, muchas veces pienso antes de llegar el momento que me esté muriendo y pueda pensar oye no es que no hice esto, yo voy a hacerlo no sea que luego me arrepienta de no haberlo hecho. Entonces todo esto forma parte un poco de ese proceso que también es entrenamiento, por eso este libro es de los pocos de salud, no tengo referencias de otro, pero no debe haber mucho libro que recomienden ir a los bares porque es que en los bares está la conversación, puede estar la felicidad, está el encuentro, están los amigos, entonces bueno pues mi idea del equilibrio, mi idea de la salud mental como parte de ese entrenamiento es una idea que no es especialmente original, pero creo que sí debe ser extendida y compartida y en eso me esfuerzo, de verdad que hablemos, que conversemos, que estemos con los demás, que no nos encerremos y que por mucho que suframos intentemos encontrar auxilio en alguien, siempre va a haber alguien cerca que pueda o quiere ayudarnos y bueno como eso es salud mental, como es también salud mental intentar dormir, como es también salud mental mirarse a través de la meditación o incluso el propio ejercicio que te provoca pues sensaciones gratas como la del agua fría, que el agua fría te sientes muy bien y ese sentirte bien, eso sí que es acumulativo, el sueño no, pero si un día te sientes bien y al otro también. Hay un ejercicio perfectamente estúpido que funciona, yo lo he hecho alguna vez, bueno ha funcionado o no, pero que funciona y es mirarte delante del espejo y sonreír, cuanto más sonríes más lo vas a hacer, cuanto más ejercitas el músculo de la buena actitud y la disposición mejor actitud y más dispuesto vas a estar, todo eso que suena a paz, amor y plus pálsalón, un poco hippie y buenista, es que funciona, es que es así. Es que al final el buenismo es una cosa muy sobrevalorada pero también muy maltratada, ser buena gente pues oye pues está muy bien y la gente que consigue ser buena gente se encuentra muy bien consigo misma y seguramente es muy agradable para los demás. ¡Joder qué rollo me he tirado!

    El mejor hábito productivo

    Jeroen: Nos encantan los rollos, especialmente si hablamos sobre la felicidad y esto me lleva a nosotros un poco porque en Kenso nos dedicamos a ayudar a personas y empresas a vivir la efectividad para ser más felices y por eso me gustaría saber cuál es en tu caso tu mejor hábito productivo.

    Juanra: Procuro ser amable y procuro tomarme las cosas con la actitud de que se podrán solucionar, procuro tener una actitud en positivo, no siempre lo consigo, repito que la cuestión es cuando tienes un propósito no puedes esperar la perfección, cuando tienes un propósito tienes que caminar hacia él con tus posibilidades y tus medios y si fallas pues fallas y vuelves otra vez, entonces para mí la mejor actitud vital para conseguir sentirme bien es intentar sentirme bien y racionalizar en lo posible todo eso, que cuando me llega una mala noticia intenté ver el lado positivo, que cuando me cabreo cuente hasta diez, que cuando entiendo que alguien me ha hecho daño procure primero entender sus razones y que cuando voy a perjudicar a alguien intenté informarme previamente, eso es el ejercicio que yo hago para encontrarme bien, que siempre en el fondo todo se resume en uno y es una actitud positiva hacia los demás, estar bien con los demás te hace bien estar con, estar bien contigo mismo porque somos seres gregarios y estar bien con los demás te hace estar bien contigo mismo y además fijaos en ese sentido los caballos son muy útiles, no todo el mundo puede tener caballos y mucho menos aquí en libertad que no me cuesta mucho porque tienen pasto todo el año y la comida no, pero cuando tú estás con un caballo si eres capaz de mirar bien a su espejo te va a decir cómo estás, te va a decir cómo estás si estás tranquilo le está tranquilo, si está nervioso es a lo mejor porque lo estás tú y lo estás poniendo tú mirar a los demás para verte a ti mismo, hacer esta obviedad pero tan simplista pero tan real hacer los demás lo que tú quieres que te hagan portarte ser positivo y tener una actitud positiva con lo que te rodean es lo que te hace que tú seas una persona positiva porque vuelvo a repetir al final.

    Si tuvieras que cambiar una única decisión en tu vida, ¿cuál sería?

    Jeroen: Muy interesante. Poco a poco vamos terminando y solo me queda una pregunta que es una pregunta que te dejó nuestra última invitada que es la neuroscientífica Susana Martínez Conde y su pregunta para ti es: ¿Si tuvieras que cambiar una única decisión en tu vida cuál sería?

    Juanra: Es muy personal yo creo que la actitud que he tenido con mis hijos cuando eran pequeños. Lo cambiaría, haría las cosas de otra forma con ellos. Tengo muy buena relación los he recuperado y tal pero y serían decisiones vinculadas a hechos que han provocado mis miedos o mis inseguridades. Siempre las cosas que yo he hecho por miedo han tenido siempre consecuencias negativas, siempre y por miedo, por inseguridad, el consejo que daría y lo que yo volvería atrás serían las decisiones que he tomado por miedo.

    Jeroen: Genial y para continuar la cadena que le preguntarías al próximo invitado la próxima invitada de este podcast?

    Juanra: ¿Quién es?

    Jeroen: No lo sabemos.

    Juanra: No importa. A ver qué, le preguntaría, es que la pregunta que me ha hecho a mí, la es muy buena… qué le preguntaría cuando fue la última vez que reconectó de verdad con la naturaleza. Que conectó de verdad. ¿Cuándo fue la última vez que conectó de verdad con la naturaleza y digo de verdad y lo subrayo que conectó. No que paseo por el campo, que conectó de verdad con la naturaleza, como se conecta cuando estás paseando por un bosque y sientes tu ser esencial tu vínculo a esa con esa naturaleza.

    Cuestionario KENSO

    Quique: Una pregunta potente y maravillosa y con esto nos acercamos a ir aterrizando nuestra conversación contigo, Juan Ramón, con 10 preguntas. 10 preguntas que son las mismas para todos los invitados. Si tuvieras que compartir un solo aprendizaje de todo lo que has vivido hasta ahora, ¿cuál sería?

    Juanra: El valor de la generosidad, así haría que más gente fuera generosa.

    Quique: La siguiente pregunta es: ¿Cómo se titularía tu biografía?

    Juanra: Es que pensar en eruda inmediatamente confieso que he vivido, pero digamos que es un titular de mi bifema es que el nombre de un libro: di lo mejor. Di lo mejor.

    Quique: ¿Cuál es el libro que más has regalado?

    Juanra: El libro que más he regalado yo creo que está entre 100 años de soledad y el Quijote. Yo creo que 100 años de soledad, me fascinó tanto que lo regalo y lo recomiendo siempre.

    Quique: ¿A quien te gustaría o te hubiera gustado conocer?

    Juanra: Mucha gente, Robert Johnson. Robert jJohnson es uno de los padres del blues contemporáneo. Es un tipo que en los años 50 cambió la música de los me gusta conocer algún músico de lo alguno de los algunos de sus procesores. La gente que cambia el mundo, la gente que hace cosas brillantes y tal, pero me hubiera gustado conocer a Robert Johnson.

    Quique: Recomiendo que tiréis del hilo de Robert Johnson, porque un día desapareció y cuando al acabo del tiempo volvió la gente decía que el diablo se había apoderado de él por lo bien que tocaba la guitarra, ¿verdad Juan Ramón?

    Juanra: Es que, a ver mira, hay antecesores de Robert Johnson. Él aprendió muchos días como se oye. Soy un desastre para los nombres, hay uno que era medio indio, medio negro, que trabajaba en una plantación como casi todos estos. En verdad Robert Johnson es el padre actual, un magnífico guitarrista, pero espérate, ¿cómo se llama? Vez que lo estoy buscando… ahora que era el blues que cantaban los negros en los en los campos y que tocaban la guitarra de aquella manera, pero la tocaban. Bueno seguir, ahora lo miro.

    Quique: Muy bien. Ligado con la música, ¿qué canción pones a todo volumen para subir el ánimo?

    Juanra: Dust my broom de Elmore James. Elmore James es uno de los alumnos de Robert Johnson el Dust my broom empieza con un riff que es el rock and roll. O sea, el rock and roll nace de los músicos de blues de los años 50, sale de ahí y entonces el riff que siempre tocaba Robert Johnson, el ti ti ti ti ti ti ti ti ti ti ti ti es el rock and roll. Entonces el Dust my broom, que es una canción muy movida, que está muy bien. Yo lo pongo siempre para subirme el ánimo y tiene ese comienzo, ese riff, que es el comienzo rock and roll. Que es en cuanto lo escuchen quien no lo haya escuchado, en cuanto escucha esa canción, va a decir: sí, ese comienzo son todas las canciones de rock. Pues eso es.

    Quique: ¿Y cuál ha sido la pregunta más interesante que te han hecho?

    Juanra: Yo creo que, a ver, tenía que hacer un ejercicio de memoria para el que no estoy dotado. Pero la la pregunta que me habéis hecho sobre qué le pregunto a mi cuerpo para saber qué le pasa me ha parecido interesantísimo.

    Quique: ¿Qué se te viene a la cabeza cuando piensas en felicidad?

    Juanra: Tranquilidad, serenidad. Sobre todo sobre todo serenidad.

    Quique: ¿Qué película volverías a ver cada año?

    Juanra: Nunca me canso de ver el quinteto de la muerte. A ver, Alex Guinness es uno de los protagonistas. Son cinco atracadores que huyendo de un atraco se refugian en casa de una abuelita y le dicen que son músicos y claro pues a mí me parece una película británica muy fina soberbia y delicadamente inteligente. Charlie Patton es el que decía que fue de los precursores. Estoy viendo que era Charlie Patton. Charlie Patton que cantaba como cantaban los antiguos del blues con voz aspera y una guitarra de la que se acaban se acaban con sonidos imposibles. Perdón, me he ido de un sitio a otro, pero que no quería dejar de hacer la referencia.

    Quique: Maravillosos viajes a los que nos llevas Juan Ramón y vamos con la última pregunta, y la última pregunta es: Si tuvieras que dejar un mensaje en una cápsula para tu yo del futuro, ¿que te dirías?

    Juanra: Ante todo mucha calma, como la canción de Siniestro Total, ante todo mucha calma.

    Resumen y despedidas

    Quique: Pues con esto gracias Juan Ramón. Terminamos con un resumen de todo lo que hemos aprendido contigo. Juan Ramón observa y cuenta la vida una actitud de vivir aprendiendo. Gran conversador, porque le gusta escuchar para comentar y ante su duda de si tiene cosas interesantes que contar, las respuestas que sí. Juan Ramón escucha su cuerpo a través de la meditación, es un deportista de toda la vida. Tiende a través de la meditación, lo que le dice y de la mano de su madre descubrió aquellas comidas macrobióticas que le hayan ayudado a crear una actitud vital. Ha reconoctado con su naturaleza asturiana y con todo ello acumula rutinas para ordenarse a través de su propio caos y nos ha aportado reflexiones sobre el concepto de la salud. Entrena tu sistema inmunitario, salir a dar un paseo por la mañana, buscar un territorio para el diálogo con los demás, una ducha con agua fría, conectar con la naturaleza, utiliza todo lo que tienes a tu alcance para que los elementos defensivos de tu organismo estén en estado de revista y sean capaces de responder en un momento determinado. Escucha los mensajes que te envía tu cuerpo, porque como nos ha explicado Juan Ramón, hay una manera de vivir en la que atiendes a tu cuerpo. O, si lo decides, tal vez no. Pregúntate por qué. ¿Por qué me pasa esto?, ¿Por qué me duele? y mídete cuando estés a punto de rebasar algo. Con Juan Ramón hemos aprendido que el sueño es uno de los grandes olvidados y es fundamental en todos y todos los días, porque no es acumulativo. Nos ayuda a reconectar las neuronas, a descansar, a recuperar al sistema inmunitario y nos lleva a esa recomposición diaria. Es el gran elemento que contrapone la naturaleza a la muerte, porque entrenar tu sistema inmunitario te acerca a un camino vital y científico: el de la felicidad. Juan Ramón en su profesión ha sacado lo mejor de sí mismo, nunca en calma. Lo que sí con la conciencia de lo que hace. Lo mismo ha demostrado con inmunofitness. ¿Y cuál es el mayor valor que aporta? Su compromiso. No concibe una vida sin él. Una escucha activa para saber y reposar para contar la vida con el rigor suficiente para que nos llegue y además poniéndose en el lugar de quien le escucha. Y en este caso de quien le lee esa actitud amable y positiva hacia los demás. Nunca le gustaron las entrevistas, aunque nosotros le damos las gracias, porque Juan Ramón, hemos disfrutado y aprendido de una conversación saludable contigo. Muchísimas gracias.

    Juanra: Gracias a vosotros. De verdad que ha sido un placer. Me ha encantado este día. Y como decía, ese tipo de encuentros son saludables. Ninguna duda

    Outro: Muchas gracias por escuchar el podcast de KENSO. Si te ha gustado, te agradeceríamos que te suscribas al podcast, lo compartas en tus redes sociales o dejes tu reseña de cinco estrellas para ayudarnos a llegar a más oyentes. Y si quieres conocer más sobre KENSO y cómo podemos acompañarte a ti, tu equipo, tu organización en el camino hacia la efectividad personal, puedes visitar nuestra web kenso.es. Te esperamos la semana que viene en el próximo episodio del podcast de KENSO, donde Quique y Jeroen buscarán más pistas sobre cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Y hasta entonces, ahora es un buen momento para poner en práctica un nuevo hábito KENSO: vive aprendiendo. ¡Nos escuchamos muy pronto!

 

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Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

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