Aprende a escuchar(te) para mejorar tu comunicación con Ismael Cala
Episodio 304
¿Te cuesta entender tus emociones y pensamientos, y cómo estos afectan tus decisiones y relaciones?
Ese es el tema principal del programa de esta semana, donde aprenderás cómo mejorar tu autoconocimiento escucharte más y mejor con Ismael Cala.
Ismael es periodista, autor y conferencista motivacional cubano-canadiense. Nacido en Santiago de Cuba, Ismael trabajó como presentador de la cadena de televisión CNN en Español, donde condujo el programa de entrevistas «Cala». Es conocido por su enfoque en temas de desarrollo personal y liderazgo.
Además de su trabajo en televisión, Ismael ha escrito varios libros exitosos, entre ellos «Despierta con Cala», «Fluir para no sufrir» y su reciente «El arte de escuchar(te)». También es un conferencista muy solicitado y ha presentado charlas en varias universidades y eventos internacionales.
Ismael también es el fundador de Cala Enterprises Corporation y la Fundación Ismael Cala, organizaciones que buscan promover el liderazgo y el desarrollo personal en América Latina y América del Norte.
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Índice de la entrevista
(03:38) Una evolución «desde dentro»
(10:44) Comunicar para conectar
(15:39) El arte de escuchar(te)
(18:13) Rompiendo creencias
(21:40) Los primeros pasos para escucharte
(26:08) Salir del modo automático
(29:48) ¿Qué libro no recomendarías?
(33:08) Cuestionario KENSO
(35:48) Resumen y despedidas
Recursos mencionados
Fluir para no sufrir: 11 principios para transformar tu vida de Ismael Cala | Amazon
El arte de escuchar(te): Descubre el poder transformador de la escucha profunda de Ismael Cala | Amazon
El poder de escuchar de Ismael Cala | Amazon
Los cuatro acuerdos: una guía práctica para la libertad personal de Don Miguel Ruiz | Amazon
Larry King | Wikipedia
Las 48 leyes del poder de Robert Greene | Amazon
Las siete leyes espirituales del éxito: Una guía práctica para la realización de tus sueños de Deepak Chopra | Amazon
Si Dios Lo Dice de Daniela Lombardo | Song.link
La vida es bella de Roberto Benigni | Film Affinity
Formación para empresas | KENSO
Cursos online | KENSO
Coaching personal | KENSO
Y la música de KENSO gratis para Podcasts y YouTube | Uppbeat
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Aviso: el transcriptor a veces no nos entiende, pero vosotros seguro que sí.
Disculpa, si lees algún error en la transcripción.Raúl: ¿Te cuesta entender tus emociones y pensamientos y cómo éstos afectan a tus decisiones y relaciones? Este va a ser el tema principal del programa de esta semana, donde aprenderás cómo mejorar tu autoconocimiento, escucharte más y mejor con Ismael Cala.
Jeroen: Y Ismael es periodista, autor y conferenciante motivacional cubano-canadiense. Nacido en Santiago de Cuba, Ismael trabajó como presentador de la cadena de televisión CNN en español, donde condujo el programa de entrevistas Kala, y es conocido por su enfoque en temas de desarrollo personal y liderazgo. Y además de su trabajo en televisión, Ismael ha escrito varios libros exitosos, entre ellos Despierta con Cala, Fluir para no sufrir, y su reciente libro El arte de escuchar(te). Y también es conferencista muy solicitado y ha presentado charlas en varias universidades y eventos internacionales. Ismael también es fundador de Cala Enterprises Corporation y la Fundación Ismael Cala, organizaciones que buscan promover el liderazgo y el desarrollo personal en América Latina y América del Norte. Bienvenidos a un nuevo episodio de KENSO, el podcast donde descubrirás cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Yo soy Jeroen Sangers, aprendiz en escribir para pensar,
Raúl: Y yo soy Raúl Hernández, aprendiz en escucharme un poquito más para poder fluir mejor. Ismael, bienvenido. Un gusto y un verdadero placer tenerte con nosotros hoy aquí.
Ismael: Gracias, Jeroen. Gracias, Raúl. Encantado de poder compartir con ustedes.
Raúl: Solemos iniciar nuestros episodios hablando de qué somos aprendices nosotros y nos gusta preguntar a nuestros invitados en qué se consideran aprendices. ¿En qué te consideras aprendiz tú, Ismael?
Ismael: Me considero aprendiz del asombro, porque me encanta asombrarme con novedades, con cosas que lleven a mi curiosidad a crear escenarios diferentes en mi cabeza y a entusiasmarme con lo no vivido. Entonces, yo creo que soy un aprendiz del asombro.
Raúl: Pues una de las mejores respuestas, yo creo, que he escuchado en todo este tiempo que llevamos haciendo las entrevistas. Ismael, tú has hecho un viaje, bueno, vital, importante, ¿no? Naciste en Cuba y, si quieres, nos vamos allí para empezar también este viaje en la conversación. Tú, si te vas a la ventana de tu infancia en Cuba y abres la ventana, ¿qué es lo que te encontrabas a tu alrededor? ¿Qué es lo que viviste durante esa primera etapa de tu vida?
Ismael: La verdad que campo, montaña, juegos muy primitivos que hacíamos nosotros con las manos, dulzura de las frutas. Yo digo que esa ventana era como mirar un mundo medio agridulce, porque yo viví en un pueblo, la infancia muy llena de inocencia, y al mismo tiempo también era el momento de entenderme para qué nací y dónde estoy. Y lo agrio, no tan dulce, es que me tocó nacer en una familia que a lo mejor no tenía el entendimiento o la educación emocional de hablar con naturalidad del suicidio del abuelito y de los temas de salud mental. Entonces, claro, yo crecí un poco en esa prisión de sentir culpa, vergüenza, tabú, de explorar el mundo interior. Y más o menos esa es la ventana ahora que me has hecho recordar de esos primeros años de mi vida, donde el Ismael no tenía muchas sonrisas, por cierto.
Raúl: ¿Cómo ha cambiado entonces la historia?
Una evolución «desde dentro»
Jeroen: Mucho. Si miramos desde allá, miramos tu biografía, encontramos historia, y creo que esa historia es la que has estudiado, periodismo, divulgación. ¿De dónde viene esta necesidad que tienes para comunicar, para expresarte?
Ismael: Siento que la comunicación llegó a mi vida cuando tenía ocho años como una tablita de salvación personal. Porque, como digo, en esa infancia, ese niño prefería esconderse dentro del aula y no salir al patio de la escuela para evitar los episodios de acoso escolar y el bullying famoso del que hoy tanto hablamos. y que se ha multiplicado hoy con el tema de las redes sociales. En ese momento, gracias a Dios, era solo en el patio de la escuela y geolocalizado en lo físico, ¿verdad? Entonces, en mi aula de cuarto grado, a mis ocho años, llegó una señora que aún vive a sus 93 años en Santiago de Cuba, mi ciudad natal, en Cuba, y ella dijo, niños, Soy directora y escritora de un programa infantil de radio, dramatizado, y estoy reclutando tres o cuatro niños porque algunos ya cumplieron 15 años y los tengo que dejar ir. Y quiero nuevos niños que ingresen al círculo de interés vocacional de radiodifusión. A mí me gustaba leer en la iglesia. Era el único espacio en el que yo me sentía seguro y leía en público. La iglesia de mi pueblo, que por cierto, el sacerdote, Era un español, Juan de Dios. Nunca se me olvidará, porque yo le decía a mi abuela, creo que tú estás enamorada de Juan de Dios. Y ella me decía, calla niño, calla. ¿Cómo vas a decir eso? Ese es sacerdote del pueblo, ¿no? Y entonces, realmente, a los ocho años, esta señora Nilda G. Alemán, que se convirtió en mi mentora de vida, mi mentora vocacional, me lleva a una emisora de radio donde todos los sábados, de nueve de la mañana a doce del mediodía, ella me instruyó cómo mejorar la dicción, la articulación, nos invitó a escribir poesía, cuentos cortos, estudiábamos en las mañanas cuentos infantiles y luego en la tarde se ensayaba la dramatización y se grababa un episodio de un programa de media hora dramatizado que se llamaba La Edad de Oro, título de un libro de José Martí en Cuba. Eso cambió la infancia de Ismael La radio se convirtió en ese teatro de la mente hacia la imaginación infinita y realmente eso se convirtió en mi juguete más esperado, que llegaran los sábados para ir entre micrófonos, cintas magnetofónicas, hacer efectos sonoros y a vivir ese mundo de un teatro sonoro que ella realmente puso como una opción en todos sus discípulos o sus niños. Eso cambió. Yo no tengo herencia de papá, mamá, tío, comunicador. Viene de ella, que fue mi primera gran mentora profesional.
Raúl: Muchas historias hay de personas que encuentran su vocación de una manera un poco casual, como te ocurrió a ti, y que encuentran un hilo de vida al que engancharse, y que a ti en este caso te llevó lejísimos, físicamente lejísimos, hasta Canadá, físicamente también. lejos en lo profesional, en términos de éxito profesional, en el mundo del entretenimiento, en el mundo de las noticias, un rostro muy conocido, con muchas emisiones a tus espaldas, y digamos que viendo tu trayectoria sí que se ve esos dos momentos, ese momento estrellato mediático y el momento en el que estás ahora desarrollando esta visión más del desarrollo personal, del liderazgo, etcétera. Hay un momento de solape porque tus primeros libros los empiezas a publicar todavía mientras estás ejerciendo como periodista, pero ¿en qué momento a ti te empiezan a hacer esa inquietud por explorarte a ti mismo, explorar las relaciones con los demás, ese mundo interior que quizás no sea tan habitual en lo que estamos acostumbrados en los medios de comunicación?
Ismael: Pues la verdad que tiene fases, Raúl, porque yo recuerdo que yo empecé a buscar muchas respuestas desde los 15 años, pero no las encontraba. No era fácil literatura sobre psicología positiva, lo que hoy llamamos la nueva ciencia de la atención o el mindfulness. No había coaches de vida o mentores que se dedicaran profesionalmente a ayudar, como hoy que nos sobran opciones, a otros seres humanos. Entonces, en Cuba me fue difícil. entre los 15 y los 28 años, encontrar ese tipo de camino. Yo intuitivamente fui rodeándome de personas más positivas, más alegres y menos estreñidas y constipadas. Eso sí lo hice por intuición. Ahora, a los 30 años, ya estando en Toronto y con acceso a Internet, empecé a encontrar información, propuestas de seminarios, talleres. Un amigo me regaló mi primer libro de autoconocimiento, que fue de Don Miguel Ruiz, Los Cuatro Acuerdos. Y ese libro, pequeño, no es tan gordito, en páginas, profundo en sabiduría, a mí me dio la perspectiva de, wow, si yo cambio mi manera de ver el mundo, mi mundo cambiará para mí también. Hay que meterse más dentro de esta piñata humana que es como yo llamo a la mente, ¿verdad? Llena de golosinas y cositas que otros pusieron para nosotros cuando no teníamos discernimiento ni conciencia adulta y éramos niños. Entonces, Mi primer gran programa ya más serio fue de Tony Robbins. Yo era mesero en Toronto y recuerdo en noches de insomnio ver un infomercial en televisión donde él promocionaba este programa o infoproducto titulado Get the Edge, o sea, ve más allá del límite. Y la verdad que la primera vez mi mentalidad escasez dijo son 350 dólares, no te va a alcanzar para la renta o el alquiler a fin de mes, no lo compres. No encargues esto. La segunda vez dije, esto ya no es casuístico. Aviéntate y pon esa única tarjeta de crédito que tienes con un máximo de 500 dólares y cómprate ese programa. Y la verdad que ese programa cambió mucho de mis paradigmas limitantes y creencias y todo lo que yo tenía ahí revuelto en esta mente que nunca había cuestionado. De hecho, uno de mis momentos más interesantes es en el 2014, cuando me voy a la isla de Fiji por primera vez a un taller presencial de Tony Robbins y el último de los seis días decido levantar la mano para darle mi testimonio. Usted es parte del Ismael que soy, usted transformó mi mente. Y él se emocionó, bajó, lloró, me abrazó. Bueno, recibiendo tantos millones de personas que también le han dado a este señor sus testimonios. A partir de ahí, yo no he parado en buscar fuentes, libros, maestros, experiencias, seminarios, viajar el mundo, a donde siento que hay aporte sobre el tema de la autoexploración espiritual de un ser humano. Y la verdad que soy, por eso digo, un estudioso o aprendiz del asombro, porque me siguen asombrando el descubrir libros nuevos, maestros nuevos, que a través de lecturas de algunos llego a otros. Y es un camino para no parar.
Comunicar para conectar
Jeroen: Si yo miro un poco el mundo de la comunicación, y quiero mejorar mi comunicación, todo lo que encuentro tiene que ver con la importancia del emisor de los mensajes. Que encuentro cosas de técnicas de hablar en público, preparar los discursos, uso del lenguaje no verbal, etc. Y lo que me sorprende de ti es que tú eres una de las pocas personas que se fijan en la otra persona, el receptor de los mensajes. ¿Por qué piensas que damos poca importancia al receptor del mensaje?
Ismael: Porque siento que nosotros, cuando nos comunicamos desde la mente, desde el pensar, el pensar está dictado por una mente fragmentada que siempre se defiende a sí misma y que busca, en la mayoría de los casos, si escuchamos la voz del ego dentro de nuestra cabeza, tener la razón en cualquier debate, argumentación. Entonces, Si vamos a una conversación, a una entrevista, a algo así, generalmente nuestro guión previamente pensado quiere imponerse frente a la espontánea oportunidad de fluir con la conversación. Y yo le digo a los seres humanos, a los que tengo el privilegio de entrenar, como comunicadores y para hablar en público, le digo, hay que hablar más desde el corazón y menos desde la mente. Hay que hablar más desde la intuición y la verdad del corazón y que se invisibilice el guión. El guión es una red de apoyo, el guión es para nosotros saber que hay estructura, que hay intención. que tenemos un propósito con esta conversación que iniciamos, con esta entrevista. Sin embargo, el fluir en el momento, el sentir la energía del otro, el tener un campo electromagnético que está abierto a recibir el de la otra persona o el de los otros, hace que tú seas un instrumento más que un portador o emisor. Y yo me entiendo como comunicador en alguien que escoge conectar y no solo informar. Cuando tú escoges informar, no te importa si conectas, porque dices lo que quieres y dices, bueno, pues ya lo dije y ya está. Pero cuando escoges conectar, la escucha es mucho más importante que lo que tú vas a decir, porque te quieres sentir instrumento hacia los otros, te quieres sentir servicio hacia los otros. Entonces, la verdad que a mí me cambió el paradigma cuando tuve mentorías con Larry King, que fue mi gran maestro en el género de las entrevistas, y él me dijo, si tú quieres juzgar a alguien, estudia Derecho. Pero tú estudiaste Periodismo, no para juzgar a nadie, sino para meterte en la cabeza del otro, para hacer preguntas profundas que puedan darte a ti o a la audiencia pistas de por qué Osama Bin Laden pensaba como pensaba. Que por qué, aunque es un asesino, es que no pasa nada. Tú no eres abogado. Tú eres un periodista que, de una forma empática, tiene que hacer que el otro se sienta cómodo para que pueda soltar sus verdades. Porque nadie suelta sus verdades si se siente juzgado y agredido ante otro. Entonces, fue una maravillosa escuela que me ha hecho a mí, realmente, pues hoy, empatizar mucho más de lo que yo empatizaba antes con los seres humanos.
Raúl: De alguna manera, tal y como lo expresas, suena como a quitarse de en medio, ¿no? salirse uno, el ego de uno, de la conversación para sumergirse en la conversación. O así es como me está llegando un poco el argumento y me parece muy importante.
Ismael: Sí, sí lo es. Porque incluso yo muchas veces me di cuenta que en mi carrera yo comunicaba para impresionar. ¿Ves? Cuando tú estás basando tu comunicación en tu mente y en tu ego, no te das cuenta a veces, pero estás elaborando una comunicación para impresionar a otros. Cuando tú estás basando tu comunicación en el servicio de soy un instrumento para que no solo me entiendan, para que los demás se sientan entendidos a través de mí, entonces yo estoy comunicando para conectar, que es diferente de comunicar para impresionar. y cuido qué palabras escojo, no pensando en mí, sino pensando en que sean palabras que todos los que me escuchen puedan entender sin hacer ruido y detenerse a decir, ¿qué dijo Ismael? Porque en el momento en el que yo te impresiono con una palabra que no conoces, al mismo tiempo te estoy desconectando de ese tren de alta velocidad de lo que sigo diciendo. Y te quedas estancado en, ¿qué dijo? ¿Qué me quiso decir con esto?
Raúl: Si rompes la comunión, ya no estamos en el mismo barco.
Ismael: Y qué buena palabra, porque comunicar es eso, es hacer comunión, es crear comunidad. Entonces, si comunicas para impresionar, rompes la comunión y, por lo tanto, ya hay un cortocircuito.
Raúl: Hay dos monólogos que se sobreponen, que no suele ser comunicación. Tú has dado un salto en estos…
El arte de escuchar(te)
Justo estamos hablando de la publicación de tu más reciente libro, El poder de escucharte, que es un juego que haces con otro libro que tienes, que es El poder de escuchar.
Ismael: Claro, el primero fue El poder de escuchar, y este segundo, sobre el mismo tema, es El arte de escucharte.
Raúl: ¿Cuál es el enfoque diferencial que has querido transmitir con ese cambio?
Ismael: La verdad es que el primer libro, que por cierto no se publicó en España, solo en las Américas, fue un primer libro de un periodista que quería hablar sobre la escucha y terminó siendo escuchado y escuchando lo que habitaba en su cabeza. Entonces el libro se transformó a sí mismo. Me costó de tiempo dos años porque yo lloré. Lloré mientras escribía el libro porque decía, ¿cómo voy a hablar de una escucha si yo no he sido capaz de hacerme preguntas importantes sobre por qué siento lo que siento, por qué pienso lo que pienso? O sea, fue un libro muy liberador. Y además fue un libro que abrió mi carrera como escritor, porque el libro tuvo tanta aceptación, le fue tan bien, dio tanta veracidad al periodista que la gente dijo, wow, este es un ser humano en todas sus dimensiones y además ha sido capaz de hablar con honestidad de las cosas que duelen en su historia. Pasaron 10 años de la publicación, 11 años, ya estamos en el 2024, y yo dije, en una década, ¿cuánto más no he aprendido, desaprendido y crecido en el tema de la importancia vital que tiene la escucha profunda en el autoconocimiento de un ser humano? Y dije, es que quiero escribir otro libro. No leí, no volví a leer El Poder de Escuchar, no quería contaminarme con nada de lo que ese primer libro sobre la escucha tiene. Y me fui con mi equipo multidisciplinario a decir, todo lo que hemos investigado y aprendido en los últimos 10 años, más poesías, que nunca había escrito poesías en un libro. Aquí este libro tiene poesías también. Entonces todo eso se combinó y es el resultado de lo que hoy tenemos en El Arte de Escucharte. Es un libro mucho más completo que El Poder de Escuchar. El Poder de Escuchar fue más revelador, en anécdotas biográficas de la historia de Ismael, El arte de escucharte es un libro mucho más completo como manifiesto de vida, no sobre Ismael, sino sobre la aplicación de la escucha del cuerpo, la mente, las emociones, las relaciones, la intuición para cualquier ser humano.
Rompiendo creencias
Jeroen: Antes has hablado de la comunicación y la importancia de sentir a la otra persona para realmente poder transmitir. Yo creo que es uno de los fallos más comunes cuando hablamos del escucharte a ti mismo porque tenemos la falsa creencia que ya lo conocemos. No hace falta que conectamos con nosotros mismos porque somos nosotros mismos. Así es. ¿Qué podemos hacer para romper esta creencia?
Ismael: A ver, si me das, Jeroen, la creencia así específica, la empezamos a desmantelar. ¿Cuál sería la creencia?
Jeroen: La creencia es que ya me conozco.
Ismael: Oh, wow. Fíjate, esa es una creencia limitante porque el proceso de la vida es que nosotros no somos seres estáticos. Y a ese ser que yo creo conocer es noticia antigua. Porque ese no es el mismo ser que yo quiero construir para ser en el futuro. Y es por eso tan bonito que nosotros querramos vivir décadas y pasar los 100 años. Yo siempre le digo a las personas, ¿cuánto te ves viviendo? ¿Cuánto te imaginas viviendo? ¿Y por qué hago esa pregunta? Porque entre más te imagines viviendo, más tienes que reinventarte, desaprender y reaprender de ti. para que la evolución continúe y no caigas en una vida rutinaria que es un ocaso, que es un malvivir porque no tengo proyectos, sueños o necesidad de reconstruirme. Entonces, esa es una creencia falsa porque Generalmente, nosotros queremos conocernos desde las etiquetas socialmente autoimpuestas en nuestro proceso de elaboración de una identidad de personalidad. Pero un ser humano va más allá de lo que es su personalidad. Además, su personalidad, gracias a Dios, también puede ser modificada con la intervención de la conciencia. Tres niveles, cerebro, órgano cooperante de las inteligencias, Mente es la especie de plataforma o software, ¿verdad?, donde están los archivos y donde nosotros ahí creamos cosmovisión con memoria, creencias, pensamientos, sensaciones, y luego por encima de ese nivel está la conciencia. Realmente la mayoría de nosotros creemos saber quiénes somos a un nivel mental, intelectual, de conceptos. Pero ese siempre será engañoso porque es fragmentado y porque tiene títulos que son limitantes y no es la totalidad de lo que somos. La pregunta es, cuando yo cierro mis ojos y hay silencio y hay vacío entre pensamiento y pensamiento, y voy a mi corazón y me pregunto, ¿quién soy? quien habita en lo más sutil de mi esencia, ¿qué se siente? Porque ese sentir es la huella más profunda a la respuesta de quiénes somos a un nivel superior, que es el nivel de la conciencia. Entonces, Todo lo que definamos con palabra es una muy pálida representación de lo que somos en realidad. Cuando a Buda le preguntaron, ¿quién eres? Él dijo, el despertar. Mira, es una bonita palabra, el despertar. ¿Quién soy? El despertar de saberme ser proceso y aceptar ese proceso en lo tambaleante de lo que puedo ser. Entonces, yo me hago esa pregunta todos los días, pero no permito que la responda mi mente. Le doy un poquito de espacio a las sensaciones del corazón.
Los primeros pasos para escucharte
Raúl: Complicado para un mundo que, precisamente, se basa en poner etiquetas y en describir la realidad a un nivel tan conceptual, el hacer ese ejercicio de introspección, que, por otro lado, es una búsqueda, iba a decir, de décadas, de siglos o de milenios, esa búsqueda interior. ¿Cómo puede una persona normal, quiero decir, una persona que se mueve en el día a día, hacer ese ejercicio de escucharse. ¿Cuáles serían los primeros pasos que podría dar para escucharse un poquito mejor?
Ismael: Mira, aquí tengo el libro en mis manos, el arte de escucharte, y lo toco y digo, este no es un libro para ser leído solamente. A mí me gusta tener los libros en los formatos múltiples. A veces lo compro en los tres. Audiolibro, libro físico y el libro digital. ¿Y por qué? Porque cada experiencia es diferente. Pero además de eso, Este libro tiene códigos QR alrededor de todos los capítulos, entre capítulos, porque es una vivencia. El código QR te lleva a una página de recursos audiovisuales y algunos test de exploración y diagnóstico sobre temas diferentes de la escucha. Hay meditaciones inéditas, grabadas, sonorizadas, que hice para que sean ejercicios que ayuden al lector a poder entender la práctica y no solo la teoría. Y me encanta esa pregunta, Raúl, porque Todo es práctica. Si yo quiero aprender a escuchar mejor mi mente, yo tengo que sentarme para centrarme. Y de la manera correcta, que no es dar órdenes a mi mente, sino de una forma amorosa, hacer una inducción para que mi mente entienda que yo quiero, a través de respiración, observar sin juicios cuándo se produce en ella mi próximo pensamiento. Una vez que yo entro de esa forma amorosa, Y solicitando permiso, mi mente se calma porque no le gusta sentirse observada. Pero sí le encanta que peleen contra ella porque siempre eleva el ruido. Entonces, hay meditaciones en la página de recursos del libro para hacer experiencias con meditaciones guiadas para escuchar mejor el espacio de la mente, el cuerpo. Hay un ejercicio ahí en la meditación que es el escaneo corporal y cómo con respiraciones yo voy creando esa posibilidad de observar, absorber y no juzgar las diferentes sensaciones en las partes del cuerpo que voy sintiendo. ¿Qué evita esto? que yo no me siente escuchar mi cuerpo y mi cuerpo empiece a desarmonizarse y cada vez más el estrés empieza a quitarme salud y a romper patrones de coherencia en órganos vitales y nacen ahí la mayoría de las enfermedades que el mundo vive hoy. psoriasis, migrañas, úlceras, gastritis, problemas de la espalda, alopecia, en fin, tantas cosas que tú dices, pero es que esto es el resultado de un proceso no bien gestionado y que se ha ido acumulando. Entonces, realmente, lo único que nosotros tenemos que hacer es quitar el piloto automático de nuestros pulmones y quitar el piloto automático de nuestros patrones en pensamientos automatizados. Y hay algunas prácticas que podemos hacer, por ejemplo, para desembasurar la mente. Hay una que es el vómito de la mañana. Me levanto todos los días. y escribo tres cuartillas de papel con bolígrafo, lapicero y lápiz, o lápiz, no en el ordenador personal, no en el móvil. Esto tiene que tener la caligrafía, tu puño y letra, el testamento. Tres hojitas de papel, sin censurar. No es un ensayo literario, es todo lo que viene a la mente, yo lo pongo al papel, aunque sea tóxico, aunque sea feo, aunque sea un pensamiento cruel y mórbido. No importa, llegó al espacio de tu mente, sácalo. Es mágico lo que ocurre para liberar banda ancha cognitiva en el cerebro y en la mente, que cuando tú escribes algo, es como que la mente automáticamente dice, si lo escribió, no se lo tengo que recordar con tanta frecuencia. Por lo tanto, liberas espacio, ¿para qué? Para ser más creativo, creativa, innovador. Todo lo que el libro propone se queda en una fundamentación primero rigurosa con la ciencia y luego va al terreno de la práctica, de la praxis. Entonces, yo creo que ahí está el diagnóstico, pero también está el pronóstico y el tratamiento para ir superando muchos de los temas donde no sentimos que tenemos una escucha profunda y asertiva.
Salir del modo automático
Raúl: ¿Dirías que el mundo en el que vivimos nos facilita eso o que nos lleva precisamente por el lado contrario? Yo tengo la sensación de que cada vez es más difícil y requiere más esfuerzo y más cariño por uno mismo el dedicar tiempo a todas esas prácticas. porque si nos ponemos en modo automático, como dices, es que tenemos 100.000 inputs entrando en cada momento, distrayéndonos y llevándonos a sitios diferentes que no tienen nada que ver con observarnos, con escucharnos.
Ismael: El mundo en el que vivimos hoy, sin dudas, es un mundo lleno de distracciones, es un mundo lleno de estímulos, es un bombardeo constante, un sabotaje a nuestra concentración y relajación. Por eso es que hay que vivir con más conciencia. y menos en piloto automático. Porque si uno no tiene la conciencia, por ejemplo, de tener el ordenador para convertirlo en un aliado poderoso con todo lo que te ofrece en tu crecimiento y tu enfoque, el ordenador se convierte en el gran sabotaje permanente con sus notificaciones sonoras a tu calibración de atención plena. Cada vez que yo siento que mi ordenador o mi teléfono están en modo descuido, yo le llamo modo descuido a que están sonando cada vez que le llega una alerta, yo sé que yo estoy atentando contra mi bienestar, contra mi sistema nervioso en modo parasimpático, de forma relajada y serena, para poder crear algo desde una zona de concentración. Y yo inmediatamente le quito de nuevo la sonorización. Yo diría que el 90% de mis aparatos, el 90% del tiempo mis aparatos están en silencio para que yo vaya a ellos y ellos no vengan a mí. Entonces, hay un desafío. Hay un desafío porque estamos rodeados de tecnología, de ondas, de estimulación energética y electromagnética. ¿Pero cuál es la vacuna? La vacuna es, tenemos que ser conscientes de irnos a bosques, playas, montañas, más espacio verde entre nosotros, más naturaleza y menos urbanidad, porque la ciudad está llena de ondas. de electromagnetismo. Entonces hay que ir a los jardines, hay que ir a los parques nacionales, hay que ir a las playas, hay que ir a las montañas. No escaparemos del todo de esto, ¿verdad? Pero por lo menos tenemos un oasis de mayor interacción con lo que es la energía de la naturaleza y nos recargamos, echamos cable a tierra, hay que quitarse los zapatos. Hay gente que tiene una asociación, pero terrible, con que si me quito los zapatos me enfermo, si me baño bajo el aguacero me enfermo. Yo digo, pero ¿desde cuándo la lluvia es enfermedad y desde cuándo caminar descalzo es símbolo de que te vas a enfermar cuando vas a echar cable a tierra? Te estás anclando, estás haciendo grounding. o anclaje. Es volver a lo simple, es volver a la esencia, es volver a conectarnos con la madre tierra y con la energía divina de este universo inteligente donde hay mucha información. Pero ¿qué pasa? Estamos tan llenos de información acá, en la cabeza, e información que nos llega desde aquí, de los aparatitos, que no somos capaces de conectarnos con la información de la verdadera nube. Es ese campo cuántico de sabiduría al que todos tenemos acceso.
Raúl: Sí, de alguna manera tenemos que desconectar para poder conectar de verdad. Desconectar de lo superficial para conectar con lo profundo.
Ismael: Maravilloso.
¿Qué libro no recomendarías?
Jeroen: Oye, Ismael, quiero dar un salto de tema porque tengo aquí una pregunta que te ha dejado nuestro último invitado de este podcast, Víctor Amat, y su pregunta para ti es ¿qué libro no recomendarías?
Ismael: ¡Oh, wow!
Jeroen: A ver si te mojas, ¿no?
Ismael: ¿Qué libro no recomendaría? ¡Oh, Dios! Nunca me esperé una pregunta así. Porque te voy a explicar algo. La verdad, me es difícil responder la pregunta, porque hasta de los libros que a mí más me han costado, y que, fíjate, es un libro que yo no recomendaba, y te voy a decir cuál es. Las 48 leyes del poder de Robert Greene. Este es un libro que yo leí a solas. y no recomendé a nadie. ¿Y por qué? Porque me confrontó con ideas maquiavélicas. El sentido del poder desde el que el libro se escribió es el poder que usan los dictadores para someter a otros, para manipular a los pueblos y a las masas. Esas 48 leyes del poder, muchas son repugnantes si están usadas en contra del bienestar de otros. Entonces, a mí me costó mucho leer ese libro y yo no lo recomendé a nadie hasta que hace dos meses El libro llegó a mí de nuevo en mi biblioteca y digo, oh, wow, aquí estás. Y lo volví a tomar con otro nivel de conciencia y digo, lo voy a recomendar y voy a hacer una clase para mis líderes del Influencer Circle, que es un programa de mentoría de todo un año, y les voy a hacer la advertencia de que este libro lo leí, me repugnó mucho de lo que leí, pero que les quiero dar algunas de esas leyes para que sepan no utilizarlas con otros y sepan cuándo las están utilizando contra nosotros. Una clase dura, una clase rara, para ellos que no están acostumbrados a que yo les hable desde el lado oscuro, ¿ves? Y que les muestre la oscuridad, porque siempre les muestro la luz. Y fue interesante para mí. Entonces, mira, la pregunta que me has hecho me ayudó a encontrar un caso muy puntual de un libro que yo leí, que no quise recomendar que otros leyeran, y que al final terminé recomendándolo. ¿Por qué? Porque del libro, y era lo que te iba a decir, de todo libro aún, aquellos que poco aportaron, hay algo que siempre me gustó. Y de este libro, la ley de ausencia programada, a mí me encantó. Y yo la utilizo de una forma noble en crear valor a mi alrededor programando mi ausencia, no siempre estando disponible y presente. Y esa ley yo la aprendí de ese libro que, en totalidad, me contrastó un poco. Pero al final, mucho de lo que el libro dijo también me ha servido.
Jeroen: Y para continuar la cadena, ¿qué le preguntarías al próximo invitado o la próxima invitada de este podcast?
Ismael: A ese próximo o próxima invitada le diría, ¿cuál es el secreto más grande en el libro de tus secretos personales? ¿Qué crees no puedes contar en público porque te avergüenza, hay culpa? ¿Sentirías que los demás tienen información contra ti si lo cuentas?
Raúl: No sé quién tenemos el siguiente en la lista, Jeroen, pero le hemos puesto en un aprieto.
Cuestionario KENSO
Jeroen: Con esto vamos poco a poco terminando porque debemos respetar tu tiempo, Israel. Tenemos 10 puntitos más, 10 preguntas rápidas que es nuestro cuestionario, KENSO. Y el primer pregunta que tengo para ti es, si tuvieras que compartir un solo aprendizaje de todo lo que has vivido hasta ahora, ¿cuál sería?
Ismael: Esto también pasará. Nada en la vida queda contigo. Las victorias se celebran y pasan, y los fracasos también.
Jeroen: ¿Cómo se titularía tu biografía?
Ismael: Un estudiante de asombros.
Jeroen: ¿Cuál es el libro que más has regalado, sin contar con tus propios libros?
Ismael: Wow. Las siete leyes espirituales del éxito de Deepak Chopra. Lo he regalado muchas veces.
Jeroen: ¿A quién te gustaría o te hubiera gustado conocer?
Ismael: A Nelson Mandela. Sin dudas es uno de esos personajes que más admiro por su historia de conciencia expandida 27 años en prisión.
Jeroen: ¿Qué canción pones a todo volumen para subir el ánimo?
Ismael: Se llama Si Dios lo dice. Es una canción cristiana y la coloco todos los días para anclarme al cielo.
Jeroen: La vamos a buscar. ¿Cuál ha sido la pregunta más interesante que te han hecho?
Ismael: ¿Por qué no hablas como cubano?
Raúl: Que sería discutible, ¿eh?
Ismael: Que sería discutible, exactamente, porque yo sí siento que tengo mucho cubano, pero la pregunta me sorprendió y de hecho, en el momento que fue hecha, me quebró. Porque me llevó a un lugar de, wow, se están metiendo con mi cubanía, si a mí me duele Cuba.
Jeroen: ¿Qué se te viene a la cabeza cuando piensas en la felicidad?
Ismael: Paz, paz, gozo en el corazón. Eso es felicidad para mí.
Jeroen: ¿Y qué película volverías a ver cada año?
Ismael: La vida es bella, con Roberto Benigni.
Jeroen: Yo creo que es uno de los películas más mencionados en esta pregunta.
Ismael: Wow, es hermosa.
Jeroen: Sí, la última pregunta que tengo para ti es, si tuvieras que dejar un mensaje en una cápsula para tu yo del futuro, ¿qué te dirías?
Ismael: No te fíes de los elogios, ni tampoco de tus peores críticas. Céntrate, quédate en el medio.
Resumen y despedidas
Jeroen: Fantástico, fantástico. Muy bien, Ismael. Nos queda una última cosa, que nos ha gustado mucho esta conversación y nosotros tenemos costumbre al final del programa compartir contigo y con todos nuestros oyentes un breve resumen de todo lo que hemos aprendido de ti.
Ismael: ¡Ah, qué bonito!
Raúl: Ismael ha hecho muchos viajes. Un gran viaje físico, de su Cuba natal a la fría Canadá y luego al cálido Miami. Un viaje profesional, de ser una estrella del mundo del entretenimiento y los medios de comunicación, a ayudar a miles de personas en su proceso de autoexploración espiritual. Un viaje del exterior al interior. Y un viaje del poder de escuchar al arte de escucharte. porque solemos ponerle énfasis en escuchar a los demás, y está bien, pero es muy importante escucharnos a nosotros mismos y conocernos, porque aunque creamos conocernos, solo tenemos una imagen anticuada y distorsionada de nosotros mismos. Tenemos que profundizar y escuchar más con el corazón que con la mente, de manera amorosa, sin etiquetas y sin juicios, porque solo así podemos desencadenar la magia que habita en nosotros y la capacidad de cocrear una realidad llena de abundancia y energía positiva. Aunque sean conocimientos ancestrales, todos seguimos necesitados de explorar una forma distinta de estar en el mundo. Y más cuando ese mundo, este mundo, parece más lleno de ruido, más veloz, más incierto. Mirar hacia adentro nos puede ayudar a encontrar precisamente el rumbo y el anclaje que tanto echamos de menos. Somos los responsables de nuestras vidas, tenemos un gran potencial y para desencadenarlo tenemos que ser capaces de empezar por escucharnos. Muchas gracias de verdad, Ismael, por contagiarnos tu asombro, por ayudarnos a poner el foco en desconectar de lo superficial para conectar con lo profundo y, sobre todo, por darnos herramientas prácticas que nos van a ayudar a conseguirlo. Ha sido un verdadero placer.
Ismael: Gracias, Raúl. Gracias, Jeroen.
Outro: Muchas gracias por escuchar el Podcast de KENSO. Si te ha gustado, te agradeceríamos que te suscribas al podcast, lo compartas en tus redes sociales o dejes tu reseña de 5 estrellas para ayudarnos a llegar a más oyentes. Y si quieres conocer más sobre KENSO y cómo podemos acompañarte a ti, tu equipo o tu organización en el camino hacia la efectividad personal, puedes visitar nuestra web. KENSO.es. Te esperamos la semana que viene en el próximo episodio del podcast de KENSO, donde Quique y Jeroen buscarán más pistas sobre cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Y hasta entonces, ahora es un buen momento para poner en práctica un nuevo hábito KENSO.
Jeroen: El secreto del buen hablar es saber escuchar.