6 mitos sobre el tiempo: desmonta conceptos erróneos que perjudican tu productividad
Episodio 303
¿Cuántas horas tienen tus días? ¡Exacto! Igual que todos, 24 horas. Pero, ¿te has preguntado cómo es que algunas personas parecen lograr más que tú en el mismo tiempo?
Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde vamos a destapar algunos mitos sobre el tiempo.
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Índice del programa
(00:41) El tiempo es vida
(05:48) 1 | Todas las horas son iguales
(11:41) 2 | No tengo tiempo
(17:19) 3 | El tiempo se puede gestionar
(21:11) 4 | En el futuro tendré más tiempo que ahora
(27:43) 5 | No puedo controlar mi calendario porque no soy el jefe
(36:30) 6 | Más tiempo = más productividad
(40:03) Resumen
(42:42) Tu plan de acción
(44:04) ¡Nos escuchamos muy pronto!
Recursos mencionados
Reasons to Stay Alive de Matt Haig | Amazon
Episodio 35: Descubre tu cronotipo y mejora tu energía y descanso | KENSO
Episodio 203: ¿Cuánto vale tu tiempo? | KENSO
Niksen: el arte de ser más efectivo al no hacer nada | YouTube
Episodio 153: Desmonta las creencias que limitan tu productividad | KENSO
Episodio 137: De la gestión del tiempo a la efectividad personal | KENSO
Episodio 296: Las 3 zonas de tu vida: control, influencia y adaptación | KENSO
Episodio 278: Productividad «Slow»: trabaja y vive desde la calma | KENSO
Formación para empresas | KENSO
Cursos online | KENSO
Coaching personal | KENSO
Y la música de KENSO gratis para Podcasts y YouTube | Uppbeat
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Aviso: el transcriptor a veces no nos entiende, pero vosotros seguro que sí.
Disculpa, si lees algún error en la transcripción.Quique: ¿Cuántas horas tienen tus días? Exacto, igual que todos, 24. ¿Pero te has preguntado cómo es que algunas personas parecen lograr más que tú en el mismo tiempo? Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde vamos a destapar algunos mitos sobre el tiempo.
Jeroen: Bienvenidos a un nuevo episodio de Ken sobre el Podcast, donde descubrirás cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Yo soy Jeroen Sangers, aprendiz en fluir en el tiempo.
Quique: Y yo soy Quique Gonzalo, aprendiz en invertir los 1.440 minutos que tengo cada día. Y ¿sabes una cosa, Jeroen, que me gusta? Empezar este episodio con una pequeña reflexión. ¿Tú conoces esa frase de el tiempo es oro?
Jeroen: Sí, claro.
El tiempo es vida
Quique: Claro, y yo creo que muchas personas hemos pensado que efectivamente nuestro tiempo es oro. Sin embargo, cuando lo comparamos con ese adjetivo económico, no hace nada más que darnos una falsa idea de verdad lo que es el tiempo. A mí me gusta más lo que decía el escritor y filósofo José Luis San Pedro, que el tiempo es vida. Porque ¿sabes qué, Jeroen? Yo puedo invertir y ganar y perder dinero en el camino, pero cada minuto que invierto de mi día es un tiempo que ya no vuelve. Entonces es importante saber dónde focalizamos los minutos que vamos a disfrutar, como estos que tú vas a dedicar a escuchar este podcast, ¿verdad, Jeroen?
Jeroen: Claro, claro, porque, como he dicho en la introducción, el tiempo es igual para todos, ¿no? Pero a veces no se nos escapa esto del tiempo. Efectivamente, tenemos estos 24 horas, tú lo tienes, yo lo tengo, pero algunos pareces haber aprovechado mejor. ¿Y cómo lo hacen? ¿Cómo lo hacen? Yo creo que el tiempo es un concepto que todos luchamos. A pesar de que sabemos que es importante, a menudo perdemos mucho el tiempo sin darnos cuenta. ¿Cuántas veces un compañero o compañera te ha pedido un momentito? Y ya terminaste pasando 15 o incluso 30 minutos ayudándola. Y claro, para ti 15 minutos ya no es un momentito. Esto ya es algo más significante, ¿no? Y esto tiene que ver porque el tiempo puede tener diferentes significados para cada una de las personas. Lo que para mí es un momentito, para ti será mucho tiempo. O al revés, ¿no? Vivimos el tiempo de forma diferente. Y esto los antiguos griegos ya sabían porque tenían tres conceptos de tiempo. Tres tipos de tiempo. Tenía Cronos, Ayón y Kairós. Cronos es el tiempo que nosotros conocemos. Yo creo que es el tiempo moderno. Es el tiempo del reloj que va pasando. Son estas 24 horas al día que tenemos. Después hay Ayón, que es el tiempo divino, el infinito, el que trasciende nuestra comprensión humana, que es más de los dioses casi, ¿no? Y finalmente está el Kairós. Y Kairós es el tiempo que estás viviendo, es el tiempo de acción oportuna en este momento preciso. La mejor forma yo creo que de explicar que es Kairós son estas palabras que he encontrado en un libro que se llama Reasons to Stay Alive de Matt Haig y a mi me encantan estas frases que ahí en su libro escribe esto. ¿Cómo detener el tiempo? Besar. ¿Cómo viajar en el tiempo? Leer. ¿Cómo escapar del tiempo? Música. ¿Cómo sentir el tiempo? Escribir. ¿Y cómo liberar el tiempo? Respirar.
Quique: La verdad es que son unas palabras poderosas porque el kairos es el momentum, el momentum preciso para hacer algo correcto. Es la efectividad, hacer las cosas correctas en el momento correcto de la manera correcta. De hecho, según una encuesta realizada por salari.com, Los empleados admiten perder alrededor de dos horas al día en actividades no productivas. ¿Y sabéis qué? Estamos hablando de un cuarto de nuestro día laboral. Es decir, se nos va un 25% de nuestro día en tareas que ya sabemos per se que no son productiva. Pregúntate, ¿cuántas horas pasas navegando por las redes? Pero, ¿navegando? sin saber que tú querías entrar ahí y empezar a mirarlo simplemente porque te ha venido a la cabeza. ¿O cuántas horas pones la televisión simplemente porque el mando está encima de la mesa y es más fácil que coger y realizar otra actividad en la que ya tienes que conectarte y hacerlo más de manera consciente? ¿Cuántas horas, sin embargo, pasas trabajando con enfoque láser? Es decir, con esa capacidad de hacer las cosas precisas de la mejor manera con toda tu energía. ¿O cuántas horas pasas de verdad hablando con tu familia o jugando con tus hijos. Como ves, el tiempo, como decía Jeroen, es diferente en cada una de estas actividades. Si dedicamos más de la mitad de nuestro tiempo a cosas que no son muy importantes, ya podemos levantar una banderita y decir, ojo, aquí hay un peligro, porque puede implicar que en cierto modo estemos desperdiciando ese recurso vital que pueda ser nuestra propia vida. Así que en este episodio vamos a desgranar, a desmontar, a destapar, a poner en su lugar algunos de los mitos más comunes sobre el tiempo. Y además vamos a ver cómo nos puede afectar en nuestra efectividad. Porque al final del día tú, Jeroen, yo, todos queremos sentir que hemos aprovechado de la mejor manera nuestras 24 horas, ¿verdad? Así que quédate con nosotros y descubre cómo puedes hacer que tus días sean mucho más efectivos. Vamos a empezar con el primero de ellos, el primero de esos seis puntos que vamos a tratar. Así que, Jeroen.
1 | Todas las horas son iguales
Jeroen: Yo creo que es uno de los mitos más comunes y es el de todas las horas son iguales. Que sí, que tenemos 24 horas y cualquier hora vale para todo. Y este mito yo creo que sugiere que podemos usar nuestro tiempo como queremos sin enfrentar ninguna repercusión. Pero no es así. La realidad es que no todas las horas son iguales y cómo usamos nuestro tiempo tiene un impacto significativo en nuestras vidas. Esta meta yo creo que muchas veces surge porque las personas no somos conscientes de las implicaciones a largo plazo de cómo pasa en su tiempo. Por ejemplo, si una persona prioriza constantemente el trabajo sobre su vida personal, puede ser que no se dé cuenta que está poniendo en riesgo sus relaciones y su bienestar en general. Y de manera similar, si alguien se dedica regularmente a actividades que no se alinean con sus valores o sus metas, puede que no se dé cuenta que está desperdiciando un tiempo valioso que podría dedicar a activar las más gratificantes y significativas.
Quique: Esas actividades más gratificantes, más significativas, sabéis que son las que marcan la diferencia. De hecho, probablemente en uno de los episodios más recordados, más rememorados, del que más veces podemos hacer referencia, ya lo sabes, episodio 35, descubre tu cronotipo y mejora tu energía y descanso, hablábamos de cómo nuestras energías fluctúan a lo largo del día y cómo podemos aprovechar estas fluctuaciones para maximizar nuestra productividad y bienestar. ¿Por qué? Claramente, ya lo has visto, no todas las horas del día son igual de productivas para todos. Y reconocer esto nos ayuda a usar nuestro tiempo de manera mucho más efectiva. De hecho, Yo, por ejemplo, en mi caso soy león, y las mejores horas de mi día son las que van entre las 6 de la mañana y la 1 del mediodía. En el caso de Jeroen, que es más oso, funciona mejor entre las 11-12 de la mañana y las 5-6 de la tarde. Como ves, el valor es distinto, y como tal, tienes que aprender a disfrutar que cada una de esas horas vale un poquito más que las otras restantes. Y también en el episodio 203, donde hablamos de cuánto vale tu tiempo, Discutíamos sobre la importancia de valorar nuestro tiempo. Justo lo que decíamos antes, el tiempo es vida. El tiempo que pasamos con nuestros seres queridos o cuidando de nuestra salud física o emocional es más valioso que el tiempo que yo paso navegando por Instagram o, por ejemplo, viendo programas que sé que no me van a llevar a ningún lado. Ojo, con esto no estoy diciendo que no disfrute de una buena película o que no eche un rato en las redes sociales para ver cómo les va a mis conocidos. No. Lo que estoy diciendo es que hay una diferencia entre hacerlo de manera consciente y que nos lleve a ello de manera inconsciente. Así que al reconocer que no todas nuestras horas son iguales y que algunas son más valiosas que otras, ya puedes tomar mejores decisiones sobre cómo priorizas tu tiempo y cómo lo asignas a lo que de verdad sea más importante para ti. Y esto puede llevarte, desde luego, a una vida mucho más plena, mucho más gratificante. Así que recuerda que no todas las horas son iguales y cómo las usas realmente importa. Te pongo un ejemplo. Como te decía, en mi caso, mis mejores horas son por la mañana. en lugar de coger, levantarme y ponerme directamente al ordenador, yo lo que hago a primera hora de la mañana es jugar con Yao. ¿Por qué? Porque es un momento en el que estoy feliz, tengo energía, no necesito café, estoy, por así decirlo, enchufado. ¿Y qué mejor que llevarme una dosis de endorfina, de serotonina, de dopamina, disfrutando de jugar con él? Yago es mi hijo. Entonces ahí es donde estoy dándole un uso de valor al tiempo que me va a compensar a la larga del día. En tu caso, Jeroen, ¿cómo aprovechas tus horas más valiosas?
Jeroen: Yo creo que tengo horas con más energía, no quiero decir que son las mejores horas. Yo creo que puedes dar valor a cada una de estas horas. Y para mí, por ejemplo, una forma de dar mucho más valor a horas de baja energía, por ejemplo, es salir a caminar. Salir a caminar, en mi caso, sin auriculares, ni escuchar música, ni podcast, simplemente observar y dejar que mi mente se va un poco. El famoso Niksen, que hemos hablado también en un vídeo y es el tema de un reto del mes pasado, que para mí es una actividad aparentemente poco valiosa, pero al final aporta mucho.
Quique: Oye, hablando de retos. Acabamos de terminar el reto de Niksen del mes de marzo, que ha sido maravilloso. Se han conseguido generar entre la comunidad nuevos equipos. Todavía estás a tiempo, si quieres, si te das prisa, de apuntarte al reto del mes de abril. ¿En qué va a consistir, Jeroen?
Jeroen: Pues vamos a terminar algo en menos tiempo que tú esperabas. Vamos a aplicar la ley de Parkinson que dice que el tiempo necesario para completar un proyecto, una tarea, se expanda hasta que hay llenar el tiempo disponible. Y por tanto, si hay menos tiempo disponible, vamos a ver que también podemos terminar este proyecto o esta tarea en este tiempo que tenemos.
Quique: Pues ya sabes, si te quieres apuntar, hazte miembro de KENSO Circulo, que este es otro de los grandes beneficios, compartir con la comunidad, resolver dudas, que puedas acceder a episodios especiales como el que tenemos para este mes de una reseña de un libro maravilloso que es el algoritmo de la felicidad. Ya sabes, kenso.es barra círculo. Ahí te esperamos, porque probablemente una de las cosas que digas es, joe, esto está bien, pero no tengo tiempo. Y aquí viene el segundo de los mitos que vamos a derribar, ¿verdad, Jeroen?
2 | No tengo tiempo
Jeroen: Claro, claro. Pero directamente podemos desmontarlo aquí otra vez. Tengo una frase que llevo utilizando durante muchos años que es de Jackson Brown Jr. que dicen, no digas que te falta tiempo. Tienes exactamente el mismo número de horas al día que recibieron Helen Keller, Pasteur, Miguel Ángel, la madre Teresa de Calcuta, Leonardo da Vinci y Albert Einstein. Y por tanto, como he dicho al inicio, todos tenemos esas 24 horas. Por tanto, sí que tienes tiempo. Sí que tienes tiempo. Cada persona en este planeta tenemos la misma cantidad de tiempo cada día. Los mismos 24 horas o 1.440 minutos. Las únicas excepciones, eso sí, son el día en que naces y el día en que mueres. Son los únicos dos días que tienes menos tiempo. Por tanto, el presidente de una empresa del Fortune 500, de las empresas más grandes, pues ella tiene la misma cantidad de tiempo que tú. Este líder que está a cargo de una organización 10 veces más grande que la tuya, pues tampoco tenía más horas para hacerlo. Simplemente tienen y deben utilizar su tiempo de forma diferente. Yo creo que también hemos hablado de esto anteriormente, ¿no, Quique?
Quique: Sí, en el episodio 153, Jeroen, comentábamos el cómo desmontar las creencias que limitan nuestra productividad. Y de hecho, recientemente lo hemos revisado en el Club de Estudio de KENSO Circulo. Es decir, cada dos semanas vamos echando la vista atrás y vamos viendo episodios que elige la comunidad para repasarlos Y gracias a Vir y a Chus tenemos un documento maravilloso con un mapa mental, con los planes de acción y con las ideas-fuerza de cada uno de esos capítulos. Y de hecho discutimos este mito en profundidad, el desmontar las creencias limitantes de nuestra productividad. Realizar este cambio de perspectiva, para mí, fue tremendamente revelador. Porque fue como si de repente todas mis excusas desaparecieran. Y desde entonces empecé a utilizar una frase. O encuentras excusas o buscas razones, lo que tú quieras, pero a una cosa o a otra. Fue como si de repente todas las excusas en mí desaparecieran, porque en verdad yo tengo el mismo tiempo que cada día tiene cualquier persona de las que yo pueda admirar cómo utilizan su día a día. Así que simplemente realizando un pequeño cambio y es Dejando de decir que no tengo tiempo, ya estamos comenzando a admitir que habíamos dedicado nuestro tiempo a otras actividades. Así que pruébalo. Deja de decirte no tengo tiempo. Di tengo tiempo para ver una hora al día la televisión, tengo tiempo para coger y todos los días dedicarle 45 minutos a las redes sociales, porque desde ahí lo que estás haciendo es un ejercicio de conciencia. Y lo que puedes es empezar a trasvasar parte de ese tiempo a otros lugares que para ti sean más importantes. Pues voy a dedicar media hora a empezar a salir a caminar. Voy a dedicar 20 minutos a comenzar a hablar con mi pareja más a menudo. Voy a dedicarle 10 minutos cada día a preparar la cocina que me voy a llevar mañana, el plato que me voy a llevar mañana a la oficina. Con ese tiempo estás diciéndole a tu cerebro dónde vas a invertir lo que para ti es importante. Te invitamos a que lo pruebes durante una semana. vas a ver cómo cambia mucho lo que te dices, porque al final hacemos lo que hacemos porque pensamos lo que pensamos. Si dejas de decir que no tienes tiempo, porque en verdad ya has visto que lo tienes, vas a empezar a darte cuenta de dónde puedes conseguir aquello que de verdad es valioso para ti. Y eso te va a obligar, en el camino, a mantener alguna conversación un poco más compleja contigo mismo al darte cuenta de que la persona más productiva del planeta recibió las mismas horas al día que tú. ¿Qué es lo que hizo de manera diferente? Pues lo vamos a descubrir.
Jeroen: Efectivamente. Yo creo que la clave está en tener muy claro cuáles son tus prioridades. Y esta es, yo creo, una de las causas que está detrás, que no tenemos muy claro qué es exactamente importante y nos dejamos ir por las urgencias del último momento, todo lo que es nuevo nos tiramos. Y dejamos a veces cosas muy importantes al lado y entonces tenemos que utilizar esta excusa de no he tenido tiempo. Pero al final tú has elegido dedicar tu atención, tu energía a estas tareas que tal vez no eran tan importantes. Me gusta este consejo que tú has dado de dejar de utilizar esta excusa de no he tenido tiempo. explica realmente que yo he dedicado mi tiempo a otras actividades. Y entonces tienes que sentirte bien contigo mismo, porque supongo que estas actividades que sí que has hecho, estas cosas que sí que han merecido tu atención y tu tiempo, pues serán más importantes o más valiosos que esta cosa que has dejado atrás. Por tanto, yo creo que si eres completamente honesto contigo mismo acerca de no tengo tiempo para leer un cuento a tu hijo antes de dormir, o planificar esta increíble salida, a hacer ejercicio, a prepararte para esta reunión, o tener una noche de cita con tu pareja, pues es mucho más fácil cambiar. Así que, primer paso, deja de decir que no tienes tiempo, admite que no lo hiciste y has dedicado tiempo a otras cosas que supongo que eran más prioritarios. Y con esto yo creo que vamos al tercer mito.
3 | El tiempo se puede gestionar
Quique: Oh, uno que me encanta, Jeroen. Uno que me encanta. Cuando la gente te dice, no, no, es que el tiempo se puede gestionar. Eso es uno de esos mitos que lo escuchas por doquier. Y la verdad es que este es uno de esos conceptos que en el fondo, de tanto que nos lo han repetido, nos lo hemos terminado creyendo. Pero la realidad es que el tiempo es un recurso fijo. Ya hemos visto que todas las personas en el mundo todas tenemos las mismas horas cada día, 24. No importa cuánto lo intentes, no podemos estirar el tiempo ni por arriba ni por abajo. Entonces, ¿qué significa en verdad gestionar el tiempo? En realidad, lo que podemos y debemos gestionar no es nuestro tiempo, sino son nuestras acciones, nuestra energía, nuestra atención durante ese tiempo. Es decir, no se trata de controlar el tiempo, sino de cómo lo utilizamos, dónde lo enfocamos, dónde lo invertimos con cada recurso a nuestro alrededor, que son las acciones que vas a hacer, la energía de la que dispones, la capacidad de atención y concentración que vas a poder dedicar a esa tarea con esa energía. Eso, esa santísima trinidad de la efectividad, es la que de verdad te va a llevar a otro nivel. Así que pasa de pensar en que puedes gestionar el tiempo y piensa que sí que puedes gestionar las acciones que vas a realizar, la energía que vas a poner en ellas y tu capacidad de concentración. De hecho, en el episodio 137, donde hablábamos de la gestión del tiempo a la efectividad personal, profundizamos ya en este tema. Hablamos de cómo cambiar nuestro enfoque, de simplemente tratar de manejar, lo digo entre comillas, manejar el tiempo, a ser más efectivos en lo que hacemos. En lugar de preguntarnos cómo podemos tener más tiempo, deberíamos preguntarnos cómo podemos usar mejor el tiempo que tenemos. Y, Jeroen, ¿nos puedes poner algún ejemplo? para que seamos conscientes de cómo hacerlo?
Jeroen: Claro, pues por ejemplo, en lugar de hacer malabaras con varias tareas a la vez, el famoso multitarea, que casi siempre resulta un trabajo de menos calidad y más estrés, pues podemos concentrarnos en una sola tarea a la vez. Y eso no solo nos permite hacer un mejor trabajo, también nos permite terminar la tarea más rápidamente y con menos estrés. También has hablado de la energía y ya sabes que la energía es crucial. Todos nos tenemos estos momentos de día en que somos más productivos. Volvemos a al mito de todos los oros son iguales y los cronotipos, y también tenemos momentos de energía disminuida. Y si reconocemos y aprovechamos estos patrones naturales, podemos programar nuestras tareas más importantes o más difíciles en los momentos que tenemos más energía y dejar las tareas menos exigentes, las más administrativas, o incluso las tareas más creativas, porque cuando estamos bajas de energía también tenemos más creatividad, pues buscar estos momentos de baja energía para hacer este tipo de actividades. Así que, dos ejemplos fáciles que expliquen claramente que aunque no podemos gestionar el tiempo en sí, podemos gestionar cómo utilizamos este tiempo. Y al hacerlo, podemos lograr más y sentirnos menos estresados. Y este, yo creo que es verdaderamente lo que la gente implica cuando está hablando de gestión de tiempo. En realidad están hablando de gestión de atención, de gestión de energía y de gestión de las acciones. Todavía hoy en día, Hay bastantes clientes que nos llaman y nos piden un curso de gestión de tiempo. Y siempre tenemos que explicar este concepto de, vale, pues vamos a hacer un curso, pero no hablamos de gestión de tiempo, vamos a hablar de la efectividad personal.
Quique: Así que, Jeroen, hemos visto que todas las horas son iguales. No, hemos visto que esa excusa del no tengo tiempo tampoco nos vale, que podemos decidir en qué dedicar nuestro tiempo. Hemos visto que el tiempo no se puede gestionar, pero seguro que en el futuro voy a tener más tiempo, Jeroen, ¿verdad?
4 | En el futuro tendré más tiempo que ahora
Jeroen: Sí, claro, claro. En el futuro todo estará mejor. Que es un mito que nos limita y nos engaña, ¿no? Yo creo que todos hemos caído en esta trampa y que estaremos menos preocupados en el futuro. Que de alguna manera tendremos más tiempo para hacer las cosas que no podemos hacer ahora. Pero imagínate esta situación. Imagínate, Quique, yo te voy a pedir que vas a hacer un proyecto que me acabas de lanzar. Vamos a hacer un nuevo curso. Y te voy a pedir que dediques esta semana, una semana entera de trabajo a este proyecto.
Quique: ¿Puedes hacerlo? Imposible. Lo tengo repleto. Tengo mi calendario que no entra ni un huequecito.
Jeroen: Ah, claro, claro. Y si te hubiera hecho esta misma pregunta hace un mes, ¿cómo estarías entonces?
Quique: Pues probablemente hubiera dicho que sí que hubiera sido probable encontrar una semana. ¿Sí? ¿Hace un mes sí? Hace un mes, a lo mejor, entiéndeme. Una semana, tres días, dos días, un poquito.
Jeroen: Yo siempre pensando en el pasado. ¿Y cómo vas de tiempo de aquí a dos meses?
Quique: Uf, siempre puedo cogerte más tiempo todavía.
Jeroen: Claro, claro, claro.
Quique: Y si me dices de aquí a un año, te dedico un mes entero si quieres.
Jeroen: Así es, pero es curioso que pensamos que nuestra situación de aquí a un mes será diferente que ahora mismo, ¿no? Si ahora estamos, que estamos tan ocupados, probablemente de aquí a un mes o dos meses estamos igual de ocupados. Y yo creo que es uno de los problemas, que tenemos esta desconexión con el futuro, Quique, ¿no?
Quique: ¿Es así? Efectivamente, yo creo que ese es uno de los mayores problemas que tenemos en nuestro día a día, que tendemos a subestimar cuando estaremos ocupados en el futuro. En otras palabras, creemos que vamos a tener la capacidad de poder hacer más cosas en el futuro de lo que de verdad vamos a tener. Y esto ocurre porque hay una desconexión entre nuestro yo de aquí y ahora y nuestro yo del futuro. Es como si el yo del futuro fuera otra persona y para él es muy fácil gastar el tiempo de otra persona porque tú no vas a pagar el precio, salvo que en este caso tú también vas a ser esa otra persona. Este mito puede llevarnos a postergar tareas importantes creyendo que vamos a poder disfrutar de más tiempo para hacerlo más adelante, aunque la realidad es que a menos que hagamos cambios significativos en cómo gestionamos nuestro tiempo ahora, es muy probable que estemos igual de ocupados en el futuro.
Jeroen: Sí. Hay un estudio que, como muchos otros de estudios de cómo tomamos mejores decisiones, han encontrado este fallo, esta falacia de tomar decisiones pensando que mi yo del futuro es diferente, esta desconexión entre yo de ahora y yo del futuro, y lo que hicieron es, como siempre en estudios, dividir a los participantes en dos grupos, y en un grupo lo que han hecho es tomar una foto de estas personas y utilizando un programa para crearon una versión de la misma persona, pero 10 años más viejo. Y al ver esta foto, las personas se conectaban con su yo del futuro. Y como consecuencias, han visto que tomaron mejores decisiones. Mejores decisiones teniendo en cuenta este yo del futuro. Mientras los que no tenían esta foto, como siempre, pensando solo en su yo de ahora, sin preocuparse demasiado por consecuencias negativas para su vida de futuro. Conéctate con esta persona. Yo creo que hoy en día, si buscas, seguramente puedes hacerlo a través de la inteligencia artificial, pero más fácil es simplemente ser realista. Aprenda a ser realista. Piénsalo ahí. Si ahora mi situación no es así, lo más probable es que de aquí a un mes, de aquí a un año, voy a estar igual de tiempo. Y esto nos ayudará a priorizar nuestras tareas y evitar la procrastinación. Hay una cosa muy sencilla que yo hago casi siempre. Es que yo pienso que cada tarea que yo pongo en mi lista, para hacer más tarde, es como una hipoteca. Estoy hipotecando mi tiempo del futuro. Es igual que una hipoteca es dinero que todavía no tengo, que ya tengo gastado. Para mí una tarea es tiempo que todavía no tengo, que ya tengo gastado. Y por tanto, cuando yo recibo una tarea pequeña, siempre intento evitar de ponerla en mi lista de tareas. Siempre pienso, no, esta tarea, que son cosas de 15 minutos, la voy a hacer hoy. Y si hoy no voy a tener tiempo para hacerlo, lo más probable es que mañana tampoco. Porque habrá otras tareas nuevas, etc. Al menos las tareas más pequeñas, obviamente, si hay cosas más grandes como preparar una formación, etc., requieren un poco más de planificación. Pero esas tareas más pequeñas no las quiero ver en mi lista de tareas, las quiero sacar ya. Porque si ahora mismo no tengo tiempo para hacerlas, pues mañana y futuro no va a pasar. Por tanto, hay que pensar, el futuro es ahora. Y no caigas en la trampa de pensar que tendrás más tiempo adelante. Lo haré eso, pues haz todo lo posible para utilizar tu tiempo ahora de forma efectiva.
Quique: Qué bueno, Jeroen. Fíjate que me venía a la cabeza una cosa que he hecho durante muchísimo tiempo, te quiero decir que casi hasta hace antes de ayer, y era que utilizaba una función del correo electrónico que era que determinados correos quería que me volvieran a aparecer el lunes a las nueve de la mañana. Porque decía, la próxima semana, esta semana no he tenido tiempo para hacer esto, pero la próxima semana. Y entonces era muy interesante, Jeroen, porque los lunes a las nueve de la mañana, según fue pasando el tiempo, cada vez aparecían más mensajes de esta lista postergada. Sí, un clásico. Claro, y ya era imposible de controlar, ¿no? No, no, no. Claro, al final decides, oye, ¿qué sí voy a hacer esta semana? ¿Y qué sé que no voy a hacer ni esta, ni la próxima, ni el mes que viene? Y algunos, al final, siendo más honesto conmigo mismo, los moví para dentro de seis meses, otros directamente los archivé y otros los borré. Pero esa es la parte de ser honestos, como indicabas tú, pensando que, de verdad, en el futuro no vamos a tener más tiempo, vamos a tener el mismo estilo que tengamos a día de hoy.
5 | No puedo controlar mi calendario porque no soy el jefe
Así que con esto vamos al quinto de esos mitos que es que no puedo controlar mi calendario porque no mando sobre él. Hay otras personas que mandan sobre él. Y esto es algo que escuchamos con frecuencia. Pero aquí va un secreto. Tu jefa, tu jefe, que lo sepas porque nos lo ha dicho a nosotros, tampoco se siente en control de su tiempo. Y de hecho es probable que tengan más reuniones en sus agendas. Cada vez que en una sesión de coaching hablo de bloquear la hora de oro en la agenda para dedicarlo a las tareas esenciales, una de las respuestas que más recibo es, eso es genial para ti porque siempre has sido como el que puede decidir con su tiempo, pero yo en mi caso no puedo, no tengo ningún control sobre mi calendario. Y en este punto les hago una pregunta. Considerando una semana laboral de 40 horas, ¿Qué porcentaje de tus horas tienen actividades obligatorias? Es decir, reuniones, tener que hacer esta actividad a la hora X… Rara vez alguien me dice que son más de 20 horas de actuación obligatoria, llamémoslo así. Lo que significa, por supuesto, que tenemos mayor control sobre la mitad de nuestra semana laboral. Y eso no está nada, pero que nada mal, ¿verdad, Jeroen?
Jeroen: No, no, no. Y podemos ampliarlo todavía más. Si estas 20 horas de actuación obligatoria que tú dices, las reuniones, los compromisos que están en el calendario, son en mitad de la semana larga, si ampliamos la perspectiva, pues en una semana completa hay 168 horas. Y por tanto, sacamos estas 20 horas de actuación obligatoria y te quedan 148 horas de tu tiempo que tú puedes decidir qué vas a hacer, a qué hora te vas a la cama, cuándo te levantas, qué vas a hacer. Incluso si todas las 40 horas de tu semana están ocupadas por estas tareas, todavía puedes elegir cómo gastas las 128 horas cada semana. Y yo creo que esto implica que es una cantidad enorme de control. Pero, por lo general, yo creo que nos encanta centrarnos en lo que no podemos controlar, en lo que no tenemos. Y a estas personas que se centran en lo que pueden controlar siempre superan a estas personas que se centran en lo que no pueden controlar. Y hemos hablado de esto en el episodio 296, sobre las tres zonas de tu vida, la zona de control, la zona de influencia y la zona de adaptación. Y siempre, cuando hablamos de este tema de no controlar mi agenda, las personas se ponen muy víctimas en la zona de adaptación. Pero hay que pensar que hay una parte que no controlas, que tienes que adaptarte, pero también hay mucho en tu zona de influencia y mucho en tu zona de control.
Quique: Fíjate, Jeroen, que tengo que decir que para mí este es uno de los mejores episodios que hicimos porque esta idea novedosa en la que trabajamos en KENSO de las tres zonas de tu vida te aporta esa claridad para saber qué sí depende de ti al 100% y entra en tu zona de control, qué no depende de ti pero puedes influenciar, persuadir, porque ya depende de ti, pero también de otra u otras personas, que es la zona de influencia, y aquellas cosas a las que te vas a tener que adaptar porque sin depender de ti, van a generar un impacto en tu vida. Es decir, por ejemplo, que haya un atasco o que haya mal tiempo. Tú no decides que haya mal o buen tiempo, pero sí que te puede afectar para una actividad que tú ibas a hacer. Entonces, ese episodio yo lo recomiendo encarecidamente.
Jeroen: Por lo tanto, vamos a ver algunas cosas que podemos hacer. Vamos a aplicar directamente la teoría. Algunas cosas que podemos hacer para poner esta situación de no tener sensación de control sobre mi calendario, sobrepasarlo a tu zona de influencia o tu zona de control. Yo creo que lo primero que puedes hacer es hacer conocer tu disponibilidad. Informa a tu jefe, a tus compañeros de trabajo, de exactamente cuándo estás disponible. Y yo creo que es una cosa muy fácil. He visto muchas organizaciones que tienen esos calendarios compartidos Y, por tanto, si hay un hueco en tu calendario, básicamente está considerado como libre para acoger para cualquier reunión. Por lo tanto, toma conciencia de esto y mira qué es lo que yo tengo bloqueado en mi agenda y puedes bloquear tiempo o confiar en tu disponibilidad que no ocupe toda tu jornada. Porque no puedes estar toda tu jornada en reuniones porque también necesitas tiempo para preparar tus reuniones, hacer tu trabajo, etcétera. No lo haces de forma unilateral. Lo mejor es conversar con tus compañeros, con tu jefe, sobre estos temas. Puedes decir que tu agenda es disponible a partir de las nueve. La primera hora quiero para mí, para prepararme para la jornada, y al final del día me reservo un hueco. O yo, mi hora de hora, de máxima energía, la tengo bloqueada en mi calendario. Si haces esto, pues evites un poco que la gente programan estas reuniones y llenen toda tu agenda con reuniones que tal vez incluso son innecesarios y en momentos que no te van bien. Segundo truco. Límites, ¿no? Límites. Fijar límites. Que viene un poco en línea con lo anterior. Que hay que fijar límites con tu jefe, tus compañeros, sobre cuáles son las tareas y compromisos que puedes aceptar. Muchas veces en las formaciones también, en los talleres que hacemos, hay personas que dicen yo no puedo decidir si aceptar o no un proyecto porque viene de mi jefe. Y siempre cuando rascas un poco Es una creencia, porque tu jefe no sabe lo que tienes en tus manos. No sabe que tienes la agenda y tu lista de tareas llena de cosas que son superimportantes. Y no es consciente de las consecuencias de esta petición que estás haciendo en este momento. Pero si tú le explicas, mira, ya tengo esto, esto, esto entre mis manos. ¿Cómo era importante lo que me acabas de pedir? Va por encima, va por abajo, va entre medio, lo que sea. Simplemente ayudar a tu jefe o a tu compañera Entender cómo es tu vida, dónde están tus prioridades, y esto evita la sobrecarga y asegura que tienes suficiente tiempo para completar tu trabajo. Tercer punto. Este tiene más que ver contigo. Tú también tienes que aprender a priorizar, no solo los demás. Por tanto, hay que pensar que no todas tus tareas son iguales y, por tanto, enfócate primero en los más importantes e intenta delegar o posponer todo lo que sea menos importante si es posible. para que no quede nada importante al final de la jornada, porque si te colocan en una reunión de repente, ya no queda tiempo. Utiliza el primer momento que tienes para estas cosas que realmente son esenciales. Y finalmente, el último consejo en este caso es no temas pedir ayuda. No hay ninguna vergüenza en pedir ayuda. Si realmente tienes problemas para gestionar tu tiempo, pues considera buscar la ayuda de tus compañeros de trabajo, habla con tu jefe, tu responsable, porque tal vez ellos puedan ser capaces de proporcionarte recursos o consejos que te ayuden. Y, obviamente, también puedes pedir ayuda a KENSO. ¿Cómo podemos ayudar a una persona así?
Quique: pues podemos ayudar de muchas maneras. Podemos ayudarte con nuestras sesiones de coaching individualizadas. De hecho, estamos trabajando con muchos clientes y la satisfacción es tan grande que nosotros no podemos sentir más que orgullo. Porque esa inversión que realizáis por vuestro lado luego se ve recompensada con creces. Con creces a nivel de promociones, a nivel de subidas de salario, a nivel de satisfacción personal, a nivel de felicidad, a nivel de pareja, y para nosotros eso es lo que de verdad nos hace sentir más felices que vosotros podáis llevar a ese nivel. También podemos hacer los talleres personalizados que realizamos en grandes empresas y también podemos ir a la tuya, grandes y pequeñas. ¿Por qué? Porque empresas como Iberdrola, como Heineken, confían en nosotros para dar estos talleres. Así que, ¿por qué no te apuntas tú o se lo pasas a tu contacto de Recursos Humanos para que hable con nosotros? y que puedas disfrutar de estos talleres personalizados para ti. Y la comunidad, siempre hablamos, para nosotros es un grandísimo recurso donde vas a encontrar a gente afín a ti, con esas ganas de querer mejorar en el día a día. Así que ya sabes, te estamos esperando. Puedes encontrar toda esta información y mucho más en KENSO.es. Y no nos olvidamos, los cursos online también.
6 | Más tiempo = más productividad
Así que ya hemos hablado de cinco de esos mitos y nos queda el último y es que pensamos muchas veces que más tiempo es igual a más productividad. Y este es un mito extendidísimo en nuestra sociedad porque se está valorando ahora mismo mucho más la cantidad de tiempo que pasamos trabajando que la calidad de ese trabajo. Es decir, una persona que ha tenido la suerte de vivir en el extranjero o trabajar en el extranjero, yo creo que somos de los pocos países donde calentamos la silla y la gente se enorgullece de ello. Viendo otros países en los que yo haya podido trabajar, como Inglaterra, Francia, Alemania o Estados Unidos, te das cuenta que las cosas no son así. Así que vamos a ser honestos. La realidad es que trabajar más horas no siempre se va a traducir en que seamos más productivos. En nuestro episodio 278, Productividad lenta, trabaja y vive desde la calma, exploramos este tema en mayor profundidad. De hecho, estuvimos hablando de cómo trabajar desde un lugar de calma y concentración puede ser mucho más productivo que simplemente echar más horas de trabajo.
Jeroen: Hay un estudio que también hemos mencionado, yo creo que en este episodio, que es del University College of London. El estudio se llama Long Working Hours in Cognitive Function, The Whitehall II Study. Es un estudio con mucha gente durante mucho tiempo, por lo tanto bastante de fiar, y encontró que las personas que trabajan largas horas, pues, sumamente han vivido un impacto negativo en la función cognitiva. Concretamente, han visto que participantes que trabajaron más de 55 horas a la semana tuvieron peores puntuaciones en las pruebas cognitivas que aquellos que trabajan 35 o 40 horas a la semana. Si trabajas largas horas, pues lleva a un agotamiento mental y este reduce nuestra capacidad para pensar de manera clara y creativa. Y esto se nota en la calidad de tu trabajo, en cómo haces tu trabajo, en la velocidad en que trabajas. Y además, cuando trabajamos largas horas, a menudo sacrificamos otras áreas importantes de nuestra vida, como el sueño, el ejercicio o el tiempo con nuestros seres queridos. Y son todos estos factores esenciales para nuestro bienestar general y nuestra capacidad para ser productivos. Por tanto, hay un efecto negativo de trabajar demasiadas horas y, por tanto, en lugar de tratar de trabajar más horas y pensar, vale, pues ya dormiré mañana o el mes que viene, pues temeríamos centrarnos en cómo podemos trabajar de manera más inteligente. Y esto implica, otra vez, establecer límites claros entre qué es el trabajo y cuánto es el tiempo personal hay un momento para cada uno de estos, y tomar descansos regulares, pausas para regar tus energías y priorizar las tareas más importantes.
Quique: Recuerda, al final la efectividad no se trata de cuánto tiempo trabajas, sino de cómo tú eres capaz de utilizar ese tiempo de la manera más productiva posible. Así que la próxima vez que sientas la tentación de trabajar hasta tarde, recuerda que más tiempo no siempre significa más efectividad. En su lugar, intenta trabajar de manera más eficiente y verás cómo puedes lograr más en menos tiempo.
Resumen
Y sobre todo, vuelve a revisitar los seis puntos que hemos visto hoy. Hemos visto que todas las horas no son iguales, por mucho que nos lo digan. Hay algunas horas en las que tus capacidades están potenciadas y otras en las que, en base a tu cronotipo, no vas a tener esa misma energía. Así que aprovecha esas horas de oro. Bloquéate la que tú consideres que es tu momento esencial para las tareas prioritarias o más importantes. Segundo, hemos visto que podemos tener dos formas de enfrentarnos a la efectividad. O buscar la excusa de no tengo tiempo o encontrar razones para saber que tienes el mismo tiempo que cada persona en este planeta, 24 horas al día. Lo que va a marcar la diferencia es qué haces con él. Y eso lo hemos visto en el punto tercero, donde hemos aprendido que el tiempo no se puede gestionar. Lo que sí que puedes gestionar es cómo vas a utilizar tu energía, cómo vas a aplicar tu concentración a las tareas en concreto que vas a hacer en cada momento, que vas a priorizar dependiendo de tu estado de ánimo, de tus capacidades, de cómo te encuentres en ese momento. Así que, ya sabes, el tiempo no lo gestionas, pero tus energías, tu capacidad de concentración y las tareas a las que te vas a enfocar, eso sí. Y olvídate de que la próxima semana, el próximo mes o el próximo año, van a ir las cosas mejor. Te lo dice una persona que pensó que cuando fuera padre iba a tener todavía más tiempo porque iba a dejar la mitad de su trabajo de lado. No, en el futuro no vas a tener más tiempo. Vas a tener más o menos lo mismo que ahora, a no ser que realices una serie de cambios significativos. Así que no sobrevalores las capacidades que vas a poder tener en una semana, en un mes, en un año, sino que sé consciente que vas a estar probablemente igual de ocupado de lo que estás ahora. Y cuando pienses que el calendario no depende de ti, sino que depende de otras personas, Recuerda que gran parte de tu calendario sí que depende de ti. Y es esa parte del foco de la que hablábamos antes. Yo me puedo focalizar en el problema o en la solución. Si yo cada vez voy dando pasos en focalizarme cada vez más en la solución, aunque sea poquito a poco, cada vez ganaré mayor espacio de efectividad para mí. Y hemos cerrado con una idea importante. Que más tiempo no es igual a más productividad. dedicar más tiempo a una tarea no significa que esa tarea salga mejor. Significa que si tú eres capaz de decidir que vas a ser efectiva, efectivo en tu día a día, entonces sí conseguirás disfrutar de tener más tiempo de calidad para las tareas que sean ya sean profesionales o ya sean personales. Así que todo esto, Jeroen, nos lleva a un plan de acción.
Tu plan de acción
Jeroen: Efectivamente, porque si escuchas este podcast, ya sabes que escuchar no te hace más efectivo. Tienes que llevarlo a la acción para ser realmente efectivo y especialmente para los miembros de que en su círculo hemos creado el súper guion que incluye, entre otras cosas, un plan de acción con pasos concretos, actividades fáciles para hacer, coger algunos, algunos temas de este episodio y aplicarlo a tu vida. Y si tú también quieres tener acceso a este documento y además tener acceso a todos los beneficios que tiene KENSO Círculo como la comunidad en WhatsApp, los retos que ya hemos hablado antes, hay especiales con reseñas de libros de efectividad, tenemos el KENSO Lab donde trabajamos en pequeños grupos. Puedes disfrutar de descuentos en los servicios de KENSO. Hacemos concursos para que puedes ganar libros y aplicaciones. Y además, para mí lo más importante, recibir nuestra eterna gratitud para ayudarnos a mejorar. Pues entonces, si quieres tener todo esto, dirígete a kenso.es/circulo. Y hoy un saludo muy especial a Raúl García López, Antonio José y Castilla Moreira, que recientemente se han unido a KENSO Círculo. Pues muchas gracias a estas dos personas. Y esperamos verte también a ti en KENSO Círculo.
¡Nos escuchamos muy pronto!
Outro: Muchas gracias por escuchar el podcast de KENSO. Si te ha gustado, te agradeceríamos que te suscribas al podcast, lo compartas en tus redes sociales o dejes tu reseña de 5 estrellas para ayudarnos a llegar a más oyentes. Y si quieres conocer más sobre KENSO y cómo podemos acompañarte a ti, tu equipo o tu organización en el camino hacia la efectividad personal, puedes visitar nuestra web. KENSO.es. Te esperamos la semana que viene en el próximo episodio del Podcast de KENSO, donde Quique y Jeroen buscarán más pistas sobre cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Y hasta entonces, ahora es un buen momento para poner en práctica un nuevo hábito KENSO:
Quique: Reenfoca tu tiempo para enfocar tu vida.