Céntrate (Deep Work) de Cal Newport
Episodio 321
¿Es posible que el auge de la tecnología haya arruinado tu capacidad para concentrarte de manera profunda en tus tareas a base de llenarte de distracciones e interrupciones?
Ese es el tema principal del programa de este mes, donde aprenderás cómo enfocarte y avanzar en tus tareas más importantes a mano del libro Céntrate (Deep Work) de Cal Newport.
Valoración de Jeroen: ★★★★
Valoración de Quique: ★★★★
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Índice de la reseña
(01:00) ¿Qué vas a encontrar en este libro?
(03:48) Deep work: el trabajo profundo
(15:22) La multitarea y las distracciones
(28:36) Diferentes estrategias para lograr un trabajo profundo
(40:36) Sé selectivo en el uso de la tecnología
(52:55) Programar tanto el trabajo como el tiempo libre
(59:23) Resumen de los puntos clave
(1:00:40) Estilo y valoración
(1:05:36) El siguiente libro
(1:07:19) ¡Nos escuchamos muy pronto!
Recursos mencionados
Céntrate: Las cuatro reglas para el éxito en la era de la distracción de Cal Newport | Amazon
Reseña 20: Minimalismo digital de Cal Newport | KENSO Círculo
Reseña 8: Hyperfocus de Chris Bailey | KENSO Círculo
Why is it so hard to do my work? The challenge of attention residue when switching between work tasks de Sophie Leroy | Organizational Behavior and Human Decision Processes
Episodio 35: Descubre tu cronotipo y mejora tu energía y descanso | KENSO
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Episodio 242: Timeboxing: la técnica para maximizar tu productividad | KENSO
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Aviso: el transcriptor a veces no nos entiende, pero vosotros seguro que sí.
Disculpa, si lees algún error en la transcripción.Jeroen: ¿Es posible que el auge de la tecnología haya arruinado tu capacidad para concentrarte de manera profunda en tus tareas a base de llenarte de distracciones y interrupciones? Este es el tema principal del programa de este mes, donde aprenderás cómo enfocarte y avanzar en tus tareas más importantes a mano del libro Céntrate o Deep Work de Cal Newport.
Quique: Bienvenidos a un nuevo episodio de KENSO Círculo, el podcast donde descubrirás los libros para vivir la efectividad y ser más feliz. Soy Quique Gonzalo, aprendiz en hacer cosas de una en una.
Jeroen: Y yo soy Jeroen Sangers, aprendiz en bloquear mi hora de oro en un calendario.
Quique: Maravilloso, Jeroen. Este libro que te propuse, que curiosamente los dos ya habíamos leído, yo creo que tiene para las personas de perfil azul una información muy valiosa. En concreto que vamos a poder compartir. Y ya lo dice en su subtítulo, las cuatro reglas para el éxito en la era de la distracción. Así que yo creo que vamos a ver dos cosas. Qué significa la era de la distracción y luego ir descubriendo esas cuatro reglas. Pero antes de nada, Jeroen, para ti, ¿a quién le recomendarías este libro?
¿Qué vas a encontrar en este libro?
Jeroen: Yo creo que a muchas personas que tienen esta sensación de que no controlan su tiempo. Porque el libro, ya veremos, que rompe bastante los mitos de que hay que contestarlo a todo, hay que estar disponible. Y yo creo que Cal Newport es una persona con una vida, una manera de trabajar un poco diferente a los demás, pero es capaz de explicarlo como casi cada persona puede coger al menos una cosa de esto y aplicarlo a su vida.
Quique: Yo creo que ahí es muy interesante lo que acabas de hacer, porque hablemos ahora un poquito acerca de Cal Newport. Autor, conferenciante, profesor asociado de ciencia de computación en la Universidad de Georgetown en Washington. Del 82, eso significa que estamos hablando de los 41 años, se ha dedicado gran parte de su carrera a explorar esas intersecciones entre tecnología y la cultura del trabajo, pero como muy bien decías, Jeroen, no es para todos, porque probablemente el enfoque que tiene Cal Newport, como vemos ya, profesor de computación, perfil muy azul, y también un poco su forma de vivir la vida. Yo creo que le conocemos también de otros libros, ¿verdad, Jeroen?
Jeroen: Sí, vale. Yo creo que ha empezado a ser famoso cuando todavía estaba estudiando con un blog que tenía entonces, sin publicar libros, pero tenía un blog que se llamaba Study Hacks, el hackeo de los estudios. que ya explica un poco cómo ser más productivo y cómo sacar notas buenas, ¿no? Después, pues, obviamente, Satchel famoso con yo creo que el primero Es esto, el Céntrate, o Deep Work. Y después ha escrito dos libros más sobre un poco el mismo tema. Uno ya hemos reseñado, que se llama Minimalismo Digital. He sido reseña número 20. Y también otro libro más que se llama Un mundo sin email. Un mundo sin correo electrónico. Y si piensas que esto es imposible, pues otra vez una pista sobre cómo de bicho raro es el Cal Newport.
Quique: Que lo es, que lo es, que lo es. Pero bueno, yo creo que un gran aprendizaje en todo lo que podemos ver aquí. Porque Cal Newport ha ido abordando en cada uno de estos títulos la importancia de poder trabajar en profundidad y con esa concentración que la era digital nos está cada vez más quitando de nuestras manos. Y también ha abordado todo el tema que tiene que ver con la relevancia de adquirir esas habilidades que nos ayuden a que, en lugar de simplemente seguir nuestra pasión, podamos hacerlo de manera sostenida en el tiempo. Y una cosa que a mí me parecería muy interesante, Jeroen, para comenzar es, ¿qué entendemos por deep work? ¿Qué entendemos por trabajo profundo? Porque yo creo que aquí está la clave de todo. En inglés suena mejor, pero después de leer este libro, ¿qué es lo que tú transmitirías que quiere decir con esa parte de deep work?
Deep work: el trabajo profundo
Jeroen: El Deep Work es este trabajo, yo creo que para explicarlo de forma muy sencilla, que son tareas o tipos de actividades que requieren concentración profunda y te llevan un poco tus capacidades mentales al límite de lo que puedes hacer. Que dices, vale, pues tengo que hacer algo completamente nuevo. No vale concentrarte al tope escribiendo un correo electrónico. Esto no vale. Por ejemplo, en el caso de Cal Newport, escribir un paper para una revista reconocida sobre sus investigaciones. En este caso, sería crear los guiones para el nuevo curso online que estamos creando. Estos son los tipos de tareas que encajan perfectamente en el trabajo profundo. La idea es que este tipo de tareas no se puede hacer si tu día está completamente fragmentado. No se puede escribir un buen paper, o cuesta mucho más escribirlo o hacer una tarea tan complicada si tienes que hacerlo en fragmentos de 5 minutos separados por interrupciones. Este tipo de tareas lo que necesitas es un bloque grande, sin distracciones, sin interrupciones, que tú puedas estar con la incomodidad de tener esta tarea, porque muchas veces es una lucha también, que no es tan fácil hacer este tipo de tareas. Por tanto, nuestra propia mente juega un poco en contra, no le gusta este tipo de esfuerzo, prefiere las tareas más fáciles. Pero si insistes y eres capaz de pasar por esta montaña, entonces serás capaz de hacer este trabajo profundo y conseguir estos resultados que son tan extraordinarios.
Quique: Fíjate que una de las cosas que a mí me gusta de este término es verlo como una metáfora, que es como cuando las personas se sumergen y hacen apnea. Es decir, para sumergirte y bajar a las profundidades necesitas tiempo, porque tu cuerpo se tiene que ir adaptando. Tus pulmones, de lo contrario, pueden sufrir un colapso, tanto a la hora de entrar como a la hora de salir. Y el tiempo que puedes permanecer es un tiempo limitado. Y este mismo proceso de sumergirnos, estar un tiempo y volver otra vez a la superficie, sucede lo mismo con estas actividades. Que al final, si tú de repente estás… Pues imagínate, un proyecto importante, escribir un libro. Tú no entras y al minuto uno ya estás escribiendo. Necesitas ponerte con esa sensación, ir poco a poco quitando esas distracciones que están a tu alrededor para que tu cabeza se vaya centrando y esa es la parte de irnos sumergiendo. Y entonces es cuando pasados unos minutos puedes llegar a empezar a trabajar con esa calidad que es donde puedes sacar ese mejor trabajo. Claro, como muy bien indicabas, Hoy tenemos microbloques de tiempo para trabajar, con lo cual esa parte de trabajo de calidad y profundo, pues es mucho más difícil y complejo poder experimentarlo. Simplemente, ya lo sabéis, a mí que me encanta la cocina, hacer un buen plato de esos que hace chup chup la salsa y el fondo, necesita sus horas. Si yo lo quiero sacar directamente de un papel film, meterlo en el microondas y comérmelo, oye, pues me puede hacer la función, pero no es el trabajo de calidad o no es, por ejemplo, en este caso, la comida que yo esperaría. Entonces, yo creo que con esto teniéndolo en cuenta, ¿en qué momentos de tu vida, Jeroen, tú has visto que te has metido en deep work y ha funcionado? Porque a lo mejor a la gente que nos escucha le interesará saber qué sí y qué no, cuándo hacerlo y cuándo no hacerlo para tener esa habilidad, porque no siempre hay que estar tan poco sumergido en nuestra vida.
Jeroen: Sí, yo creo que en mi caso casi siempre tiene que ver con la preparación de formaciones. A veces nos piden hacer una formación un poco diferente y necesitas creatividad, necesitas investigar, necesitas entrar en materia para mirar. Muchas veces, obviamente, el tema ya domina, pero después es cómo traducir esto a un formato interactivo para un taller. Aquí, requiere esta creatividad y esta investigación. Y son tareas que, si lo intento meter simplemente en mi lista de tareas y mira un momento aleatorio de mi jornada o mi semana, pues voy a dedicar media horita a esta tarea para avanzar un poquito en este curso, noto que casi no avanzo. Porque tal como tú dices, como son proyectos complejos, con mucha información, muchos detalles, que noto que si solo tengo 30 minutos pues pierdo los primeros 15 o 20 minutos simplemente revisando todos esos detalles para que mi mente vuelva a componer toda la imagen de lo que yo tenía pensado sobre este curso. Entonces me quedan 10 minutos para hacer algo, si llega ahí. Y las veces que he notado que realmente, mira, voy fluyendo es cuando tengo este bloque de 90 minutos o incluso dos bloques de 90 minutos en un día que dice, vale, pues durante 90 minutos, primeros 20 minutos trabajo para entrar en esta tarea, entonces tengo 70 minutos o más o menos una hora para avanzar todo lo que puedo, después necesito una pausa porque el trabajo profundo también cansa mucho, es muy exigente, una pausa y después otro bloque de 90 minutos. Y con estos grandes bloques de tiempo yo noto que avanzo de verdad en este tipo de tareas, que son pues esto, Creación de cursos, por ejemplo, que es lo que a mí me viene a la cabeza. No sé si tú tienes otro tipo de tareas que requieren deep work.
Quique: Sí, yo, por ejemplo, Jeroen, una de las cosas que en mi caso me requiere el entrar en esa concentración profunda es antes de los talleres, ya sean presenciales o sean talleres online. Yo necesito un periodo de reflexión antes para ponerme en ese estado, en ese estado preparado para fluir. y es como un calentamiento previo que muchas veces a lo mejor no es tan evidente, pero yo necesito sentir que ya estoy pensando en cómo van a pensar los asistentes, preocupándome por aquellas cosas que les preocupa. ¿Por qué? Porque cuando entro en ese modo, me ayuda incluso durante los mismos talleres, es decir, manteniéndolo durante esas cuatro, seis, ocho horas que pueda durar el taller, el saber de una manera mucho más precisa qué están viendo, qué están escuchando, qué están sintiendo, qué se están contando, y puedo actuar mejor para improvisar, para mejorar, para adaptarme a lo que ellos buscan. Y es un trabajo muy intenso que, como indicabas tú, al final lleva un consumo de energía muy relevante. Por eso, bien sabes, que después de un taller me pego un atracón de azúcar o de irme a dormir directamente. Porque ese tiempo que lo alargo al máximo es como aguantar casi todo lo que te dan los pulmones pero después no podría repetirlo al día siguiente por eso muy pocas veces durante la semana tenemos más de dos formaciones porque ese nivel de estar en esa profundidad yo no lo podría mantener terminaría ahogándome al menos yo en mi caso es así como lo siento.
Jeroen: La única manera de hacerlo sería No personalizar las talleres, simplemente saltar rollo de siempre. Justo. Que no es nuestro estilo. Que entonces sí, que cuando yo escucho formadores que dicen, no, yo los cinco días estoy de viaje, digo, no puede ser. O tienen un superpoder que yo no tengo o no están tan pendientes que nosotros en adaptar cada momento del taller a las necesidades del grupo.
Quique: Claro. Y esto, fíjate que me parece muy interesante porque lo podemos extrapolar a vosotros que nos estáis escuchando. Yo sé que aquí tenemos diseñadores, que tenemos músicos, sé que tenemos profesores, sé que tenemos directores de empresa, doctores, doctoras… En esos momentos en los que os podéis identificar, sobre todo, de actividades que tienen que ver con vuestro propósito, porque es una cosa para mí curiosa, Jeroen, que muchas veces nos es más fácil entrar en este modo de deep work, de concentración profunda, cuándo la actividad tiene que ver con nuestro propósito, ya sea a nivel personal, porque sea un hobby… o ya sea a nivel profesional, porque nos acerca también a cumplir nuestro propósito. No sé si tú lo ves así, pero yo, por ejemplo, es una línea que he podido trazar cuando veo, cuando me dicen los doctores, no es que yo pierdo durante la operación, pierdo la noción del tiempo porque me sumerjo en… Incluso los verbos, fíjate, me sumerjo durante la operación en lo que está sucediendo. O cuando los profesores dan clase o los diseñadores están con un nuevo logo, buscando ahí ser receptivos a las ideas.
Jeroen: Hay dos preguntas interesantes que te puedes hacer. La primera es, ¿a qué te dedicas? Y la segunda es, ¿a qué te dedicas tu tiempo? Y verás que hay un desfase entre estas dos. Y este pasa en muchos casos, en muchas personas. Si yo digo, la primera pregunta yo me contesto, vale, pues yo soy formador en temas de efectividad. ¿A qué me dedico mi tiempo? Pues contestar correos, estar pendiente de mensajes, escribir propuestas, ¿no? Que son todas estas tareas y en muchos casos este tipo de tareas ocupan más del 60% de la semana laboral. Que son tareas que no son tu trabajo. o forma parte, pero no es el núcleo de tu trabajo. Obviamente no puedes… Creo que todo lo que me has explicado, nosotros tampoco podemos dedicarnos al 100% a la formación, que no somos capaces. Y obviamente para poner a formación tengo que escribir estas propuestas y tengo que contestar con ellos. Pero no es realmente el núcleo de mi trabajo. Yo quiero, y un poco de esto va al libro, el núcleo de mi trabajo solamente son esas cosas que más me cuestan. porque es aquí donde realmente aporto lo que solo yo puedo aportar, lo que a mí me hace único, que cuando está con ellos todo el mundo puede hacer. Incluso escribir propuestas de formación, pues, lo puedo enseñar. ¿Cuáles son estas cosas que solo yo puedo hacer? Y estas son, justo estas tareas que se benefician más de Deep Work, porque son estas tareas que realmente necesito todos mis conocimientos, todos mis poderes para hacerlo bien.
La multitarea y las distracciones
Quique: Pues yo creo Jeroen, que con esta introducción… Hemos llamado la atención para saber y poder disfrutar de esos momentos de concentración profunda, sea donde sea. Vamos a ver cómo podemos ir poniéndolo en práctica, qué nos puede ayudar. Y la idea es que tú, que nos estás escuchando, puedas, a partir de hoy mismo, disfrutarlo. ¿Qué es Deep Work? Deep Work, por ejemplo, es escuchar este podcast con la tranquilidad de estar en un sitio que te transmita esa paz, esa relajación de un buen momento, con estas voces maravillosas que tenemos Jeroen y yo, ¿verdad? y que luego lo puedas llevar a la acción. Es decir, sumergirte en lugar de estar con algo que está todo a nuestro alrededor, ¿verdad? Que es la primera de esas cuatro reglas del éxito de las que habla Cal Newport y es la multitarea. Porque yo conozco a mucha gente que cuando me dice, no, no, yo escucho los podcasts a uno y medio de velocidad, o yo los audiolibros o las películas de la tele, tal, y yo pienso, ¿y para qué? Que es un poco lo que decías tú antes, ¿verdad, Jeroen? Sí, sí.
Jeroen: Justo hace un mes, más o menos, he dejado de escuchar podcast por una razón que tiene que ver con una reflexión también que nos dice Raúl hace un año ya. Que dice, vale, pues las podcasts que me gustan, y en su caso y en mi caso es un poco lo mismo, son estas de que aprendes algo. Pero también hay podcasts, obviamente, que son simplemente por diversión, que también tienen otra función. Pero estos que me gustan son estos podcasts que enseñan alguna cosa interesante. Pero claro, cuando yo estoy caminando por la calle escuchando podcast y escucho una cosa interesante, no tengo la posibilidad de tomar notas. No puedo dedicar toda mi atención aquí. Ni cuando estoy en la cocina, solo cuando estoy sentado en mi mesa. Pero muchas veces, muy pocas veces, me siento aquí para escuchar un podcast. Y al final he decidido, no vale la pena. Creo que soy productivo escuchando podcast y cada uno tiene que decidir cómo hacerlo. Pero he encontrado demasiadas veces que quería tomar notas y lo decía en mi móvil o lo que sea y costaba. Y pensé, ¿sabes qué? Voy a dejar de escuchar podcast porque yo En lugar de podcast prefiero leer libros. Porque muchos podcasts, igual que el nuestro, hablamos de libros. Y si es algo interesante, pues prefiero leer libro con atención, con un bloc de notas a mano para tomar notas, para hacer mi mapa mental. También de este libro tenéis el mapa mental. y dedicar toda mi atención. Porque cuando yo noto que lo hago a medias, y es con mis rutinas, con mi forma de escuchar los podcast, escuchaba a medias. Pero siempre escuchaba podcast mientras estaba haciendo otra cosa. No tengo nada en contra del podcast, como puedes imaginar, pero simplemente yo, en mi caso, no he encontrado el sitio para escucharlas. Si tendría un viaje en tren durante una hora cada día, pues entonces tenía el momento perfecto para escuchar podcast, que llevarlo en tren tampoco puede hacer muchas cosas más y será el sitio perfecto para escucharlo. Pero yo no tengo este viaje. Mi viaje del comedor al despacho son cinco pasos. Y por tanto, he decidido mejor no hacerlo que hacerlo a medias.
Quique: Pues eso es de honrar, Jeroen. De hecho, ahora que lo decías, me venía a la mente Lucía, una clienta con la que estoy trabajando en el tema del coaching, y ella justo me decía, dice, es que yo tengo todos los días dos horas de viaje, dice, y en ese trayecto, dice, ¿me acompañáis si tengo el tiempo de escuchar el podcast entero, escucharlo bien? Entonces yo creo que, fíjate, que ahí has dado una de las claves. Y al final, Cal Newport nos dice que la multitarea y las distracciones son enemigos de la productividad. Yo creo que hasta aquí no hay ninguna sorpresa.
Jeroen: Salvo para esta persona que todavía piensa que la multitarea es productiva, que existe todavía. Sí. Voy más rápido si hago dos cosas a la vez.
Quique: Claro, claro. Lo que no se ha dado cuenta es que, como decía… Bueno, como decía, no. Como al final afirmaba un estudio de la Asociación de Psicólogos norteamericana, el tiempo que perdemos las personas que realizan multitarea a lo largo de nuestra vida laboral es un 35%. Eso en un día, pues puedes pensar, oye, pues mira, es una hora, una hora y algo, una hora y media, dos horas. Tú suma eso, multiplícalo por semanas, por meses y por los años que has estado trabajando. Y más allá de la inversión de tiempo, que no es un tiempo efectivo, es la sensación de siempre ir con la lengua afuera y no dar la calidad que tú esperas dar. Ya sabemos lo que es la multitarea. Multitarea es que tú seas capaz de hacer dos tareas o más al mismo tiempo con la máxima calidad posible. Si yo me estoy atando los zapatos y tú me preguntas mi nombre, Jeroen, yo puedo hacer las dos cosas. Decir, mira, me llamo Quique y continuar atándome los zapatos. Pero si yo estoy atándome los zapatos y me preguntas, oye, Quique, 5 por 3 menos 1 más 4 por 2, ahí claramente ya una de las dos cosas va a fallar y probablemente tenga que parar. Pero el hecho de la energía que yo estoy intentando utilizar para hacer las dos cosas al mismo tiempo es ahí donde tenemos ese desgaste.
Jeroen: Aquí tengo que referirme otra vez al fantástico libro del Hiperfocus de Chris Bailey, que ya hemos reseñado también, y explica ahí perfectamente una metáfora que te ayuda un poco a entender el tema de multitarea. Dice, vale, pues tu atención, puedes pensar que dentro de tu cabeza tienes un espacio que es tu atención, que es un espacio limitado. Y de aquí puedes meter diferentes tareas. Por ejemplo, atar las zapatos y decir tu nombre, pues son dos tareas pequeñas que caben perfectamente. Hay muchas tareas que son demasiado grandes. Si yo hago una cosa complicada como el cálculo que has mencionado antes, que no lo voy a repetir porque ya no me recuerdo. Y yo tampoco. Ya no me entraba en mi espacio de atención, ¿no? Y entonces este llena todo y ya no queda espacio para más cosas. Y cuando éste pasa, lo que tendrás que hacer es ir cambiando. Pues tienes que primero, antes de volver a traer las zapatas, tienes que sacar la tarea de resumir. Que éste cueste un poco y entonces hay el concepto de la atención residual. Que no somos capaces también de borrar nuestra mente como la pizarra. De repente, no. Siempre queda algo de la tarea anterior. Y por tanto, cuando más veces cambiamos, más tiempo perdemos porque no tenemos todo nuestro espacio atencional disponible para la tarea que vamos a hacer ahora mismo porque todavía queda algo del otro. Es lo que hemos mencionado antes de que a veces una tarea complicada cuesta hasta 20 minutos para realmente entrar en la tarea porque tengo que cargar toda esta información y toda esta estructura del proyecto en mi cabeza y esto cuesta un poco de tiempo.
Quique: De hecho, la reseña de Hiperfocus la tenéis en el capítulo 164. Y tirando del hilo de lo que comentabas, Jeroen, hay muchas personas que piensan que hacer varias cosas a la vez es la forma más productiva de usar su tiempo. Pero como bien indicabas, esta lógica está equivocada. De hecho, nos vamos a ir simplemente a entender una cosa, y es que la multitarea no equivale a productividad. Para mí es más bien caminar en círculos. Esto no es que lo diga yo, sino que al final Sophie Leroy, profesora de negocios en la Universidad de Minnesota, realizó unas investigaciones sobre este fenómeno en 2009 y nos explicaba por qué. Y ella lo demostraba de tal manera que lo que hizo fue cambiar a las personas de una tarea A a una tarea B. Y se dio cuenta de que nuestra atención, como bien indicabas tú, Jeroen, sigue vinculada a la primera actividad. Lo que significa que no nos podemos concentrar al 100% en la segunda actividad y eso termina perjudicando nuestro rendimiento. ¿Cómo lo hizo ella? Un experimento muy sencillo. Grupo A. Estaban haciendo crucigramas hasta que se les interrumpía para pasar a leer currículums y tenían que tomar decisiones hipotéticas si contrataban a esas personas que habían visto en los currículums o no. Grupo B. podían terminar el crucigrama antes de pasar a los currículums. Entre las dos tareas, Sophie realizaba una prueba rápida para ver cuántas palabras clave de los crucigramas aún estaban en la mente de los participantes. ¿Y el resultado? Pues que el grupo A se enfocó mucho más en el crucigrama y, por lo tanto, menos en la tarea importante, que era la de contratar a la persona adecuada, que el grupo B. En resumen, que la multitarea no es la mejor compañera ni aliada de vuestra efectividad. Y tampoco lo es estar conectado electrónicamente todo el tiempo, ¿verdad, Jeroen? Sí, sí, sí.
Jeroen: Porque a veces parece inofensivo que mantenemos miles de pestañas de redes sociales y correo electrónico y Gmail en la navegadora web abierta todo el día, porque siempre están así, siempre están a mano. Pero el simple hecho de ver estas pestañas, ver cosas que aparecen en tu pantalla ya es suficiente para desviar tu enfoque. Y aquí también estoy hablando del famoso pop-up de Microsoft Outlook. Por favor, Microsoft, por efecto, por favor, apágalo ya. Y esto nos afecta incluso cuando no estamos haciendo nada con esta notificación, con esta información. Si estamos haciendo otra cosa, nos afecta porque nos va entrando en nuestro espacio de atención. Y hay otro estudio, en este caso de la consultoría McKinsey, que ha encontrado que el trabajador promedio pasa más del 60% de la semana laboral utilizando estas herramientas de comunicación en línea o navegando por Internet, y con solo un 30% dedicado a leer y responder estos correos. Por lo tanto, estamos dedicando el 60% de la semana laboral a lo que yo habitualmente llamo el trabajar en tu trabajo, es decir, el metatrabajo, pero no el contenido de tu trabajo per se. 60% es el metatrabajo, planificar, comunicarme, buscar información, y solo 30% dedicamos el método a hacer nuestro trabajo, que es muy poco. Y esta es la media. Por lo tanto, hay casos que son bastante peores. Y a pesar de estos datos, yo creo que los trabajadores se sienten que están trabajando más que nunca. Las jornadas se alargan hasta el infinito. Y esto se debe a que completamos tareas pequeñas y movemos información. Esto nos hace sentir ocupados y logrados. Pienso, ya he tachado una tarea más, pero es una tarea insignificante. O sea, es un correo que tampoco me va a cambiar mucho. Simplemente he dado regreso a alguien para escuchar mi podcast, que está muy bien, pero mi trabajo de formador no va a mejorar con esto. que en realidad todas estas mini tareas, estas tareas poco profundas, solo nos están impidiendo concentrarnos en los cosas que realmente son importantes.
Quique: Y fíjate que hay que entender por qué nos sucede esto, Jeroen. Y volvemos otra vez a un libro maravilloso que habla en profundidad acerca de la dopamina. Esa hormona que lo que hace es que queramos recompensas a corto plazo de manera inmediata. Y si lo pensáis, cada pestaña que tú abres es porque quieres buscar algo de manera inmediata. Oye, pues este dato que ahora me han dicho en Internet. Oye, pues para este viaje que me han dicho que puedo ir a este sitio. Oye, para esta serie que me acaban de comentar. Y vas abriendo una pestaña. Nuestro cerebro, si utilizamos esa metáfora o esa analogía, o sea, nuestro cerebro, podemos ver que podemos abrir miles de pestañas al mismo tiempo. ¿Y qué sucede? Que cerrarlas no es tan fácil. Porque si yo os digo ahora no penséis en un elefante rosa, en vuestra cabeza va a aparecer un elefante rosa. Pero no es eso lo que quería. Lo que quería es que sepáis que durante la próxima hora o durante el próximo tiempo que vais a estar escuchando este podcast, el elefante rosa va a aparecer dos o tres veces. Y no lo mencionamos nosotros. Claro. Y no es tan fácil como el ordenador, que cierras una pestaña y ya desaparece. Sino que queda ahí de manera residual ocupando parte de la memoria. Y además ocupándola de una manera que hace que sea lo más inefectiva posible. Porque la dopamina lo que quiere es abrir pestañas. Y las consecuencias negativas que tiene, que es el cerrarlas, no las considera dentro de su ecuación. Prefiere seguir teniendo esos pequeños chutes, que además son adictivos, a pensar que si abro esa caja de Pandora voy a terminar perdiendo una hora de mi tiempo. Porque, Jeroen, esto lo podemos ver a nivel personal. ¿Cuánta gente llega a casa cansadísima y dice hoy me voy a dormir antes? Y de repente, que si empiezas a poner una serie que tenías el capítulo pendiente, que si luego empiezas medio capítulo de la siguiente, porque ya que estás, pues continuas un poco más, que ya que estás, pues tienes tal, te llama no sé quién, aparece una notificación en el teléfono, abres Instagram, contestas y te vas a dormir a una hora incluso más tarde de la que lo haces habitualmente. ¿Cuántas veces nos sucede eso?
Jeroen: o estas personas que cada noche cuando los hijos están durmiendo vuelven a trabajar, hago su portátil para contestar los correos porque durante el día no han tenido tiempo para hacerlo.
Quique: Porque el cerebro prefiere la dosis de dopamina ahora, sin importar las consecuencias que tenga después a la hora de tu descanso. De la importancia que tiene un buen descanso para nuestro sistema linfático, que nos ayuda a limpiar el cerebro, a que todas sus defensas se incrementen, a que esté listo para el día siguiente. Entonces, esas prefiere opiarlas. Yo, por ejemplo, ahora con Yago, Lo que estoy haciendo es que me voy a dormir una hora antes de lo que estaba haciendo habitualmente. Y a lo mejor luego tardo un poquito más todavía en caer en el sueño, ¿no? Pero ya estoy ganando una medida de 40 minutos como poco cada día. Entonces, hay que entender muy bien por qué el cerebro quiere hacer determinadas cosas, aunque luego las consecuencias puedan ser negativas. Así que recordad, la tecnología nos trae una cantidad de distracciones en cualquier momento y en cualquier lugar que nos terminan metiendo de cabeza en la multitarea y salir de ahí es complejo. Esa primera clave. Segunda clave de las cuatro reglas del éxito, Jeroen.
Diferentes estrategias para lograr un trabajo profundo
Jeroen: Vale, ahora que tenemos claro que existe un problema y que necesitamos el trabajo profundo, es pensar en cuál es la mejor estrategia para conseguirlo. ¿Cómo puedo conseguirlo? Y aquí una cosa que me ha gustado es que Cal Newport dice que no hay una estrategia universal que funcione para todo el mundo, aunque tal vez sí, ya veremos después, pero he identificado cuatro técnicas, cuatro maneras de conseguirlo. Les vamos a explicar rápidamente y ya verás que en realidad solo quiero uno.
Quique: Sí, lo hace de una forma un poco encubierta. Porque vas diciendo, vale, esta sé que no, esta sé que tampoco, esta sé que tampoco, va a ser esta.
Jeroen: Hay personas que además aportan ejemplos, pero ya verás que 3 de los 4 son tan extremos que seguramente no aplican a la mayoría de la gente, por lo tanto, para la mayoría de la gente solo quieren los terceros. La primera es el enfoque monástico. básicamente cerrarte en un monasterio, casi, ¿no? Que son estas personas que dicen, vale, pues yo voy eliminando todas las fuentes de distracción, me borro de las redes sociales, me borro de todas las listas de correos, de hecho los ejemplos que explican ni tienen correo electrónico, y además me voy a vivir al bosque, al medio de la selva. Y aquí voy a dedicarme mi vida a trabajar como monja. Es una manera de hacerlo. Yo creo que es poco realista para la mayoría de la gente. Existen estas personas que lo hacen, son muy pocos, y yo creo que la mayoría de nosotros no podemos permitírnoslo, ni deseamos hacerlo, para ser más sencillos. El segundo, un poco más común, que Cal Newport ha llamado esto el enfoque bimodal, que implica establecer un periodo claramente definido y prolongado, como mínimo una semana de aislamiento para trabajo y dejar el resto de tiempo libre para todos los demás. Por tanto, es decir, en lugar de cerrarme durante toda mi vida, yo tengo aquí una vida normal, pero de vez en cuando voy a tomar unas semanas y me desconecto por completo. Esto es, por ejemplo, lo que hizo Sigmund Freud cuando también tenía su consulta en la ciudad y de vez en cuando iba a su casa donde tenía una torre donde podía cerrarse durante semanas y podía trabajar en sus teorías, sus libros, etc. Bill Gates es otro ejemplo de este enfoque bimodal que Bill Gates tiene todavía, creo que todavía lo hace, pero durante toda su vida ha tomado cada año dos semanas para cerrarse en su cabaña en la montaña con una enorme pila de libros y se dedicaba a pensar y leer. Se puede hacer, pero yo creo que la mayoría no lo hacen. Tercero, el enfoque rítmico. que simplemente, la idea es formar el hábito de realizar trabajo profundo en bloques de, por ejemplo, 90 minutos al día. Y utilizar un calendario para seguir tus logros. Por tanto, yo voy a bloquear cada día de 11 a 12 para el trabajo profundo. O cada día voy a, por la mañana, decidir en qué momento voy a colocar este bloque de trabajo profundo. Y yo creo que esto es lo que hago yo. Y yo creo que es la manera que es asequible para todo el mundo. Todo el mundo podrá encontrar en su agenda un bloqueo de una hora, una hora y media, dos horas, lo que sea, para bloquearlo, ponerlo en un sitio sin interrupciones y trabajar y avanzar todo lo que puedas en este trabajo que realmente marca la diferencia. Y, finalmente, la cuarta estrategia es lo que llaman la estrategia periodística, que básicamente son esas personas que son capaces de aprovechar cualquier tiempo libre, inesperado, en sus rutinas diarias para realizar el trabajo profundo. Pues están en la cola del supermercado y son capaces de enfocar su atención en el problema que tienen entre manos y dedicarse. Llega a casa y dice, me queda media hora antes de cenar, pues dedica esta media horita al trabajo profundo. Tengan momentos de trabajo profundo dispersos sobre el día. Pero esto requiere una gran motivación, una gran disciplina y también una mente capaz de cambiar muy rápido. Que también Cal Newport aporta ejemplos de personas que están haciendo de esta forma, pero yo creo que son excepciones porque la mayoría de nosotros tenemos este problema de la atención residual que nos cuesta directamente entrar a una tarea tan rápido y volver a salir tan rápido.
Quique: Creo que al final esto para mí, Jeroen, es como una escalera que habría que verla un poco a la inversa. Es decir, desde primero este último punto que has estado comentando, esta estrategia, a pasar luego al enfoque rítmico y de ahí al enfoque bimodal y por último, para quien lo considere, el enfoque monástico. Es decir, del menos a más. ¿Qué es lo que sucede? Que tú, por ejemplo, que estás en el nivel 2, Jeroen, es difícil llegar al nivel 2 si antes no has experimentado los pros y los contras en el nivel uno. Y yo lo que os animaría es empezar desde ahí a ver cómo os sentís. Oye, voy a coger y voy a poner ahora mismo en mi calendario, según termine de escuchar este podcast, una reunión conmigo mismo todos los días de 15-20 minutos en este horario, en el que para vosotros sea como una hora de oro. Recordad que podéis acudir al capítulo 35 para saber cuál es vuestro cronotipo y de ahí reservad esos 15 minutos. Y cuando lo ves, ya hay dos efectos, Jeroen, que para mí son muy potentes y seguro que tú me puedes decir alguno más. Uno, que de repente te das cuenta que tú eres la primera persona que empiezas a cuidar de ti y de tu tiempo. y que coges y te demuestras visualmente en tu calendario que todos los días tienes al menos 15 minutos para tratar los temas que tú consideres. Y ahí empezar a hacer trabajo de calidad, trabajo profundo. Poco a poco, al menos a mí en pasado, y entiendo que a ti también, Jeroen, el cuerpo lo que te va pidiendo es que amplíes esa franja de 15 minutos a media hora, de media hora a una hora, de una hora a 90 minutos, de tal manera que al final puedas tener grandes bloques en lugar de lo que tenemos en la sociedad actual, que son esos pequeños microbloques que nos llevan a ir saltando de una loseta a otra, como en el juego de las hamburguesas, no sé si lo recuerdas tú, Jeroen, de Humor Amarillo, que algunas eran sólidas y otras no, y te caías al agua. Esto es lo mismo, vas saltando de un lado a otro. O sea, que eso yo creo que nos puede ayudar a empezar menos de menos hacia más, para ver ese compromiso.
Jeroen: Después un consejo que me ha encontrado muy interesante es que el Carl recomienda que creas una rutina, un ritual, para entrar en este trabajo profundo. Por lo tanto, cuando tienes este bloque de tiempo que te has definido, pues hacer algo que pone en tu mente o que prepare tu mente para trabajo de concentración. Que puede ser tan sencillo como colocar un cartel de no molestar en la puerta de la oficina o desplazarte a la biblioteca o la cafetería. Especialmente, yo creo que es útil cuando trabajas en la oficina abierta. Haz algo diferente que el trabajo habitual. Porque así tu mente también sabe que ahora viene el momento de hacer el trabajo con profundidad. Yo, por ejemplo, la cosa que yo siempre hago, yo tengo un álbum de música. ¿Cómo se llama? No es clásica, es clásica moderna. Clásica moderna. Es el estilo de música clásica, pero no es antiguo. No sé cuál es la palabra exacta para este estilo de música. Es el estilo clásica, pero yo tengo este álbum y siempre pongo el mismo álbum, que se llama Canto Ostinato, que es muy ostinato, que es muy repetitivo también. Y pongo este álbum, esta música, siempre cuando tengo que concentrarme. Lo llevo utilizando durante varios años ya y preparo mi mente para concentrarme. Obviamente además de despejar toda mi mesa, cerrar todas las pestañas de mi ordenador o todas las aplicaciones para poder enfocarme. Es mi propio ritual y cada uno tiene que encontrar lo suyo.
Quique: Y yo voy a compartir el mío. El mío es uno que utilizo y es un atajo que he creado para mi teléfono móvil, en lo cual automáticamente lo que hace es que, lo podéis ver ahora los que estéis viendo el vídeo por YouTube, pone el teléfono en escala de grises. Es decir, en lugar de que todo esté con color y llamativo, yo directamente aprieto un botón y todo se pone una escala de grises, es decir, como parecido, para así decirlo, en un blanco y negro. De tal manera que sé que por si mi mono de repente decide que quiero abrir el móvil, en cuanto ve que ya está en escala de grises, me devuelve otra vez a la parte consciente para saber qué voy a hacer o qué no voy a hacer. Y entonces paro. Además me ayuda porque lo llamativo de los colores consigue que pase mucho más desapercibido. Y luego simplemente otra vez pulso un botón, porque esto yo lo he creado con un atajo, pulso un botón y ya se puede poner otra vez en color cuando he terminado mi actividad. Si queréis hacerlo, por ejemplo, yo sé cómo es en el iPhone, que es… vais a ajustes, accesibilidad, ahí vais a la parte de pantalla y tamaño de texto, filtros de color, activáis filtros de color y seleccionáis el de escala de grises. De hecho, tiene una cosa muy chula también, que la estoy implementando para probar, todavía no puedo decidir hasta qué punto es útil o no, y es que dentro de la escala de grises puedes poner una intensidad de tal manera que lo estáis viendo ahora, los que lo estéis viendo, pues puede ir desde el máximo color hasta el blanco y negro, pero me puedo quedar en colores más matizados entre el camino. De tal manera que empiezas a sentir, Jeroen, que estás generando tú tu propio espacio para entrar en modo profundo. Pero creo que además tú y yo no somos los únicos que lo hacemos, ¿verdad?
Jeroen: No, el ejemplo que sale en el libro es la J.K. Rowling, que tenía grandes problemas al terminar el último libro de la serie Harry Potter, porque claro, ella ha escrito 7, los primeros 6 son 7, y el último le costaba mucho para terminarlo, porque ella tenía solamente todas estas obligaciones como escritora famosa. Y no avanzaba, no avanzaba, hasta algún día decidí salir de casa y coger una habitación o hotel de 5 estrellas solo para escaparse de esta rutina habitual y lidiar con esta presión para poder sumergirse en el trabajo profundo. Obviamente no todos tenemos este dinero para coger una habitación o hotel de 5 estrellas para cerrarnos, Algo similar podemos hacer. Yo alguna vez le hice algo similar, cuando estaba estancado en una tarea, cojo mi tableta y me voy a la cafetería. Yo habitualmente no trabajo en cafeterías, pero simplemente para tener ese cambio de contexto, yo estoy aquí en una cafetería, no conozco a nadie, solo tengo mi y mi iPad ya preparado con la tarea que tengo que hacer y así saliendo me obliga un poco a hacer esta única tarea que tengo que hacer. Al final, yo creo que es cuestión de buscar estas estrategias que te funcionen.
Quique: Y es muy curioso Jeroen, porque tú y yo conocemos a muchas personas que buscan una semana al año para retirarse y empezar a preparar nuevas ideas, nuevos cursos, nuevos libros, porque es un tema que claramente nos ayuda.
Jeroen: Efectivamente. El último consejo que te dará Cal es que tienes que hacer que tu trabajo profundo sea sostenible. Por lo tanto, es decir, cuidar tu cuerpo y tu mente con un ejercicio ligero, algo de comida, un impulso de cafeína, en lugar de tomar cafeína porque son las 11 de la mañana, no, no, ponerlo justo medio horita antes de esta tarea que tienes que hacer para que tu cuerpo y tu mente tienen todo lo que sea necesario para concentrarte y para así tener la energía mental que necesitas para hacer este trabajo profundo que es tan complicado. Y con eso ya vamos al tercer pilar, al tercer consejo del Cal, y que tiene todo lo que ve con la tecnología, ¿no, Quique?
Sé selectivo en el uso de la tecnología
Quique: Todo, porque es enfocar. Lo que pasa es que en lugar de enfocar una cámara, lo que vamos a enfocar es nuestra mente y ser selectivos en el uso de la tecnología. Es decir, hace años acceder a la tecnología era caro y ya no solo caro, sino que era muy poco accesible. Tú recuerdas, Jeroen, porque esto tú y yo lo hemos vivido, esa época en la que no todo el mundo tenía ordenador, pero no solo eso. No todo el mundo después tenía un portátil en la oficina. Y luego no todo el mundo tenía un móvil. Todo ese camino lo hemos ido viendo. ¿Quién no tiene ahora un móvil, un ordenador en casa, un ordenador portátil, una tablet, muchas más cosas? En el mundo moderno, ¿qué es lo que ha sucedido? ¿Qué ha hecho que nuestros cerebros se hayan acostumbrado a tener esas distracciones alrededor. Y de hecho no es que se hayan acostumbrado a ellas, sino que cuando no las tienen, las echa de menos. Después de todo, mires donde mires, estamos pegados a pantallas. Ya sea jugando, enviando mensajes, actualizando nuestro estado en Facebook, mandando fotos en Instagram, Hay una conexión que si ahora mismo estás paseando por la calle o nos estás escuchando desde un transporte público, levanta la cabeza y fíjate cuántas personas a tu alrededor están interaccionando con una pantalla. Y el problema es que el cableado de nuestro cerebro está diseñado para distraerse muy fácilmente. Y esto se debe a que, de manera evolutiva, estas distracciones en nuestros antepasados representaban o riesgos u oportunidades. Y como resultado, nos resulta muy difícil concentrarnos de manera profunda en una tarea. ¿Quieres saber cómo era esto hace años? Pues imagínate que iban nuestros antepasados por la selva y, de repente, se empezaba a mover algo detrás de un arbusto. ¿Qué podía pasar? Dos cosas. o era un riesgo o era una oportunidad. Puede ser que de ese arbusto saliera un león. Eso era un riesgo, claramente. O puede ser que saliera su mamut para cazar y poder comer, alimentarse y sobrevivir. Entonces, el cableado de nuestro cerebro está buscando continuamente esos riesgos u oportunidades en nuestro alrededor. Cada vez que tú recibes un nuevo correo electrónico, tu cerebro necesita catalogarlo. Y no hay nada peor que que no le dejes la oportunidad de hacerlo. Por eso cuando tú abres tu correo electrónico y de repente tienes 40 correos sin leer, lo que necesitas hacer es una criba muy rápida para averiguar si hay alguna oportunidad y principalmente si hay algún riesgo, una potencial bomba entre cada uno de esos mensajes. Por eso tu cabecita y la mía y la de Jeroen se va hacia esos lugares y nos resulta mucho más difícil el concentrarnos. Pero no te preocupes, porque Jeroen te va a contar ahora cómo la meditación productiva, ojo que esto parece muy happy flower pero no es así, te va a ayudar a reconfigurar tu cerebro y a que puedas concentrarte mejor.
Jeroen: Tengo que decir directamente que no lo he intentado y no me ha funcionado muy bien. Después ya os explico. ¿Qué es esto de la meditación productiva?
Quique: Eso es, tú poniendo de antemano ya ahí el feeling.
Jeroen: El feeling. La idea es que básicamente vas a utilizar los momentos que de otra forma serían improductivos, como pasear con tu perro, ducharte o viajar al trabajo. Utilizar estos momentos en que realmente estás ocupado de forma física pero mentalmente no, pues utilizar estos momentos para reflexionar sobre un problema específico que necesites resolver y, igual que una meditación de otra forma, te obligues a concentrarte en este problema. No dejas que tu mente cambie de tema. No dejas que se va pensando en las vacaciones de verano. No, no. Estás pensando en… Cada vez que notas esto, vuelves a tu problema. Y, por tanto, para esto, primero tienes que hacerte preguntas que identifican diferentes problemas para resolver, diferentes soluciones para resolver el problema dado. Y luego, cuando hayas fijado un objetivo específico, pues hazte más preguntas. ¿Qué necesito para lograr mi objetivo? ¿Qué puedo hacer? ¿Quién podría ayudarme con esto? Intenta enfocarte en solucionar este problema mientras estás caminando con tu perro, mientras estás fregando los platos, lo que sea. Y es un poco una manera de entrenar tu capacidad de concentración en un problema. Igual que la meditación normal, cuando haces, por ejemplo, lo típico de concentrarte en la respiración y cada vez que notas que tu mente se divaga, pues volver a centrarte en tu respiración. En este caso, en lugar de simplemente enfocarte en tu respiración, estás enfocándote en pensar, en solucionar un problema. Y cada vez que tú notas que la atención se va, pues vuelves a tu problema y vuelves a hacer este trabajo tan desagradable que es pensar en una cosa difícil.
Quique: Porque he dicho que a mí no me funciona. ¿Y qué es lo que no te ha funcionado, Jeroen? Cuéntanos.
Jeroen: Funciona como forma de entrenar la capacidad de concentración. Aquí funciona. Lo que a mí me frustra es que cuando estoy muy concentrado y durante 10-15 minutos estoy pensando en un problema, Estoy caminando, no tengo bolígrafo o papel para apuntar cosas, y cuando termino de mi caminada, pienso, sí, sí, he tenido varias ideas fantásticas, pero ya no me acuerdo cuáles son. Porque después he ido más allá y profundizando, y he tenido varias ideas para una dinámica, para una formación, Y de las 5 ideas que he tenido, me quedo con 4 y hay una, que es la primera, que ya no me acuerdo cuál era. Y esta es mi frustración. ¿Funciona? Para mí es una técnica que funciona muy bien para entrenar mi capacidad de concentración, pero no tanto para solucionar estos problemas.
Quique: Bueno, al menos vamos a mirar el lado positivo de la historia y es que has podido encontrar ese aspecto que te ayuda también a ir entrenando poco a poco la capacidad de retomar el control y las riendas sobre tu cerebro. Yo creo que hay una cosa interesante también aquí es volver a hacer un poco un inciso para recordar que el color fundamental de Cal Newport es un color azul, una persona más racional, más lógica, y entonces es probable que él ya tenga su propio sistema para recordar incluso las cosas de las ideas que le van generando. Eso sí, tú ya sabes que puedes empezar y hazlo a tu manera. Entrénalo. Eso sí que me parece que es un grandísimo consejo, Jeroen, y es el saber que nuestro cerebro, como cualquier otro músculo, lo podemos ejercitar. El problema es que no hemos recibido un entrenamiento consciente durante muchos años del cerebro. De hecho, cuando estábamos en el colegio, lo que nos hacían Jeroen era repetir, recordar las cosas y repetirlas como papagayos, pero sin entenderlas, la mayoría de ellas. Al menos eso fue durante mi época. Era una forma de entrenar el cerebro, pero probablemente no era la forma más eficaz. Si tú puedes ir poco a poco trabajando en pequeños ejercicios que vayan aumentando tu capacidad de concentración y aquí puedes hacerlo de dos maneras, en tardar menos en entrar en el modo de concentración y en alargar el periodo en el que estás en modo concentración. Porque yo creo que esas son dos cosas donde nos podemos sentir cada vez más cómodos, ¿no crees, Jeroen?
Jeroen: Sí. Sí, sí. Yo creo que esta es la clave de entrenarte. Hay otro ejemplo que Cal menciona en su libro, que es el hacer el ejercicio de intentar memorizar una baraja de cartas, de 52 cartas, utilizando la técnica del palacio de memoria. Ya también tenemos un episodio, dejamos el número y cobro el número, pero hace mucho tiempo hemos hablado de cómo acordarte de todo.
Quique: Capítulo 61.
Jeroen: Mira ya, qué rápido, qué rápido. Para mí la clave es que entrenes esta capacidad de concentración, que tal y como tú lo has dicho es un músculo que en principio, especialmente en esta época que todo el día estás enganchado en el móvil, tu músculo está muy poco entrenado y cuesta mucho de entrar en este estado.
Quique: Yo, Jeroen, por si puedo contarlo, yo es una cosa que ejercito a menudo y tú me has visto hacerlo y es el recordar los nombres de las personas que tenemos en las formaciones y a los 5 o 10 minutos poder decir el nombre de todas las personas que están en la formación y llamarles por su nombre. Y en cierto modo es ejercitar ese músculo, ese palacio de la memoria, utilizarlo. Y claro, no hay nada mejor que a una persona que le llames por su nombre a los 10 minutos de haberla conocido.
Jeroen: Después, has comentado de alargar las periodos, pero simplemente es cuestión de eliminar las interrupciones. Y más que nada, el Cal no le gustan las redes sociales.
Quique: No, no, no. Es un enemigo férrimo. O sea, no podemos decir otra cosa.
Jeroen: De hecho, nunca ha tenido su cuenta en Facebook, ni en Instagram, ni en Twitter. Él dice que no es necesario y tal vez tiene razón. Pero al final tampoco dice que hay que dejarlo. Hay que optar un poco por este mente de las images. Que sí, que no son en contra de la tecnología. Simplemente son muy conservadoras cuando adoptan una nueva tecnología. Primero quieren probarlo, envían las images. Cuando hay algo nuevo, por ejemplo el teléfono móvil, pues dejan que una persona hace de conejo de indias, hacen el experimento, compran un móvil, pasan un tiempo con este móvil y después informan a la comunidad de cómo le ha afectado esta tecnología a su vida. Y la comunidad está mirando también desde fuera cómo le afecta. Entonces deciden si esta es una tecnología que perjudica a la comunidad o que mejora a la comunidad. ¿No? Y, por ejemplo, el teléfono móvil pues han visto perjudicar a los individuos, pero a la comunidad por beneficiarse porque es tecnología muy útil. Por lo tanto, los AMIs han decidido que aceptamos la tecnología del teléfono móvil, pero con un móvil por toda la comunidad ya tenemos suficiente. No hace falta que todo el mundo vaya con un móvil en el bolsillo. Y yo creo que con las redes sociales Cal Newport te dice que puedes hacer lo mismo. Hacen un experimento y por eso, como todo el mundo ya tenemos redes sociales, su enfoque es, pues lo vas a dejar durante 30 días, ciérrate, no hace falta tampoco explicarle a la gente que lo vas a dejar. Y entonces, al final de estos 30 días, cuando estás 30 días sin estas redes sociales, pregúntate si este último mes te hubieras ido mejor con las redes sociales o no. Y a alguien le importa que tú hayas dejado de utilizar las redes sociales. Y habrá casos. que seguramente la minoría que dice no, no, para mí las redes sociales realmente son necesarios, que son un elemento clave para mi trabajo, para mi vida, realmente los necesito, pero para muchos, es decir, seguramente llegan a la conclusión de, vale, pues tampoco ha cambiado demasiado. Si yo quiero saber qué ha pasado con mis amigos, también puedo llamarlos o poder quedar con ellos para un café y me entero también de lo que está pasando con ellas Tal vez no me entero lo que pasa con mis compañeros de clase del instituto, pero claro, me cambia tanto mi vida si no sé qué pasa con ellos. Esta es la reflexión que hay que hacer, ¿no? Y al final, pues si respondes que sí, que los necesitas, pues vuelves a introducirlos, pero con un poco de conservación. Igual con los images, ¿no? Pensar en qué manera. Tal vez no todo el día tampoco. Pensar en cuál es la mejor forma de hacerlo. Y si no, pues, dejes de desinstalar todas las redes sociales y te dedicas a cosas más interesantes con tu vida.
Programar tanto el trabajo como el tiempo libre
Quique: Y te aseguro que yo que he hecho este experimento varias veces, la vida continúa contigo y otra cosa es que tú continues con tu vida o no. Y el último de los puntos, la última de las cuatro reglas para el éxito en la era de la distracción que nos propone Cal Newport es que programemos tanto el trabajo como el tiempo libre para poder restablecer la energía. Porque al final, cuando llegamos a casa después de trabajar o hacer todos esos recados que podemos tener en nuestro día a día, a menudo yo creo que lo único que queremos hacer es… Nada. Nada. Estirarnos al sofá. Y para muchos, eso termina significando el no tener franjas horarias fijas en las que hacemos o terminemos determinadas tareas. Irónicamente, lo que hacemos es terminar atrapados en esa rutina todas las noches. Echar un vistazo a la televisión, pasar el dedo así, deslizándolo por nuestros teléfonos, o vamos a ver cuál es ese correo de última hora que nos ha llegado del trabajo. Y al final, cuando es el momento de irnos a dormir, todavía nos sentimos aún más cansados que cuando llegamos a casa. Es decir, nos ha drenado toda nuestra energía para el día siguiente. Entonces, Jeroen, ¿qué podemos hacer para evitar esta situación? Porque esto es una cosa que tú y yo sí lo practicamos.
Jeroen: Escuchar episodio 242 sobre el timeboxing del podcast. Cajitas de tiempo, como nosotros le llamamos. Básicamente decir, programar tus actividades en tu calendario. Simplemente cojo tu calendario Cal Newport dice que puedes hacerlo en Easy Learner del día laboral, también puedes hacerlo al final del anterior, o lo que también puede ser útil, que Cal no explica esto, pero con algunos clientes de coaching he hecho, es crear una plantilla de cómo sería tu semana en general idónea con bloques de tiempo. La idea es que tampoco entras en demasiados detalles, simplemente blocas como mínimo de 30 minutos, pero vas a llenar tu calendario. De tal hora a tal hora estoy durmiendo, después necesito tiempo para comer, para arreglarme, bloqueo todo en mi agenda. Después el gimnasio, tiempo para mis amigos y tiempo para mi trabajo, y trabajo también voy a decir qué voy a hacer. Este es el bloqueo de 30 minutos que dedico a mi coreo electrónico, nada más. Así que creas un poco el Tetris de cómo ser tu día. Con tus tareas laborables, pero también las tareas personales. Entonces ya tienes un plan y ya sabes qué pasa con los planes, que no valen nada cuando se encuentran con la realidad. No pasa nada. Cuando empiezas a trabajar seguramente al inicio del jornal no hay ningún problema, puedes seguirlo, pero después habrá una actividad que te va a costar más tiempo que tú has pensado. Seguramente cuando empieces con este ejercicio verás que son casi todas las actividades porque somos optimistas de naturaleza. Totalmente. No pasa nada, no pasa nada. Cuando esto pasa, simplemente coges tu planificación y vas reorganizándolo. El Cal Newport lo hace en papel, simplemente tache todo lo que quede para la semana y crea, a partir de este momento, su plan adaptado. Entonces, no hace falta que siga estrictamente este itinerario que es planificado, sino adaptes tus planos, pero al adaptarlos, tú coges la conciencia sobre cómo realmente gastas tu tiempo. Cada momento lo inicias con intención, ya sabes muy claro. Mira, cuando yo termino este podcast, yo tengo claro qué es lo que voy a hacer. Yo tengo claro. En mi caso, salgo a un momento para ir al supermercado. Yo tengo planificado qué es lo que voy a hacer. Cuando de aquí a 20 minutos terminamos, este es mi plan. Tal vez cambia, pero yo tengo claro, cuando dejo aquí, yo tengo intención. Y también tengo planificado qué es lo que voy a hacer cuando vuelvo del supermercado. Pero este es plan de poder cambiar, pero la idea es que ya tengo claro, no tengo que pensar, no entro en distracciones, porque ya tengo una opción decidida que es lo que voy a hacer. Y este plan lo voy adaptando según te mirilla.
Quique: A mí me parece que esto es una magnífica idea, sobre todo porque no hace falta que entremos a lo mejor al nivel ese drástico, pero sí que lo vayáis probando, es decir, no todos los días, pero sí que vayáis incorporándolo para determinados días y hagáis ese salto. ¿Por qué? Porque a lo mejor al principio nos ayuda más tener esa rectitud, que esto que es muy de ese color azul del que hablamos, pero estamos aprovechando lo mejor de ese color y el saber que ya hay unas líneas marcadas que nos van a ayudar mucho mejor a continuar con el día. ¿Y qué sucede? Que a partir de ahí ya nos podemos ir soltando, tener más libertad, sabiendo cómo nos ha funcionado y adaptándolo a nuestro sistema, que es un poco lo que hacemos tú y yo a día de hoy, ¿verdad, Jeroen? Claro.
Jeroen: Para mí el gran valor de los bloques de tiempo, porque en mi caso solo lo mantengo para mi tarea clave, mi tarea esencial del día, tengo planificado esto, pues no tanto. Pero si haces este ejercicio tan estricto como dice Carl, para mí el gran valor es que tomes conciencia de realmente dónde va tu tiempo. Porque tenemos más o menos una idea de, vale, pues yo no dedico demasiado tiempo al coreo electrónico. Pero si tú reservas un bloque de media hora al día, notarás que, hey, esto nunca es suficiente. Cada día dedico bastante más. Entonces, esta conciencia que ganas con este ejercicio, te ayuda a después poder replantear algunos de tus hábitos. De, vale, pues, hey, yo pensaba que dedicaba media hora al día a mi coreo electrónico, pero es una hora y media. ¿Realmente quieres dedicar una hora y media en mi coreo electrónico? ¿O tengo que cambiar algo? ¿Tengo que crear unos filtros? ¿Tengo que poner un temporizador para realmente terminar y contestar más rápido? ¿O tengo que seleccionar las tareas más importantes en un bandeja de entrada diferente? Lo que sea. Si no tienes esta conciencia, difícilmente vas a cambiar algo. Y para mí el ejercicio del time blocking, tal como explica el Cal Newport, con bloques de media hora o una hora, es que cojas esta conciencia.
Quique: Pues ya lo habéis visto, que esto es planificar y no solo planificar a diario, también noches, fines de semana, en esas actividades que, a ser posible, no involucren internet y que puedan ayudarte a revitalizar mente, cuerpo, capacidad de concentración y que vayas volviendo a retomar hábitos, como decía ayer, un antes o ya he dejado de escuchar podcast para volver a leer. He dejado de ver tantas series para volver a salir a la calle a hacer un poco de ejercicio físico, o he dejado de intentar tener tantos seguidores en redes sociales para salir a tomar unas cervezas con mis amigos de siempre.
Resumen de los puntos clave
Así que, en resumen, lo que hemos visto aquí es que las distracciones se encuentran por todas partes en este mundo moderno en el que vivimos, y la multitarea la hemos convertido en ese estado por defecto de las personas. Ambos están acabando, entre comillas, un poco con nuestra capacidad de concentración y, por tanto, también con la de poder dar lo mejor de nosotros en nuestro trabajo, en nuestro día a día, el demostrar esa calidad y efectividad que llevamos dentro. La buena noticia es que puedes recuperar el control eliminando las distracciones y dejando que sea tu cerebro el que se vaya centrando en una tarea cada vez, de una en una, paso a paso. Así que ya sabes, Si quieres, a partir de ahora, tómate un descanso sabático, lleva un blog de notas para ir apuntando las cosas, sal a caminar y toma esas ideas para que las puedas llevar a cabo, porque te sorprenderá cómo poco a poco irás disparando otra vez tu concentración, simplemente por el mero hecho de estar presente en lugar de estar navegando por la red. Disfruta de ese momento también, porque al final no es una cuestión de quitarlo de encima, sino de que seas tú quien tenga las redes perdón, las riendas de tus redes y de tu vida. Así que Jeroen, con esto llegamos. Estilo y valoración. ¿Cuál es tu crítica de Céntrate, de Deep Work, de Cal Newport?
Estilo y valoración
Jeroen: No, fatal, fatal. No me ha gustado nada. No, es broma porque como tú y yo ya los dos hemos leído el libro y lo hemos vuelto a leer, por lo tanto ya sabes, puedes intuir que algo bueno hay aquí. Sí. Porque no vamos a recomendar un libro que ya hemos leído y que no nos ha gustado para nada. No, es un libro, yo creo que es muy fácil de leer. Cal Newport tiene un estilo fácil de seguir, con muchos ejemplos. También muchos ejemplos, no solo de otras personas, también de su propia vida. Él es el gran ejemplo de Deep Work, porque él ha conseguido todas estas cosas en su vida gracias a esta capacidad de concentrarse. Y esto se nota también en la forma en que le explica. Yo creo que este es el punto crítico que encontramos en este libro, que tú has indicado, que es un libro muy para azules, porque obviamente Cal Newport es azul, Es un libro del… Yo creo que, como hay muchos más en el tema de productividad, de… Mire, este es como yo me organizo y cuando tú te organizas de la misma forma que yo, serás igual de productivo como yo. Cal Newport ha sido consciente de este tema y ha ido ampliando un poco con más ejemplos y más maneras de hacerlo, pero tal como os he dicho, con las diferentes estrategias, casi siempre queda muy claro que de las diferentes estrategias, lo suyo es lo mejor. No solo con las filosofías, pero también el dejar las redes sociales. Dices, vale, pues hay que evaluarlo y si realmente vale la pena, puedes volver a utilizarlas. Pero seguramente la mayoría de vosotros, tal como yo, vais a dejar las redes sociales. Este es un poco, tal vez, el punto de crítico. Y después, yo creo que el otro punto crítico que es… Yo creo que vamos a grabarlo ya en cinta y meterlo en todos los libros casi. es que podría ser un poco más breve este libro. Yo me esperaba, me acuerdo, no ahora porque ya tenía mis expectativas un poco bajadas, pero yo me esperaba un poco más de estrategias más accionables. Sí que hay algunas, algunas cosas que se pueden hacer para entrar en este Deep Work, pero yo me esperaba un poco más. No obstante, yo creo que es un tema muy poderoso, muy importante también en la sociedad actual, en la mayoría de las oficinas, de las empresas, donde todos los días son interrupciones y no se habla mucho, que son las cosas que que Cal Newport explica en su libro también, que cada vez es más raro que veamos que podemos concentrarnos, y cuanto más raros son estas ocasiones, más valiosas son. Y justo ahora mismo, en esta época donde todo son distracciones, el trabajo profundo tiene más valor que antes. Y por tanto es tan importante que busques estas estrategias para liberar este tiempo, enfocarte en lo que realmente es importante. Y puedes seguir algunas de estas estrategias que Cal Newport ha dado. Yo recomiendo también que vuelvas a consultar otro libro favorito de nosotros, el Make Time, que tiene mucho más estrategias y maneras de buscar tiempo y mantener la energía durante este tiempo para hacer el trabajo profundo. Por tanto, tomando todo junto, yo creo que puedo darlo 4 estrellas. Más que nada por la idea, más que nada por si eres una persona azul y trabajas en la universidad y has escrito libros, este libro sería un 5 para ti. Para muchas personas no es tan perfecto, pero sí que yo creo que el concepto de trabajo profundo, el deep work, yo creo que es esencial para un trabajador de conocimiento hoy en día.
Quique: Pues yo, Jeroen, estoy muy de acuerdo y no me voy a repetir en lo mismo que has dicho porque lo voy a afirmar debajo 100%. Lo único que añadiría quizá es que esta segunda relectura no ha sido tan original, entre comillas, como la primera vez que lo leí. Es decir, esta idea le estamos dando muchas vueltas. Podríamos haber simplificado y haber puesto cosas traídas más al día a día y no solo pensando en Cal, sino en el resto de personas que van a leerlo. Aún así, yo creo que como tú, le voy a poner cuatro estrellas porque tiene esos conceptos que nos pueden ayudar a que de verdad retomemos algo importante que es nuestra capacidad de concentración. Algo que nosotros hablamos mucho, ya no solo por nosotros que lo hemos vivido, sino más bien por estas generaciones que ni siquiera han tenido la capacidad de poder experimentar lo que es leer un libro o poder disfrutar de un juego de mesa y dedicarle tres o cuatro horas. creo que ahí es donde podemos encontrar un gran valor para ayudarles a que puedan experimentar al menos y desde ahí decidir de manera un poquito más libre. Así que, como tú, me voy por esas cuatro estrellas. Muy bien. Y con esto, vamos a por el siguiente libro, Jeroen, que va a ser…
El siguiente libro
Jeroen: Te voy a dar dos opciones. Lo copiaré de ti.
Quique: Bien, lo has copiado de mí, bien.
Jeroen: Vale. ¿Qué te gustaría tratar? ¿Motivación o creatividad?
Quique: Motivación.
Jeroen: Vamos con un libro que tiene un título que aparentemente no se puede traducir y por tanto en castellano nos han cogido simplemente el subtítulo para decirlo. El libro en castellano se llama La sorprendente verdad sobre qué nos motiva. En inglés se llama Drive. El libro de Daniel Pink.
Quique: Muy bien. Hombre, qué ganas tenía yo de que leyéramos algo de nuestro amigo Pink. ¿Cuántas veces ha estado por aquí y no hemos estado ahí atentos? Fenomenal. O sea que el señor Daniel Pink va a salir a jugar ya era hora. Ya lo pensaba yo también. Bien, bien, bien.
Jeroen: Y pues si te estás preguntando, el otro libro que tenía en mente era La guerra de arte de Steven Pressfield.
Quique: Se va a quedar ahí para algún momento determinado. Ya solo nos queda nuestro calvo favorito, Jeroen. Que un día hagamos reseña de nuestro calvo favorito.
Jeroen: Sí, pero tiene tantos libros que tenemos que buscar una que sea buena.
Quique: No es el problema. De Seth Godin tenemos que ver a ver con cuál. Pero bueno. Nunca puede… Yo creo que saldrá. Antes o después a lo mejor nos cae por ahí alguna vaca o algún tema. O sea que no va a haber problema. Pues fenomenal, Jeroen, fenomenal. Me parece que es un libro excepcional y vamos a ver qué tal con Daniel Pink y a ver si también, como estilo americano es largo, es breve, cómo lo encontramos.
¡Nos escuchamos muy pronto!
Outro: Muchas gracias por escuchar el Podcast de KENSO. Si te ha gustado, te agradeceríamos que te suscribas al podcast, lo compartas en tus redes sociales o dejes tu reseña de 5 estrellas para ayudarnos a llegar a más oyentes. Y si quieres conocer más sobre KENSO y cómo podemos acompañarte a ti, tu equipo o tu organización en el camino hacia la efectividad personal, puedes visitar nuestra web, KENSO.es. Te esperamos la semana que viene en el próximo episodio del Podcast de KENSO. donde Quique y Jeroen buscarán más pistas sobre cómo vivir la efectividad para ser más feliz. Y hasta entonces, ahora es un buen momento para poner en práctica un nuevo hábito KENSO.
Quique: Y es que en el océano de las distracciones, la concentración es tu faro que te guía hacia la efectividad. ¡Nos escuchamos pronto!