Cómo revivir tu propósito anual y rediseñar los últimos meses con efectividad

La revisión no juzga lo que fuiste, libera lo que puedes llegar a ser.

Episodio 376

¿Recuerdas aquella palabra que elegiste con tanta ilusión al comenzar el año?

Esa que prometía guiarte, inspirarte, transformarte… ¿Sigue viva en tu día a día o se ha convertido en un recuerdo fantasmal enterrado bajo meses de rutina implacable?

Si en este momento sientes una punzada de culpa, si evitas mirar hacia atrás porque «sabes» que has fallado, déjame decirte algo: estás en el lugar exacto donde necesitas estar.

 

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Índice del programa

  • (01:31) Septiembre como nuevo comienzo

  • (04:24) Neurociencia de la revisión consciente

  • (05:26) El error de castigar el pasado

  • (08:31) Renacer de tu palabra

  • (09:27) Protocolo de resurrección en 5 fases

  • (14:02) Herramientas KENSO

  • (20:36) Empezar en septiembre: tu verdadera ventaja y nueva perspectiva

  • (22:17) Vive tu palabra de manera imperfecta

  • (23:28) Tu plan de acción

  • (24:40) ¡Nos escuchamos muy pronto!

 
La revisión no juzga lo que fuiste, libera lo que puedes llegar a ser.
 
 
  • Aviso: el transcriptor a veces no nos entiende, pero vosotros seguro que sí.
    Disculpa, si lees algún error en la transcripción.

    Quique Gonzalo:

    Lo primero darte la bienvenida después de este verano y después preguntarte si recuerdas aquella palabra que elegiste con tanta ilusión al comenzar este año? ¿Esa que prometía guiarte, inspirarte, transformarte, sigue viva en tu día a día o se ha convertido en un recuerdo fantasmal enterrado bajo meses de rutina implacable. Si en este momento sientes una punzada de culpa, si evitas mirar hacia atrás porque sabes que has fallado, déjame decirte algo, estás en el lugar exacto donde necesitas estar. Bienvenidos a un nuevo episodio de KENSO, el podcast donde descubrirás cómo vivir con efectividad para ser más feliz. Soy Quique Gonzalo, aprendíz en el arte de resucitar intenciones que creía perdidas para siempre. Y es que estamos en septiembre, 8 meses han pasado, 9 desde enero, y aquí está la verdad incómoda. Si tu palabra del año no está viva ahora, probablemente esté clínicamente muerta. Pero aquí viene el giro que puede ayudarte a cambiar tu perspectiva. Y es que no vamos a llorar su muerte ni mucho menos, vamos a traerla de vuelta a la vida.

    Quique Gonzalo:

    Y si no tienes palabra del año, si llegaste aquí por casualidad, quédate conmigo, porque vas a descubrir que septiembre puede ser tu enero personal, tu momento de reinvención, cuando todo el mundo está distraído con sus rutinas de vuelta al cole y al trabajo. Hoy descubrirás 3 cosas que pueden transformar completamente estos últimos meses del año. La primera es porque septiembre es el momento de mayor potencial de resurrección de todo el año según la neurociencia. Segundo, vamos a aplicar un protocolo de resurrección de 5 fases para revivir intenciones que creías perdidas. Y por último, en tercer lugar, las 5 herramientas que han demostrado ser más poderosas en nuestra comunidad de KENSO para mantener viva tu palabra hasta diciembre. Por cierto, si te quedas hasta el final, te contaré algo fascinante sobre un árbol que puede estar muerto durante décadas y volver a la vida en un solo día. Aquí hay algo que la investigación revela y que contradice nuestra intuición, y es que la revisión consciente avanzado el año no es una autopsia de nuestros fracasos, es el momento de mayor potencial de resurrección del año. Un estudio fascinante publicado en Science Direct siguió a más de 1200 estudiantes durante 12 meses completos y descubrió algo sorprendente.

    Quique Gonzalo:

    La persistencia motivacional a lo largo del tiempo predecía de manera significativa el control percibido sobre el logro de objetivos, y esta relación se fortalecía cuando las personas realizaban revisiones de manera consciente de su progreso. ¿Y por qué funciona esto? Bueno, imagina que tu cerebro es como un jardín. Tu palabra del año es una semilla que plantaste en enero con mucha ilusión, pero después de tantos meses, esa semilla puede quedar enterrada bajo las malezas de la rutina diaria. La revisión consciente es como quitar esas malezas y regar la planta de nuevo. Los neurocientíficos llaman a esto reconsolidación de la memoria, aunque yo prefiero pensar en ello como darle una última oportunidad a lo que de verdad importa. Tu cerebro, de manera literal, reescribe la importancia emocional de tus intenciones dándoles nueva vida. Es el mismo mecanismo que hace que un trauma pueda sanar cuando se procesa de manera consciente o que un recuerdo feliz pueda volverse más potente cuando lo revives con una intención plena. Y aquí viene un dato fascinante, según la curva de olvido de Ebbinghaus, olvidamos el 50 por 100 de la información nueva en una hora y el 90 por 100 en una semana.

    Quique Gonzalo:

    Aunque hay una excepción, la información revisada de manera consciente se retiene hasta 10 veces más de tiempo. Tu palabra del año no desaparece porque sea mala, desaparece porque tu cerebro está programado para olvidar aquello que no refuerzas. Aunque cuidado, hay una trampa letal en la que caemos, y es confundir revisar con castigar. Respira conmigo un momento, de hecho, haz esto conmigo ahora mismo. Pon una mano en tu pecho y siente tu corazón latir. ¿Cuántas veces has revisado algo en tu vida y lo has convertido en una sesión de tortura personal? Cumplí o no cumplí, soy un fracaso, un éxito. Ya para qué mejor espero al año que viene. Sientes esa tensión en el pecho cuando aparecen estos pensamientos, ¿verdad? Es el pensamiento más tóxico que existe para tu crecimiento personal, y es un error garrafal.

    Quique Gonzalo:

    La revisión efectiva no mira el pasado para castigarnos, es un detective emocional que busca pistas y pautas para escribir un futuro diferente. Y ahora que ya comprendes esto, me gustaría llevarte de la mano por un proceso que puede cambiar por completo no solo tu palabra del año, sino tu relación contigo mismo. Es el momento de la verdad. Porque, ¿sabes por qué la mayoría de las palabras del año y buenos propósitos mueren cuando ha llegado septiembre? No es por falta de disciplina, no es porque seamos débiles, no es porque la palabra fuera incorrecta, es por algo mucho más simple y solucionable. Amnesia existencial. Imagina que tu palabra del año es como una semilla de secuoya. Al principio, en enero, parece que no pasa nada. Meses después, sigues sin ver cambios y asumes que a lo mejor es que está muerta, pero las secuelas pueden estar germinando de manera silenciosa durante años antes de romper la superficie.

    Quique Gonzalo:

    Tu palabra no está muerta, está preparándose para emerger de forma sorprendente. La investigación sobre persistencia en objetivos reveló que el fracaso en objetivos específicos puede tener efectos perjudiciales en la autoestima y motivación futura, pero también que estos efectos pueden mitigarse mediante estrategias de reconexión consciente. Y septiembre es el momento perfecto para esa reconexión. Y aquí viene algo que puede cambiar tu perspectiva. La neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones, tiene picos estacionales. Un estudio de la universidad de Lieja demostró que el cerebro humano tiene mayor plasticidad durante los cambios estacionales, especialmente en septiembre y octubre. Es decir, tu cerebro está literalmente más preparado para cambios profundos ahora que en enero. De hecho, hace unas semanas me pasó algo que me dejó pensando durante días.

    Quique Gonzalo:

    Estaba revisando mi palabra de 2024 y me di cuenta de algo inquietante. Había estado actuando como si hubiera muerto ya en abril, cuando en realidad solo había estado hibernando. Fue como redescubrir que había estado usando una brújula al revés durante meses, para que veas que también a nosotros nos pasa. Así que ahora que estás en el Ecuador del año, con esta oportunidad de que la mayoría de las personas desperdicia por completo, yo creo que es tu momento. Nos quedan todavía octubre, noviembre y diciembre para trabajar con tu palabra. Tú ya conoces sus matices, has descubierto sus aplicaciones inesperadas, has visto cómo se comportaba bajo presión. Ahora puedes pasar a jugar en una liga superior, y es que los próximos 4 meses no son una repetición de los primeros 8, son una evolución consciente. Tu palabra puede profundizarse, expandirse, sorprenderte de formas que en enero ni siquiera podías imaginar.

    Quique Gonzalo:

    Es como la diferencia entre conocer a alguien por fotos y convivir con esa persona durante meses. Y si decides cambiarla por completo, también está bien. Las mejores intenciones son las que evolucionan contigo, no las que te mantienen prisionero de decisiones pasadas. Pero antes de tomar cualquier decisión, necesitas pasar por el proceso que transforma por completo tu relación con tus intenciones más profundas. Este protocolo de resurrección son 5 fases, por eso vamos a desarrollarlo y compartirlo contigo. No es una evaluación, no es una metodología más, es un ritual, una rutina profunda reconexión con la esencia de quién decidiste ser este año. La primera fase es el silencio preparatorio. Antes de hacer nada, necesitas crear un espacio sagrado de silencio, No 5 minutos, no.

    Quique Gonzalo:

    Dale 15 minutos completos, siéntate en un lugar donde no te interrumpan, cierra los ojos y, en lugar de preguntarte cómo he fallado, pregúntate, ¿qué está vivo en mí que pensé que había muerto? Es como excavar en un yacimiento arqueológico emocional. Al principio solo ves polvo y piedras, pero si persistes empiezas a encontrar fragmentos de algo valioso. La segunda fase es la del rescate de pequeñas victorias, y esta es la revolución silenciosa. Vas a convertirte en detective de tu propia grandeza, busca momentos donde tu palabra brilló, aunque fuera por un microsegundo, aunque no lo hayas notado en su momento. Hay un estudio de Harvard Business Review de Teresa Amabile y Steven Kramer sobre el poder de las pequeñas victorias, y este estudio demostró algo que cambia las reglas del juego. Identificar pequeñas victorias genera más motivación sostenible que establecer objetivos ambiciosos. Pero aquí va la parte profunda, y es que no busques solo las victorias obvias. Busca los momentos donde tu palabra te susurró al oído y tú la escuchaste, aunque sea por instinto.

    Quique Gonzalo:

    La tercera fase es la lectura de patrones, y es que los momentos donde olvidaste tu palabra no son fracturas de tu carácter, son datos valiosos sobre cómo funciona tu ecosistema emocional. Pregúntate en qué momentos tu palabra se desvanece, pregúntate cuándo estás más receptivo a recordarla, qué patrones emergen cuando miras con compasión en lugar de juzgar. Esta fase es la que más gente se salta y es la más valiosa. Es la diferencia entre aprender de tus tropiezos o simplemente repetirlos hasta diciembre. La neurociencia nos enseña que el cerebro busca patrones para optimizar energía, así que cuando identificas de manera consciente estos patrones, empiezas a hackear tu propio sistema. Y además existe algo llamado el efecto Zeigarnik. Nuestro cerebro mantiene activas en la memoria las tareas incompletas, y en esas tareas incompletas lo que hace es generar una tensión mental constante. Sin embargo, cuando reconoces los patrones de por qué tu palabra se desconecta, lo que haces es cerrar estos loops psicológicos que dejabas abiertos, y esto libera energía mental para que hagas nuevos intentos.

    Quique Gonzalo:

    La fase 4 es la del rediseño consciente. Basándote en todo lo que has excavado, ahora viene la parte transformadora. No vas a intentar retomar tu palabra como la habías concebido en enero, vas a re imaginarla desde quién eres ahora después de toda esta experiencia real. Pregúntate cómo sería vivir tu palabra con la sabiduría que tienes ahora, qué nuevas formas de expresarla emergen desde tu yo de septiembre? Tu palabra de enero era una hipótesis, tu palabra de septiembre puede ser una certeza. Y la última fase, la fase quinta, es el compromiso. Es el paso final que trasciende lo intelectual y entra en lo ceremonial, y para ello tan sencillo como escribir una carta a tu yo de enero. Agradécele por haber plantado esa semilla y cuéntale cómo vas a cuidarla. Hazle saber de qué formas nuevas vas a dedicar estos últimos meses del año a que resucite.

    Quique Gonzalo:

    Y aquí es crucial escribirla a mano, no en el ordenador. Un estudio de la Universidad de Princeton demostró que escribir a mano activa el sistema reticular activante del cerebro, lo que viene siendo la red neuronal responsable de filtrar información importante. Por lo tanto, cuando escribes a mano, el cerebro procesa la información 5 veces más profundamente que cuando tecleas. Y después, sorpréndete, quema esa carta. Con seguridad o entiérrala en una planta, no es superstición, es psicología profunda. Estás marcando el final de una fase y el nacimiento de otra. Cuando termines este protocolo, algo habrá cambiado en ti. No serás la misma persona que empezó a escuchar este episodio, y tu palabra o tu nueva palabra tendrá una oportunidad real de transformar estos últimos meses del año.

    Quique Gonzalo:

    Ahora es el momento para ver una serie de herramientas que te ayuden, porque durante estos meses hemos trabajado en KENSO para ver qué funcionaba y quién, y hemos sido testigos de algo muy hermoso. No son las grandes técnicas, las más complejas, las que resucita una palabra del año, son las pequeñas intervenciones estratégicas que se funden con tu vida cotidiana como un virus positivo. Para quienes no conocéis KENSO Círculo, es nuestra comunidad de personas comprometidas con vivir con más efectividad y felicidad. Te esperamos dentro, si quieres, en KENSO punto es barra círculo. Y dentro tenemos una sección especial llamada KENSO Lab, KENSO Laboratorio, donde pequeños grupos de personas colaboran en retos específicos para implementar hábitos efectivos. Durante estos meses, varios grupos de KENSO Lap han estado experimentando con diferentes formas de dar vida a su palabra del año, y lo que hemos descubierto ha sido revelador. Te voy a compartir las 5 estrategias que han demostrado ser más poderosas según la experiencia real de nuestra comunidad. Primero, el ritual del amanecer.

    Quique Gonzalo:

    Cada mañana, antes de tocar tu teléfono, antes de hacer cualquier cosa, simplemente repítete tu palabra mientras respiras profundamente, repítela 3 veces. Una de las participantes en KENSO Lab nos comentaba que pensaba que era una tontería, pero que después de una semana su palabra se había convertido en la primera conversación del día consigo misma. Lo brillante es que no añade tiempo a tu día, añade consciencia a tu rutina. Es como cambiar la sintonía de tu radio mental antes de que empiece la programación del día. Y aquí hay ciencia sólida detrás. La corteza prefrontal, responsable de la toma de decisiones, tiene su pico de funcionamiento en las primeras horas de la mañana. Los niveles de cortisol están elevados de manera natural, lo que mejora la consolidación de memoria. Literalmente, tu cerebro está diseñado para absorber intenciones en las primeras horas del día.

    Quique Gonzalo:

    La segunda, la banda sonora de la resurrección. ¿Tú has notado cómo una canción puede transportarte instantáneamente a un momento específico? Eso no es casualidad. La música activa áreas emocionales del cerebro que las palabras solas jamás tocan. Así que encuentra esa canción que te transporta a un estado emocional alineado con tu palabra, una sola canción, y escúchala cada vez que necesites reconectar. Es como tener un botón de reset emocional, y además, lo vas a tener siempre disponible, piénsalo así. ¿Cuál sería tu canción si tuvieras que elegirla ahora mismo? La neurociencia aquí es impresionante porque cuando escuchamos música, música que nos emociona, se libera dopamina en el núcleo accumbens, el mismo centro de recompensa que se activa con la comida o el sexo. Pero, además, la música conecta simultáneamente la corteza auditiva con el sistema límbico emocional, creando lo que los neurocientíficos llaman autopistas neuronales. Una sola canción puede reactivar todo un estado emocional en 30 segundos.

    Quique Gonzalo:

    El tercero es el testigo semanal, y es que cada domingo por la tarde noche encuentra algo visual que represente cómo quieres vivir tu palabra esa semana, una foto, un objeto, un color. No es para redes sociales, es para crear anclas visuales en tu subconsciente. Imagínate una ventana abierta si tu palabra es apertura, o tus manos creando algo si tu palabra es crear. El acto mismo de buscar de manera consciente esa imagen te mantiene sintonizando con tu intención. Ahora vamos a por la siguiente herramienta, las conversaciones que resucitan, y es compartir tu palabra con una persona diferente cada mes. Explícale qué significa para ti, cómo la estás viviendo, qué has descubierto. Pero aquí está el giro, cuéntale también cómo murió y cómo la estás trayendo de vuelta a la vida. Al verbalizarla, la fortaleces.

    Quique Gonzalo:

    Al mostrarla, la integras de manera más profunda. Y hay algo aún más profundo, y es que cuando compartes tu palabra, de manera genuina no solo la mantienes viva para ti, la plantas en la consciencia de otro ser humano, creas una red de apoyo invisible. Y esto se basa en el efecto Pennebaker, que el psicólogo James Pennebaker, ya ves que no se lo ocurrió mucho, demostró que verbalizar experiencias emocionales activa la corteza prefrontal y reduce la actividad de la amígdala, literalmente. Hablar de tus intenciones reduce el estrés asociado con ellas y aumenta la claridad mental. Es por eso que los grupos de apoyo funcionan, no es solo el apoyo emocional, es neurología pura. Y luego las preguntas de 30 segundos. Antes de cada decisión importante del día pregúntate, ¿qué haría alguien que encarna completamente mi palabra del año? 30 segundos, una pregunta, resultados que te van a sorprender. No es una pregunta intelectual, es una invitación a canalizar la mejor versión de ti mismo, y es increíble cómo esta simple pausa puede cambiar el curso de una conversación, redefinir una reunión o transformar una decisión aparentemente menor en algo significativo.

    Quique Gonzalo:

    Te desafío algo, simplemente elige una de estas 5 herramientas que hemos visto, no las 5 a la vez. Una, ¿cuál es la que más te llama la atención? ¿Cuál te da más pereza? O la que más te apetezca. A veces, la que más resistencia genera puede ser la que necesitas. Si llegaste hasta aquí, sin mapa, te digo una cosa, tienes destino. Porque tal vez llegaste hasta aquí sin tener palabra del año, tal vez es la primera vez que escuchas este concepto y te sientes como alguien que llega tarde a una fiesta. Permíteme decirte algo que puede cambiar tu perspectiva, en el momento perfecto para empezar. Septiembre es el enero de las personas inteligentes. Mientras todo el mundo está distraído con la vuelta al alcohol y las rutinas, tú puedes hacer tu revolución personal de manera silenciosa.

    Quique Gonzalo:

    No necesitas esperar a enero, no necesitas un plan detallado, solo necesitas una pregunta honesta. ¿Cómo quiero haber vivido estos últimos meses del año cuando llegue diciembre? Esa respuesta puede convertirse en tu palabra, y todas las herramientas que acabamos de compartir funcionan igual de bien para dar vida a una palabra nueva que para resucitar a una antigua. Es más, puede que tengas una ventaja, y es que empezar durante el año significa que ya tienes claridad sobre qué no quieres que sea el resto del año. En nuestro episodio 341, compartimos una guía completa para encontrar tu palabra con ejercicios y reflexiones específicas que pueden ayudarte en este camino. Ahora bien, es importante que pienses en algo que quiero compartir contigo, algo que he aprendido trabajando con 100 de personas en su desarrollo personal, algo que va contra todo lo que nos ha enseñado y nos han contado sobre el éxito. Y es que las palabras del año más transformadoras son las que vivimos de manera imperfecta. Respíralo durante un minutito, porque esta frase es potente, ¿verdad? Y es que no es la consistencia perfecta lo que genera cambio, es la consistencia constante. Tu palabra no necesita estar presente en cada momento de cada día, necesita estar disponible cuando más la necesites, como un amigo un amigo que no te llama todos los días, pero sabes que estará ahí cuando de verdad lo necesites.

    Quique Gonzalo:

    La investigación que mencionamos en nuestro episodio 219 sobre retrospectivas lo confirma. La reflexión regular es infinitamente más valiosa que la ejecución perfecta. Así que esta tarde, cuando termines de escuchar este episodio, vas a tener que tomar una decisión, y es que puedes dejar que estos 8 meses que han pasado se conviertan en la historia de una palabra olvidada, de una intención que se desvaneció, o puedes convertir hoy en el día en que tu palabra del año resucitó. No se trata de perfección, se trata de presencia. No se trata de cumplir a rajatabla, se trata de mantener viva la llama. Hoy mismo, antes de dormir, aplica al menos la primera fase del protocolo de resurrección, esos 15 minutos de silencio, y si no tienes palabra, antes de irte a dormir pregúntate cómo quieres sentirte los próximos 4 meses. Tu momento es ahora. Elija una de las 5 herramientas que hemos compartido y comprométete a probarla esta semana, solo una, porque empezar es más importante que ser perfecto.

    Quique Gonzalo:

    Y si te interesa formar parte de una comunidad donde puedas experimentar con este tipo de retos y, además, recibir apoyo en tu camino hacia una vida más efectiva, puedes conocer más sobre KENSO Círculo, nuestra comunidad de KENSO que está a tu disposición en KENSO punto es barra círculo. Y aprovecha porque esta es la última semana disponible para acceder a KENSO Círculo con un 50 por 100 de descuento, la mejor excusa para revisitar, resucitar o crear tu palabra del año. Ya has visto que la revisión de tu palabra del año no es una evaluación de tu pasado, es una invitación a rediseñar tu futuro. Y los últimos meses del año, no son el final de algo, son tu lienzo definitivo para crear la obra maestra que siempre quisiste ser. Ya sabes que nos vamos a escuchar en las próximas semanas con más estrategias para vivir la afectividad y ser más feliz, pero te prometí que te contaría algo fascinante sobre un árbol que puede estar muerto durante décadas y volver a la vida, como nuestra palabra del año. Se trata del Baobab. El Baobab africano son árboles gigantes que pueden sobrevivir sequías de hasta 15 años. Pueden perder durante este tiempo todas sus hojas, el tronco aparentemente seco y muerto.

    Quique Gonzalo:

    Los lugareños a veces los dan por perdidos, pero cuando llegan las primeras lluvias en cuestión de días, explotan una sinfonía de verde que puede durar ciclos. Los baobabs no mueren, esperan. Tu palabra del año tampoco está muerta, solo te está esperando con las condiciones adecuadas para florecer, y esas condiciones las puedes crear tú ahora mismo. Y antes de despedirnos, ya sabes, el nuevo hábito KENSO. Y es que la revisión no juzga lo que fuiste, libera lo que puedes llegar a ser. Nos escuchamos pronto.

 

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Jeroen Sangers

Anfitrión del Canasto. Mentor artesano especializado en la Efectividad 2.0 para personas y equipos de trabajo.

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