El poder de la música con Luis Merino

Luis Merino

Episodio 357

¿Cuántas veces has sentido cómo una canción contiene el poder de detenerte en seco y transportarte al instante a un momento especial de tu pasado?

Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde descubrirás el hilo invisible que conecta nuestras emociones más profundas con la música de la mano de Luis Merino.

Luis es mucho más que una de las figuras más influyentes de la industria musical española, es un verdadero arquitecto de emociones colectivas.

Como director de los 40 Principales y de todas las cadenas musicales del grupo Prisa, no sólo decidía qué canciones sonarían en millones de hogares, sino qué melodías se convertirían en la banda sonora de primeros besos, viajes inolvidables o veranos que jamás olvidaríamos.

¿Te atreves a descubrir cómo una pasión por la música puede convertirse en el poder de moldear el panorama cultural de todo un país?

 

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Índice de la entrevista

  • 06:48 Pasión musical y éxito profesional

  • 12:33 Logro musical y solidaridad

  • 18:33 La música: fuente de emociones

  • 27:02 Inspiración musical entre Madrid y Londres

  • 28:20 Gran musical en fallas Valencianas

  • 35:35 Confusión en concierto de Elton John

  • 40:38 Desafíos de la evolución musical

  • 49:01 Pasión por innovar en mi trabajo

  • 50:29 Amistades sinceras en la industria

  • 58:19 Reflejo y legado familiar

  • 1:00:35 Cuestionario KENSO

  • 1:08:20 Resumen y despedidas

 
Traza tu camino y defiéndelo con temple y pasión.
 

Recursos mencionados

 
  • Aviso: el transcriptor a veces no nos entiende, pero vosotros seguro que sí.
    Disculpa, si lees algún error en la transcripción.

    Quique:

    ¿Cuántas veces has sentido cómo una canción contiene el poder de detenerte en seco y transportarte al instante a un momento especial de tu pasado? Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde descubrirás el hilo invisible que conecta nuestras emociones más profundas con la música de la mano de Luis Merino.

    Luis es mucho más que una de las figuras más influyentes de la industria musical española, es un verdadero arquitecto de emociones colectivas.

    Como director de los 40 Principales y de todas las cadenas musicales del grupo Prisa, no sólo decidía qué canciones sonarían en millones de hogares, sino qué melodías se convertirían en la banda sonora de primeros besos, viajes inolvidables o veranos que jamás olvidaríamos. ¿Te atreves a descubrir cómo una pasión por la música puede convertirse en el poder de moldear el panorama cultural de todo un país?

    Bienvenidos a un nuevo episodio de KENSO, el podcast donde descubrirás cómo vivir la efectividad para ser más feliz

    Soy Quique Gonzalo, aprendiz en entender que la música es mucho más que sonido, es el puente invisible que conecta nuestras emociones con momentos inolvidables.

    Bienvenido, presidente.

    Luis Merino:

    Bienvenido, bien hallado, vicepresidente.

    Quique:

    Vicepresidente, porque hoy tengo la suerte de compartir episodios y John, y sobre todo una gran conversación con alguien que es más que un gran profesional, sobre todo para mí es un muy cercano, amigo a todos los niveles. Amén. Luis Merino, Luis Merino.

    Luis Merino:

    Salís de de compartir este trato contigo, con Santa Luz.

    Quique:

    Vamos a ir a a hablar de música, vamos a ir a hablar de cómo se ha llegado a determinados objetivos musicales, por qué parte de lo que estamos escuchando hoy en día tiene mucho que ver contigo, y cómo has conseguido también todo eso a nivel empresarial. Porque ya no es solo encontrar la música, sino hacerla sonar. Así que vamos a hacer sonar música, y a mí me gustaría que compartieras esa anécdota de cómo desde que eras muy pequeño ya reconocías los discos de de Brahms.

    Luis Merino:

    En casa siempre hubo música, y yo tuve la la mala suerte de coger la polio, que entonces no había no había vacunas. Entonces, me pasaba el día tiraba ahí en el suelo intentando coger unos juguetes que me ponían lejos para que me esforzase. Normalmente te cabreaba allá de de pequeño, ¿no? Y el médico, el doctor Audera, aconsejó poner un ambiente de música agradable. En casa había, siempre hubo tocadiscos, yo siempre he visto tocadiscos en casa, y me ponían música clásica. Entonces, acabé sabiendo por el sonido, y me imagino que un poco por la portada quién era cada 1 con su opus correspondiente. Claro, para las visitas era decir, bueno, está paralítico pero es muy simpático, ¿no?

    Quique:

    Paralítico pero simpático, y yo creo que esos momentos definen la vida de una de una persona, sobre todo cuando puedes pasar por un momento vital tan importante como esa enfermedad. ¿Qué te quedó que consideras que a día de hoy sigue perteneciendo a ese niño de 2 años, a ese Luis?

    Luis Merino:

    Yo creo que hay 2 cosas que se que que aprendí en ese momento. 1 es a sobreponerse con el esfuerzo y 2, amar la música. O sea, yo creo que la banda sonora de mi vida es total. O sea, empecé de pequeño, luego seguí como aficionado escuchando lo que traían mis hermanos a casa, después empecé ya a comprar, luego me hice muy muy fan, y decidí en un momento dado que entre varias opciones para para pagarme la carrera, la más la que más me apetecía era meterme en la radio. Sin conocer prácticamente a nadie, me fui a hacer y ahí me Y a partir de ahí surge una una una signatura realmente muy divertida, muy divertida. Sí,

    Quique:

    porque vamos a retrotraernos. ¿Tú no te metes directo a la radio, tú empiezas otra carrera bastante distinta del ámbito musical.

    Luis Merino:

    Yo empiezo medicina y con tuve alguna discusión con mi padre por si me podía llevar los discos o no a Valencia, yo vivíamos en Alicante. Entonces, mi padre me vino a decir, tú vas a Valencia a estudiar, tú no te llevas los discos. Bueno, dije, los discos son míos, dice, sí, pero los calzoncillos que llevas son míos. Entonces, elige. Bueno, no pasó nada. Llegué al Colegio Mayor, y entonces monté un club de música, pusimos cada 1 100 pesetas, y yo compré 40 discos, 40 LPs, para que cada 1 se grabara los que quiera y tuviera su club de música. O sea que ante la ante la el problema siempre hay que buscar una solución. ¿Y de

    Quique:

    ese futuro médico a ese futuro director de los 40?

    Luis Merino:

    Muy fácil, hay que ser honrado. Yo no sé como médico cómo hubiera sido, seguro que hubiera, me hubiera cargado a alguien, de hecho siempre me ha sabido mal cuando cuando en la radio alguien le daba un jamacuco, te llamaban a ti para que lo atendieras. Y dije, no, no, por favor, o sea, llamar al Samur. O sea, no no me fastidiéis, o sea, porque luego se te mueren y te da una pena tremenda.

    Quique:

    ¿Cuál es esa parte que tú dices, en un momento de mi vida determinado, digo, doy el salto y me meto a la radio. ¿Cómo es ese momento en el que llega a

    Luis Merino:

    ser algo paulatino? Es algo paulatino. Yo me meto en la radio y estamos con Franco vivo. O sea, ya sé de esto 50 años, ¿no? Prácticamente. Sí, 50 hará ahora, en este mes. Entonces, yo empiezo a hacer mi radio. De hecho, recuerdo, me me me hicieron una especie de examen, encendían la FM para que yo hablara media hora para no grabar una no gastar una cinta. Entonces, el jefe, Vicente Rosvelda, me dijo, haz un programa sobre los 40 principales, porque ya la lista existía. Y al cabo de 15 días, yo decía todos los días un programa de media hora, y le digo, ¿qué tal ha estado, señor Rostar? Bien, bien.

    Luis Merino:

    Bueno, lo único que no has puesto ningún disco de los 40 principales. Le digo, bueno, es como se llamaba el programa. Dice, no lo sé, digo, alrededor de los 40 principales. Claro, yo había estrenado, había salido el Walls and bridges de John Lennon, y cosas cosas más de más de mi gusto que el de que el de la radio, que es una de las Entonces, cuando ya empiezas a funcionar bien, yo me hicieron jefe de programas en 5 años, o sea, el segundo cargo de la emisora, ya te tomas la carrera con mucha más tranquilidad, calma. Sobre todo, porque cuando terminamos la carrera tenías con guardias, ganabas 60000 pesetas, y esa cantidad la tenía bastante superada. Y además, estaba haciendo algo que me encantaba. O sea, creo que no es no es la música, es apostolado de la música. Cuando te gusta mucho la música, ahora la gente tiene redes sociales, y puede decirle a sus amigos, escucha tal disco, tal otro.

    Luis Merino:

    Entonces, no había eso. Entonces, la fórmula mejor para marcar tu territorio musical y mostrar lo que creías que era fantástico, era meterse en la radio. Y Luis,

    Quique:

    para llegar en esa carrera meteórica, 5 años tan rápido a jefe de programas, entiendo que habría otras personas a tu alrededor también, intentando llegar a esa situación, ¿en qué marcabas la diferencia?

    Luis Merino:

    1 en la innovación y otra en la dedicación. Yo creo que ahora a mí me llama mucho la atención, la gente dice, yo quiero calidad de vida. Creo que en mi generación se miraba mucho más progresar, asegurar el tu territorio familiar a base de una buena colocación. Tampoco era tampoco creas que se ganaba mucho dinero, pero sí la dedicación, la innovación, el investigar, sacar cosas nuevas, batir récords, era la clave. Entonces, claro, mientras otros dormían, tú zumbabas. Ajá.

    Quique:

    ¿Y cuál ha sido en esa época para ti el mayor ejemplo de decir, lo he conseguido? Este grupo que no está siendo tan conocido o este artista o este estilo de música está inflando las artes.

    Luis Merino:

    A mí me marcan Hay 2 cosas que a mí me marcan de forma profesional. Una es descubrir a Mecano.

    Quique:

    Espera, ¿lo le ponemos en silencio?

    Luis Merino:

    Luigi, estoy grabando. La paga del calentador es para hablarnos. Sí. Nada más, ¿no? Nada más, hijo. Hasta ahora. Sí, espera, pero yo creí que lo había puesto en silencio. ¿Lo ponemos

    Quique:

    o lo pones ustedes a ellos?

    Luis Merino:

    No, desde aquí no lo puedo.

    Quique:

    Por la pregunta es fácil,

    Luis Merino:

    ¿sabes? Sí, sí, sí. Joder, macho. Dime Luigi. ¿Estás muy duro el normal? No, no, no, no, no. Es el el pulsador que hay a la derecha. Sí, abre el abre el armario del del calentador. Y verás una una llave gris que pone con y des. ¿Vale? Un enchufe y una llave, ¿lo ves? No hay que tocar nada más, ¿vale?

    Quique:

    Vale. Cuando vosotros me digáis chicos. Hablabas de innovación, de dedicación. Para ti, ¿cuáles fueron los grandes hitos que marcaron estas 2 palabras en esa etapa?

    Luis Merino:

    En en esa etapa primera, hay 2 cosas claves en en esta carrera. Una es descubrir a Mecano, que fue, no no es fortuito, o sea, yo he estado escuchando semanalmente más de 200 discos, las 200 novedades que más o menos te presentaban las compañías para elegir entre esas, cuál Por dios. Luis, dime. Luis.

    Quique:

    Repetimos desde la pregunta otra vez. Sí. Vale. Cuando vosotros me digáis, chicos.

    Luis Merino:

    Cuando quieras.

    Quique:

    De esos 2 momentos que hablabas de esas palabras de tan importantes dedicación e innovación para ti, ¿cuáles son los grandes hitos en ese momento que vivías?

    Luis Merino:

    En el momento inicial, que fue quizá lo que más ayudó a señalar, fue, en este orden, primero descubrir a Mecano, Yo escuchaba del orden de 200 singles todas las semanas, la verdad es que no hacía falta. Con 30 segundos ya sabes si puede haber interés o no. Hacías un montón luego de de los que había que escuchar enteros y los que no, no hacía falta. Entonces, yo recuerdo que Mecano lo escuchamos, estaba bien, pero un día pasando por Madrid, camino de una semana de vacaciones, que es lo más que cogía aquella época, iba hacia Galicia y escucho a una locutora, una disc-jockey, Rosa Chávez, presentando a Mecano. Y yo me quedo me quedo enganchado de la canción. Ya la conocía, pero la chispa te salta en el momento más adecuado. Y le encontré similitud a un grupo que utilizaba Jaime Darmiñan para las sintonías de televisión, que se llamaba Vallinica Doble. Tenían algo que ver con eso, y encima con un patrón techno, que era lo que realmente funcionaba.

    Luis Merino:

    Total que cuando llego a Valencia, le digo, yo lo tenía muy bien montado, al del el de El Corte Inglés compraba los discos que yo ponía, porque era lo que le pedía a la gente. Entonces, le dije, carga Mecano, que vamos a hacer una operación especial con ellos. Lo metí 2 semanas de rojo, que era la máxima radiación. Hablé con ellos, les dije, tendréis que venir a hacer una entrevista y una actuación gratuita para los oyentes de Radio Mediterráneo, para acabar esta esta operación, ellos encantados, encantados. Entonces, yo hablé con la gente de CBS, que era la compañía, y les pregunté que qué tal va Mecano con esto, y dice, bueno, pues, les vamos a dar la carta de libertad, porque no ha funcionado, hemos vendido 4500 discos. Y le pregunté a José María Cámara, que era entonces director de marketing, ¿me puedes decir cuántos son en Valencia? A los 2 días, porque él no estaba tan informatizado como como ahora, me llama y me dice, ¿qué habéis hecho con el Mecano? No, la pregunta era mía, ¿cuánto se ha vendido en Valencia? De los 4500 que había vendido en España, 4000 eran en Valencia. Entonces, no es que les dieran la carta de libertad, es que les ponen a grabar un LP de forma inmediata. Entonces, lo primero que me ofrece Mecano es ser su manager.

    Luis Merino:

    Es decir, ¿cómo? Entender que no que no puedo, yo tengo una familia y tal, no, o sea, no me puedo dedicar a a ser manager, porque además tampoco me ha gustado nunca ser manager. Entonces, esa fue la primera que te pone, logré una cosa que era hablar con Rafael Revert, porque cuando un disco salía de los 40 principales, no volvía a entrar nunca más. Y yo le dije, las excepciones están hechas para las ocasiones. Esto hay que volverlo a meter, porque este grupo será nuestro, no será de nadie más. Y volvió a entrar en los 40, fue número 1, y cuando en noviembre, diciembre, le hacemos un concierto para presentar el disco en la rotonda del Palace de Madrid, yo les doy su primer disco de de platino por 100000 copias vendidas antes de salir el disco, en preventa. Ese fue 1 de los hitos y el otro fue con la la primera riada gorda que yo viví, creo que fue en el 83, me parece que, en realidad, no me acuerdo bien. Montar yo solo un festival para sacar fondos para para las damnificados. Nadie cobró nada, ningún artista cobró nada, ningún portero cobró nada, el Valencia cedió, y todo fue una gestión absolutamente personal, porque me dijeron, hazlo tú como como cosa tuya.

    Luis Merino:

    Me ayudó Rever en Madrid, con algún artista, pero, bueno, aquel día recuerdo que después de ver a a Mecano, a Miguel Bosé, a Miguel Ríos, a a Victoriana, y a Serrat, que casi cierra Serrat, cuando ya te las fuerzas te flaquean, te echas a llorar. Porque dices, bueno, esto es la energía, esto es lo que es capaz alguien de hacer solo. Y bueno, pues sí, fueron, yo creo que 2 hitos, hubo otro en aquella época muy interesante, que fue montar la primera convención de de de fans europea, de Beatles fans. Y, bueno, vino gente de toda Europa, tal, y palmamos muy poco y dimos, creo que costaba, no recuerdo ahora, pero podía ser 600 pesetas, o algo así, la inscripción, la bolsa que de de ítems que se da, hoy no la encuentras por menos de 9000 en los mercados de coleccionistas. Conseguimos todo lo que había de nosotros sobre los Conseguimos todo lo que había de nosotros sobre los Beatles, todos los vídeos, todos los discos, se reprodujeron los trajes, fue una conversación realmente una locura también. Entonces, bueno, en Valencia hacer esas cosas, cuando la Ser no existía como como música. Había 2 cadenas, que eran la COPE y Radio Cadena Española. Pues, para para ganar lo establecido hay que salirse fuera de los carriles.

    Luis Merino:

    Crear una línea propia y matar.

    Quique:

    Dedicación, innovación, y algo que has dicho que para mí es fundamental, es emoción. Tú has vivido vivencias personales con 100000 de artistas que hablaremos hoy, desde Paul McCartney, Elton John, Meccano que mencionabas, ¿cuál ha sido el momento más mágico que te ha transmitido a la música?

    Luis Merino:

    Bueno, el más mágico, hay hay muchos días de momentos mágicos. Cuando vas escuchando algo, y de repente te percatas de algo nuevo que no habías oído porque la tecnología sigue avanzando. O sea, yo creo que que hay multitud de canciones que te pueden elevar a lo más alto. Y eso pasa, yo te diría, si no cada día, 2 o 3 veces por semana, cuando descubres algo nuevo que te gusta, yo soy muy repetitivo. O sea, necesito oír una canción o un disco 4 o 5 veces para poder saborearlo, para poder aprendérmelo, y y para mí son momentos álgidos. Profesionalmente, quizá la más lo más representativo fue venir a a entrevistar a Paul McCartney cuando él vino a inaugurar el estudio de los 40 principales en en Madrid. Era, pues era un sueño, vamos, o sea, al tío que has admirado a tu vida, viene a España y te llama a ti para que lo entrevistes. O sea, pues, mágico, ¿no? Lo siguiente.

    Quique:

    En este libro maravilloso, cuando la música era redonda, que yo lo llevaré siempre en mi vida, porque yo leía las galeradas el día que mi mujer estaba dando a luz.

    Luis Merino:

    Sí, señor.

    Quique:

    Literalmente. Hablas de muchas de estas

    Luis Merino:

    Y no solo eso, que tuviste la paciencia, que yo me me dejaste asombrado, de sacar el listado de todas las canciones y hacer una lista, creo que en Spotify, con con la secuencia de las canciones tal y como iban apareciendo en el libro.

    Quique:

    Sí, sí, sí, porque para mí la música, las canciones cuentan historias, y en en el caso de este libro, ves una transición importante en el mismo. Hay para mí algo que es esencial, y es que tú has vivido la música desde los 2 lados de la barrera. Ajá. No conozco a nadie que tenga una colección de los Beatles como la tienes tú, y al mismo tiempo has estado entrevistando a Paul McCartney. Esos 2 personajes, esas 2 personas, ¿cómo pueden convivir en el día a día?

    Luis Merino:

    Es la misma persona. Es es, perdón por la comparación, cuando decían en el catecismo, la Santísima Trinidad son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, 3 personas distintas y un solo Dios verdadero. Yo creo que tenemos facetas cada 1. Yo cuando trabajaba en la radio, no escuchaba la música como ahora. La escuchaba pensando en qué segmentos tenía de audiencia, y cómo poder satisfacerlos y descubrirles cosas. Y esa es una forma de oír la música, otra es disfrutarla, que es más lo que hago ahora. Entonces, bueno, la música es es es una una fuente de emociones, y lo más importante para mí de todo esto es comunicarle a la gente la pasión que tú sientes por algo. Porque la disposición de escucha de un de un oyente, cuando un discjockey le dice, escúchate esto que es fantástico, fantástico, se le abren las orejas, y deja de oír y pasa a escuchar.

    Luis Merino:

    Por eso, en la formación de la gente y en el en los equipos de la radio, yo siempre he peleado porque no se puede ser director, o sea, la guerra la tienes con los de fuera. Para los de dentro eres un entrenador, y tienen que saber por qué jugamos así, por qué se pone este disco, ¿cuáles son las características? ¿Qué es lo que hay que decirle al oyente? Porque si está convencido, no hay barrera, y si él no está convencido, ¿cómo va a convencer a alguien que está al otro lado de un de un altavoz?

    Quique:

    Hablabas de los disc-jockeys que para mí han vivido y son parte fundamental de la música. De hecho, hablabas antes de la convención de los Beatles que generasteis, si no recuerdo mal, Joaquín Lucky. Sí. Estaba ahí presente. Los disc-jockeys habéis tenido un superpoder, en el sentido de captar algo antes de los demás y poder transmitirlo. Ahora mismo, los disc jockey actuales tienen esa capacidad que teníais hace años? Porque antes hace años sí que hacíais un apostolado y yo confiaba

    Luis Merino:

    Vamos a y

    Quique:

    lo que me

    Luis Merino:

    mandaron subir el piso. Venga. Vamos a vamos a subir al quinto. Cuando sale la la frecuencia modulada, ¿por qué se elige la la música para meterla ahí? Los radiofonistas no creían en en la música. Porque era la fórmula más barata de rellenar horario y mantener una licencia. ¿Qué gente cogían locos por la música? Que transmitían esa pasión. Conforme el modelo de empresa se estabiliza, y pasa a ser la vaca gorda de la radiodifusión, que que mantiene a la radio hablada, durante muchos años, la radio musical es la que ha permitido que las grandes figuras abrasen en la onda media, pero conforme se hace ese bloque granítico, empieza a ser mucho más importante la facturación. Cuando los gestores, administradores entran en ese tipo de empresas, hay que abaratar costes, y van siempre a lo mismo, a obrerizar al creador.

    Luis Merino:

    Y si obrerizas al creador, te la has cargado, porque la radio musical y o la comunicación es prescripción y pasión en lo que tú estás diciendo. Y eso no puede ser obrero. Puedes no ganar mucho dinero, pero no puede ser obrero.

    Quique:

    Pero antes había una cercanía entre el disc-jockey y los artistas.

    Luis Merino:

    Entre la audiencia. O sea, una vez Iñaki, hablando en la presentación de un libro que yo edité

    Quique:

    Dan Gabilondo, ¿no?

    Luis Merino:

    Sí, Iñaki Gabilondo. Decía, Joaquín era el pilar de puente que une el artista con el oyente, porque Joaquín le con el oyente, porque Joaquín le contaba a la gente lo que el fan quería escuchar de su Bon Jovi, de su Duncan Du, o del que fuera. Entonces, es era magia, Pero, es más, yo recuerdo en Valencia, cuando yo hacía la noche, la gente te llamaba para para decir, para preguntarte si un médico era bueno o malo. O sea, no había Google. Pero el teléfono, el 9 1 54 80 11, no, 9 6 3 9 6 3 50 11, de de Radio Valenciana, la gente se lo sabía, porque llamaba para votar, para participar, para concursar, para lo que fuera. Y entonces, cuando tenían duda de si algo era bueno o malo, llamaban a la radio, o sea, ese era el poder que tenía la radio entonces. La radio entonces era mucho más radio que ahora. Era, yo recuerdo que se decía, la radio es formación, información, y entretenimiento.

    Luis Merino:

    Hoy ya es información, o sea, el hecho de que la mayoría de de de radiofonistas salgan de una escuela de periodismo, digamos que formatea el el medio de otra manera de lo que antes era. O sea, antes tenías al lado de Iñaki Gabilondo, a Joaquín Prat o a Pepe D'Amigo Castaño, que eran absolutamente lo contrario. Pero esa mezcla hacía del medio, creo, algo mucho más atractivo.

    Quique:

    Ajá. De hecho, es interesante porque ahora, por ejemplo, los 40 han recuperado a Fernandisco

    Luis Merino:

    Claro.

    Quique:

    Que a su vez ha incorporado a un DJ Ok, mucho más joven, pero también apasionado, intentando volver a transmitir esa pasión de verdad por la música.

    Luis Merino:

    La única fórmula de de que, vamos a verlo, para mí la radio no es el transistor. La radio yo siempre peleé porque me decían que que estaba un poco zumbado. Ya algún día se sumarán las audiencias de Internet, se sumarán las audiencias de la TDT, y lo importante es hacer un producto independientemente de la línea por la que le llega al al al individuo. Hoy, en ese tránsito, mucha parte de de la prescripción de la comunicación, de la cercanía de la radio, se ha perdido. ¿Qué tiene que hacer la radio? Volver a recuperar sus señas de identidad. Sin sus señas de identidad no hay forma de pelear contra la tecnología. Si yo en Apple Music no me gusta una canción de la playlist, le doy al siguiente y encima le digo que no me cae bien, ese tío ya no me vuelve a aparecer. La radio no tiene esas facilidades.

    Luis Merino:

    Luego, si has generado una marca, la marca tiene que ser un sello de confianza, y el sello de confianza se basa en la comunicación y la prescripción. El algoritmo nunca te va a sorprender.

    Quique:

    Esa comunicación y esa prescripción es lo que nos hablabas antes, que había pasado en hitos, como el descubrimiento de Mecano, un grupo a punto de desaparecer y de disolverse, ya no solo de darle carta blanca, sino de de disolverse entre ellos. La hablabas también con el festival de de las riadas y poner en común y que pudieran participar de manera libre y sin pagar a todos esos artistas, ¿es eso lo que te trae a Madrid a esta quinta planta de la que hablabas ahora?

    Luis Merino:

    Bueno, me trae a Madrid. Yo siempre he sido muy inquieto. Yo venía a Madrid todos los martes a a votar los discos que y realmente, pero cogí Radio Valencia con una emisora pagada y la llegamos a tener con la misma audiencia que en Madrid. Luego, además, siempre yo en aquella época viajabas mucho. Yo cada 2 semanas estaba en Londres viendo grupos nuevos y y siempre me he fijado en en, ellos iban por delante, Los ingleses, sobre todo en el pop y en el rock han sido Entonces, muchas de las cosas gordas que se han hecho aquí, están inspiradas en esas ideas. O sea, cuando yo hacemos el 25 aniversario de 40 principales, yo propongo hacerlo en Madrid, Barcelona. Que no era otra cosa que el Ley Bay de Washington y tal, y al final Mecano y Miguel Bosé van a Sarriar. Pero claro, o sea, eso profesionalmente te marca, y te ofrece una salida mucho más interesante.

    Luis Merino:

    Entonces, a mí se me ocurrió que en en fallas no había conciertos, y le pedí al ayuntamiento que me dejara el cauce del río. Hicimos un primer gran musical sin con 0 dinero. Y yo fui allí a las 10 de la mañana, empezaba a las 12 del domingo, y empiezo a ver que llega gente, mucha gente, mucha gente, y acabaron más de 100000 personas, sin seguridad. Ahora lo pienso y se me ponen los pelos como escarpias, sin sonido suficiente. Pero claro, el gran musical había reunido a 100000 personas en Valencia. Y a partir de ahí, todos los años, había gran música, porque lo incorporó la ciudad como un elemento clave de música en el programa, que no fuera música de bandas. Entonces, el, yo creo que vengo a Madrid por por la una es por porque eres, tienes buen olfato, y 2 por una forma de trabajar muy rigurosa. O nunca he guardado para mí lo que sé hacer.

    Luis Merino:

    Yo para para hacer un gran musical utilizaba casi empíricamente una una hoja nueva de cálculo, porque no teníamos ordenadores. Seguridad, Cruz Roja, permisos, todo eso, cómo se, cómo tiene que ser el el el escenario, Todo eso lo plasmaba en documentos para que cuando un tío tuviera que hacer 1 en Gijón, tuviera cosas que ir tachando. Y entonces salían todos bien. Entonces, bueno, pues es, yo creo que fue una un poco de de cambio de de paradigma en el back office de la radio. Entonces, era todo muy muy alivitum. Dije, no, no, no, está, tiene que llevar un método. Las cosas tienen un método. Y si se dice que hay fórmula de tal hora a tal hora, hay fórmula de tal hora, tal hora, y el niño no va a poner lo que le dé la gana, va a poner lo que lo que digamos, y va a saber por qué lo pone.

    Luis Merino:

    Ajá. Pero no va a ser lo que quiera. Hay un plano. Yo tengo una premisa, que es que la radio musical trabaja con ladrillos que no son suyos? Son los los ladrillos son de las compañías de discos o de los artistas ahora, y tú lo que haces es hacer un diseño y o te sale una catedral o te sale un churro. Entonces, los que hacen la catedral tienen que saber que no pueden poner ladrillos como quieran.

    Quique:

    ¿Y cómo ha cambiado esa relación con los artistas? De la que tú has vivido a la que

    Luis Merino:

    Pues ha cambiado todo tantísimo, tantísimo. En, hay un dato que es fundamental. Una barrera este que está en el año 2000. Hasta el año 2000 se gana mucho dinero con los discos. Tanto es así que las compañías de discos, el management de los artistas prescinden de él, se lo regalan a los mejores managers que hubiese en cada momento, al o al manager más adecuado. Pero donde estaba el grueso de la facturación, era en derechos fonográficos y derechos editoriales. Con la aparición de la piratería, el disco pierde valor. O sea, lo que vendías por 22 euros en una tienda, porque había que proratear los costes de grabación, los costes de marketing, los músicos y tal, te lo vendían por 3 euros en un top manta.

    Luis Merino:

    Después aparece el sistema peer to peer de Napster, y después las plataformas. Entonces, ¿qué ha pasado? De lo que un artista ganaba con los discos o la autoría, a la actualidad, no tiene nada que ver. Entonces, para que te hagas una idea, cuando Apple Music empieza a hablar de Download, que cuesta un euro la canción, a un autor le llegan 7 céntimos de ese euro, al que la ha compuesto. Hoy, para ganar 7 céntimos, un tío tiene que tener 600 place en Spotify o 400 en YouTube. Ya me encontrarás cómo se puede vivir, con eso, imposible. Solo hay una trancha de muy poca gente que saca mucho dinero de las plataformas. Luego hay que volcarse al en el directo, de forma que han conseguido que el disco sea simplemente, o la o la o la obra sea un pretexto para hacer una nueva gira. En la que no le piden lo del nuevo disco, le piden lo de toda la vida.

    Luis Merino:

    Entonces, realmente, parte del problema que tenemos hoy, cual dicen, es que ya no es lo mismo esto, efectivamente, no es lo mismo, porque lo de fuera tampoco es lo mismo.

    Quique:

    Ajá, ni las necesidades, está claro. En el tema de los conciertos, ¿cuál ha sido la experiencia que tú ya has tenido de un momento memorable de todos los 100000 a los que has podido asistir?

    Luis Merino:

    Bueno, yo sí, vamos a ver, yo he sido muy fan de mis artistas. Entonces, a Pink Floyd los he visto más de 30 veces. Quizá hay 2 conciertos de Pink Floyd que no podré olvidar que los tengo grabados aquí. 1 es en el patio de armas de Versalles, para 15000 personas, que luego nos dio la cena Maxims, y otro, ver a Pink Floyd flotando en la Bahía de San Marcos desde el Danielly mientras cenas. O sea

    Quique:

    Bueno, cuenta cuenta quién te dejó entrar a ese concierto, por favor.

    Luis Merino:

    Bueno, ya me me consiguieron las entradas para verlo desde el Danielly. Entonces, la la azafata de turno, digo, mire, tiene que haber 2 invitaciones a nombre de Luis Merino. No está aquí. Mire, vamos a ver. Recuerdo la fecha, 15 de julio del 89. Mire usted, era mi cumpleaños. Señorita, vaya usted, mírelo bien, por favor, no, que no está. Y en ese momento entra Battiato, que era muy amigo mío, porque él entra en España con el centro de gravedad permanente por cabezonería mía, porque era, Battiato era un tipo excepcional, excepcional.

    Luis Merino:

    Y Lady, digo, que que no me dejan entrar, dice, este señor y esta señorita son invitados míos. Y y tal, y entonces me fui a ver el listado de invitados, y era la la otra había la r y la I de Merino, lo había convertido en u, y ponía Luis me 1. Esas, digamos, de de, bueno, de Elton hay conciertos, Elton John y Billy Joel, en Orlando. Otro día que fui convencía a varios amigos para ir a verlo a Wembley, y fue en un momento de de que Billy Joel él estaba muy tocado por temas personales, y ese día no tocó, y salió Elton y y dijo, bueno, el evidentemente el que no, Billy Joel no va a poder tocar, el que no quiera quedarse, pues le devolverán la entrada, pero que sepan que yo voy a tocar mi concierto y todas las canciones de Billy Joel. Vale. Otro fue, sin duda, Live Aid, o sea, Live Aid fue, o sea, te quedabas loco, te quedabas loco. El el modelo de producción era brutal, y claro, la misma tarde ves a los Who, ves a Bowie, ves a Queen, ves a Paul McCartney, ves a Phil Collins. Otro concierto impresionante fue el de Network Concert.

    Luis Merino:

    O sea, ayer no no puede ser, o sea, no puede ser que estés viendo tocar juntos con formando una banda a Mac Knofler, a Elton John, al a los chicos de la banda de Phil Collins, a Eric Clapton, todos tocando sus canciones 1 detrás de otro. Y para terminar, Paul McCartney y Pink Floyd. Primero habían estado Tears For Fears, Cliff Richard. Es, yo creo que Inglaterra, de los últimos me gusta mucho, por ejemplo, es muy divertido, muy bueno, Robbie Williams, cómo cómo lleva el performance, es un tipo, es un artista fantástico.

    Quique:

    Te voy a proponer un reto imaginativo.

    Luis Merino:

    A ver.

    Quique:

    Móntame una banda, cantante, 2 guitarristas, un bajista, si quieres alguien al teclado, y un batería.

    Luis Merino:

    Cogete el concierto para Montserrat. Existe esa banda. Tienes a Elton John en el piano, McCartney en el bajo. Es, no, McCartney, McCartney en otro piano, y en guitarra. Tienes a Sting en el contrabajo, a Eric Clapton en la guitarra, Mark Knopfler en la guitarra, Carl Perkins y el de la Electric Light Orquesta Jeff Linn en la acústica. Está grabado,

    Quique:

    Maravilla de supergrupo, sí, maravilla de supergrupo. Una de las cosas que para mí siempre me llama mucho la atención es el entender cuáles son los patrones detrás de los artistas que de verdad llegan y se mantienen. No solo llegar, porque a veces llegar puede ser complicado, pero mantenerse gente como Paul McCartney, como Elton John, o gente más joven que les ves que van sacando discos como Robbie

    Luis Merino:

    Son 2 vías. Son 2 vías. La imaginación y el trabajo son tuyos. Y luego tienes que estar siempre rodeado de lo mejor. O sea, McCartney tiene un equipo trabajando para él, que es más importante que la compañía de discos suya. Que va diseñando cada cosa que se hace, que va aprovechando los viejos materiales, que hace que eso permanezca siempre vivo. Entonces, primero, la imaginación hay que trabajarla. Una vez que has trabajado la imaginación, desarrollar con máxima calidad todo lo que puedes hacer, y luego rodearte de los mejores en digital, los mejores en en en diseño, y los mejores músicos que hayan.

    Luis Merino:

    O sea, ya deja de ser, digamos que el despegue es personal, el mantenimiento de los grandes es grandes equipos detrás.

    Quique:

    Luis, han sido muchos años, 100000 de artistas a los que has escuchado. ¿Quién se ha quedado en el camino que tú dijeras? Muchísimo. Esta persona, este grupo, este artista, merece la pena y no llegó a donde tú esperabas. Para poder retomarlo y poder escucharlo

    Luis Merino:

    Oye, porque coges, hay hay un sector que se llama One Hit Wonder, donde hay gente fantástica, pero se han dormido los laureles, o no han sabido evolucionar. O sea, el hecho de que la industria maltrate, en ocasiones, puede ser un una causa, pero no es la causa. O sea, yo hay un caso impresionante, para mí de los tíos más grandes que ha habido, como inicia su carrera en solitario, una carrera con el que empieza más orientado al rock, luego él madura y va más hacia las grandes baladas. La compañía no está de acuerdo con ese esa línea que está tomando, y está hablando el presidente de la compañía con el manager de George Michael, y le viene a decir algo así, lo que tienes que hacer es decirle a tu pupilo que deje de hacer el maricón de mierda, y que se dedique a grabar lo que tiene que grabar. Como era el primer álbum, Faith, y todo esto. Eso lo estaba escuchando George Michael. Y le dijo, tomó la palabra, dijo, jamás volveré a grabar con vosotros. Y tuvo un lío descomunal, pero el siguiente álbum fue Older, que era el asentamiento de su idea de cómo era la música.

    Luis Merino:

    Lo grabó con Virgin, ya no lo grabó con CBS. Al final, bueno, llegaron a un acuerdo, pero esto pudo durar igual 10 años. Es muy raro que eso ocurra. O sea, las compañías en aquel momento eran escuelas de artistas. O sea, te enseñaban, te buscaban los mejores músicos, los mejores arreglistas. Es verdad que ganaban mucho dinero con el que ganaban, porque de cada 10 funcionaba 1 o 2, y con los que perdían, perdían mucho dinero. Hay un hay una un ejemplo que yo me me me me emociona verlo, que es el de la Tamla Motown, que es un tío que decide aplicar el modelo de fabricación de coches a una compañía de discos, y monta en un chalet Hillsville, en Detroit. Entonces, tiene los compositores, los que enseñan a cantar, los que enseñan a bailar, y crea una compañía de discos que es una barbaridad a nivel mundial.

    Luis Merino:

    Con Smokey Robinson, componiéndole las canciones, y luego con Holland, no cierran Holland. O sea, es decir, hay muchas formas de de de de, pero todo eso se ha perdido, porque hoy las compañías, el artista ya puede subirse sus propias canciones, y de hecho el artista que ficha por una compañía, como aquel que dice vende su alma, le hacen un 3 60 y se quedan con los con los conciertos, con la editorial, con todo. Entonces, yo entiendo que un un tío como Maluma diga, paso de todo, yo soy la compañía. ¿Qué hago? Le doy los discos a a la que mejor me los pueda atar, pero porque los discos ya no son tan importantes. ¿Y cómo cambia el panorama musical? Muy clarísimo, ¿dónde está el dinero en los conciertos? ¿Cuál es la madre de todo el cordero? Live Nation. Live Nation es propietaria de artistas, de Madonna, de U2, de de los grandes artistas, y ceden los derechos de discos o de editorial a cambio de regalías muy altas.

    Quique:

    Tú has tenido 2 oportunidades de hacerte bastante rico, diría yo. Una, lo hablabas antes, representando a Mecano. ¿A cuánto de lo que acabas de comentar, cuál es la segunda?

    Luis Merino:

    La segunda pudo haber sido cuando me me ofrecieron ser presidente de de Sony. Sony España, con la idea de que luego me fuera a Latinoamérica. Estaba cerrado, Estaba cerrado, pero yo siempre he sido una persona muy leal a a la compañía en la que he trabajado, y yo les dije, en mi en mi compañía sabían que yo iba a ir a que estaba llamado por Tomy Mottola y les dije, si esto se hace bien, tiene que estar todo muy claro, pero yo le voy a decir a mi compañía que me voy. Entonces, aquello ocurrió el 11 S. Se retrasaron las cosas y el que era presidente de prisa me dijo, no, no te vas a ir. Te vamos a, claro, pues la la diferencia de salario era notable. Pero bueno, no me arrepiento nunca de ni incluso cuando salí de prisa. Creo que hay que saber aprender de todo, la vida es una serie de de eslabones, y hay unos más bonitos u otros menos bonitos, pero de todos aprendes y todos tienen un un enorme valor.

    Luis Merino:

    Incluso, te te hacen agilizar la imaginación hacia otro lado. Otra vez que también me ofrecieron, yo tengo un tengo muy pocos amigos, conozco a mucha gente, pero tengo muy pocos amigos en la en la, bueno, no, es verdad. Tengo buenos amigos, pero no mezclo casi nunca el negocio con con la amistad. Entonces, otro que me ofreció irme a trabajar para llevar todos sus negocios fue Emilio Estefan, en el año 90 y poco, por una pasta. Pero al final, yo creo que en mi modo de de ver las cosas, que ahora no se podría ver ya así, O sea, el dinero es gasolina. Yo no quiero tener mucha gasolina, quiero tener la que necesito, y no cambio de vida. No tengo grandes alaracas, entonces, prefiero hacer lo que me da la gana y ganar lo que necesito. Ajá.

    Luis Merino:

    Entonces, bueno, eso te marca en cómo en tus decisiones. O sea, cuando le digo a Sony que me quedo en prisa, me llama el pavo, el tal Paul Burger de Londres, quedé que se había retrasado, el de Human Resources de de Londres, y me me llama aquí, estaba en mi casa, y me dice Luis, te voy a hacer un, te voy a doblar la oferta, no puedes decir que no. Dije mira guapo, ya he dicho que no, y yo no tengo doble respuesta, o sea, ni aproveché para para para, no, o sea, si eres con perdón, si juegas con los valores esenciales, posiblemente acabes mal tú, no con el que estás jugando.

    Quique:

    ¿Y cuáles han sido esos valores esenciales que han marcado tu vida, ya no solo profesional?

    Luis Merino:

    El amor por mi trabajo, y el que en mi trabajo me dejasen hacer lo que yo lo que yo quería hacer. O sea, yo ha habido ha habido cosas que, yo cuando les les digo, hay que llevar, hay que, de los 40 principales, hay que hacer un estilo de vida. Yo quiero hacer una revista, quiero hacer un canal de televisión, quiero hacer una tarjeta de crédito, pero todo afín a los valores de la marca, porque las marcas, la gente habla de marcas y no sabe lo que dice. O sea, cuando tú tienes una marca, lo tiene, cuando quieres hacer algo así, tienes que extraer el ADN de la marca. Y depende de que en qué útero lo pongas, se desarrollará de una forma u otra, pero de acuerdo a esos valores esenciales. O sea, si en los 40 le llevas una tarjeta de crédito, tiene que tener ventajas para gente joven, es decir, descuento en libros, descuento en seguros de moto, descuentos en entradas de conciertos, para que tenga un un por qué. Entonces, cuando yo les decía, bueno, tira, echa para adelante. Entonces, me han dejado hacer, me han dejado ser intrépido.

    Luis Merino:

    Si no, no hubiera no hubiera estado tanto tiempo.

    Quique:

    ¿Y cuál es ese error del que te sientes más orgulloso que has cometido?

    Luis Merino:

    Del más orgulloso que me he cortado. Pues posiblemente sea de algo que te he dicho que tenía pocos. Tengo un rosario de amigos, de gente que ha trabajado conmigo, incluso gente que he tenido que despedir, artistas que no les he puesto discos cuando no había que ponérselos, pero como lo han entendido, siguen siendo amigos tuyos. Yo recuerdo un día, Julio Iglesias se enfadó muchísimo conmigo porque no le ponía una, desde Julio, que tú ya no estás para los 40, que y se enfadaba. Pero era así. Entonces, yo no voy a beneficiar un amigo mío para perjudicar a mi, no a mi empresa, al producto en el que creo, porque le haré un flaco favor a él, y yo me estaré mirando por dentro. Entonces, pero bueno, que tú llamas por teléfono a Miguel, a a Miguel Ríos, a todos, Alejandro, tal. Y y puedes hablar con ellos, meterles bronca, incluso, es decir, no me gusta lo que has hecho, o me parece excepcional.

    Luis Merino:

    O sea, ya no estoy metido en este terreno, bueno. Y sigue siendo por ellos un tipo que dice la verdad, que dice lo que piensa. Yo he habido artistas que les he dicho, te equivocas al largarte de tu oficina. ¿Por qué? Porque te llevan la contraria, y tú necesitas que te lleven la contraria. Igual que yo siempre he necesitado gente que me llevara la contraria, porque al final no se hacía lo que yo decía. Se hacía una mezcla de lo que yo decía mejorada por los que me llevaban la contraria. Pero eso sí, cuando salgas por esa puerta, tú que me has llevado la contraria, la idea que, la idea final es la misma para todos.

    Quique:

    Luis, ¿puedes tener más de 1000 discos? Seguro, ¿no?

    Luis Merino:

    Bueno, más de 1000 discos tengo en en en muchas habitaciones.

    Quique:

    Bien. Para alguien que está escuchando ahora mismo este podcast y le tuvieras que decir 5 pilares de 5 discos para escuchar, ¿cuál serían esos 5 discos que tú nos recomendarías?

    Luis Merino:

    5 es muy difícil, yo te voy a decir así, vote pronto, por por ejemplo. De los Beatles hay que conocer Abbey Road y Stg. Peppers. De Pink Floyd hay que escuchar la cara oculta de la luna, y Wish You Were Here. Y posiblemente algunas canciones más sueltas. Y si me aprietas hasta Division Bell, de Elton John, De Elton, es que tienes Goodbye Yellow Bric Road is es es una obra maestra, es que este tío tiene obras maestras por todos lados. De los Beach Boys, Pet Sounds, de George Michael Older, españoles, bienvenidos de de de Rock and Ríos, de de Miguel Ríos, del último de la fila, hay cosas importantísimas. Alejandro Sanz, más es un álbum bestial.

    Luis Merino:

    El el inicio de toda la conquista latinoamericana, el el el mercado común latino hispano, latam, que es Gloria Estefan. Muchos, muchos, por ejemplo, es que yo, por ejemplo, o sea, para mí, Tears for Fears es 1 de los grandes grupos de que que que la gente no conoce. De lo último, a mí me me encanta Steven Wilson, me gusta, bueno, Coldplay, es que la la música es es no no puedes, cuando dicen, dime 5 canciones, le digo, que no te puedo decir qué canciones, te puedo decir las 5 canciones que me gustarían ahora, que son distintas de las que hubiera te hubiera dicho anoche. Yo anoche me iba, salí a comprar, iba escuchando el Breakfast in America. Es que no es, esto esto no se ha superado. O sea, take a lot we home, all darling. Es que es impresionante, o sea, yo tenía para iba, este libro se llamó al final cuando la música era redonda, pero el el primer nombre que te que era la radio que me parió, y otro que era zumo de música, que es lo que yo le decía que cuando me mueras y exprime en el cerebro, lo que sale es zumo de más de 50000 canciones que están todas arriba, que, hombre, no te las podría cantar, pero pero te puedo decir qué va detrás de cada cosa.

    Quique:

    ¿Y alguien que haya sido tu último gran descubrimiento? El último

    Luis Merino:

    que, yo soy un poco friki. Cuando me gusta un disco compro el CD, compro el vinilo, y si hay audio también me lo compro. Del el último que que ha entrado en ese club de de Frikie Luis, es Steven Wilson. Interesantísimo. Grandísimo, grandísimo. Luis, una pregunta que

    Quique:

    te ha dejado nuestra última invitada, Grela Bravo, que quería hacerte y es, si tuvieras todo el tiempo del mundo, o si supieras que tu tiempo se acaba, ¿qué es lo que harías?

    Luis Merino:

    Son 2 supuestos. Si tuviera todo el tiempo del mundo, intentaría repetir lo que he vivido. Si sé que se acaba, posiblemente, me coja un Vega Sicilia, me ponga al Sargent Peppers con la las personas que que más quiero, y bye bye.

    Quique:

    Qué maravilla. Maravilla, Luis. ¿Qué te gustaría preguntarle al próximo invitado o invitada de este programa?

    Luis Merino:

    Pues algo que, y si no hubiese sido lo que eres, ¿qué te apetecería haber hecho?

    Quique:

    Grandísima pregunta, grandísima pregunta, y ahora terminamos con la parte final, pero eso sí, me gustaría antes, tengo una pregunta de un amigo tuyo que se llama Yago. Sí, hombre. Yago me dice

    Luis Merino:

    Es de los amigos más pequeños que tengo.

    Quique:

    Y más queridos, ¿verdad? De edad. De edad. Yago me pregunta que cómo te gustaría que te recordará cuando ya tenga conciencia dentro de unos años.

    Luis Merino:

    Pues, mira, como alguien que supo captar la simpatía que emanaba y que querer a un niño pequeño no es fácil, porque suelen ser muy coñazos. Mi mi padre decía, decían, ¿te gustan los niños? Decía, así sobre todo cuando lloran, porque así se los llevan. Entonces, estás viendo la conducción de las personalidades ancestrales suyas, las ves en efervescencia, y es muy gracioso. Porque estoy viendo el reflejo de 2 personas a las que conozco y a las que aprecio. Y seguro que él, bueno, pero si en realidad lo que me apetece es que digan, era buen tío. O sea, no me, de verdad que lo de la lo de los cuando cuando dicen, y con esas discotecas que tienes tú de tal, digo, que hagan lo que quieran, o sea, que hagan lo que quieran, si la quieren vender que la vendan, si la quieren, pero eso es un tema que está hecho para es un es un escenario de mi vida. Entonces, no voy a renunciar a él, pero volviendo al niño. Es una esperanza de futuro, porque creo que le estamos dejando un mundo que alguien nos tendría que llamar la atención.

    Luis Merino:

    Estamos dejando un mundo que es una seria vergüenza. O sea, con unos modelos sociales que no tienen sentido, con una ausencia de valores que no tiene sentido. Entonces, creo que la educación de los padres, de los educadores, es vital para hacer es el cambio que la sociedad necesita.

    Quique:

    Pues yo creo que te va a felicitar por esa palabra de esperanza, porque al final es lo que nos mueve y por todo el descubrimiento que siempre musicalmente nos vas abriendo, Luis. Amén. Para terminar, nuestras preguntas que hacemos a todos los a todos los invitados del podcast, ¿cuál es la regla de vida de Luis Merino?

    Luis Merino:

    En realidad, no, ya no tengo regla de vida. O sea, sí sé que ha sido la superación personal, la honestidad, el trabajo, la lealtad. No, o sea, no salirte de tu carril, del carril que tú te has trazado por nada del mundo. O sea, ni cantos de sirena ni cantos de de leches. Tú tienes que hacer tu camino, pero para eso tienes que pensar qué camino quieres hacer.

    Quique:

    Importantísimo. O

    Luis Merino:

    sea, yo a mí por por cómo van ido las cosas, te aseguro que me han invitado a sitios que mucha gente hubiese dado mucho dinero por estar ahí. No eran mi tema, me he ido.

    Quique:

    Luis, si tuvieras que compartir un solo aprendizaje de todo lo que has vivido hasta ahora, ¿cuál sería?

    Luis Merino:

    Mira, yo tenía un carácter bastante duro, bastante duro. No déspota, pero ahí en la línea, a veces, Cuando me cabreaba. Un día, un jefe mío, que se llama Del Cader, después de meterle a un tío una bronca de estas de muerte, porque se había dejado de dar una serie de cuñas del Banco Central, que o se daban esa tarde o no se daban, que suponía, imagínate, 6000000 de pesetas de la época, le cayó un viaje. Y Augusto me llamó aparte, me dijo vámonos a chicote a tomar un un algo. Y me dijo, mira, Luis, yo te voy a decir una cosa, tú tienes mucho arte, pero para el toreo hace falta 2 cosas, arte y temple, y tú temple no tienes. Y sin temple no hay figura. O sea, que yo te recomendaría 2 cosas, o te tratas el carácter o te los tirpas. Gran consejo.

    Luis Merino:

    Y ese día me, luego me explicó, y dice, despídelo, pero no chilles, porque pierdes la razón. Es verdad. Yo, este señor para mí ha sido un maestro de de maestros.

    Quique:

    Que la gente investigue, porque es maravillosa toda la historia que hay detrás. ¿Cómo se titularía tu biografía?

    Luis Merino:

    Yo creo que hay una, el final del libro dice que viene a decir en broma, que dios es injusto. Que no puede ser, injusto. Que no puede ser que unos lo pasen mal en la vida y otros hayan sido felices en el 99 por 100 de sus momentos. Yo creo que soy, he sido un tipo feliz.

    Quique:

    ¿Cuál es el libro que más

    Luis Merino:

    has regalado? Bueno, ahora este, ahora este, pero normalmente tienen que ver mucho con la música, y son enciclopedias que que que han ido variando con el

    Quique:

    tiempo. Esta creo que puedo saber la respuesta. ¿A quién te gustaría o te hubiera gustado conocer?

    Luis Merino:

    Pues, solo me faltó 1, que es John Lennon. De los demás los he conocido a todos. Y gente que no he conocido, que es que conocería muy a gusto, pues, Annie Lennox también, que no la he conocido, pero para mí el Lennon es un monstruo. Es ahí, hay 8, 10 personas, y las cuales no se entendería la música. Y solo me falta Lennon.

    Quique:

    ¿Qué canción pones a todo volumen para subir el

    Luis Merino:

    ánimo? El aquí, a veces pongo un concierto de Roger Waters que dio en el del muro en París, en en el en el estadio este que fue la mayor, porque el muro, a veces no hemos hablado. Yo tuve la suerte de estar en el muro el día que se presenta en Londres el concierto en el Scort, y me habían invitado un miércoles, un martes, y nos volvíamos a España, yo me quedé 2 días más, compré, lo creé y lo vi 3 veces. Pero claro, entonces, la tecnología del año 79 no podía compararse con la del después del 2000, no había proyecciones, no había nada. Y aquello era era, bueno, ya te dejaba loco, Ese es un concierto, cuando quiero pasarlo bien con amigos, me pongo una un un concierto que que me tocó trabajar a mí, que fue el del 40 aniversario de 40, y que la gente se lo pasa divertidísimo porque es más como un karaoke en el que cantan los artistas.

    Quique:

    ¿Cuál ha sido la pregunta más interesante que te han hecho?

    Luis Merino:

    Posiblemente la de Yago, porque, o sea, siempre te preguntan lo mismo, cuando vas a una cena, simplemente, y y Miguel Bosé es así, pero podemos hablar de una cosa, ¿no? Si Miguel Bosé es fantástico y tal. La gente es lógico, tú lo decías antes con Joaquín Lucky. La gente quiere saber lo que tú sabes, luego casi nunca te preguntan nada de ti. Te preguntan cosas de los que ellos desearían conocer.

    Quique:

    ¿Qué se te viene a la cabeza cuando piensas en la felicidad? La vivo todos los días. ¿Qué película volverías a ver cada año?

    Luis Merino:

    No, no podría ver, veo cada año I's better a you gets. Mejor imposible, me parece fundamental, fundamental.

    Quique:

    Si tuvieras que dejarte, y la

    Luis Merino:

    lista de Sindler también pero acabo con el moco,

    Quique:

    si tuvieras que dejarte un mensaje para tu yo del futuro, ¿qué te dirías?

    Luis Merino:

    Espero que las cosas han cambiado de la trayectoria que llevan en el momento en que yo lo dejo.

    Quique:

    ¿Cómo te gustaría terminar este podcast, Luis?

    Luis Merino:

    Pues poniendo una canción, ¿no? O sea. Pondremos una canción, ¿cuál? Como es muy corta, bien de los Beatles.

    Quique:

    Bien sonando. Muchísimas gracias, Luis.

    La historia de una pasión por la música nace en los ojos de aquel niño de dos años postrado en el suelo por la polio.

    Un niño que se esfuerza por alcanzar juguetes mientras la música clásica envolvía su mundo.

    Sus pequeños oídos ya distinguían a Brahms entre acordes sembrando las semillas de lo que sería una vida entrelazada con melodías-

    Y de aquellos días de fragilidad y fortaleza emergieron dos lecciones de vida que moldearon el espíritu de Luis: sobreponerse con el esfuerzo y amar la música con el alma entera-

    Porque la música no es sólo una compañera, es el latido mismo de nuestra existencia.

    En su caso, desde esos vinilos familiares hasta las aulas universitarias donde, desafiando la autoridad paterna, demostró aquella rebeldía nacida por el amor por las canciones que ya presagiaba el camino que lo alejaría de la medicina para sumergirse en las ondas radiofónicas.

    Luis nos transporta a conciertos mágicos donde Paul McCartney, Pink Floyd, Elton John pintaron momentos eternos en la memoria colectiva.

    Porque ha navegado por la evolución de una industria en constante metamorfosis desde épocas donde las compañías eran escuelas de artistas hasta estos tiempos donde el artista ya puede ser el dueño de sus propias canciones.

    Con la sabiduría de quien ha vivido ambos mundos nos revela cómo la esencia se diluye cuando obreriza al creador.

    Cuando se olvida que la radio musical es prescripción y pasión pura.

    Y para Luis, la coherencia entre vida profesional y valores personales nunca ha sido negociable.

    Porque si jugamos con los valores esenciales posiblemente acabaremos mal.

    Su filosofía, tan transparente como profunda resuena cuando afirma que el dinero es gasolina.

    No queremos tener mucha sino la que necesitamos porque es más importante hacer lo que nos dé la gana y ganar lo que necesitamos.

    Gracias Luis por enseñarnos que la verdadera riqueza está en mantenernos fieles a nuestro camino, por mostrarnos que del dolor pueden hacer el amor más profundo hacia el arte, por compartir que la pasión es el mejor combustible para cualquier viaje y por enseñarnos que el temple es tan importante como el talento.

    Y como siempre, terminamos con un nuevo hábito KENSO: Traza tu propio camino y después defiéndelo con temple y pasión.

    ¡Nos escuchamos pronto!

 

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Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

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