Entrena tu cerebro a ser más efectivo con Ana Ibáñez
Episodio 292
¿El estrés, la inseguridad, la ansiedad, el insomnio, la falta de concentración o el descontrol de tus emociones ocupan tu mente y te impiden dar lo mejor de ti?
Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde aprenderás cómo entrenar el cerebro para sacarle el máximo partido con Ana Ibáñez.
Ana es especialista en técnicas y tecnología de neurociencia especializada en el alto rendimiento cerebral, es decir, es «entrenadora de cerebros», y realiza en sus centros Mindstudio entrenamientos para el alto rendimiento de adultos y niños.
Tiene un currículo de lo más diverso e interesante, con sus estudios de ingeniera superior en química, una carrera anterior como nadadora de alto rendimiento, es piloto de helicóptero y ha construido y gestionado un hotel en la Patagonia chilena.
Y recientemente ha publicado su libro «Sorprende a tu mente».
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Índice de la entrevista
(04:41) La importancia del disfrute
(08:26) Qué es el alto rendimiento cerebral
(14:46) Sorprende a tu mente
(16:40) Cómo entrenar la atención
(21:43) La utilidad del desenfoque
(24:22) «Soy muy mayor para cambiar»
(26:35) Los resultados de un entrenamiento cerebral
(32:21) Mete más placer a tus días
(40:11) Cómo usar la visualización
(44:37) Si quieres, puedes
(48:42) Recientes avances en la neurociencia
(50:50) El mejor hábito productivo
(51:32) ¿Qué es lo que más te aburre en esta vida?
(52:54) Cuestionario KENSO
(56:40) Resumen y despedidas
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Aviso: el transcriptor a veces no nos entiende, pero vosotros seguro que sí.
Disculpa, si lees algún error en la transcripción.Quique: ¿El estrés, la inseguridad, la ansiedad, el insomnio, la falta de concentración o el descontrol de tus emociones ocupan tu mente y te impiden dar lo mejor? Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde aprenderás cómo entrenar el cerebro para sacarle el máximo partido con Ana Ibáñez.
Jeroen: Y Ana es especialista en técnicas y tecnologías de neurociencia especializada en el alto rendimiento cerebral, es decir, es entrenadora de cerebros, y realiza en sus centros MindStudio entrenamientos para el alto rendimiento de adultos y niños. Y Ana tiene un currículo de lo más diverso e interesante, con sus estudios de Ingeniería Superior en Química, una carrera anterior como nadadora de alto rendimiento, es piloto de helicóptero y ha construido y gestionado un hotel en la Patagonia chilena. Y además recientemente ha publicado su libro Sorprende a tu mente. Bienvenidos a un nuevo episodio de Kenzo, el podcast donde descubrirás cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Yo soy Jeroen Sangers, aprendiz en no dejarme sorprender por las capacidades de mi mente.
Quique: Y yo soy Quique Gonzalo, aprendiz en abrir posibilidades de mi mente. Bienvenida, Ana.
Ana: Hola, muchas gracias. Encantada de estar con vosotros, Quique y Jeroen.
Quique: Es un auténtico placer porque hoy yo creo que vamos a salir todos con un pequeño entrenamiento, ¿verdad?
Ana: Bueno, yo creo que si lo hacemos bien, efectivamente vamos a ir haciendo cositas que a tiempo real ya va entrenando nuestro cerebro y cambiando frecuencias.
Quique: Oye, cómo me gusta esto de entrenar frecuencias. Pero me gustaría retrotraerme un poco al comienzo. Ana, ¿dónde empiezan tus primeros intereses ya cuando eras niña por el cerebro? ¿Qué era lo que encontrabas que te apasionaba de algo que normalmente no es un área en el que la gente diga yo de mayor me quiero dedicar? a saber cómo sacarle lo mejor a mi cerebro.
Ana: Sí, es una buena pregunta. Yo creo que empezó, Quique, cuando… Bueno, yo cuando entrenaba, entrenaba mucho natación. Bueno, mucho, muchas horas en piscina y luego en gimnasio. Y en ese momento me daba cuenta claramente que la diferencia no estaba en las horas que entrenaba, sino estaba en mi mente. Y esto desde muy jovencilla, yo creo que cada uno tenemos intereses, hay a quien interesa la pintura, otros el fútbol, no sé. A mí me interesó siempre la mente de las personas, cómo hay gente que tiene facilidad para tomarse las cosas mejor, para estar más optimista, cómo hay gente que no, que parece que todo es un drama. Yo siempre fui muy sensible a eso, entonces creo que en el alto rendimiento deportivo esto se ve muy claro. porque ves como la gente que llega y que gana medallas no solo por su parte física, sino que sobre todo por su parte mental. Es algo con lo que yo trabajo ahora. Y esto a mí me causó siempre mucha curiosidad. Y debo decir que yo en esa época tenía dificultades con llevar mi mente a los mejores estados a la hora de competir. Entonces, fue algo que me quedó dentro y yo después que estudié Ingeniería y estudié otras cosas, pero siempre me he quedado con… muy unida a lo que es la investigación en neurociencia, a las mentes. Y, bueno, ya hubo un momento en el que me puse a estudiar de lleno en ello, y es por lo que hace 16 años que ya me dedico a la neurociencia aplicada, además, de lleno.
Quique: Oye, pues, ¿qué te parece si hacemos un pequeño viaje al pasado? Y tienes delante de ti a esa Ana con 14 años, con la experiencia de la Ana actual. ¿Qué mensaje le transmitirías para que empezara a darse cuenta que puede abrir su mente a llegar a sus mejores estados?
Ana: Mira, una de las cosas de las que soy muy consciente ahora y que entonces le diría a esa Ana es que tenemos que ser más conscientes de la energía que tenemos a lo largo del día. y cómo esa energía, si nosotros la podemos llevar bien, nos damos cuenta de que hay momentos en los que tenemos que darlo todo y hay momentos en los que tenemos que descansar. Entonces, jugar más con qué tipo de energía tienes para utilizarla, de qué manera, hace que en vez de ir con mucha resistencia por la vida, vayas fluyendo más, te vayas escuchando más. Creo que esto en el deporte es muy importante, yo lo hablo, yo entreno a muchos deportistas ahora, de élite a nivel cerebral. Y eso lo conversamos. O sea, le hago ser muy consciente de qué momentos son buenos para hacerlo físico y qué momentos tu cuerpo te está pidiendo que pares y que hagas un ejercicio que es más mental en ese caso. Yo creo que sabiendo eso, te quitas mucha resistencia y a esa Ana le hubiera venido muy bien, porque yo creo que estuvo al límite muchas veces, donde tenía que haber descansado más.
La importancia del disfrute
Quique: Y cuando desde muy jóvenes, como pasa en los centros de alto rendimiento, llevamos al límite a personas que están desarrollando no solo su cuerpo, sino también su mente, ¿dónde están esas zonas de peligro, esas zonas rojas que incluso algunos, como padres, podemos empezar a darnos cuenta de si estamos exigiendo demasiado? ¿Dónde podemos encontrar esas banderas que nos den la información?
Ana: Mira, hay una que es muy clara, que yo creo que quien entrena mucho lo sabe, y es cuando pierdes la ilusión, cuando dejas de disfrutar en lo que estás haciendo. Y esto se ve mucho en el alto rendimiento. Hay un momento en el que se convierte en tal trabajo, tal esfuerzo y tal sufrimiento que uno se mete como en un túnel y no sabes muy bien salir de ahí. Y esto es terrible porque suele derivar en lesiones. Hay mucho deportista que se lesiona porque no ha sabido escuchar antes. que su cuerpo le estaba pidiendo que le diera un poco de aire. Entonces es muy importante jugar siempre con llevar a tu mente a buenos estados, a imaginarte bien hacia dónde vas, a que no pierdas el horizonte de qué es lo que estás construyendo con tu entrenamiento, siendo que la mayoría de la gente que entrena… Y también el alto rendimiento cuando entran gente de alta dirección y etc. Ocurre siempre eso, ¿no? O sea, muchas veces al principio del día te falta un poco de motivación o energía porque sabes que el día que viene por delante es duro, pero mentalmente uno tiene que ser capaz de ir a qué hay detrás de eso, o sea, cuál es el beneficio mayor detrás de lo que hay en el día a día, ¿no? Tú estás construyendo día a día pequeñas etapas que te llevan a un sueño y a un objetivo mayor, y es ahí donde te tienes que conectar. Pero disfrute, es un verbo, disfrutar es un verbo que nuestro cerebro necesita, y en el alto rendimiento se necesita. Los estados de flow cerebrales, que es el estado que se busca en el alto rendimiento, pues tienen que ver con que tu cerebro está disfrutando, con lo cual te quitas resistencia y puedes ir a conseguir más cosas con menos esfuerzo, y eso es algo que se lee a nivel de frecuencias.
Quique: que interesante porque al final entiendo que esa experiencia dentro del alto rendimiento te da una serie de aprendizajes que has ido aplicando luego a lo largo de tu vida y hay un momento en que ya terminas, por así decirlo, la natación. ¿Cómo afectó en ese momento decir, dejo el alto rendimiento y empiezo a buscar otros caminos distintos? Algo a lo que le has dedicado horas, como decías tú, esfuerzo, disfrutes también, pero hay un momento en el que ya dices, he llegado hasta aquí y ahora comienza otro camino. ¿Cómo afecta eso a tu mente?
Ana: Bueno, es una grandísima pregunta, Quique, porque ese es el gran salto al vacío que viven muchos deportistas. que en mi caso no fue tan grande porque yo no estaba siempre, aunque estuve en un nivel de competición que era importante, yo nunca me planteé que iba a ser profesional de la natación. Entonces, para mí, era una consecuencia lógica de que en el momento en que mi agenda ya no me permitía ir a la universidad y poder hacerlo bien, tenía que dejarlo. Pero para mí fue una transición en la que el punto de partida era que yo lo había dejado de disfrutar bastante, todo el entrenamiento, y quería ir por otro lado. Pero, fíjate que hasta el día de hoy agradezco muchísimo, y para mí, cuando tengo a alguien que ha sido o que es deportista de alto nivel, yo lo admiro y lo valoro mucho porque sé que tienen una programación cerebral que es especial, que tienen una capacidad de esfuerzo que es especial, de saltar obstáculos, de resiliencia, etcétera, que es muy valiosa. Entonces, yo ahora que acompaño en esas transiciones, se lo hago ver y les, bueno, Veo que hay mucho talento ahí que después es muy útil en muchos aspectos.
Quique: Así que eso me gusta mucho mostrarlo. Bueno, yo voy a ceder la palabra porque entramos en un momento vital en el que dos químicos habéis estudiado juntos. Así que estas preguntas, Jeroen, te las dejo para ti.
Qué es el alto rendimiento cerebral
Jeroen: Sí, yo también tengo un pasado como químico, pero como mínimo de los estudios, que nunca he ejercito de químico. Pero sí que queremos entrar un poco más en detalles. Tú hablas mucho de alto rendimiento. Y hemos hablado de deporte, pero en tu caso, ahora tu especialidad es el alto rendimiento cerebral. Y me gustaría saber primero, pues, si los puedes explicar en términos sencillos. ¿De qué significa este alto rendimiento cerebral? ¿No funciona todo el cerebro siempre a tope?
Ana: Pues nada, muy buena pregunta y me alegro que seas químico. Yo sí ejercío durante una época solo de ingeniería química en investigación y luego ya lo dejé. Mira, para hacerlo como muy sencillo tenemos que decir que nuestro cerebro, que es un órgano electroquímico y que es muy flexible, o sea, lo primero que tenemos que saber es que es muy moldeable y que aprendemos mucho y eso vosotros lo conocéis muy bien porque os lo he oído decir muchas veces. Pero digamos que la imagen es como que nuestro cerebro fuera una radio que puede sintonizar distintas emisoras. Depende de la facilidad que tenga esta radio para sintonizar la emisora que necesitamos, funcionamos bien o no cerebralmente. Es decir, si tú sintonizas fácil la emisora del dormir bien, es que tu cerebro puede ir fácilmente a unas frecuencias que se llaman delta, que son las del dormir bien. Y entonces, eso hace que tú duermas bien, si tienes esa facilidad, que tu cerebro produzca ese tipo de frecuencias. En cambio, si necesitas concentrarte, necesitas que tu cerebro sintonice otra emisora, que es la de las frecuencias beta, que es la de él poderte concentrar, o alfa, que son las de la calma. Entonces, cuando hablamos de alto rendimiento cerebral, lo que estamos pidiéndole al cerebro es que sepa cambiar muy bien de unas emisoras a otras en función de lo que necesitan. Y ahora lo que se sabe es que estas frecuencias se pueden entrenar y es a lo que yo me dedico en mis centros 9 de estudio. Tú, cuando llegas a entrenarte, no hace falta que sea para el alto rendimiento. Uno de los grandes objetivos que yo tengo es acercar esto a todo el mundo, desde niños a adultos. No hace falta tener dolencias ni nada, ni ser un deportista de élite. Todos nos podemos entrenar igual que todos podemos ir al gimnasio a entrenar nuestros músculos y nuestro cuerpo. Con la mente, con el cerebro ocurre igual. Entonces, lo que se trata es de hacer que las personas puedan pasar de unos estados a otros de frecuencias cerebrales en función de lo que necesitan. Y, claro, sí que es verdad que cuando tú vienes a entrenarte, hacemos una evaluación previa de síntomas y hay quien dice, oye, yo duermo mal. Entonces, lo que necesito es enseñarle a mi cerebro a dormir. O hay quien tiene mucho estrés, ¿no? Esto es bastante habitual. Entonces, necesitamos enseñarle a su cerebro para que no sintonice tanto el estrés y, en cambio, le lleve a otros estados. Y así con todo. Y claro, en el alto rendimiento le enseñamos al cerebro una cosa que es muy particular. Y es que sea muy eficiente pero sintiendo mucha calma. Y eso es una cosa difícil de adquirir. Entonces, ahí hay un entrenamiento que es más profundo. Entrenamos unas áreas cerebrales que están relacionadas con el alto rendimiento. Una vez que tú ya has automatizado la actividad que haces en el alto rendimiento, ¿no? O sea, si eres un corredor, tu cerebro ya ha automatizado lo que necesita para correr, entonces necesitamos que eso no le pida energía y en cambio que pueda dejar esa energía para conectar otras áreas. Así que se trata un poco de eso, ¿os entiende más o menos?
Jeroen: Más o menos, más o menos. Lo que yo sabía es que había estas frecuencias que has observado para, por ejemplo, identificar el estado dormido de una persona en diferentes fases, yo creo que había técnicas de detectar estas frecuencias naturales en nuestro cerebro. Lo que no sabía es que podrías utilizar, y si no me equivoco es lo que lo hacéis vosotros, las mismas frecuencias para poner al cerebro en este estado. No solo es observar, medir, sino es realmente estimular.
Ana: Claro. Mira, Jeroen, ya que hay una cosa que es muy interesante saber y es cómo se descubrieron este tipo de entrenamiento cerebral. ¿Por qué? Porque, mira, los investigadores cuando estaban hace ya años, esto fue como en los años 70, que hace ya tiempo. En los años 70, ellos cuando estaban leyendo sus frecuencias cerebrales con electrodos, es decir, tú te puedes poner unos sensores que se llaman electrodos y leen tu actividad eléctrica. Ellos se dieron cuenta de que cuando leían su actividad eléctrica y miraban las gráficas, tenían colocados estos electrodos, al mirar las gráficas, las gráficas cambiaban y se mejoraban. Es decir, se optimizaban sus frecuencias solo por el hecho de estar mirando las gráficas. Entonces ellos dijeron, espera un momento, es que nosotros mismos estamos alterando nuestras frecuencias. Entonces lo que se vio era que tú puedes entrenar a tu cerebro si lo haces consciente de cómo está funcionando en el fondo. Entonces ahora lo que se hace es trabajar en eso, leer frecuencias y hacer que tu cerebro mejore esas frecuencias. Y los cambios son, o sea, para aterrizarlo a lo que es en el día a día, mira, tú después de hacerte una sesión de entrenamiento cerebral, que es súper agradable de hacer porque en el fondo te pones unos sensores pero tú estás viendo una película de cine donde ocurren cosas de luz y de tamaño en la pantalla para que hagas el ejercicio, pero para ti es como que estás viendo una película. Después de hacer la sesión uno nota que tienes más calma. O sea, dices, es que no ha cambiado nada, pero yo es como que me he quitado ruido mental. Tengo más calma, tengo más perspectiva.
Jeroen: Bueno, lo que está ocurriendo… Y no es por la película.
Ana: Y no es por la película. La temática, podrías estar viendo una película en ruso, que no te enteraras, que si ves, solamente es por los cambios de luz que está ocurriendo. Y bueno, pues eso. Lo que ves es que te sientes mejor después de entrenarte.
Sorprende a tu mente
Jeroen: Qué interesante. Oye, hablando de tu libro, porque aquí has dado un alto salto, porque obviamente esto es lo que tú estás explicando, el entrenamiento cerebral, este tienes que hacerlo en el centro porque necesitas unos aparatos específicos para poder hacerlo. No es algo que se puede hacer solo en casa, ¿no?
Ana: No, o sea, trabajar con tus frecuencias, sí, directamente sí. Os voy a explicar cómo. O sea, cuando quieres hacerlo directamente con frecuencias, es en centros como Mind Studio, pero el libro se trata precisamente de acercar pautas concretas para que puedas también entrenarte desde casa. Sí.
Jeroen: Perfecto. Primero, el título, sorprenda a tu mente. A primera vista, yo creo que es otra manera de decir que mira, engaña tu cerebro porque es más tonto que crees. Tú puedes estimularlo y moldearlo y tu cerebro no se entiende de esto. ¿Qué pasa exactamente cuando sorprendemos a nuestro cerebro?
Ana: Oye, Jeroen, le podía haber puesto así, lo de tu cerebro es más tonto de lo que crees. A mí me encanta, es un lema buenísimo.
Jeroen: Seguramente sería un best-seller también.
Ana: Sería best-seller. Yo lo que suelo decir es no te creas lo que te dice tu cerebro. O sea, no te creas nada de lo que estudiaste, de que es un órgano perfecto, ni muchísimo menos. Nuestro cerebro es un órgano en construcción, que podemos cambiar mucho. Y claro, sí, sorprender a nuestro cerebro significa precisamente eso, romper los automatismos de conexiones neuronales que él hace per se. y sacarle de ahí para que haga cosas nuevas. Cuando a ti, por ejemplo, no te gusta que te quedas con pensamientos recurrentes y dices, me gustaría no estar pensando esto, pero mi cerebro me lleva o mi mente me lleva ahí, lo que está ocurriendo es que tu cerebro entra en unos caminos neuronales y se queda ahí. Entonces, cuando tú le sorprendes a tu mente, es decir, a tu cerebro, cuando le llevas a romper ese patrón de alguna manera, ahí ocurre algo que en neurociencia utilizamos, que es como que al sorprenderle le dejas desarmado. Y dice, se queda como perplejo y dice, ahora ¿por dónde voy? Y en ese por dónde voy es cuando podemos construir una conexión neuronal mejor. Entonces tenemos que romper patrones para llevarle a patrones mejores. Y de eso se trata.
Jeroen: ¿Desactivar el autopiloto?
Outro: Eso es.
Jeroen: para después enseñar una nueva forma de hacerlo y cuando repites esto se va creando otro autopiloto, pero mejor hecho. Eso es. Otro hábito.
Ana: Otro hábito más.
Cómo entrenar la atención
Jeroen: Otro hábito cerebral, efectivamente. Interesante, interesante. En tu libro hablas de diferentes grandes problemáticas o dificultades que tienen los problemas y cómo éste de sorprender a tu mente puede ayudarte. Hay varios que seguramente todos son interesantes para todo el mundo, pero para nosotros, al menos para mí, que me dedica a esto del efecto de personal, el capítulo de la atención es lo que me llama más la atención, no sé por qué. Tal vez nos puedes dar un ejemplo de una cosa concreta que podemos hacer para entrenar nuestra mente a prestar más atención.
Ana: Sí, genial. Y eso lo podemos hacer. Mira, esta puede ser una píldorita que a tiempo real vamos a cambiar nuestro cerebro. Mirad, la atención, a mí me fascina el tema de la atención, sobre todo porque veo a muchísima gente con problemas de atención y porque es algo que está afectando mucho a la juventud. Entonces, lo primero que tenemos que saber es que atención tenemos todo el tiempo todos, lo que nos cuesta es la atención sostenida sobre algo. Y cuando a nuestro cerebro le queremos llevar a que atienda sostenidamente sobre algo, Lo que le estamos pidiendo es bájale el volumen a todos los estímulos, a todo el resto de estímulos, y quédate solo con unos. Discrimina, le estamos diciendo. Por eso las personas que son muy creativas, que son muy sensitivas, que reciben mucha información, esto les cuesta más. Detrás del famoso déficit de atención, que en el libro le dedico un capítulo y lo pongo entre comillas, porque estoy muy en contra, de eso podemos hablar luego. Detrás del déficit de atención lo que nos ocurre es que tenemos mentes que perciben muchas cosas, tenemos inteligencias muy creativas y sensoriales. Entonces, hay que ayudarles para que bajen el nivel a todo lo demás. Entonces, mira, de una manera sencilla, lo primero que tenemos que saber es que para concentrarnos estamos pidiendo un esfuerzo a nuestro cerebro. Nos cueste más o menos concentrarnos, siempre es un esfuerzo cerebral, porque le estamos pidiendo precisamente eso, que apague el resto de la realidad. Entonces, ahí ocurren dos cosas que son curiosas. La primera es que necesitamos calma para que nuestro cerebro haga esto, porque cuando nuestro cerebro se calma, Es difícil concentrarse cuando estás en alerta, eso es muy difícil. Para que te puedas concentrar necesitamos calma para que nuestro cerebro conecte la parte del córtex prefrontal que nos permite la concentración, que sobre todo está muy alojada, por lo que nosotros vemos, está muy alojada en el frontal y prefrontal izquierdo. Esas áreas se conectan cuando tu cerebro está en calma y nos está llevando todo el riego cerebral, la amígdala y las partes de alerta. Entonces, necesitamos que tenga calma. ¿Cómo tener calma? Pues lo primero es no amenazarle mucho con te tienes que concentrar así y aquí y ahora. Entonces es bueno llevarle paulatinamente a la concentración. Algo que ayuda mucho, porque es una transición, igual vosotros esto que habéis leído muchos libros sobre ello, ahí podéis decirme cuántos minutos pensáis vosotros que es, porque nosotros tenemos establecido que es entre 5 y 8 minutos lo que tu cerebro tarda en entrar en un estado de concentración, más o menos profundo, desde que tú quieres empezar a concentrarte. Pero en esos 5 ó 8 segundos es muy importante lo que pasa. Y yo lo que animo es a que te lo hagas fácil. Entonces, si te quieres concentrar, hazte una burbuja de concentración, háztelo fácil. Y en el fondo… Pon, por ejemplo, una música que te ponga en un buen estado y cuando te vas a sentar a concentrarte que siga sonando esa música, porque así le estás engañando a tu cerebro y no le estás diciendo te tienes que fastidiar y concentrar, sino que le estás permitiendo que entres de una manera más suave a la concentración. Yo animo mucho a que haya elementos externos, que te enciendas una vela, que estés tomando un té caliente, algo que tu cerebro relacione con concentración. Eso es muy bueno. Y luego un ejercicio que es muy facilito, muy básico y que podemos hacer todos, es antes de concentrarte pasa unos segundos haciendo un barrido con tus ojos por el lugar donde estás e ir nombrando objetos. O sea, si estás en una habitación, haces un barrido y entonces vas diciendo, miras algo, pues nada, ventana, silla, lámpara, mesa, lo puedes hacer con el nombre del objeto o con los colores. Lo que le estás forzando a tu cerebro es a que entre en una atención que es más cerrada y donde está ya empezando a concentrarse. O sea, le estás trayendo ya sobre algo concreto, pero de una manera amable. También ayuda mucho nuestro cerebro, le molesta mucho lo abstracto y él tiene dificultad en poner plazos, nuestro cerebro le cuesta poner plazos. Entonces, si tú te dices a ti mismo, me voy a concentrar, Si no lo acotas un poco más, tu cerebro piensa que le estás diciendo que te vas a tener que concentrar casi que para toda la vida. Entonces está bien ponerle plazos y decirle, no, nos vamos a concentrar 10, 15 o 20 minutos o lo que tú quieras. Pero es bueno acotarlo. Si haces eso, tu cerebro va a mostrar mucha menos resistencia para concentrarse. Bueno, ya se daba alguna pildorita.
Jeroen: Muy práctico, muy útil y me reconozco mucho en esto de no obligar a tu mente, porque mi mente es la primera que es muy rebelde y cuando lo obliga, quiero obligarlo a algo, pues su mente no va a hacerlo, ¿no?
Ana: Exactamente, a mí me pasa igual.
Jeroen: Sí, sí, me gusta mucho este ritual.
La utilidad del desenfoque
Ana: Jeroen, ahora que leíste la parte de la atención y de la concentración, Hay una cosa que a mí me parece muy interesante que saquemos también, que es la utilidad y lo importante que es que podamos desenfocarnos. Fíjate que nosotros, claro, digamos concentrarnos con estar haciendo algo bueno, con concentrarte en algo concreto, en tus estudios, en tu trabajo, etc. y posiblemente la desconcentración la estamos ligando con despistarnos y estar con el móvil. Sin embargo, eso no es desenfocarse, sino que es llevar la atención a otro lugar donde es un poco más difusa. Sin embargo, el desenfoque, que es interesantísimo para nuestro cerebro, es dejarle vagar libremente por el mundo de ideas. Yo creo que eso vosotros lo conocéis bien también. De manera consciente, obligarte a poner una música o dar un paseo e irte al mundo de ideas y permitirte volar, eso es importantísimo. Cuando tú te permites un periodo de eso, después tu cerebro te premia con muchas más ideas y con más capacidad de concentrarte. Entonces, yo en el libro pongo una frase que es, seguro que en tu vida has oído muchas veces, concéntrate, pero muy pocas veces has oído desconcéntrate. Y desconcéntrate es muy interesante.
Jeroen: Sí, sí. Yo creo que es justo un tema muy actual porque ya no tenemos tiempo para aburrirnos. Y obviamente el problema no es aburrirnos, que justo en este tema hemos hablado con nuestra última invitada, que es especialista en aburrimiento, y ha dejado muy claro que aburrirse no es el objetivo, pero ocupar todo el día y siempre estar concentrado en algo, tampoco. Hay un valor intrínseca en este estado de desenfoque. No solo es para cargar las pilas, pero hay procesos cerebrales que realmente aportan nuevas ideas. El ejemplo que siempre pongo es los momentos de la ducha. Es justo cuando estás en la ducha, cuando no estás enfocado en nada, es cuando salen estas buenas ideas.
Ana: Sí, es que es tal cual. Son momentos donde aparecen otro tipo de frecuencias. En este caso, cuando uno se deja llevar, aparecen más frecuencias alfa. Alfa son las frecuencias que casi todo el mundo conoce porque son las que se asocian a la meditación o a hacer algo muy placentero. Pero estas ráfagas de frecuencias ocurren cuando nosotros dejamos libertad al cerebro. Así que yo soy una grandísima defensora de la libertad cerebral, tanto así que digo, bueno, pues las ideas buenas nacen de cerebros esforzados, pero lo realmente brillante nace de cerebros libres, de cerebros que se permiten la libertad de poder pensar y ir entre este enfoque y desenfoque.
«Soy muy mayor para cambiar»
Quique: Que bueno. Hay una pregunta que a mí ahora mismo me está surgiendo porque estoy convencido que muchas de las personas que te están escuchando, Ana, dicen, qué maravilloso, qué interesante, cómo puedo empezar a entrenar las frecuencias. Y ahora viene el pero. Pero es que soy muy mayor. ¿Tú qué opinas de eso?
Ana: Bueno, yo estoy… A ver, o sea, hay un hecho que como con todo, igual que la flexibilidad, yo no tengo la flexibilidad que tenía con 15 años. O sea, eso también es a nivel cerebral. Quiero decir, todos perdemos un poco de… O menos que un poco, o más que un poco, vamos, de plasticidad según vamos cumpliendo años. Sin embargo, te diría una cosa que es muy interesante y que yo veo con la gente que es más mayor, que está de mi edad para arriba, incluso, pues que… su cerebro está menos alerta, fíjate, es curioso porque a nivel cerebral la experiencia de los años son muy positivos porque un cerebro según va entre comillas envejeciendo, bueno pues hay cosas que oye que va perdiendo pero hay otras que va ganando y una de las cosas que gana y eso lo podemos ver bastante bien en mucha gente, es que según vas ganando en años, ganas también en serenidad. Las cosas dices, guay, esto me lo tomaba… Yo no querría tener tus veintitantos o treinta y tantos años, que es que todo te parece un drama. Yo ahora lo veo con otra distancia. Eso es que tu cerebro te está permitiendo tener una serenidad distinta. Y eso habla de que tu cerebro, al estar menos conectado con la parte de alerta, tiene más flexibilidad para trabajar otras áreas. Entonces yo aquí lo veo en Mind Studio, aquí me viene gente muy mayor, es que no hay límite de edad para venir a entrenarte. Yo tengo a gente que es octogenaria entrenándose. Y alucino con los avances que hacen y lo rápido. Lo que creo que es más complicado, yo creo que en cuanto a estados físicos y mentales, lo cambian muy rápido, tienen plasticidad por eso, porque yo creo que no les está bloqueando la alerta cerebral. Según vas cumpliendo años, te aferras más a tus ideas. Tiene que ser alguien que tenga ganas de cambiar cosas. Porque si te quieres quedar en este soy yo y de aquí no me muevo, aunque te quieras entrenar mucho a nivel de frecuencias, lo vas a hacer menos. La predisposición es importantísima a la hora del entrenamiento.
Los resultados de un entrenamiento cerebral
Quique: Bueno, y ahora que estamos en los propósitos, por así decirlo, de año nuevo, yo creo que podría ser el mejor momento para empezar a matricularnos para entrenar a nuestro cerebro, para que nos hiciéramos una idea. Ana, ¿qué podría esperar una persona durante las primeras semanas en un entrenamiento dirigido de Mind Studio, de los que hacéis en vuestro día a día?
Ana: Pues mira, lo que te diría que siente el 80% de las personas, si no más, es una sensación de calma extra, de que la vida se te ha hecho más fácil. Dices, oye, ¿sigo teniendo lo mismo? pero me pesa menos. Tengo como más claridad mental. Es una cosa de… Lo veo más claro. O sea, veo más claro que puedo… Claro, tienes una perspectiva. Yo creo que es eso, ¿no? O sea, tienes una perspectiva que es una perspectiva real. Porque lo que está ocurriendo ahí es que al conectar tu córtex con tus prefrontales, realmente esa es el área cerebral que nos permite tomar perspectivas sobre las cosas y poder conectar muy bien con el hipocampo que guarda las memorias. Entonces, lo que ves, como ya te digo, en un porcentaje altísimo, es tener esa sensación de serenidad, de calma, de la vida es más fácil, de tengo más tiempo de pensar las cosas. En vez de reaccionar, esto ocurre mucho también, después de las primeras sesiones, muy al principio, dices, oye, frente a esta misma situación, en otro momento hubiera reaccionado de otra manera. Y ahora me doy cuenta que es como que he tenido un tiempo extra que mi mente lo ha procesado y me ha hecho tomar una decisión mejor. O una cosa que es muy habitual también es que sobre el mismo problema ves soluciones distintas, eso es muy lógico también. Cuando tu cerebro se desestresa, tú tienes acceso a mucha más información cerebral, que ya la tienes guardada adentro, Entonces, lo que te hace es, ¿cómo no he pensado esto antes? Eso es muy habitual. Casi todos nosotros, antes de entrenarnos, tenemos un grado alto de estrés cerebral. Y eso lo que tenemos que saber es que nos lleva a una especie de túnel de pensamiento, más o menos incómodo, pero tenemos que ser conscientes que nuestro cerebro nos hace hacer y ver las cosas casi siempre de una misma manera. Cuando te entrenas, al principio, empiezas a notar que eso se ha abierto. O sea, dices, uy, veo más cosas y percibo más cosas. Y algo que ocurre también en un porcentaje altísimo en las primeras sesiones es que duermes mejor. Porque al bajarle tanta tensión cerebral, duermes mejor. O sea, eso es casi inmediato en la mayoría de los casos, salvo en casos donde hay alguna situación traumática que es lo que está alterando el sueño, con lo cual tenemos que hacer unas sesiones que son más específicas, pero el general de las personas, cuando te entrenas, un efecto inmediato es dormir mejor.
Quique: Es curioso, Ana, porque durante muchos años el cerebro ha sido, yo creo, el músculo más olvidado a la hora de trabajar con él, porque pensábamos que es per se. Tú a un niño ya le dejas, va creciendo, se va desarrollando y parece que ha sido el libre albedrío el que al final ha conseguido que una persona haya conseguido lo que haya alcanzado en su vida. ¿Por qué históricamente el cerebro ha sido este gran olvidado?
Ana: Porque es muy desconocido, porque da mucho susto, porque es muy difícil de ver lo que ocurre dentro. no hay explicaciones muy claras, y fíjate que en la educación nos lo han implantado también, porque yo no sé si os acordáis de cuando estudiábamos el cerebro de pequeños, que poco estudiábamos, ¿no? Pero casi todos los mensajes eran las conexiones neuronales no sé cuántos, tal, campos de fútbol, es todo muy complejo, y en el fondo siempre nos han dejado fuera de que nosotros podamos hacer algo para alterar ese funcionamiento. O sea, nosotros sí nos han dicho, o sí hemos visto, porque lo hemos visto con nuestros ojos, que si tú entrenas un músculo, ese músculo mejora, que tú te puedes poner más fuerte. que puedes adquirir más potencia o más velocidad, porque eso lo ves. Pero, claro, el cerebro no es algo que tú puedas ver físico, es algo que vas percibiendo según lo entrenas. Entonces, es mucho más intangible. Y eso creo que, lógicamente, asusta, ¿no? Y entonces como que te deja un poco detrás. Y luego también, porque yo creo que en el mundo de la neurociencia, por suerte, yo creo que toda la gente que nos dedicamos a la neurociencia desde cualquiera de los ángulos, porque esto es amplísimo, O sea, yo lo que hago es una parte muy pequeña, yo estoy enfocada y además creo que es muy bueno hacerlo así, para saber mucho de algo, porque en neurociencia cuanto más abres menos sabes de nada. Entonces es mejor centrarte en lo que estás investigando y quedarte muy pegado ahí. Entonces yo estoy muy centrada en neurociencia aplicada en frecuencias, en resultados concretos, en cosas para el día a día. que es diferente a la neurociencia más teórica, ¿no? Pero, por suerte, yo creo que toda la gente de neurociencia ahora tenemos que decir el no sé por delante en muchísimos casos. Y hay que quitarle peso, o sea, el decir no sé no significa que seas un mal profesional, no significa que no sepas de lo que estás haciendo, significa que sigues siendo tan desconocido que muchas veces, la gran mayoría de las veces, por lo menos lo que me pasa a mí y que hablo con otra gente que está en ámbito como el mío, sabemos los resultados, pero no necesariamente… Tenemos los resultados, pero no necesariamente sabemos qué nos ha llevado ahí. O sea, tenemos unas… Por supuesto, tenemos unas ideas y vemos, pero es muy difícil todavía, de una manera científica, decir esto es causa y efecto en el cerebro. Cada uno somos distintos. Entonces, eso es muy interesante que lo sepamos. Y nada, hay que perderle el susto, de eso se trata. Y fíjate que el libro Sorprende a tu mente iba mucho de eso. Yo le hubiera puesto Sorprende a tu cerebro, pero… pero creo que a Planeta no le pareció tan buen título. A mí me salía cerebro siempre en el título, ¿no? Pero todavía asusta, fíjate. Es más fácil hablar de mente que de cerebro.
Mete más placer a tus días
Quique: Qué interesante, porque aquí me vienen unas reflexiones que, al final, en ese pequeño espacio al que llamamos cerebro, podemos encontrarnos desde nuestras reacciones de supervivencia hasta nuestra gestión de las emociones, a la parte más del raciocinio, como hablabas antes, de nuestro cerebro, de la corteza prefrontal, el neocórtex, Toda esa amalgama de sensaciones, al final, si tú tuvieras que decir el aprendizaje más importante que has tenido a lo largo de todos tus años de experiencia de cómo podemos sacar un gran beneficio de él, ¿cuál sería ese grandísimo beneficio que dirías? Mirad, esto de todo lo que he aprendido sería lo mejor que podríamos poner en práctica.
Ana: No es una pregunta difícil, ¿eh? Pero es muy buena pregunta. Pero fíjate, lo que me sale de todas maneras es que casi todo, fíjate, nosotros tendemos a complicar las cosas y casi todo es más simple que aquello que pensamos en primer lugar. Yo creo que nosotros tenemos que confiar mucho más en nosotros, en nuestra intuición, en sabernos escuchar qué es lo que está pasando y si lo hacemos nos va a ir mejor. Pero eso cuando te entrenas, es uno de los beneficios también, cuando te entrenas cerebralmente esto es mucho más fácil, es como que adquieres una sabiduría interna que te va guiando mucho más fácil. Pero yo creo que nuestro cerebro es un órgano, en ese sentido, que es como un motor. Él puede darnos muchísimo, pero si no le quemamos, si le dejamos descansar. Entonces, creo que siempre tenemos que tener muy claro estos contrarios de ver placer, esfuerzo, descanso, concentración, desenfoque, y aceptar como válido y como normal y biológico y necesario, por ejemplo, estados de ánimo positivos, los que se llaman positivos porque son más agradables de sentir, estados de ánimo negativos. Tenemos que poner estos contrarios, aceptarlos como que son parte de la vida y no asustarnos por estar entre los dos, porque lo que es natural a la biología es buscar la homeostasis siempre, es el equilibrio en nuestro cerebro igual. Entonces, ¿por qué estamos sufriendo tanto ahora cerebralmente como en sociedad? Porque es que se nos ha olvidado, aunque nos parezca mentira, se nos ha olvidado descansar cerebralmente. Estamos sometiendo sostenidamente a nuestro cerebro a un esfuerzo, aunque no nos parezca. Pero lo estamos haciendo. Se nos ha olvidado lo que son los tiempos de descanso, lo que es el poder. Nosotros estamos hechos para estar en la naturaleza, estamos hechos para conectarnos con otro tipo de frecuencias que nos limpian. ese estrés que nos quita la carga galostética, se nos está olvidando eso. Entonces, la gran mayoría, yo lo veo, de las problemáticas que existen a nivel cerebral es porque tenemos nuestros cerebros al límite. Tenemos que llevarla a mejores estados. Y ahí, para dar una herramienta que nos sirva, yo una cosa que digo que es muy positiva en el día a día es imaginarnos que nuestro cerebro tiene como una balanza en uno de los platillos de la balanza pone deber y en el otro pone placer. Nosotros nos vamos a sentir bien mentalmente y nuestro cerebro va a estar bien cuando estos platillos están bastante equilibrados. Si uno se cae mucho y nosotros solemos poner más en el del deber en nuestra sociedad y en nuestras edades, además, si nosotros cargamos mucho nuestro platillo del deber y no estamos poniendo cosas en el del placer, pero placer significa darle espacios de distensión a nuestro cerebro sin un objetivo concreto. Nuestro cerebro, siempre que hay un objetivo detrás de lo que hacemos, no está en descanso, está trabajando por ese objetivo. O sea, el descansar a nivel cerebral es realmente descansar, es quedarte sin hacer nada, es escuchar una música que te transporta, es darte ese paseo, es estar en el agua, es darte una ducha, es hacer algo que no tiene un objetivo concreto o es ver una serie de televisión o leer un libro, pero que te produce satisfacción y no hay un objetivo detrás. Si nosotros metemos esos, yo diría que no menos de 20 minutos de ese placer en el platillo, en nuestro día a día, estamos contrarrestando ya mucho al deber que nos exigimos. Y creo que ser conscientes de eso, que fíjate que lo ligo con lo que hablábamos de mi época en el deporte, que lo que yo le diría a esa Ana es, oye, ten cuidado, no lo hagas solo desde el esfuerzo. Tienes que meter más descanso y disfrute en lo que haces. Y eso es básico, básico.
Jeroen: Que era claro que, obviamente, un problema en la sociedad, que hay una tendencia en la sociedad de apretar mucho, de trabajar mucho, de no descansar mucho, no se puede solucionar simplemente con una sesión de entrenamiento cerebral. Si tenías la posibilidad de hacer un cambio en la sociedad, cambiar la sociedad en un aspecto, ¿qué cambiarías?
Ana: Yo le abriría… Bueno, yo le quitaría miedo. Creo que quitarle miedo a la sociedad es el mejor regalo que le podemos hacer. En general. Y creo que eso es algo que podemos hacer todos nosotros con las personas que tenemos alrededor. ¿De dónde vienen nuestros mensajes? ¿Les estamos dando miedo o les estamos dando alas? Y eso es muy importante. Sí, ese sería el gran regalo. Nuestro cerebro, además, desde el miedo, desde la alerta, apaga las grandes áreas más interesantes, más sofisticadas, que nos llevan más lejos, las apaga desde el miedo. Sí, haría eso.
Jeroen: Y para llevarlo a la práctica, una persona que está escuchando, ¿qué podrá hacer para quitar el miedo?
Ana: De manera práctica, nosotros tenemos miedo porque nuestro cerebro tiende por supervivencia a llevarnos al peor de los escenarios. No se nos tiene que olvidar que nuestro cerebro se encarga de nuestra supervivencia. el que lo pasemos bien, que seamos felices o no, no es una prioridad a nivel cerebral. La prioridad es supervivencia. Entonces, él está muy sensible ante la alerta del exterior. Entonces, tenemos que desconfiar de los pensamientos de alerta y negativos que recibimos. O sea, cuando tú vas a afrontar un hecho, quiero que pares y que te mires y cuando te estás diciendo cosas de uff esto no sé si soy capaz o tal porque fíjate mira ahí pasa una cosa muchas veces algo te ilusiona te sientes capaz te vienes arriba y luego te vas por la noche a dormir y dices pero en qué estaba yo pensando y empiezas tú mismo a desmontarte el castillo que ya te habías hecho en la cabeza porque dices esto va a ser más complicado no sé si soy capaz bueno ahí es donde quiero que pares ese es tu cerebro metiéndote miedo entonces ¿Qué tenemos que hacer para ayudar a nuestro cerebro? Le tenemos que implantar seguridad. Le tenemos que hacer sentir que aquello que estamos pensando va a salir bien. Porque si nosotros somos capaces de hacer eso, él ya no se va a preocupar por nuestra supervivencia. Va a decir, esto sale bien. Entonces, es importantísimo imaginarte en esa situación que más o menos te está generando alerta, con ella terminada y terminada con éxito y tú estando bien. Eso es muy importante. alguien antes de un examen. ¿Qué es lo interesante que hagas con tu cerebro? Pues que te pongas una buena música, que te lleves a otro estado mental, que en vez de afrontar ese examen con miedo, abras tu cerebro, o sea, que entre… Si tú te pones una música que te trae buenos recuerdos, a tu cerebro lo engañas, le sorprendes, y él dice, uy, ¿se está escuchando esto? ¿Y está bailando, por ejemplo? Entonces, no puede estar sintiendo miedo antes de este examen. O sea, te está dando otra seguridad. Si además de eso, tú te imaginas con el examen terminado y terminado bien y tú sintiéndote bien, te aseguro que tu neuroquímica cerebral va a ser mucho mejor y vas a salir del miedo. Entonces, es muy importante llevarla a la situación concreta, acabada y con éxito y visualizarla.
Cómo usar la visualización
Quique: Porque la visualización, Ana, por lo que comentas al final, no me gusta utilizar este verbo, pero es en cierto modo engañar a nuestro cerebro para que empiece a sentir que eso lo podemos hacer real y que sienta como que incluso ya real. ¿Cómo podemos transformarlo en nuestro día a día? Es decir, aplicarlo, ya no solo a esos grandes deportistas que visualizan cruzándose la meta, ganando, colgándose la medalla de oro, sino personas del día a día, ¿cómo pueden aplicar esa visualización de una manera práctica y sencilla?
Ana: Sí, y bueno, a mí no me molesta, Quique, que lo llames engañar al cerebro, porque efectivamente lo estamos haciendo, ¿eh? Y está bien. Mira, una de las cosas que nuestro cerebro no puede diferenciar, y esto se estudia porque en imágenes de resonancia magnética funcional, se llama, o sea, que te meten dentro de una máquina que puede hacerte imágenes de tu cerebro, lo que ves es que se activan las mismas áreas cuando estás haciendo algo que cuando lo estás imaginando de una manera muy vívida, si metes todos tus sentidos en ello. Estamos engañando a nuestro cerebro, efectivamente, porque estamos imaginando una situación que no ha ocurrido, pero que si tú eres capaz de poner tus sentidos dentro, tu cerebro no sabe diferenciar si es real o no. Pero fíjate que en el día a día algo que es todavía mejor es hacernos una especie de botiquín o de maletín con sensaciones. O sea, es muy bueno. transportarte, hacer el ejercicio de cerrar los ojos y decir mira voy a tener dentro de mi maletín la sensación, las que vienen muy bien es tener la sensación de calma a pesar de que fuera estén pasando muchas cosas yo voy a meterme la sensación de calma, la de concentración es muy útil y la de alegría, buen estado de ánimo y también la de seguridad, por ejemplo. Seguridad, orgullo en uno mismo, en tal… Bueno, ¿cómo hacemos esto? Para que cada uno de nosotros podamos generar estas burbujas o estos estados, tenemos que hacer un ejercicio de… Viene muy bien. Cerrar los ojos. Te puedes poner una música que busque el estado que estás deseando implantar en tu cerebro. Entonces, si es el de calma, puedes buscar una canción que a ti te calme. Cierras los ojos, te pones esa canción y te vas mentalmente a una situación en la que tú estás en calma y lo estás sintiendo y haces un barrido sensorial. en el que te vuelves a meter en esa situación y dices, mira, tengo esto en calma y respiro, te acompañas de la respiración, etc. Entonces, vuelves a recrear eso y tú te haces muy consciente, de una manera muy consciente, te vas quedando con esas sensaciones, es como que las imprimes dentro de ti. Yo sé que esto suena un poco abstracto, pero cuando lo haces es muy positivo y, a veces, si te cuesta hacerlo solo, es bueno hacerlo en grupo o acompañado de alguien que te lo haga. En Mind Studio, Cuando tenemos que hacer esto lo hacemos porque acompañándolo con alguien es más fácil hacerlo, pero lo podemos hacer todos en nuestra casa. Entonces, cuando tú revives en ti un momento ya vivido donde sentías calma, otro momento donde sentías concentración, esta sensación tan agradable de concentración cuando estás fluyendo, que la hemos tenido todos alguna vez, que estás ahí como realmente inmerso, se te ha olvidado todo, si tú eres capaz de volver a evocar en ti esa sensación, tu cerebro empieza a construir esa neuroquímica otra vez. orgullo o seguridad en uno mismo. Es muy bueno ir a un momento que tú ya has vivido, donde estabas… Estos momentos que hemos tenido, Eureka, maravillosos, que dices, bueno, pero qué buena soy, o qué bueno soy, ¿no? Esos momentos son oro a nivel cerebral, porque si tú te preocupas de llevarte a esa visualización, estás implantando una vez más esa memoria en tu hipocampo. Entonces, en el momento… ¿Y para qué hacemos esto? Porque el momento en el que tú quieres apelar a esto, tú imagínate que tienes que hacer algo, un reto, y frente a ese reto te sientes chiquitito, Pues lo que yo quiero ahí es que digas, no, yo me voy a mi maletín y voy a sacar mi momento de seguridad. Entonces voy a cerrar los ojos, me voy a conectar y me voy a demostrar y sobre todo le voy a demostrar a mi cerebro que ya hubo momentos en los que me exigía ser grande y yo me sentía así, y que salieron bien. ¿Y cómo me sentía yo después de esto? Me sentía grande, orgullosa. Por esto mi cerebro ya ha pasado. Entonces, cuando tú le implantas otra vez esa imagen, le estás haciendo un puente a tu cerebro para que te pueda llevar a esos estados. Por eso es tan importante sacar la información que ya tenemos dentro, desempolvarla, y sacarla a la luz, porque nuestro cerebro tiene la tendencia a sacar a la luz lo que ha sido negativo, porque una vez más busca la supervivencia, no necesariamente saca lo positivo, eso nos tenemos que encargar nosotros de hacerlo y eso es algo que es muy importante saberlo.
Si quieres, puedes
Jeroen: Oye Ana, quiero volver atrás un poco porque antes has mencionado, has hablado un poco sobre qué nos han enseñado nosotros sobre cómo funciona la mente y qué es la mente. Y justo en este momento estaba pensando en lo que me ha explicado a mí sobre la mente. Y yo me recuerdo que mi profe estaba muy convencido que el mente, el cerebro, crece hasta la adolescencia y más o nada. Y entonces, a partir de entonces, se acaba todo. Y cuando se muere una neurona, pues nunca la recuperas. Hoy en día sabemos un poco mejor, sabemos sobre la neuroplasticidad, sabemos que el cerebro continúa avanzando. Tú has dicho que tienes gente bastante mayor que está entrenando tu cerebro. Y haciendo esta reflexión venían dos preguntas. Una seguramente que es capaz de contestar muy rápido. Porque yo creo que hoy en día nos hemos cambiado al otro extremo. Pensamos que la posibilidad de cambio es infinito. Con esas frases de si quieres puedes, todo es cuestión de actitud. Y por eso quería preguntarte. Seguro que no hay una parte de nuestra personalidad, el temperamento, que es tu origen biológico y no podemos cambiar. Por tanto, ¿cuál es este rol que juega la genética en el rendimiento cerebral? Y para mí, más interesante, hoy en día, ¿cuál es el mayor mito o malentendido sobre la neurociencia que te gustaría aclarar?
Ana: Bueno, tiene que ver con lo que estás diciendo, Jeroen. O sea, que al final es igual… Mira, yo creo que la analogía con el cuerpo es muy buena en estos casos. O sea, no le puedes pedir a tu cuerpo más allá de lo que dentro de lo que eres vas a poder desarrollar, que es mucho, ¿eh? O sea, es mucho lo que vas a poder desarrollar si haces bien tus ejercicios físicos. Pues con el cerebro yo creo que ocurre lo mismo. O sea, dentro de un margen, todos tenemos, además se ve claro, cuando te conoces, ves que hay áreas y cosas que se te dan mejor que otras. Entonces, tú vas a tener un margen de mejora en todas. Lógicamente, en aquello que de por sí, que por genética ya traes bien ahí, vas a poder brillar mucho más y en el resto vas a hacer avances. Pero sí, yo también estoy en contra de la psicología positiva de imagínatelo y vas a alcanzar lo que quieras. Pues porque, efectivamente, no es verdad. Lo que sí es verdad, y es algo que a mí me gusta mucho, es que, en ese camino de mejora, uno se puede sorprender tanto con las cosas que no sabías que tenías, pero que vas adquiriendo, y son pequeñas cosas. No tienen por qué ser cosas extraordinarias, pero te das cuenta de que el bienestar, la satisfacción y la felicidad de tu día a día, te la dan muy pequeñas cosas, y una de ellas es el darte cuenta de que lo que sí puedo ser es más flexible frente a las… Las cosas que me sacan un poco de mi lugar en el día a día, las cosas que yo no espero y que el día a día me obliga a vivir, y las cosas negativas que aparecen en mi vida que yo no he elegido frente a eso. Antes igual pensaba que tenía que sufrirlas mucho más y ahora me doy cuenta de que yo tengo mucha más posibilidad de vivirlo de maneras distintas. Que mi cerebro sí que es flexible y le puede dar significados distintos y soluciones distintas, y eso nos pasa a todos. Entonces, solo con adquirir eso, creo que ya entramos en algo que es superpositivo del que todos nos beneficiamos. Yo, mira, una cosa también que veo y que es interesante saber, cuando un cerebro es excelente en algo, es decir, muy por encima de lo normal, es un cerebro que no está equilibrado. Es decir, si tú tienes una persona que tiene una capacidad insólita para concentrarse, para ligar ideas, para enfocarse muchísimo, pues obviamente está utilizando tanto ese área cerebral que está muy localizado en el hemisferio izquierdo, que le cuesta, seguro, bueno, yo lo veo, le cuesta la parte emocional, le cuesta la parte de relación con otras personas, la parte de sociabilización, ese ya no es un fuerte, es una debilidad que la puede trabajar más o menos. O sea, nuestro cerebro tiene que elegir, lo mejor es estar, salvo, oye, en el alto rendimiento, pues hay veces que tienes que enseñar a tu cerebro a irse a un extremo por un tiempo determinado, ¿no? Pero lo ideal es estar más o menos igualadito.
Recientes avances en la neurociencia
Jeroen: Y ahora que habíamos desmitificado esta parte de nuestra educación, quiero pensar sobre tu opinión sobre la actualidad. ¿Qué está pasando últimamente? ¿Qué avances recientes has visto en la neurociencia que más te han emocionado?
Ana: A mí me emocionan muchísimos. Bueno, todos. Todo lo que son avances de neurociencia me encantan, pero creo que hay ahora una… o sea, lo que estamos todos de acuerdo en la comunidad científica es que nuestro cerebro es sorprendente, que conocemos muy poquito, pero tiene una capacidad de autorregulación y de mejora en sí misma, o sea, intrínseca, que si damos con las teclas es maravilloso. Esa regeneración celular que ahora también la sabemos del resto de nuestro organismo, yo creo que ese es el gran descubrimiento de la ciencia en general, de lo que somos nosotros como humanos, es que nuestro sistema es tan sabio que si le sabemos dar las buenas teclas él se va a regenerar, él es capaz de autorregularse y a nivel cerebral eso es muy interesante y es donde están los grandes avances, de por qué lo que les pasaba a estos investigadores, ¿no? ¿Por qué si yo estoy leyendo mis frecuencias con unos sensores y lo veo en una pantalla, cómo es que yo lo estoy cambiando a tiempo real solo por mirarlo? Porque tu cerebro tiene esa capacidad de cambiar y de mejorar. Bueno, pues esto tiene unas consecuencias extraordinarias y lo estamos viendo ahora porque una de las que, bueno, ya conocéis porque es muy conocido en ese sentido, tampoco es que yo conozca muchísimo más que lo que se conoce de forma general, ¿eh? Porque yo sé de lo mío, mucho de lo mío. Pero ya sabéis que ahora el cerebro lo que sabemos es que puede generar habilidades en áreas cerebrales que no estaban destinadas para esto. O sea, que hay neuronas que son neuronas que tienen que ver con lo visual que se pueden desarrollar en lugares del cerebro que no son la parte occipital que es la que está con lo visual. Y esto es un avance extraordinario. En el momento en el que se sepa cómo podemos hacer para pasar la información al cerebro para que él mismo empiece a mejorar lo que se ha deteriorado.
El mejor hábito productivo
Jeroen: Se nos abre un mundo de esperanza increíble. Ya sabes que nosotros en KENSO nos dedicamos a ayudar a las personas y empresas a vivir en efectividad para ser más felices y como este es nuestro punto fuerte, siempre estamos deseando este punto tal como te lo he explicado y queremos también aprender de ti. ¿Cuál es tu mejor hábito productivo?
Ana: Mi mejor hábito productivo, a ver, yo creo que es conocer mis energías. Lo que os decía antes. Eso yo lo aprendí, ya después de haberlo sufrido. Yo conozco muy bien qué momento del día es cuando tengo que hacer una cosa u otra. Cuál es el momento de concentrarme y cuándo estoy perdiendo el tiempo y es momento de hacer otra cosa. Y de cuándo puedo tener buenas ideas y cuándo no van a venir esas buenas ideas.
¿Qué es lo que más te aburre en esta vida?
Jeroen: Un gran superpoder. Y para un salto tengo una pregunta para ti que te dejó nuestro último invitado, Josefa Ros, en el episodio 286. Y su pregunta para ti es ¿qué es lo que más te aburre en esta vida?
Ana: ¿Qué es lo que más me aburre en esta vida? A mí me aburre lo aburrido. ¿Por qué? Porque a mí me aburre o me tira tan para abajo que me apaga quién soy yo, la falta de esperanza, el conformarse, el decir, pues estoy medio mal y me voy a quedar aquí. Eso no tiene nada que ver conmigo. Es que lo vivo en el día a día. O sea, disfruto tanto de la capacidad de cambio que tenemos todos que me aburre soberanamente alguien que me obligue a perder la libertad y quedarme de una manera por largo tiempo. Me aburre.
Jeroen: Se te nota. Y para continuar la cadena, ¿qué le preguntarías al próximo invitado o la próxima invitada de este podcast?
Ana: Ah, mira. ¿Qué le preguntaría?
Jeroen: ¿Qué le preguntaría?
Ana: Le preguntaría qué miedos ha superado y qué se beneficia de ello. ¿Qué miedo ha superado y qué ha visto que su vida mejora por eso? Para que nos inspiremos los demás, que tenemos que quitar mucho miedo.
Cuestionario KENSO
Jeroen: Muy bien, muy buena pregunta. Nosotros tenemos 10 preguntas más para ti, que son las preguntas del cuestionario. Kenzo, las 10 preguntas rápidas que hacemos a todos nuestros invitados y invitadas. Y la primera pregunta que tengo para ti es, si tuvieras que compartir un solo aprendizaje de todo lo que has vivido hasta ahora, ¿cuál sería?
Ana: Elige siempre, entre el miedo y el amor, que te mueva siempre el amor, la pasión. No te dejes vencer por el miedo. Vete a por esa pasión, a por eso que brilla y atrévete. La vida se encarga de ayudarte. ¿Cómo se titularía tu biografía? La historia continúa.
Jeroen: Algo así. ¿Cuál es el libro que más has regalado sin contar con tu propio libro?
Ana: Muy bien, bien, porque este lo he regalado mucho. Pues fíjate, he regalado mucho… Bueno, es que ha sido bastante reciente. Igual he regalado otro antes más, pero he regalado mucho el de hábitos atómicos, fíjate. El libro de hábitos atómicos. Sí, de James Clear.
Jeroen: ¿A quién te gustaría o te hubiera gustado conocer?
Ana: Qué buena pregunta. Yo me las tenía que haber preparado antes, chicos. Pues mira, no sé, porque me surge ahora porque leí su autobiografía y me encantó. A mí hubiera gustado mucho conocer a Baltus, el pintor. Me gustó mucho su mente cuando leí su autobiografía. Me gustó. Tenía que ver con lo que a mí me gusta.
Jeroen: ¿Qué canción pones a todo volumen para subir el ánimo?
Ana: Una canción que me acompañó en toda la universidad, en esa canción que te sube antes de hacer un examen, que os decía que viene también, y que todavía la pongo ahora, que es Romeo and Juliet de Rolling Stones. Quizás no es la canción que más me guste ahora, pero es una canción que me pone en muy buen estado.
Jeroen: ¿Cuál ha sido la pregunta más interesante que te han hecho?
Ana: Yo creo que una pregunta muy interesante siempre es que te pregunten cómo estás. Me parece una pregunta interesante de alguien que se interesa.
Jeroen: Pero de forma genuina, ¿no?
Ana: Sí, de forma genuina. Eso es, un cómo estás genuino.
Jeroen: ¿Qué se te viene a la cabeza cuando piensas en la felicidad?
Ana: Para mí es la sensación de que estoy en mi camino, de que estoy viviendo la vida que quiero vivir. Eso para mí es sinónimo de felicidad, con sus altos y sus bajos, pero pensar que estoy que tengo un sentido vital, chulo. ¿Qué película volverías a ver cada año? Bueno, te iba a decir La vida es bella porque es una película fantástica. Que no la veo cada año porque me entristece mucho, pero es una película que me marca mucho, sí.
Jeroen: Muy bien, y la última pregunta. Si tuvieras que dejar un mensaje en una cápsula para tú y yo del futuro, ¿qué te dirías?
Ana: Me diría… Pues mira, para un propósito de intenciones me diría seguro que me caes bien. Porque yo creo que si me digo eso será que voy a seguir haciendo cosas para gustarme en el futuro.
Resumen y despedidas
Jeroen: Gran mensaje. Y con esto ya hemos terminado esta entrevista. Solo nos queda un pequeño regalo para ti y para todos los oyentes que es el resumen de todos los notos que hemos tomado durante esta conversación.
Quique: Con Ana hemos aprendido que en la vida, la diferencia no se encuentra solo en las horas de entrenamiento, sino en tu mente. En más descanso y disfrute, en ese mensaje más claro y más sano para tu cerebro. Y Ana nos ha explicado que tenía la dificultad de llevar a su mente a sus mejores estados Y eso, tanto en el deporte como en la vida, nos puede llevar a lesiones por no escuchar a nuestro cuerpo como nos pide aire. Es necesario dejar jugar a la mente a llevarnos a buenos estados. Si eres más consciente de la energía que tienes a lo largo del día, te darás cuenta que hay momentos en los que puedes darlo todo y momentos en los que hay que descansar. Porque no es una cuestión de resistir, es fluir. Es disfrutar para mantener la ilusión, porque disfrutar es un verbo que nuestro cuerpo y cerebro necesitan para conseguir mejores resultados. Ana nos ha hablado de alto rendimiento cerebral, donde nuestro cerebro es como una radio que puede sintonizar distintas emisoras. Dependiendo de su capacidad de sintonizar frecuencias como la de dormir, la de seguridad o la de concentrarse, te va a ayudar a pasar de unos estados a otros, dependiendo de tus necesidades. Eso sí, siendo muy eficiente y sintiendo mucha calma. porque tu cerebro es un órgano en construcción y puedes sorprenderle rompiendo automatismos, desarmándole, preguntándote, por ejemplo, por dónde voy para enseñar nuevas conexiones y generar hábitos cerebrales. Nos ha explicado que la atención es la atención sostenida sobre algo, es bajar el volumen de los estímulos que nos rodean para así poder concentrarnos. Y entonces le pedimos un esfuerzo a nuestro cerebro y, ¿qué es lo que necesita para comenzar? Calma. Calma para que conecte el córtex prefrontal. Para ello, llévale de manera paulatina a la concentración, porque el cerebro tarda una medida entre cinco y ocho minutos en conseguirla. Cuando estés ahí, crea una burbuja que te permita, con tu buena música, tu vela, tu té caliente, hacerle sentir que vas a entrar en ese estado. Y antes, haz un barrido por el lugar en el que estás. Nombra aquello que te rodea para que entre en esa capacidad de atención más cerrada y de una manera amable. Acótale, poniéndole esos plazos en los que vas a decirle. Durante este tiempo, nos vamos a concentrar. Y el desconcentrarte con desenfoque también es muy sano, porque es dejarle vagar de manera libre por el mundo de las ideas, y tu cerebro te premiará con nuevas ideas y capacidad de concentración. Recuerda que casi todo es más simple de lo que pensamos y confía en tu intuición y elige siempre la pasión. Ana, muchas gracias por sorprender a nuestros cerebros, por cuidarlos y alejarlos de ese límite, viendo que hay más opciones y que con nuestro maletín emocional, quitando miedo e implantando seguridad, tenemos esas alas para seguir desarrollando nuestros cerebros. Muchísimas gracias.
Ana: Muchísimas gracias a vosotros, Quique. Estoy sorprendidísima con el resumen maravilloso que has hecho no sé en qué minuto. Tienes una gran habilidad cerebral y, Jeroen, muchísimas gracias. Ha sido un placer estar con vosotros.
Outro: Muchas gracias por escuchar el Podcast de KENSO. Si te ha gustado, te agradeceríamos que te suscribas al podcast, lo compartas en tus redes sociales o dejes tu reseña de 5 estrellas para ayudarnos a llegar a más oyentes. Y si quieres conocer más sobre KENSO y cómo podemos acompañarte a ti, tu equipo o tu organización en el camino hacia la efectividad personal, puedes visitar nuestra web, KENSO.es. Te esperamos la semana que viene en el próximo episodio del Podcast de KENSO. donde Quique y Jeroen buscarán más pistas sobre cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Y hasta entonces, ahora es un buen momento para poner en práctica un nuevo hábito KENSO.
Quique: La mente realmente brillante es la mente libre. Nos escuchamos pronto.