Cómo cultivar la constancia en tus hábitos con Amagoia Eizaguirre (@habituatea)

Amagoia Eizaguirre

Episodio 298

¿Has intentado una y otra vez cambiar tus hábitos para mejorar tu salud o tu productividad, pero te rindes ante las obstáculos a los que te enfrenta la vida real? Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde aprenderás cómo encontrar y mantener la constancia, la perseverancia y la disciplina cuando la vida se ponga en modo difícil con Amagoia Eizaguirre Garín.

Amagoia es una entusiasta de la vida saludable, dedicada a compartir su pasión y conocimientos a través de diversas plataformas.

Además de sus charlas, Amagoia también se destaca en el mundo del teatro. Junto con sus dos amigas, co-anfitriona «Mujeres: La Dramedia», un show teatral con espíritu de programa de televisión.

Amagoia no solo habla sobre la vida saludable, sino que también la vive. Es una apasionada del running.

Como autora, Amagoia ha publicado dos libros: «El pequeño libro de los hábitos saludables» y «El pequeño libro de la constancia».

 

Suscríbete al podcast:

 
 
 

Índice de la entrevista

  • (05:04) Conviértate en la persona que deseas ser

  • (08:33) La disciplina da libertad

  • (11:50) Constancia y perseverancia

  • (17:50) Cómo detectar tus creencias limitantes

  • (20:36) Los «snacks» de energía

  • (22:55) ¿Qué puede hacer una persona inteligente para perseverar?

  • (25:01) @habituatea

  • (29:17) La «dramedia»

  • (35:09) La excelencia es un pilar fundamental de la constancia

  • (38:14) Usar la visualización para alcanzar los objetivos

  • (41:36) Pequeños pasos hacía la meta

  • (43:31) Las recompensas te motivan an continuar

  • (48:24) La importancia del contexto y entorno

  • (51:31) El mejor hábito productivo

  • (52:01) ¿Qué habría que hacer en la vida para ser feliz?

  • (52:53) Cuestionario KENSO

  • (56:48) Resumen y despedidas

 
Persevera en la constancia de tu propósito.
 
 
  • Aviso: el transcriptor a veces no nos entiende, pero vosotros seguro que sí.
    Disculpa, si lees algún error en la transcripción.

    Quique: ¿Has intentado una y otra vez cambiar tus hábitos para mejorar tu salud o tu productividad, pero te rindes ante los obstáculos a los que te enfrenta la vida real? Ese es el tema principal del programa de esta semana donde aprenderás cómo encontrar y mantener la constancia, la perseverancia y la disciplina cuando la vida se ponga en modo difícil con Amagoia Eizaguirre Garín.

    Jeroen: Y Amagoia es entusiasta de la vida saludable, dedicada a compartir su pasión y conocimientos a través de diversas plataformas. Y además de sus charlas, Amagoia también se destaca en el mundo del teatro. Junto con sus dos amigas, co-anfitriona «Mujeres, la dramedía», un show teatral con espíritu de programa de televisión. Y Amagoia no solo habla sobre la vida saludable, sino también la vive, porque es una apasionada del running. Y como autora, Amagoia ha publicado dos libros, el Pequeño Libro de los Hábitos Saludables y el Pequeño Libro de la Constancia. Aquí la tenemos. Bienvenidos a un nuevo episodio de KENSO, el podcast donde descubrirás cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Yo soy Jeroen Sangers, aprendiz en no tirar la toalla.

    Quique: Y yo soy Quique Gonzalo, aprendiz en salir a pasear con mi amigo Teo. ¡Bienvenida, Amagoia!

    Amagoia: Hola, ¿qué tal? ¡Qué placer estar aquí y escucharos! ¡Qué maravilla!

    Quique: Sí, porque Amagoia nos conoce, nosotros la conocemos, entonces esta es una oportunidad maravillosa de tener una conversación de estas que nos van a servir de verdad para entender qué podemos hacer para conseguir nuestros resultados gracias a la constancia. Así que, Amagoia, nos vamos a tu infancia, vamos a abrir esa ventana, como decimos siempre. ¿Qué te encontrabas en tu infancia, a tu alrededor, qué te ha traído hasta el día de hoy?

    Amagoia: Pues bueno, yo creo que he sido una persona muy curiosa. Muy, muy curiosa. Entonces, siempre he pensado que en una vida puede haber muchas vidas. Nunca me he conformado con eso de que, mira, pues mira, porque decidas estudiar algo tienes que dedicarte a eso. O la vida es así porque sí, porque tus padres lo han hecho, tus abuelos lo han hecho. Entonces, siempre he sido una persona muy disruptiva. Nunca he comprado lo que me han dicho que tenía que ser o hacer y ya desde pequeña ya mostraba mis primeros actos, entre comillas, de rebeldía, diciendo a mis padres que yo iba a dejar el piano y la música, que a mí no me gustaba nada y que yo quería correr. Y me acuerdo que ya la primera decepción para mi padre, sus palabras literales fue, o sea, ¿vas a dejar el piano y la música? por un deporte tan marginal. O sea, hace 22 años nadie corría, o sea, nadie. Ibas a la sección de deporte y había más o menos una malla gris con una rayita amarilla, chimpú, nada más, y unas zapatillas de running, no había dónde elegir. Y me acuerdo eso, las palabras literal de mi padre, de esa decepción de decir, madre mía, de todos los deportes, el deporte más marginal, y encima dejas el piano y la música, que para tus padres, por lo que somos, la cultura es lo más importante. Así que ya desde pequeña ya empecé a no comprar discursos ajenos y a entender que tenía que hacer más o menos lo que vibraba dentro de mí.

    Quique: Y con el paso de los años Amagoia, Ahora, tu padre, ¿qué es lo que te ha dicho que te ha marcado? Después de esa gran frase inicial, ¿cómo has llegado a demostrar un resultado gracias a la constancia que te haya dejado otra frase de esas que ahora sí digas, esta sí que es Amagoia?

    Amagoia: Bueno, a ver, es que lo de mi padre es muy… Mi padre es muy constante en todo, pero él es muy constante a base del sufrimiento. Entonces, a mí esa constancia nunca me ha gustado, porque él es una persona que tiene una capacidad de sufrimiento increíble, y para él la vida es sufrimiento y la vida es muy dura, y él lo consigue todo a base de mucho sufrimiento. Entonces, sí que me gustaba esa parte constante de él. La forma, que por eso he escrito este libro, porque puede ser mucho más amable contigo siendo constante, y eso es mucho más sostenible a largo plazo, Y, bueno, he entendido que al final mi padre tiene su forma de ver la vida y yo la mía. Él está muy orgulloso de todo lo que he hecho, pero es verdad que cada decisión disruptiva que he tomado, o sea, nunca he tenido al principio, digamos, su aprobación, ¿no? Digamos, o sea, imagínate dejar un trabajo fijo con buen salario y buenas condiciones porque de repente te apetece, o no, porque quieras emprender, ¿no? O lo último que me dijo fue cuando empecé a estudiar Psicología, hace ya tres años y medio, me dijo, pero ¿para qué te vas a poner ahora a estudiar una carrera? Pero es que estás loquísima, ¿pero para qué? Y lo último que me ha dicho hace un mes, que ya ha probado todos los exámenes y ya empieza con las prácticas y ya el año que viene tendrá el título, me dice, jo, es que la verdad que eres una tía, que todo lo que se propone, que te salga de ti, o sea, lo cumples, así que enhorabuena. Y me dice, nunca… O sea, eres la mejor persona para… para el ejemplo de la constancia, de cómo, a través de la constancia de pequeños pasos, pues logras lo que te propones, siempre que sea coherente contigo y con tu ser, claro.

    Quique: Y eso, además, hila muy bien con parte del comienzo de tu libro. En la sinopsis nos encontramos con una frase que es, la constancia es clave para convertirse en la persona que deseas ser. ¿Tú ya te has convertido en la persona que deseas ser?

    Amagoia: Bueno, todavía no. O sea, digamos, yo creo que al final la vida es una etapa y hay momentos que tú quieres ser una persona y vas evolucionando. Entonces, sí que ahora me gusta mucho mi versión, pero yo no sé si dentro de diez años me va a gustar la versión de ahora. Entonces, ahora sí que puedo decir que vivo con mucha más coherencia de lo que soy y lo que hago. O sea, obviamente no a la máxima coherencia, pero sí en general. Es verdad que trabajo en proyectos que vibran conmigo o divulgo acerca que creo que tengo conocimientos. Entonces vivo con mucha coherencia y eso me da muchísima paz mental. Entonces sí que es verdad que en cierto modo estoy muy satisfecha a ese nivel. A ese nivel sí que estoy contenta.

    Quique: pues vamos a partir otra vez y nos volvemos a tu infancia, porque ahí yo creo que encontramos un punto, un ejemplo que tú ya nos has abierto, que era la parte de correr. Y ahí nos demuestras la disciplina y la constancia, porque son dos valores fundamentales. ¿Qué te llevó a meterte al atletismo con 12 años?

    Amagoia: Pues como siempre digo también con los hábitos de prueba-error, prueba-error, prueba-error. En mi caso el deporte no estaba muy bien visto, en aquella época no había tanta divulgación acerca del deporte, no se le daba importancia. Yo creo que la generación millennial, yo soy del 88, nos han educado para ser muy productivos, entonces todo lo que no tenía que ver con la productividad, todo lo que no tenía que ver con algo válido para algo concreto, con un fin, económico, educacional, etcétera, pues no tenía mucha importancia en aquella época, ahora ha cambiado, gracias a Dios. Entonces, claro, de repente yo en gimnasia veo que soy súper buena corriendo, que destaco en algo, que gano a todos los chicos y de repente me veo que corriendo disfruto, o sea, de repente, o sea, me vibra, estoy súper contenta cada vez que hay competiciones de atletismo, es mi mejor momento, toda la clase sufriendo y yo qué bien he ido a prueba del PIB, la prueba del 1000 metros, gano mis primeras carreritas de estas de niños pequeños. Entonces, claro, ahí de repente digo, pero es que a mí lo que me encanta es correr, aunque no tenga ninguna utilidad así a corto plazo, que luego me lo ha dado todo y tiene al final mi esencia y todo viene gracias al running. O sea, me di cuenta que es importante seguir al final tu intuición y entender qué es lo que te vibra. Entonces, el correr me lo ha dado todo porque es que el correr es terapia para mí. O sea, yo siempre digo, a mí me dice que correr, pues yo que sé, que es súper, pues que te vas a volver a nivel físico peor o más gordo o lo que sea, y yo sigo corriendo porque me da igual. O sea, para mí correr es, primero, trabajar tus creencias limitantes, porque cuando corres está la cabecita los diez primeros minutos diciendo, venga, casa, ¿qué haces aquí? Hace frío ahora. Y ya es como, venga, no os voy a hacer ni caso, yo voy a seguir, tengo este objetivo. Correr es trabajar a la fuerza de voluntad, porque es que obviamente casi nunca tengo ganas de correr, ¿no? Correr no es superarte a ti misma, pero sí que es un aspecto de hacer mindfulness contigo misma, porque pasan un montón de ideas que no tienen que ver una con la otra, las vas observando, no te quedas en ninguna idea. correr es trabajar tu diálogo interior, porque la mente está súper conectada con el correr, porque si empiezas no puedo, no puedo, no puedo, al final no puedes, pero si consigues dar la vuelta a ese diálogo interior, sacas fuerza de donde no tienes, entonces para mí correr y la vida es casi idéntico, es lo mismo y es algo que siento desde dentro.

    La disciplina da libertad

    Jeroen: Es muy interesante lo que estás explicando, justo porque por contraste a lo que he explicado antes de tu padre. Tu padre has dicho que eres constante, pero sufriendo. Y a ti, cuando hablas de correr, ya se nota la sonrisa en tu cara, que no es algo que te autoimpones, que realmente es algo que disfrutas, pero aún así necesitas esta fuerza de voluntad, tienes de estos días que no tienes ganas, y por tanto hay un poco de sufrimiento también.

    Amagoia: Sí, al final es reeducación. Es decir, para mí la disciplina lo que te da es libertad. Entonces, la disciplina para mí tiene una definición positiva y eso hay que tenerlo en cuenta y es muy importante trabajar las definiciones y entender que si tú consideras que algo es negativo no lo vas a aplicar. Entonces, la disciplina para mí es algo positivo, porque si yo hago esto, sé que luego voy a tener más tiempo para lo otro, me voy a sentir mejor. Entonces, yo casi nunca tengo a primera hora ganas de correr las Las ganas no las tengo. Tengo de vez en cuando, cuando viene, pues es maravilloso, pero muy pocas veces. Pero sí que es verdad que he entrenado el trabajo para saber que luego me voy a sentir mucho mejor, que luego voy a ser otra persona, que la versión de Amagoia que no corre y la que corre hay una gran diferencia. Entonces, para mí ha sido un entrenamiento mental de entender que si hago esto me voy a sentir mejor. Entonces, entiendo que para lograr esta sensación de sentirme bien, de estar mucho más ligera, mucho más espabilada, menos cansada incluso, tengo que pasar por este proceso que es algo incómodo. Entonces, este tipo de entrenamiento lo puedo extrapolar absolutamente a todo. Porque no sé vosotros, pero yo cuando tengo que entregar un informe, si no lo entrego, el rumrum que tengo y la carga mental que tengo es tan fuerte que no me compensa pasarlo tan mal por no ponerme manos a la obra. Entonces, claro, con ese entrenamiento de si yo ya empiezo ya desafiando a mi cerebro y diciéndole, no, no, guapo, Ya sé que no te apetece y ya sé que quieres ahorrar energía, pero vamos a hacer esto porque me enfoco en cómo voy a sentir luego. Esto lo hago con todo. Venga, hago el informe y así si lo hago ya, luego voy a tener más tiempo libre. Entonces, son una forma de entrenamientos mentales que lo puedes extrapolar a todas las facetas de tu vida.

    Jeroen: Muy interesante y la clave básicamente es ponerlo en connotación positiva, ¿no? Ampliar un poco el contexto más allá de la tarea desagradable que tienes por delante para ver un poco lo más grande y conectarlo con tu propósito interior, ¿no?

    Amagoia: Exacto, es súper importante enfocarte primero en el para qué y cómo te vas a sentir después de hacerlo, ¿no? Entonces yo todo el rato me enfoco en cómo me voy a sentir cuando llegue a casa, porque yo ya sé que el día que no corra o no haga ejercicio o no me mueva, aunque sea 10 minutos, 20 minutos, sé que ese día voy a estar peor. ¿Por qué? Porque yo noto que cuando me muevo O sea, todos los temas químicos que ocurren en el cuerpo, pero es que la sensación, soy otra. Entonces, yo ya sé que si quiero que un día vaya bien, ya sé qué es lo que tengo que hacer para ello, independientemente de que no me apetezca. Y es verdad que luego en el libro hay un montón de herramientas y no todos los días te tienes que exigir un montón, ni mucho menos. Hay un montón de herramientas y claves para poder hacerlo y ser constante. Yo no considero que siempre tengas que ir de 0 a 100, ni mucho menos, ni que todos los días tengas que correr 20 kilómetros, ni mucho menos. Pero sí unos mínimos, ¿no? Ese mínimo que todos los días, oye, este es el punto, ¿no? ¡Clac! Ahí ya lo tengo, ahí ya tengo ya.

    Constancia y perseverancia

    Quique: Una de las cosas muy importantes, Amagoia, que nos decías es acerca de trabajar las definiciones. Nos has hablado de que la disciplina nos da libertad. Y también en tu libro hay dos conceptos que son constancia, que es también la perseverancia. ¿Qué nos aporta cada una de ellas? ¿Qué nos aporta la constancia y qué nos aporta la perseverancia?

    Amagoia: Bueno, pues al final lo que nos aporta es dar todos los días pequeños pasos que nos acerquen a eso que queremos ser, ¿no? Eso nos aporta la constancia, el ser constante, el no tirar la toalla, el entender que, oye, pues todos los días el paso no va a ser de un metro ni de dos, sino que lo importante es hacer un centímetro cada día si hace falta, ¿no? La constancia es el motor del coche. Venga, que esté activo el motor y poco a poco llegamos a destino sin parar. Oye, que esté bien repuesta la gasolina, que si queréis más adelante hablamos de eso, pero bueno, que el motor vaya tirando. Y la perseverancia es que aunque haya malos momentos, aunque haya mal tiempo, aunque el camino no sea fácil, resistir, durar, venga, no caerte a la primera, levantarte todas las veces que haga falta. Entonces esto es vital y cada día tenemos, somos digamos que, ostras, nos cuesta más levantarnos, ¿no? Nos cuesta más. Cada vez que nos caemos, ostras, ya como me ha salido a la primera mal, ya no sigo. Y somos unas personas que cada vez tiramos antes la toalla. Yo esto lo veo mucho en a mi alrededor y lo veo también con creadores de contenido en redes sociales que empiezan muy motivados, pero como no tienen los resultados de 100.000 seguidores al mes, pues ya lo van abandonando. Entonces, cada día nos cuesta más ser constantes y persistentes con nuestros proyectos.

    Quique: Y al final yo creo que hay algo que es muy importante y es como las tres se van uniendo. Si tú nos tuvieras que decir en qué orden es importante que vayamos trabajando cada una de ellas, ¿Cuál sería el orden que tú nos propondrías, Amagoia?

    Amagoia: La constancia y la perseverancia, dices.

    Quique: Sí.

    Amagoia: Vale. A ver, la constancia, ¿cómo empezar a trabajarlo? Primero, trabajando las creencias limitantes y entendiendo que lo primero que tienes que trabajar es la mente. O sea, la mente es el reflejo de todo lo que haces. Entonces, define para qué quieres hacer las cosas, trabaja tus creencias limitantes, ese diálogo interior, empieza a analizar qué es lo que te estás contando y cambia ese diálogo interior, porque si no, tú mismo vas a ser el primer autosaboteador para no ponerte manos a la obra. Luego lo que tienes que trabajar, que a mí me funciona muy bien, es gestionar la energía en vez del tiempo. Por eso decía lo de la gasolina. Somos súper conscientes de que si el móvil tiene un 10% de batería, ni le bajamos más aplicaciones, ni empezamos a malgastar la materia, y lo primero que hacemos es buscar un sitio donde podamos cargar el móvil. Lo mismo con el coche. Si el coche no tiene gasolina, no se nos ocurre coger el coche e irnos hasta no sé dónde sabiendo que no nos llega la gasolina. ¿Por qué hacemos eso con nosotros? Muchas veces no somos constantes porque no tenemos energía, porque estamos agotados. Entonces, primero hay que gestionar la energía y entender en qué momento estás. Oye, si estás agotado, si estás agotada, quizá no sea el momento de implementar ese hábito. quizá no sea el momento de empezar ese proyecto, porque lo primero que tienes que hacer es, oye, cargarte bien de energía. En el libro hay muchos aspectos de cómo cargar esa energía, incluso durante el día. Yo siempre digo, busca tus cargas energéticas. Igual que el móvil, que vas a tener que cargarlo tres días porque a veces dura menos la batería, oye, pues tú también igual tienes que cargarte al día cinco veces si hace falta, con pequeños snacks si hace falta de descanso, que está muy de moda el ejercicio, pues lo mismo, de descanso. Entonces, cargar mucho la energía para poder mantener el motor vivo. Lo tercero diría mínimos y máximos, es decir, antes os decía que no hace falta correr todos los días 10 kilómetros, sino que lo que hace falta es primero autoconocerte, saber en qué estado estás y en base a ello elaborar un plan para que tú tengas un mínimo para esos días que tengas bajita la energía, que haya pasado cualquier imprevisto, que estés muy cruzado. ¿Por qué? Porque si tú tienes un mínimo de cualquier objetivo, te va a ayudar a dar ese primer paso, que es lo que más nos cuesta. Por ejemplo, yo si me pongo un objetivo de leer un libro a la semana, eso es súper ambicioso, pero si me pongo un objetivo de leer todos los días, imagínate, máximo 15 hojas y mínimo 5 hojas, es mucho más probable que yo sea constante con ese hábito porque esas 5 hojas las voy a poder leer aunque esté cansada, aunque no tenga tiempo, aunque pase cualquier cosa, por lo menos cumpliré con ese mínimo. Y cuando tú cumples con un compromiso contigo mismo, ya te genera autoestima, ya empiezas a creer más en ti, y te genera el creer que puedes, ¿no? Y eso es súper importante, trabajas la mente. Entonces, esto lo puedes extrapolar con todo el ejercicio. Si tú no puedes hacer todos los días tres cuartos del ejercicio, media hora, una hora, lo que quieras, quizás sí que puedes hacer 10 minutos, 15 minutos, y al final esto te va a ayudar a dar ese primer paso, que muchas veces lo que ocurre es que ya que has pasado los 10 minutos, luego sigas y hagas el máximo. Pero aunque hagas lo mínimo, eso te vale y te hace reforzar el hecho de creer que puedes lograr ese objetivo y ser constante. Y persistente, que es no tirar la toalla, pues al final ahí lo que aconsejaría primero es entender y ver y observar y analizar el entorno, tanto digital como el entorno físico, y ver que no hay ni un solo caso, y si hay alguno me lo presentáis, que haya conseguido algo a la primera. Analizar también nuestro pasado de cuántas veces hemos logrado cosas sin que haya sido a la primera. Entonces, yo trabajaría mucho la búsqueda de la excelencia en vez de la búsqueda de la perfección. Es decir, no vayamos de cero a cien. No estemos continuamente pensando que todo lo tenemos que hacer perfecto. Es mucho más interesante lanzarte y, a base de experiencia y de repetición y de equivocación, ir mejorando lo que estés haciendo, que esperar la perfección. Porque si aspiras a eso, es probable que a la primera que lo hagas, como es la primera vez que lo haces y nadie sabe naciendo, que falles y tires la toalla. Entonces es muy interesante trabajar la búsqueda de la excelencia y no de la perfección.

    Cómo detectar tus creencias limitantes

    Jeroen: Nos has dado muchas pistas, muchos hilos para tirar. Yo vuelvo un poco atrás a unas primeras cosas que has dicho, que es trabajar, estas son las creencias limitantes. Porque yo creo que hay muchos oyentes que están un poco luchando con esto. Para una creencia, en realidad, es una cosa, una situación que damos por hecho, que ni lo cuestionamos. Y como no los cuestionamos, no nos damos cuenta que son creencias limitantes. Por tanto, para llevarlo un poco a la práctica, ¿qué nos puedes aconsejar para trabajar nuestras creencias limitantes? ¿Cómo podemos descubrirlas?

    Amagoia: Ya, eso es superimportante, pues primero definiendo qué es el objetivo, el qué es lo que quieres lograr, y analizando qué diálogo tienes interior hacia ese objetivo. Por ejemplo, si tú quieres adquirir el hábito de hacer ejercicio con constancia, pero a la vez, de repente, cuando tú pones ese objetivo, y lo pones bien, que lo tengo en el libro, ¿no? Cómo hacer un objetivo para que sea smart, etcétera, ¿no? Pero a la vez, lo primero que te sale, buf, yo es que soy una vaga, buf, es que yo soy una patosa, buf, es que yo no valgo para eso, la parte inconsciente, que es el 95% del cerebro, si tú tienes ahí esa creencia instaurada, por mucho que tengas el mejor plan, por mucho que tengas las mejores zapatillas, al final vas a terminar autosaboteándote. Entonces, primero, analiza tu diálogo interior, lo puedes escribir incluso en un papel de qué es lo que me estoy diciendo cada vez que quiero lograr este objetivo e intentar darle la vuelta. con una afirmación positiva y buscando incluso ejemplos en tu pasado de cosas que hayas logrado, que tengan que ver con eso que quieres lograr, y si tú nunca lo has logrado, ejemplos de alrededor de personas que de repente con 40 años han empezado a correr su primera maratón, con 50, y decir, ostras, es que estas personas me están desmontando mi creencia que con 40 años no puedo empezar a hacer ejercicio, o la señora de enfrente que le veo que empezaba a caminar todos los días con 60 años y no había hecho deporte me está demostrando que mi creencia pues es absurda o en el pasado me acuerdo que oye de todos los deportes se me daba súper bien bailar y ahí sí que es verdad que era buena entonces es verdad que no en todos los deportes soy mala sino que hay cosas que se me dan bien entonces analizar mucho en el pasado cosas que oye nos digan no no no si es verdad si yo esto lo hice si yo fui era buena en esto y si no tienes ninguna evidencia en el pasado que lo dudo mucho busca alrededor ejemplos, y hay un montón de ejemplos hoy en día de todo lo que queramos lograr. Entonces, eso nos ayuda un poco a desmontar esa creencia de, ostras, no es imposible, o sea, no es imposible empezar a hacer ejercicio a los 50, no es imposible empezar a hacer ejercicio aunque nunca lo hayas hecho. ¿Por qué? Porque hay ejemplos reales y eso me ayuda, pues bueno, a generar incluso frases positivas con esos ejemplos, porque el cerebro no es tonto donde le digan, no, no, es que es verdad. O sea, voy a continuamente decirme que sí se puede porque he visto a esta, porque he visto al otro, porque veo esta evidencia. Entonces, demostrarle al cerebro que eso es totalmente falso.

    Los «snacks» de energía

    Jeroen: Muy práctico, muy accionable, como nos gusta aquí en KENSO. Y después, para mantener este hilo más práctico, lo siguiente que has mencionado anteriormente eran los snacks de energía. ¿Nos puedes dar algunos ejemplos de cosas que tú haces para recargar las pilas en un día este duro de trabajo?

    Amagoia: Pues sí, yo ahora soy súper fan de todos los snacks, de ejercicios, de energía, de lectura, de todo. Me estoy dando cuenta el poder de los cinco o diez minutos, o sea, es que es increíble. Entonces, lo que yo hago, y siempre digo que esto también yo intuitivamente lo hacía en las empresas que me llamaban la loca, pero es que siempre lo he hecho. Yo cada hora más o menos me levanto, más o menos cada hora, cada 55 minutos me levanto. Y durante cinco minutos o me estoy moviendo por la casa, o aprovecho para hacer llamadas, o aprovecho para estirar el cuerpo. Con esto lo que consigo es, primero, oye, no atontarme, porque yo si estoy cuatro horas sentada, que me pasaba en la empresa, es que me entra un sueño. O sea, se me baja yo creo que el metabolismo y me quedo como atrofiada, que estoy agotada y de mala leche y estoy sin energía. Entonces, yo he visto que cada hora yo me tengo que mover. Esos son los snaps de ejercicio y también snaps de recarga. Luego, otro concepto muy interesante que aplico es mucho contacto con la naturaleza. Independientemente de que vivas en una ciudad, o sea, hoy en día en las ciudades tenemos un montón de parques, Entonces, intento después de comer darme un paseo al sol, que me dé un poquito la vitamina D, sobre todo ahora en invierno, en unos 15 minutos, 20 minutos, y eso también me recarga, mucha luz natural. Y estoy incorporando la siesta, que eso es maravilloso, que también yo eso decía las empresas que quería montar un negocio de eso, porque está comprobado que nosotros, desde que nos levantamos, pasan ocho horas y ahí nos entra otra vez ganas de, oye, de echarnos una cabezadilla. Entonces me he hecho, y hoy no he hecho, y debería haber hecho, una siesta de 10-20 minutos, porque, oye, ya que soy autónoma, aprovecho, y la verdad que me da la vida. O sea, os lo juro que me da la vida, porque de repente por la tarde estoy súper activa, no me paso nunca de los 20 minutos, pero es que de verdad, yo si tuviera una empresa, pondría un plan de, mira, cada hora todos los empleados a levantarse, a preguntar las cosas en vez de mandar tanto por mail. En vez de tanta reunión, hacer las reuniones caminando en la calle que te dé el sol y que te dé la vitamina D. Pondría sitios para dormirse 10-15 minutos. Después de comer también incentivo al que se dé un paseo de 20 minutos, porque lograríamos que la gente no estuviera tan atrofiada, sin tanta energía y estuvieran con mucho mejor humor.

    ¿Qué puede hacer una persona inteligente para perseverar?

    Jeroen: Nosotros vendríamos a trabajar en esta empresa. Sí, sí. Dices en tu libro y en tus charlas también que, pese a ser perseverante, es más importante que ser inteligente. Primero, no sé si es verdad. Justo, hablando de inteligencia, el último invitado que hemos tenido a este podcast, el Manuel Martín-Loeches, que es experto en inteligencia. Por tanto, me gustaría ver una batalla entre él y tú. Pero no va de esto. Simplemente preguntarte, ¿qué podrá hacer una persona inteligente para perseverar?

    Amagoia: Es que, claro, el ser inteligente a veces es una faena. Porque, claro, si tú eres inteligente desde pequeño, no te esfuerzas para lograr las cosas porque te sale sin querer. Entonces, te vas acostumbrando a que todo sea mucho más fácil, pero hay muchísimas cosas en la vida que no tienen que ver nada con la inteligencia. Entonces, los que no somos inteligentes, que es mi caso, yo no soy nada inteligente, soy de la media normal. Como me ha costado todo en la vida y entiendo que todo es constancia y encima nunca la primera he conseguido nada y nunca la primera ha sido fácil, para mí la constancia es una forma de vida. Entonces, el ser inteligente a veces me parece una faena, porque no están acostumbrados a no conseguir todo a la primera. Entonces, al inteligente le diría, oye, deberías algún día entender que es un suspenso, entender que un día no… Que entiendas que a la primera sale todo y ver cómo reaccionas y entender que eso es normal y trabajar tu diálogo interior y ver que las cosas son un proceso y que no siempre a la primera salen las cosas y demás. Entonces, a veces pienso, qué suerte no ser inteligente, porque hay un montón de cosas que no tienen que ver con la inteligencia. Por ejemplo, hay una cosa que es la inteligencia, hay diferentes inteligencias, La inteligencia emocional no tiene nada que ver con la inteligencia de ser listo. Al final, hay muchas inteligencias, pero en general, el ser inteligente a nivel académico, por decirlo de alguna forma, que es lo que más se entiende, tiene sus desventajas, porque la vida no solo son números y la vida no es una ecuación, y no somos robots ni somos algoritmos. Los seres humanos somos supercomplejos. Entonces, ojo con esa inteligencia si no se trabaja bien.

    @habituatea

    Quique: Una de las cosas que a mí me parecen muy interesantes de tu historia es cómo al final generas, creas, diseñas una marca como habituatea. Y desde ahí hay un momento en el que en el 2021 te lanzas a la aventura. ¿Qué pasó antes? ¿Qué pasó durante? ¿Y qué está pasando ahora?

    Amagoia: Pues esto es muy interesante. En el 2021, pues sí que me lancé. Entonces, bueno, yo he trabajado, o sea, llevaba diez años en multinacionales, he tenido experiencias de todo, malas, buenas, maravillosas. De hecho, siempre mi marido me dice, es que solo hablas de lo malo. Pues efectivamente quiero hablar de lo bueno también, porque en mi segunda empresa fui superfeliz. Creo que se puede ser muy feliz trabajando por cuenta ajena. Todo depende de las personas, seamos un equipo increíble. Pero es verdad que cometí la pata, o bueno, era la época que me tocó cambiar de empresa. Y en la siguiente empresa, pues como digo yo, pues es una empresa, pues bueno, pues no tenía nada que ver con la segunda, me aburría muchísimo, pero logré lo que se supone que es el éxito, ¿no? Pues directiva, buen salario, buenos horarios y encima con proyección. Y yo decía, ostras, madre mía, o sea, si esto va a ser mi vida. O sea, es que yo ya he hecho lo que tengo que hacer. Es que para mí no tenía sentido la vida. Entonces, yo me acuerdo que nadie me entendía. Imaginad mis padres con lo contentos que estaban. Esta chica ya estable, con un buen salario, pues ya haces directiva, oye, qué bien y tal cual. Entonces, yo cuando contaba que no era feliz y que no entendía la vida, me decían que era una sinvergüenza. Que era una sinvergüenza. O sea, que todo el mundo quiere lo que tú tienes. Sinvergüenza, ¿cómo puedes hablar así? Pues, ¿tú qué te crees? El noven… Mis padres, que se inventan todos los datos. El 95% de la gente no le gusta lo que hace, ahí está. ¿Y tú qué te crees? ¿Que vas a ser diferente? Y yo pensando, joder, pues vaya mierda. O sea, vaya mierda. Si esto va a ser así, yo decía, es que me puedo morir mañana porque me la pela. Yo de lunes a viernes tengo que hacer esto que no me gusta, que no me llena, que el sector no va conmigo, que no puedo aportar casi nada porque todo es muy estructurado. Soy una persona ultracreativa, necesito mi espacio y no puedo hacer nada. Entonces, ahí me metí en el mundo del coaching, de desarrollo personal, pero no para ejercer, sino para entender qué es lo que me pasaba. Porque imaginaros que, o sea, es cambiar toda tu mente, todas tus creencias. Porque yo estaba cumpliendo con los cheques que me habían dicho en la universidad, que yo estudié en Deusto, me acuerdo que la primera imagen era de una persona con un directivo con una maleta en Nueva York. Y yo fui a por ello. Y dije, ostras, es que estoy muy cerca de lograr esto. Y esto es una mierda. Entonces, si esto es una mierda y lo he logrado, ¿pero qué es la vida? Entonces, claro, me empecé a plantear todo, me metí en el mundo del coaching, no para ejercer, sino para saber qué es lo que me pasaba y me apasionó. Y ahí entendí la importancia de ser coherente con quién eres, descubrí quién eres realmente. Y en el 2021 me salieron las primeras ponencias, me empezaron a contratar para hacer sesiones de coaching de equipo, Es verdad que mi marido también, él es empresario, él es emprendedor, tiene su empresa desde hace 20 años, le veía su vida, me encantaba, pues un día tenía comida, otro día tenía todos los días diferentes. Y ya cuando tenía una estabilidad económica que había ahorrado y demás, y el Grupo Planeta me escribió para que hiciera el primer libro, dije, bueno, ya tengo todas las señales. Gente que ya me han contratado, ya tengo más o menos ingresos, tengo un colchón y tengo que escribir un libro, ya, o sea, lo voy a dejar. Entonces estuve un año compaginando Lo dejé. El primer lanzamiento del libro, el Pequeño Libro de los Hábitos Saludables, fue un bombazo. La verdad que me ayudó un montón, tuve muchísimo trabajo. Y, pues bueno, llevo poco, llevo tres años, este es el tercer año, y a medida que vas emprendiendo, pues vas aprendiendo, porque una cosa es lo que tú crees, luego la realidad, en el emprendimiento no es nada fácil, nada. Y, bueno, pues a medida que me voy descubriendo y con el objetivo de ser muy coherente con lo que soy y lo que hago, me estoy dando cuenta que a mí lo que me apasiona es la comunicación. O sea, me flipa la comunicación. Entonces, ahora estoy en un momento de trabajar mucho en la comunicación, dedicarme mucho a las ponencias, la divulgación, y me ha surgido la oportunidad de meterme en el teatro, lo cual me parece la mejor escuela que puedes tener en la vida para la comunicación. donde toco mucho el humor porque creo que con el humor entran las cosas muy bien, la gente se relaja y está mucho más dispuesta a escucharte. Entonces mi objetivo a no muy largo plazo es dedicarme a divulgación, tocando un poquito el humor y divulgar sobre estos temas que son un poco más densos pero de una forma muy amable. Entonces ahora estoy bastante feliz, la verdad.

    La «dramedia»

    Quique: Hombre, con mujeres, con esa dramedia, ¿qué es lo que nos podemos encontrar? ¿Qué es ese espíritu que ha salido en esa obra?

    Amagoia: Bueno, pues son tres mujeres que hablan de los dramas de la vida, tres mujeres totalmente diferentes. Sobre todo a las mujeres, aunque los hombres que van dicen que aprenden muchísimo. Es una zona de entretener, no vamos abanderadas de absolutamente nada. es que hay tres personajes que yo estoy muy contenta de mi personaje porque es que en el mundo de artístico nunca se representa a la mujer que ha trabajado en una multinacional o que tiene varias carreras o que tiene estudios y que viene del mundo empresa. Estamos muy acostumbrados a periodistas, estamos muy acostumbrados a artistas, pero bueno me parece como un personaje muy interesante Y es verdad que mis dos compañeras vienen del mundo del periodismo y han estudiado arte dramático. Y Irene Junquera viene del mundo deportivo y ya tiene una visión de lo que es trabajar con hombres y demás. Luego Alma Laforte es una creadora de contenido y también es periodista y es una gran comunicadora. Ella, digamos, que es la Chony de las tres, ¿no? La de Valencia. Y yo soy la pija empresaria que ha dejado todo y ahora, pues bueno, está buscando un poco su lugar en el mundo. Pero lo bonito de esta dramedía es que las tres nos entendemos, que las tres nos reímos de nuestros dramas. Y, bueno, la representación de diferentes mujeres, que yo creo que cualquier mujer se puede identificar con un personaje más u otro.

    Jeroen: Sí, yo creo que esta obra también es directamente un claro ejemplo de tu mensaje, ¿no? Porque es una cosa novedosa que has tenido que desarrollar, que es la primera fase, y ahora estáis en la ejecución, y ahora toca cada viernes actuar, repetir, ¿Cómo es este conflicto? Yo creo que es algo que se nota en muchos proyectos. También si lanzas un negocio, primero hay que crear algo y después ya tienes un poco más en la parte fluir. ¿Cómo mantienes la motivación y la constancia en estas dos fases?

    Amagoia: Pues os voy a confesar algo que no he confesado en ningún lado y os voy a contar la verdad. El inicio fue desastre. O sea, desastre, catástrofe. O sea, fatal, fatal. No se lo deseo a nadie, pero como estoy tan acostumbrada a que en mi vida nunca salga nada a la primera, que obviamente no lo iba a dejar. ¿Cómo voy a dejar algo si es que es mi día a día en todo? Nunca me sale nada a la primera. Entonces, el estreno fue súper nefasto. Estuvimos las tres muy nerviosas, cometimos la pata de meter influencer, periodistas y amigos el primer día de estreno. Todo lo que no hay que hacer, lo hicimos. no funcionó el audio, bueno, tuvimos crisis absoluta, entonces cualquier persona os juro que lo hubiera dejado, sobre todo en mi caso que yo no era actriz, yo no vengo del mundo de la interpretación, yo sí que es verdad que quizá era la que más insegura iba, porque es que imaginaos que yo no vengo del mundo de esto, que yo no tengo ni idea de cómo va el tema, entonces el arranque fue nefasto Pero, pues bueno, aquí la inteligencia emocional, la gestión de personas, la empatía, la comunicación, todos estos soft skills me han ayudado muchísimo a llegar a un entendimiento, a entender que esto es un proyecto de crecimiento de las tres, a que somos humanos, y la verdad que la evolución ha sido maravillosa. Hay mucho trabajo de equipo y nada tiene que ver en seis meses lo que fue y lo que es ahora. Entonces, ¿cómo trabajo aquí la motivación? Primero, no hay ninguna obra que sea igual, porque como vamos continuamente metiendo cosas y modificando, todas las funciones son totalmente diferentes. A mí me encanta el combinar también, para mí, Es un momento, digamos, aquí qué importante la definición, yo no voy a trabajar, yo voy a disfrutar. Es un momento donde disfruto de mis amigas, ahora, en este caso, compañeras. Es un momento donde aprendo de ellas. Es un momento donde yo me nutro. Es un momento donde yo cojo diferentes registros de personas que me ayudan, ¿no? Porque yo no tengo ni idea de esto, ¿no? Entonces, para mí es un momento de ganar, o sea, no hay nada que perder. Entonces, para mí, mantenerme aquí constante, entre comillas, es fácil porque, en mi caso, sé que me va a ayudar a mi objetivo de poder dar unas ponencias totalmente disruptivas y meter el humor, que es muy importante y muy difícil.

    Quique: Tienes a tu lado a Irene, periodista deportiva, a la Ford, que también ha tenido todo ese bagaje. Cuando tú lo piensas desde dentro, ¿cuál es el para qué de este trío de mujeres? Dices, este es el motor que está haciendo que salgamos, este es el mensaje que queremos enviar. ¿Cuál es? ¿Qué es aquello que os mueve a las tres?

    Amagoia: Yo creo que entretener y pasar un buen rato y olvidarte de los problemas diarios. Estamos en una era donde la autoexigencia está siendo clave ya a todos los niveles. Yo estoy un poco asustada ya, hablando un poco del tema de las mujeres, también las exigencias físicas. Estamos llegando a un momento que no nos aceptamos ya ni llegar a edades o envejecer. o estamos en un momento de la perfección absoluta en todo. Y esta autoexigencia añades al momento actual que vivimos, a que, bueno, pues mi generación no estamos viviendo lo que nos dijeron que teníamos que vivir, etcétera. Entonces, bueno, pues la salud mental, en general, las personas, etcétera, no estamos en la mejor época. Entonces, yo creo que salimos con el ánimo de, mira, olvidaros de todo durante 90 minutos. Vamos a reírnos absolutamente de todos, de todas, de nosotras. realmente nada es tan importante, nos unen las mismas mierdas, aunque tú seas la pija, la choni y la deportista, nos unen las mismas mierdas y de verdad que la vida, que esto es un viaje y que no hay que tomarse nada tan en serio. Yo creo que eso es lo que nos mueve, el entretener y el poder hacer desconectar a la gente del día a día.

    La excelencia es un pilar fundamental de la constancia

    Quique: Ahora que tú aplicas tu capacidad de constancia, tu capacidad de perseverancia a Amagoia, una pregunta. ¿hacia dónde te diriges? ¿Dónde es ese lugar que tú dices, dentro de diez años, me vais a encontrar aquí haciendo qué exactamente?

    Amagoia: Ojalá. A mí me encantaría divulgación, divulgación, divulgación, divulgación, ponencias, ayudar a la gente, herramientas muy bajadas al suelo, que fueran ponencias donde no salga solo con la motivación de decir, qué pasada, sino que diga, ostras, salgo con esto y encima sé cómo ejecutar lo que ha contado. Yo lo que me veo y lo que me gustaría y a lo que voy es a la divulgación y comunicación, que es lo que más me apasiona, acerca de los temas de la gestión emocional. Y para eso estoy estudiando Psicología y estoy escribiendo libros y estoy tocando todo tipo de registros para poder hacer ponencias totalmente disruptivas, así como en América, que hacen esas ponencias que son increíbles, que sales chutado y que la gente se anima a hacer cambios y tal. Aquí en España creo que todavía nos queda mucho. Yo voy a ponencias y, ostras, algunas son un poco densas. Encima, cada día tenemos menos capacidad de atención. Entonces, es un reto precioso de, venga, voy a ir a por esa atención que cada día está más cotizada, voy a utilizar todo tipo de registros y, para mí, ya estoy en un momento de entrenamiento, de ir cogiendo todo, ¿no? De ir, venga, nutriéndome, pa, pa, pa, y llegará un momento que creo que voy a poder hacer el paquete perfecto para decir, venga, este es el producto.

    Quique: Me encanta porque eso hila muy bien con uno de los capítulos de tu libro, cuando dices que la excelencia es un pilar fundamental de la constancia, esa búsqueda que tú estás demostrando ahora mismo que te gustaría alcanzar en la divulgación de una manera distinta para captar esa atención y que de verdad la gente se lleve algo que poner en marcha. Ahí encontramos la excelencia de la que hablas. ¿Por qué consideras que es un pilar tan importante de la constancia?

    Amagoia: Es que es clave la excelencia, porque la perfección te paraliza. ¿Qué es perfecto? ¿Sabes? Al final, ¿quién decide que es perfecto? ¿Quién decide que algo no se puede mejorar? O sea, es que es como la eterna insatisfacción, la perfección. Porque tú puedes tener una opinión, yo otra, y lo que veo es que la gente tiene mucho miedo. Entonces, la única manera de afrontar ese miedo es aspirando a la excelencia y decir, venga, el producto mínimo viable, más o menos con esto, tú lánzate y vas mejorándolo a través de la repetición. Entonces, la única manera de ser constante es con esa mentalidad de, venga, tengo esto mínimo, lanzo y poco a poco, poco a poco, haciendo pequeños pasos, Entiendo que iré mejorando e iré logrando poco a poco el objetivo. Pero como estemos esperando a la perfección, yo hubiera dejado el teatro a la primera, porque no ha salido la primera perfecto, ni mi empresa, porque me ha pasado mil cosas, ni el atletismo, ni absolutamente nada en mi vida. Entonces, el otro día, cuando estaba en la firma de libros, me dice un chico, no, es que yo llevo ya hace siete años que quiero sacar un libro. Le digo, chico, es que como estás esperando al libro perfecto, no lo vas a sacar en la vida. Podíamos esperar 24, porque siempre vas a poder mejorar el libro, pero es que como aspires a eso, la has liado. Siete años, pues te quedan otros siete mínimo por delante. Dije, ¿cambiar el chip? O sea, ¿cambiarlo?

    Usar la visualización para alcanzar los objetivos

    Jeroen: Cada vez que te escucho hablando sobre algunos de tus proyectos, sea la empresa, montar tu propio proyecto, sea lo que estás haciendo el teatro o lo que estás estudiando ahora para dar estas conferencias impactantes, siempre empiezas describiendo una situación final. Veo que dediques mucha tiempo y esfuerzo ya a visualizar el objetivo que quieres conseguir. ¿Nos puedes dar algunos consejos sobre cómo trabaja esta visualización para alcanzar nuestros objetivos?

    Amagoia: Sí, sí, sí. Yo esta visualización la aprendí en atletismo. Nos obligaban, entre comillas, antes de las competiciones visualizábamos siempre cómo iba a ser la competición, qué es lo que nos íbamos a decir, cómo íbamos a hacer, me acuerdo, bracear, incluso hacíamos los gestos y todo. Y el cerebro, como no diferencia entre la realidad y la ficción, se ponía igual de tenso. Yo incluso sudaba de las manos. Yo hacía los 400 metros en aquella época, que era una prueba durísima. La última recta siempre aflojaba, la liaba siempre la última recta. Entonces, yo me visualizaba la última recta. Entonces, bueno. Yo utilizo… Bueno, os voy a poner un ejemplo de cómo hacerlo súper sencillo. Lo que hago es, primero, activar los sentidos y, básicamente, me observo con toda exactitud cómo voy a ser, qué vestimenta llevo, cómo camino, dónde estoy, qué es lo que veo alrededor, cerrando los ojos. Simplemente digo, bueno, qué es lo que veo en eso que quiero lograr. Si yo hablo de ponencias disruptivas, yo cierro los ojos ahora y veo claramente un espacio lleno de gente, que puede ser el capitol de Madrid, por ejemplo, lo veo lleno, que lo he visto mil veces, y me veo yo en el escenario, y me veo con un traje azul marino, y me veo con un micrófono de solapa, y me veo de atrás que hay un proyector, y me veo la gente sonriendo y aplaudiendo… Entonces, yo ya lo vivo, ya al cerebro le estoy diciendo… Sistema reticular ascendente, es decir, el GPS, que vamos para allá. Entonces, yo ya visualizo. Luego también activo el sonido. ¿Qué es lo que oigo en esa visualización? En este caso, pues oigo murmuros, oigo la gente, oigo aplausos, me oigo a mí misma hablando, oigo alguna musiquita de fondo de típico de presentación… Entonces, activo lo más realista posible. Luego activo la nariz, el olfato. ¿A qué huele ahí? Bueno, pues huele a típico palacio de congresos, que a veces tiene ese olor peculiar, ¿no? A un sitio de una sala que hay aire acondicionado. Huele un poco a seriedad también, ¿no? En sí que huelo y que te genera un poquito de nervios. Luego, ¿qué puedo palpar, no? ¿Qué tacto puedo palmar? Bueno, pues me toco a mí misma las manos, que yo soy muy de sudar las manos al principio porque estoy un poco nerviosa, entonces intento activar todos los sentidos para anclar esa imagen de tal manera que yo ya mi cerebro le indique que vamos para allá, o sea, es que vamos para allá y cuando llegue ese momento, como ya lo habré vivido tantas veces, ni me voy a poner nerviosa. al cerebro le va a parecer que ya lo he hecho varias veces. Me va a parecer incluso normal y de alguna manera activas el sistema reticular ascendente, donde cada oportunidad que pasa, cuando antes pasaba desapercibido, como ya le estoy diciendo a dónde tiene que ir, cuando veo yo alguna oportunidad voy a decir, eh, que por aquí puedo llegar a lo otro. Mientras que si yo no trabajo la visualización, no tengo clara dónde quiero ir, ya pueden pasar oportunidades que no las voy a ver.

    Pequeños pasos hacía la meta

    Jeroen: Por lo tanto, ya tenemos esta imagen completa de todos los sentidos del sitio donde queremos llegar y has avisado también que hay un peligro de la perfección, ¿no? Que hemos pintado algo tan fantástico que es difícil de llegar, al menos a corto plazo, ¿no? Y por eso explicas también en tus obras que es importante marca pequeños pasos hacia nuestras metas. Y, por tanto, la siguiente pregunta es, vale, ya tengo esta imagen, ¿cómo puedo hacerlo efectivamente? ¿Cómo puedo definir estos pasos entre medios?

    Amagoia: Bueno, primero definiendo el para qué lo quieres lograr, muy importante, el para qué, el definirlo al máximo posible, el qué quieres lograr, el cómo lo vas a lograr, el dónde lo vas a ejecutar, qué vas a hacer cuando hay cualquier imprevisto, Y, luego, algo que me gusta mucho, que esto sí que lo hago con gente que quiere cambiar de hábitos, intento firmar, digamos, una especie de compromiso y una especie también de posibles fallos que puedas realizar en el camino. Es decir, bueno, pues me permito fallar 10 veces, me permito fallar 9 veces, me permito fallar 12 veces, siendo un poquito sincero contigo. ¿Por qué? Porque esto te permite, pues mira, si un día, por lo que sea, estás con un montón de reuniones, pasa cualquier reintervista, tienes hijos, se han puesto enfermo, si no puedes ejecutar por esas causas que no están dentro de tu área de influencia, como tienes ese contrato de, bueno, puedo fallar 12 veces, bueno, pues una que ya he fallado, todavía tengo un margen de 11 fallos. Entonces, esto me permite ser constante y no tirar la toalla. Entonces, es muy importante, primero, definir muy bien el plan de acción y el objetivo con las típicas pautas de SMART. Y luego firmar el compromiso de ser sincero y decir cuántas veces te vas a permitir fallar porque la vida es así, va a haber un montón de imprevistos que no están dentro de tu área de influencia. Entonces, oye, no pasa nada si de vez en cuando fallamos y ser un poquito más flexible con todo esto.

    Las recompensas te motivan an continuar

    Jeroen: Qué bueno. Y finalmente, yo creo que el tercer factor para conseguir este objetivo son nuestras recompensas, que ya seguramente cuando llegas a esta visión, a este resultado, a este objetivo, ya tienes una gran recompensa. Pero claro, hasta que no llegas a este punto, no tendrás ninguna recompensa. ¿Cómo podemos diseñar algunas recompensas adicionales que nos motiven a seguir adelante?

    Amagoia: Sí, yo siempre menciono hacer tres tipos de recompensa, a corto, a medio y largo plazo. A corto plazo, cuando nos movemos por recompensa, es en el día a día. Oye, ¿con qué te vas a recompensar si haces esto? Pues, por ejemplo, yo, por ejemplo, ahora con los estudios, intento facilitarme al máximo el camino. Me parece un coñazo estudiar, que os voy a decir, ¿no? Ahora ponerte a estudiar semejantes tochos. Entonces, mi recompensa a corto plazo es irme a una cafetería a merendar. Entonces, yo ya sé que si voy a la biblioteca, luego voy a ir a una cafetería que me encanta y me tomo mi cortadito, a veces me tomo un sándwich caliente de jamón y queso, que me vuelve lo que me parece el mejor premio del mundo porque no lo hago habitualmente. O yo qué sé, ¿no? O cuando llego a casa, pues mira, iré como estudiado, me pongo a ver una serie de Netflix, que tampoco es que haga yo habitualmente eso, pero es como una recompensa después del esfuerzo. Entonces, todos los días, recompensas cortas, un buen baño caliente, pues una cena especial, pues no sé, son pequeñas recompensas, ¿no? Y a medio plazo, pues puede ser. Pues yo qué sé, si llevo estudiando un mes, pues a medio plazo una recompensa puede ser. Pues me compro un cuaderno especial que me haga ilusión de la versión de no sé cuántos, pues para que me motiva a estudiar más. O me tomo un día libre para descansar y no hacer absolutamente nada. o a medio plazo, pues si me apunto a una carrera, pues yo qué sé, pues luego irme a darme un masaje o cogerme un bono de masajes. Y a largo plazo, pues bueno, yo en este caso, si me saco la carrera, bueno, a largo plazo me voy a dar… No te vamos a ver.

    Quique: No te vamos a ver.

    Amagoia: ni contarme, hacer un pedazo de viaje de estar un mes no haciendo absolutamente nada. Vamos, os estoy ahorrando solo para eso. Entonces, ese va a ser mi recomensa a largo plazo. Pero, por ejemplo, si es deporte y te gusta correr, pues hacerte un viaje y aprovechar para hacer una maratón en Japón, si te apetece. O algo, pues yo qué sé. Comprarte unas mejores zapatillas, unos mejores airpods, descansar simplemente y no hacer nada. Entonces, bueno, es muy importante definir pequeñas recompensas a corto o medio plazo. Y creo que las recompensas a corto plazo son muy interesantes porque nos movemos por recompensas continuamente.

    Jeroen: Vale. Y ya para continuar nuestro viaje, ¿no? Simplemente, compartir con nosotros como la constancia por ayudarnos a competirnos en esta persona que nosotros deseamos ser.

    Amagoia: Es que es clave, porque tú no te vas a convertir en lo que quieres de un día para otro. O sea, simplemente la constancia te va a ayudar a que cada día vayas evolucionando. Aquí también es súper importante entender que lo importante nunca es la meta. Por ejemplo, tú cuando vas a correr una media maratón, una carrera de 10 kilómetros o 5 kilómetros, lo importante no es en qué tiempo hagas esos 5 kilómetros o 10 kilómetros, o incluso que el día de la carrera imagínate que te pasa cualquier cosa y no termines. Eso no es lo más importante. Lo importante es en quién te estás convirtiendo. Porque el haber corrido tus primeros cinco kilómetros, el haber corrido tus primeros diez kilómetros, supone que tú ya te has convertido en una persona que se agenda a tiempo para entrenar, que ya ha entrenado, que ha cogido el hábito, que ya ha renunciado a cosas por hacer eso. Entonces, es muy importante entender que en el camino nos vamos convirtiendo en algo a lo que queremos ser independientemente del resultado. Lo importante… Yo le decía a una chica que está estudiando una posición, una persona que no estudiaba nunca, que le costaba un montón, y se ha presentado a policía y acaba de suspender ahora el examen. Pero yo le decía, es que lo importante, claro que es el examen, ¿vale? No ha suspendido, volverás a hacerlo y ya sé que lo aprobará la siguiente, no pasa nada. Pero le digo, ojo, ¿tú te has dado cuenta en quién te has convertido? Tú eres una persona que salía de fiesta, que no eras capaz de estudiar, que estabas todo el día frustrada, que te sentabas en el sofá, que comías fatal. Y ahora eres una persona que se va a estudiar todos los días ocho horas en una biblioteca, que se sabe planificar, que haces ejercicio todos los días para estar en forma para las pruebas de policía, que has trabajado tu diálogo interior, que eres ejemplo para todas las personas que te rodean. O sea, le digo, ¿tú eres consciente de todo lo que has ganado ya? O sea, es que lo importante siempre es el camino. Ya sé que lo conseguirá, ¿cómo? Con perseverancia, presentándose todas las veces que haga falta, porque lo conseguirá, lo conseguirá. Pero es que es una pasada su evolución en el camino y así con todo, absolutamente todo. Entonces, es muy importante tener claro dónde quieres llegar, no aferrarte tanto al resultado, sino entender que durante el proceso, cuando mires atrás y lo lleves ejecutando durante algunos meses, digas, Ostras, ¿en qué me estoy convirtiendo por ser tan constante y hacer cada día esto que me acerca al objetivo?

    La importancia del contexto y entorno

    Quique: Una pregunta que a mí me parece interesante porque nos has explicado muy bien todos estos pasos que nos ayudan a nosotros mismos a poder poner en práctica esa constancia. Y ahora, ¿qué importancia tiene el contexto, el entorno, las personas que nos rodean a Amagoia?

    Amagoia: Ahí a ver si lo explico bien, porque la última vez que dije esto tuve movidas con mi entorno cercano. Es que aquí me voy a desahogar un poco y voy a… Bueno, me da igual, con todo. A ver, es súper curioso, no sé si eso lo pasa en España o qué, pero a mí… A ver, mi entorno, genial, todo, muy bien, o sea, los quiero un montón. Pero todo ok, ¿vale? Pero es verdad que las personas que más me han ayudado son mi comunidad, la gente que me ha seguido… O sea, las personas que primero han consumido todo lo que ha salido, ya os digo yo que no es mi entorno. O sea, si tuviera que vivir en mi entorno, la hubiéramos liado. Aparte, el entorno es muy importante porque tú vas evolucionando y esto no quiere decir que tu entorno evolucione igual. O sea, cada uno va evolucionando de distinta manera, como considera, y todas las evoluciones son súper correctas y cada uno vive la vida como quiere vivir. Pero si tú quieres lograr algo, es superimportante rodearte de un entorno que puede ser hoy en día digital, que no pasa absolutamente nada, como físico, mejor físico, pero si no se puede, digital, que ya hayan logrado lo que tú hayas logrado, porque tú tienes que normalizar a nivel mental eso que quieres lograr. Porque si tú lo ves como algo aspiracional, algo imposible, algo muy lejos de tu área de alcance, no lo vas a lograr. Pero si tú te vas rodeando, oye, de contenido de personas que ya han logrado lo que tú quieres, de empiezas a actuar como ellos actúan, incluso te empiezas a rodear de personas que tienen tu mismo estilo de vida, al final, todos acabamos siendo la media de las cinco personas con las que nos relacionamos. Y donde antes no veíamos posibilidad, ahora vemos posibilidad porque en nuestro día a día, al final, estamos en ese entorno. A mí esto me ha pasado mucho con el dinero, o sea, muchísimo. Yo antes pues ganaba cierto dinero en el mundo empresarial y eso me parecía un salario increíble. Ostras, pero ahora he emprendido y de repente me estoy juntando con gente que estoy flipando y digo, ¿qué ganas eso? O sea, yo todavía tengo una creencia limitante de decir, ostras, pero ¿se puede ganar eso? ¿Se puede ganar eso? Y claro, veo que es un círculo y digo yo, joder, pero es que si todos ganáis esa pasta, ¿en serio? Claro, entonces yo veo, ostras, trabaja esta creencia porque tú todavía estás ultralimitada y es muy importante ir trabajando estas creencias, ¿no? O en el tema deportivo, si tú quieres empezar a hacer ejercicio, si tienes un entorno que está continuamente saliendo de fiesta, comiendo mal, no haciendo nada, es que es muy difícil que tú te pongas a hacer ejercicio. Sin embargo, si estás en un entorno de, oye, quedamos para correr o para hacer ejercicio, todos nos cuidamos, hacemos planes relacionados con el ejercicio, es mucho más fácil que tú adquieras el hábito. y así con absolutamente todas las facetas de la vida y con todo. El entorno es fundamental, porque al final sí que es verdad que nos vamos contagiando de ese entorno y vamos cogiendo muchos inputs de las creencias de cada entorno. Entonces es muy interesante y, ojo, ya me sirve para derribar a mí mis propias creencias limitantes, que yo soy consciente de que todavía tengo muchas creencias limitantes.

    El mejor hábito productivo

    Jeroen: Muy bien, poco a poco vamos terminando esta entrevista. Simplemente tengo dos saltos de tema antes de pasar a los elementos fijos. El primer es un salto hacia nuestro tema. Ya hemos hablado de tu tema, ahora toca a nosotros, que nosotros dedicamos a ayudar a las personas y empresas a vivir la efectividad para ser más felices. Y siempre preguntamos a nuestros invitados, ¿cuál es tu mejor hábito productivo?

    Amagoia: Mi mejor hábito productivo es descansar y cargarme de energía.

    ¿Qué habría que hacer en la vida para ser feliz?

    Jeroen: Y el otro salto de tema que tengo es gracias a nuestro último invitado, Manuel Martín-Loeches, que ha dejado una pregunta para ti. Y su pregunta es ¿qué habría que hacer en la vida para ser feliz?

    Amagoia: Pues hacer tu propia definición de qué es la felicidad para ti. Porque quizá para mí la felicidad sea algo que para ti no tenga nada que ver. Así que es muy importante hacer tu propia definición de la felicidad e ir a por ello.

    Jeroen: Y para continuar la cadena, ¿qué le preguntarías al próximo invitado o la próxima invitada de este podcast?

    Amagoia: Le preguntaría si ha conseguido ser constante con los propósitos de este año o ya abandonado a estas alturas, 9 de febrero.

    Jeroen: Uy, la estadística dice que probablemente que ya lo ha dejado. Pasamos esta pregunta al próximo invitado o la próxima invitada y con esto pasamos al cuestionario KENSO. Diez preguntas rápidas.

    Cuestionario KENSO

    Y la primera pregunta que tengo para ti es, si tuvieras que compartir un solo aprendizaje de todo lo que has vivido hasta ahora, ¿cuál sería?

    Amagoia: Ser constante con todo lo que te propongas. La vida nunca es lineal, el camino nunca es lineal, pero la constancia te llevará a lo que te propongas.

    Jeroen: ¿Y cómo se titularía tu biografía?

    Amagoia: La mujer soñadora que gracias a la constancia está logrando vivir varias vidas en una sola vida.

    Jeroen: Titula un poco largo, ¿eh? ¿Cuál es el libro que más has regalado? Y aquí obviamente descartamos tu propio libro.

    Amagoia: Pues mira, el de Isra Bravo, el libro de copywriting, porque me gusta mucho ese enfoque de venta, porque también es otro que me está desmontando todas las creencias limitantes y admiro mucho cómo nos enseña a vender, que es muy importante saber vender y estoy en el proceso.

    Jeroen: Muy bien, que ese abogado también ha pasado por este podcast ya hace un tiempo y tenemos muy buenos recuerdos de sus cambios de creencia, de los paradigmas que nos ha hecho cambiar. ¿A quién te gustaría o te hubiera gustado conocer?

    Amagoia: Pues la verdad que ahora no tengo así nadie que diga, me apetecería conocer a esta persona. Estoy conociendo a personas increíbles, todas las personas que admiraba antes ya las he conocido, entonces es verdad que quizá Oprah, que tanto se habla de ella, esta mujer tan interesante, me encantaría tener una conversación con ella y hablar de la vida en general y divagar mucho sin llegar a ninguna conclusión, me encantaría.

    Jeroen: Muy bien. ¿Qué canción pones a todo volumen para subir el ánimo?

    Amagoia: la oreja de Van Gogh de mi zona. Todos los de la oreja de Van Gogh me han acompañado desde mi infancia hasta ahora. Sí, sí, encima los adoro.

    Jeroen: ¿Y cuál ha sido la pregunta más interesante que te han hecho?

    Amagoia: Pues mira, me ha gustado mucho como me habéis preguntado acerca de la infancia porque nunca me lo habían preguntado, la verdad. Y me ha gustado recordar un poquito esta Amagoia pequeña y traerla aquí al presente.

    Jeroen: ¿Y qué se te viene a la cabeza cuando piensas en la felicidad?

    Amagoia: Pues iba a decir paz mental, pero no, porque mentiría, eso es un cliché. Para mí, vivir con energía, tener energía e ilusión por la vida.

    Jeroen: ¿Qué película volverías a ver cada año?

    Amagoia: Buah, el curioso caso de Benjamin Button. Es que la vida debería de ser así. Es que está mal programada la vida. Deberíamos de nacer señores mayores y morir bebés. Al revés.

    Jeroen: Es un concepto interesante, sí. Y la última pregunta, si tuvieras que dejar un mensaje o una cápsula para tú y yo del futuro, ¿qué te dirías?

    Amagoia: Nunca abandones tus sueños. Sé constante que la vida nunca es lineal y tú sabes mucho de esto.

    Jeroen: Genial.

    Quique: Hay una pregunta que te han dejado en la comunidad y es la siguiente. Es una pregunta extra, que tiene que ver con una de estas preguntas, pero a la inversa. ¿Cuál ha sido la pregunta más interesante que tú has hecho?

    Amagoia: Uh, la pregunta más interesante. Pues mira, hablando de Ira Bravo, yo tuve la suerte de poderle entrevistar y le hice una pregunta que nadie le ha hecho. Es una persona que él se muestra, pues bueno, una persona muy grande él como es, ¿no? Y que impone y encima tiene una forma de hablar, pues peculiar, ¿no? Con palabrotas y demás. Pero a la vez tiene una Habla mucho de su hija, adora a su hija. Entonces yo le pregunté que si no existiera su hija, si hubiera conseguido todo lo que ha conseguido. Porque en el fondo, su para qué, siempre es para su hija, lo hace todo para su hija. Entonces fue una respuesta preciosa que, oye, que lo pueden escuchar en mi podcast, pero me gustó mucho hacerle esa pregunta. Al final, ¿qué hubiera pasado si no estuviera su hija viva?

    Quique: Potentísima.

    Resumen y despedidas

    Jeroen: Vale, con esto ya vamos terminando. Solo nos queda una cosa, que es un regalo para ti y para todos los oyentes, que son nuestras notas, porque hemos aprendido mucho de ti.

    Quique: En una vida hay muchas vidas. Y más si eres una mujer curiosa como Amagoia. Y esta historia de constancia comienza con una frase. ¿Vas a dejar el piano y la música por un deporte tan marginal? Y sí. Fue disruptiva, mostró rebeldía y lo dejó. Lo dejó por algo que le hacía vibrar. Y hoy con Amagoia hemos aprendido la importancia que nos hace vibrar. La importancia de la disciplina, de la constancia, de la perseverancia y entender que tenemos que trabajar las definiciones. Porque la disciplina nos aporta libertad. La constancia nos da el poder encender el motor de nuestra vida. Y la perseverancia nos ayuda a levantarnos ante cada obstáculo. Trabaja la mente para centrarte en el para qué. Y en los momentos que veas que se acabó la energía, gestiónala, no busques gestionar tu tiempo. Busca esos snacks, ese poder de 5 o 10 minutos que levantándote cada hora, moviéndote, conectando con la naturaleza o una pequeña siesta, te llevan a vivir siempre al límite de tu pasión. Una pasión de mínimos y máximos donde autoconocerte es la base. Y ya sabes, márcate un mínimo de aquello que quieras conseguir y un máximo de tu objetivo. Y vive en esa zona. sé persistente, evalúa tu entorno, pregúntate cuántas veces has logrado algo a la primera para ser contigo generoso y buscar la excelencia en lugar de buscar la percepción. Con Amagoia hemos hablado de creencias limitantes, de definir tú para qué y analizar cuál ha sido tu diálogo interior con él. Y dale la vuelta si ha sido negativo con una afirmación positiva, con ejemplos tuyos o de alrededor. Visualiza el que ves, el que escuchas, el que hueles, el que palpas de tu propósito. Activa todos esos sentidos para poder sentir que ya has vivido la experiencia antes de que se convierta en realidad gracias a tu sistema reticular ascendente. Así encontrarás oportunidades de alcanzar tu objetivo. Y firma un contrato contigo mismo con tu compromiso. Y eso sí, permítete fallar porque somos humanos. La vida contiene imprevistos que no se encuentran dentro de tu área de influencia. y dale esa recompensa que necesitamos todos a corto, medio y largo plazo. Amagoia, gracias por ser una sinvergüenza, por dar el salto a la vida y a base de una constancia siendo más amable contigo misma, por seguir tu intuición a base de prueba e error y por demostrarnos que la vida son etapas y evolucionamos con ellas viviendo de manera más coherente y disfrutando. Así que sí, eres una tía que cumple lo que se propone. Muchísimas gracias, Amagoia.

    Amagoia: Ay, qué bonito, sois unos cracks, eh.

    Outro: Muchas gracias. Muchas gracias por escuchar el podcast de KENSO. Si te ha gustado, te agradeceríamos que te suscribas al podcast, lo compartas en tus redes sociales o dejes tu reseña de 5 estrellas para ayudarnos a llegar a más oyentes. Y si quieres conocer más sobre KENSO y cómo podemos acompañarte a ti, tu equipo o tu organización en el camino hacia la efectividad personal, puedes visitar nuestra web, KENSO.es. Te esperamos la semana que viene en el próximo episodio del Podcast de KENSO, donde Quique y Jeroen buscarán más pistas sobre cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Y hasta entonces, ahora es un buen momento para poner en práctica un nuevo hábito KENSO.

    Quique: Persevera en la constancia de tu propósito. Nos escuchamos muy pronto.

 

Únete a KENSO Círculo

El club para personas centradas en mejorar su efectividad y vivir más felices.

Un club a tu alcance porque a partir de 1,5€ al mes tendrás acceso prioritario a los episodios del podcast sin publicidad, podrás descargar el superguión para cada episodio, recibirás cada mes un episodio especial donde haremos una reseña sobre un libro de efectividad, puedes participar en KENSO Lab para juntos crear hábitos efectivos, recibirás el newsletter semanal, podrás participar en el grupo de WhatsApp, disfrutarás de descuentos en los servicios de KENSO y de nuestra eterna gratitud por ayudarnos a mejorar.

Otras entrevistas en el podcast:

Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

https://jeroensangers.com
Anterior
Anterior

Comunicación efectiva: el poder de las palabras

Siguiente
Siguiente

7 hábitos que nos ahorran más de 1 día a la semana